Opinión
¡Trabajar en la viña del Señor!
Por: Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, L. C. *
El Señor necesita obreros para trabajar en su viña; su viña es la iglesia y los trabajadores somos todos los bautizados. Nos habíamos hecho a la idea de que los trabajadores de su viña eran los sacerdotes, los religiosos, las religiosas, todos los que se consagran toda su vida a la causa del Reino. Pero hemos ido descubriendo cada día más claramente que todos los bautizados somos invitados a trabajar en su viña. “Vayan también ustedes a trabajar en mi viña”. El Señor va llamando en diferentes tiempos, en diferentes tareas, a diferentes personas, en diferentes situaciones y circunstancias; pero a todos los va llamando a trabajar según su carisma personal. No todos van a administrar sacramentos, pero todos pueden evangelizar. No todos ocuparán cargos y oficios dentro de la iglesia, pero todos pueden llevar la palabra y el testimonio cristiano a sus comunidades y a sus ambientes en donde viven: la familia, la escuela, la empresa, en su lugar de trabajo. Que los laicos estén atentos porque en cualquier momento el Señor les puede llamar, invitar para que vayan a su viña y que sean generosos para escuchar el llamado y para responder con prontitud y disponibilidad.
“El dueño de la viña le dijo al administrador: llama a los trabajadores y págales su jornal”. Los que habían llegado al caer la tarde recibieron un denario y la sorpresa fue que los que habían llegado al amanecer y habían soportado todo el peso del sol y del cansancio también recibieron un denario. A primera vista parece algo injusto, pero en el fondo lo que Jesús quiere subrayar es la misericordia, la bondad, la gratuidad de Dios nuestro Padre. La lógica de Dios no es la lógica de los hombres, es la lógica del amor, de la misericordia, de la gratuidad. El trabajo en la viña se refiere al trabajo en toda nuestra vida humana que al final tendrá una remuneración. Y no será el final lo mismo para los justos, que para los pecadores. No será el final lo mismo para los que obraron el bien, que para los que obraron el mal; pero al final el premio de la vida es tan grande, tan maravilloso, que es un don de Dios gratuito, porque esa magnitud y esa grandeza no la podemos alcanzar a merecer. La bienaventuranza eterna es tan maravillosa y tan grande que es superior a nuestros merecimientos y que sólo el amor es el origen de ese gran don y de ese gran regalo de la bienaventuranza eterna.
“Vayan también ustedes a trabajar en mi viña”. Cuando el Señor invita a los que están ahí en la plaza esperando que alguien los contrate, podemos pensar en los fieles laicos que están esperando y buscando como ayudar, como servir a la iglesia. En la encuesta que hicimos en nuestro Sínodo Diocesano muchísimas personas decían que participaban en la iglesia y querían participar más porque querían servir, porque les hacía mucha ilusión y les llamaba mucho poder servir a sus hermanos y porque ven en la iglesia un espacio para servir y ayudar a sus hermanos: en la evangelización, en sus necesidades, en sus penas, en sus tristezas, en sus angustias, en sus dolores, en tantas situaciones muy penosas y lastimosas. Pero queridos hermanos laicos, el campo es más grande y amplio; la viña del Señor es el mundo entero, especialmente ahí donde vivimos y donde trabajamos. No tenemos que entrar a la iglesia y a sus estructuras. Ya la viña del Señor se ha ampliado: a nuestra familia, a nuestro lugar de trabajo, a nuestra colonia, a nuestra ciudad, a nuestras amistades, a nuestra escuela, ahí es donde está la viña del Señor y ahí tenemos una misión muy grande. Dentro de la familia que reinen los valores del proyecto de Dios, del plan de Dios, del Reino de Dios. Los valores de la justicia, del amor, de la paz, de la bondad, del perdón, de la misericordia. Ahí la familia es un gimnasio para ejercitarnos en esas virtudes que son las que caracterizan al Reino de Dios, comenzando con la educación de nuestros hijos, educarlos en el respeto, en la obediencia, en la solidaridad, en la responsabilidad; todos esos valores familiares que construyen la familia son los que construyen la sociedad, son los que construyen el Reino. Lo mismo en el lugar de trabajo, el respeto, la honestidad, la responsabilidad son valores, no solo que construyen la empresa, sino que construyen el Reino y construyen la sociedad y construyen un mundo mejor, y así lo mismo en nuestra colonia cuando hay respeto, cuando hay justicia, cuando hay solidaridad entre todos, cuando hay paz. Todos estamos llamados a ser constructores de paz. “Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios”. Hoy nuestra Patria, nuestra ciudad, nuestra colonia necesita urgentemente constructores, artífices, arquitectos y artesanos de paz que, con su conciencia, con su sensibilidad y con su trabajo o con su compromiso traten de construir esas buenas relaciones de reconstruir el tejido social, de reconstruir las buenas relaciones de vecindad para que podamos verdaderamente tener un México justo, solidario y en paz.
