Mara Lezama ha sido la única candidata en registrar en el Instituto Nacional del Derecho de Autor su obra musical utilizada en campaña, como una pieza 100% original y a la vez, presentó diversas marcas ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial para registrar la marca MARA LEZAMA, para ser explotada en su campaña de forma exclusiva por ella misma

Durante el periodo que ha transcurrido en las campañas electorales recientes, hemos sido testigos de diversos actos que han atentado contra la propiedad intelectual de diversos actores de la política de Quintana Roo.

Partiendo del uso de música deliberadamente modificada por los equipos de campaña para sustituir su letra y en ocasiones su música, para agregar temas de los candidatos y sus partidos políticos en turno, así como el uso de la imagen de personas sin su autorización con la intención de obtener un beneficio ilegal, o lo que es mas grave aún, plagiar el contenido de obras literarias con el fin de aprovechar la publicidad de ello para hacer campañas políticas, lo que en estricto sentido en una violación evidente a la legislación en materia de derechos de autor.

Pero también, hemos sido testigos de diversas infracciones administrativas y delitos en materia de propiedad industrial, como el uso de marcas registradas como ‘YA SABES QUIEN’ o de signos distintivos como emblemas de partidos políticos con la intención de aprovechar el esfuerzo ajeno en un mero acto de competencia desleal.

Ante ello, una de las propuestas para la presidencia municipal del Ayuntamiento turísticamente más importante de México, es decir, Benito Juárez, Quintana Roo, tuvo a buen prevenir y hacer las cosas como deben hacerse y de forma legal.

Me refiero a Mara Lezama, quien ha sido la única en registrar en el Instituto Nacional del Derecho de Autor su obra musical utilizada en campaña, como una pieza 100% original y a la vez, presentó diversas marcas ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial para registrar la marca MARA LEZAMA, para ser explotada en su campaña de forma exclusiva por ella misma y evitar el uso por parte de terceros, como ha ocurrido en varias ocasiones con los candidatos del PES en el Estado.

Es por ello que resulta interesante la propuesta de una candidata ciudadana que desde el origen, inicia su campaña política con sus marcas y derechos de autor debidamente titulados para no infringir las reglas del juego.

Es, de inicio, una buena señal de legalidad para el futuro próximo, después del descaro administrativo de los últimos gobiernos municipales.

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