Telaviv.- Las protestas contra la reforma judicial que promueve el gobierno de Israel escalaron ayer, luego del despido del ministro de Defensa, Yoav Galant.
“El primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha decidido destituir al ministro de Defensa, Yoav Galant”, dijo la oficina del primer ministro en un comunicado.
Más de 600 mil personas salieron a las calles en las principales ciudades de Israel para protestar por la destitución de Galant.
Se anuncian huelgas en Israel que paralizarán el aeropuerto Ben Gurión en Tel Aviv. El gobierno de extrema derecha de Netanyahu podría retirar la reforma que socava el poder judicial. También pidió su anulación el presidente, Isaac Herzog, entre multitudinarias manifestaciones. pic.twitter.com/oltEBKGFpb
“Estoy comprometido con poner al Estado de Israel por encima de todo, pero los grandes cambios a nivel nacional deben hacerse mediante deliberaciones y diálogo”, dijo Galant.
Desde que el gobierno de Netanyahu presentó en enero un proyecto de reforma legal del Poder Judicial, hay manifestaciones contra el proyecto cada semana.
El proyecto propone a darle más control a los políticos y reducir el papel de la Corte Suprema.
Estados Unidos expresó su preocupación por la situación que escaló ayer.
“Estamos profundamente preocupados por los acontecimientos en Israel, que subrayan aún más la necesidad urgente de un compromiso”, dijo la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Adrienne Watson.
Netanyahu y sus aliados defienden al apuntar la necesidad de equilibrar las fuerzas entre los políticos electos y la Corte Suprema.
Para hoy, está programado que Netanyahu sostenga conversaciones con su equipo respecto a la iniciativa.
En un movimiento estratégico para frenar el narcotráfico en Colombia, el gobierno ha implementado un programa innovador: pagar a los campesinos por arrancar los cultivos de coca y sustituirlos por siembras legales. Esta iniciativa busca reducir la producción de hoja de coca, base de la cocaína, y mejorar la calidad de vida en comunidades rurales que tradicionalmente han dependido del cultivo ilícito.
Desde hace décadas, los esfuerzos por combatir el narcotráfico han pasado por estrategias de erradicación forzada, militarización de ciertas zonas y acuerdos con organismos internacionales. Sin embargo, los resultados han sido insuficientes, y la economía de muchas familias continúa atada a la producción de coca por falta de alternativas viables.
El nuevo programa ofrece compensaciones económicas a los agricultores que decidan eliminar sus cultivos de coca y reemplazarlos por productos como cacao, café y plátano, sectores con demanda estable y apoyo estatal. Además, el gobierno proporcionará capacitación, acceso a créditos y ayudas para la comercialización de sus nuevas cosechas.
El ministro del Interior, en declaraciones recientes, afirmó que “no podemos seguir criminalizando a los pequeños productores sin ofrecerles una salida digna. Este programa busca garantizar que el tránsito hacia cultivos legales sea sostenible y beneficioso para todos”.
Las primeras pruebas piloto han mostrado resultados prometedores, con cientos de hectáreas de coca eliminadas en departamentos como Cauca y Nariño. No obstante, el reto sigue siendo la seguridad de los campesinos, quienes muchas veces son presionados por grupos armados ilegales para continuar con el cultivo.
La comunidad internacional observa de cerca esta estrategia, pues podría marcar un cambio en la manera en que se combate el narcotráfico en América Latina. Con apoyo y financiamiento adecuado, esta iniciativa podría convertirse en un modelo replicable en otros países afectados por la producción y tráfico de drogas.
Si el programa logra consolidarse, podría transformar la realidad de miles de familias, ofreciendo un camino realista para salir del ciclo de la economía ilícita y avanzar hacia un desarrollo más equitativo y sostenible.
En una escena digna de una película de acción, un buque de carga proveniente de China, que transportaba aproximadamente 3,000 automóviles, se incendió en aguas internacionales mientras se dirigía hacia México. El incidente generó una movilización masiva de equipos de emergencia y ha puesto en alerta a las autoridades portuarias del país.
El desastre en el océano
El buque, que había zarpado hace semanas desde un puerto chino con destino a la costa mexicana, comenzó a emitir señales de emergencia tras reportar fuego en uno de sus compartimentos. Aparentemente, el incendio se originó en la zona de carga, donde se almacenaban los vehículos, y rápidamente se propagó debido a los materiales inflamables presentes a bordo.
Hasta el momento, no se han reportado pérdidas humanas, ya que la tripulación activó los protocolos de seguridad y evacuación. Sin embargo, la magnitud del incendio ha generado preocupación por el impacto ambiental que podría provocar, debido al derrame de combustibles y otros químicos asociados con los vehículos.
Respuesta y consecuencias
Las autoridades marítimas de varios países han ofrecido apoyo para controlar el fuego y evitar que el buque se convierta en una amenaza mayor. Empresas automotrices ya han comenzado a evaluar el impacto económico del incidente, pues la pérdida de miles de unidades podría afectar el mercado en México.
Mientras tanto, expertos en transporte marítimo han señalado la necesidad de reforzar los protocolos de seguridad en este tipo de cargamentos, especialmente aquellos que involucran materiales altamente combustibles. A la espera de investigaciones más detalladas, el incidente pone de relieve la vulnerabilidad de la logística global y los desafíos que enfrenta la industria del transporte en alta mar.