*Obispo de Cancún-Chetumal
Opinión
Familia de Emiliano Ramos solicita audiencia con la comisión de igualdad de la Cámara de Diputados
“La Última Palabra”
Por: Jorge A. Martínez Lugo
- • Buscan que escuchen su versión del caso de violencia vicaria contra la menor VEJRT y tres menores más, en derecho de réplica, con la misma atención que recibió la diputada local Paola Moreno.
Firmada por Deyse Taboada Moreno, madre de la menor VEJRT, víctima de violencia vicaria, la familia de Emiliano Ramos Hernández, abogadas y organizaciones de su red de apoyo, envían una carta a las diputadas de la Comisión de Igualdad de Género del Congreso de la Unión, en la que solicitan escuchen y conozcan los detalles legales y sociales que rodean el caso de violencia familiar y vicaria en contra de las menores y su red de apoyo, “en igualdad de circunstancias y con la misma atención que recibió la diputada local Paola Moreno Córdova”.
“Solicitamos encarecidamente atender a la brevedad esta petición, pues darle largas solo contribuiría a seguir revictimizando a estas cuatro menores de edad, que hoy sufren el acoso judicial del Tribunal Superior de Justicia de Quintana Roo (TSJE) y de diversas autoridades estatales” expone la carta, firmada también por Ariadne Song Anguas, vocera de la Red de Feministas de Quintana Roo, Colectivo Femenil Xtabay y Red de Víctimas Quintanarroense.
“Como dice nuestra Presidenta, no llegó sola, llegamos todas. Y nosotras también somos mujeres y queremos ser escuchadas por ustedes, pues aunque no contamos con cargos públicos ni relaciones de poder, si tenemos una larga trayectoria defendiendo causas justas a favor de grupos vulnerables como son las mujeres e infancias en Quintana Roo” agrega el documento enviado a las legisladoras federales, firmada igualmente por la abogada Lilia Vargas Saucedo, Karina Arlen Escandón Camargo, presidenta de la Colectiva Nacional No +Presos Inocentes, Hayde Saldaña Martrínez, Vice preesidenta de la Colectiva 50+1 Capítulo Quintana Roo.
También firman Niza Puerto Paredes, presidenta del Movimiento Nosotras Q. Roo, Grissel Balderas Jongitud de la Organización Mujeres México, Ana María Hernández Ayala, Coordinadora estatal de Avanzada Nacional en Quintana Roo, Matea Caamal May, de Mujeres que Sueñan por una Vida Mejor y Dalia Rosalba Canché Ruiz, presidenta estatal de Expresión Liberal Democrática.
El documento es distribuido por Rafael Quintanar González, integrante de la familia solicitante.
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Opinión
De Morena y sus desventuras
“El Minotauro”
Por: Nicolás Durán de la Sierra
Este comentario con arreos ya del tiempo navideño, no podría ignorar la bien sazonada comidilla generada por la pugna entre Adán Augusto López, líder del senado, y Ricardo Monreal, dirigente de los diputados federales, políticos de alto nivel del aún flamante gobierno federal y los dos de Morena, para más señas. El primero acusó al segundo de transa y el segundo reviró: pruébenmelo.
De manera sintética, tal es el meollo del conflicto, por lo menos en lo superficial, el que hace unos días llevara a Claudia Sheinbaum a decir que “no puede ser un tema de recursos el que los lleve a la discusión” y menos que se ventile en público. Bueno, la danza de 120 millones de pesos no es un tema tan menor, digo yo, sobre todo si se da entre notables del partido en el poder.
Hay quienes dicen que el problema se dio, en realidad, porque el segundo desoyó una instrucción superior en torno al presupuesto federal, y que el primero, Adán Augusto, arremetió por ello contra el débil auditivo de Monreal. Decires van y vienen, pero es difícil que entre ellos renazca la amistad, y perdón por la frase, pero la culpa es del citado espíritu navideño.
Desatinado está quien crea que Morena es monolítico, pues en su propia formación como partido se sirvió de políticos de diversa índole (de manteca, de chile y de dulce, dicho en tono coloquial) y hoy comienza a pagar las consecuencias. Esta pugna es la primera de las que se avecinan entre grupos opuestos del propio partido; es un uno de los inconvenientes del caudillismo político.
Dice Ricardo Monreal, uno de los escasos indólogos que tiene Morena, que ya comenzó el deterioro estructural de su partido, y que la historia demuestra, explica, que luego del triunfo de un movimiento social, comienzan las campañas de desprestigio dentro del mismo, sobre las mediáticas. El síndrome de Caín, pues, aunque con aromas tropicales y en Facebook.
Las desventuras de Morena.
Podría seguir con la breve glosa y sumar a ella a Andy López Beltrán y su misión en Morena (felices fiestas al Partido Verde), pero de nuevo reclaman sitio los aires decembrinos con sus obstinados y por demás extraños astados (renos), por lo que este comentario irá por cauces más amables y deseará a todos una navidad feliz y un 2025 espléndido en bondades. ¡Hasta pronto!.
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