PLAYA DEL CARMEN, 8 DE MARZO DE 2020.- En el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, es necesario revertir y cambiar la realidad y de violencia y acoso que viven a diario las mujeres trabajadoras del país, siendo inaplazable fortalecer todos los mecanismos necesarios para garantizar  un mundo del trabajo libre de violencia y acoso.

Es por ello que en la CROC consideramos urgente que el Senado de la República apruebe el Convenio 190 sobre la violencia y el acoso adoptados en junio de 2019 durante la Conferencia del Centenario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Además reconocemos que derivado de la Reforma Laboral, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) en conjunto con el Instituto Nacional de las Mujeres (INMujeres) y la Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) presentaron el pasado viernes, el modelo de “Protocolo para prevenir, atender y erradicar la violencia laboral”.

Para nuestro gremio la medida es adecuada porque adopta un enfoque inclusivo e integrado, haciendo la protección extensiva a todos los trabajadores y trabajadoras de los sectores de la economía formal e informal, independientemente de su situación contractual, e incluyendo a los solicitantes de empleo, así como a becarios, aprendices y voluntarios.

La medida también precisa que es urgente examinar y abordar la violencia y el acoso que involucre a terceras partes –ya sean clientes, usuarios, pacientes o miembros del público–. Para las personas cuyo trabajo supone un contacto con el público y en espacios públicos, este reconocimiento es sumamente importante.

Sin embargo, la iniciativa debe de llegar más allá para que los gobiernos, empleadores y trabajadores en conjunto, adoptemos todas las acciones precisas, contundentes y eficaces para erradicar la descomunal violencia que se ha arraigado, y de la que el mundo del trabajo no ha sido ajeno.

Es por todos conocido que la violencia y el acoso por razón de género afectan de manera desproporcionada a las mujeres y las niñas, por lo que es primordial que se integre un enfoque inclusivo e integral que tenga en cuenta la perspectiva de género y aborde las causas estructurales y los factores de riesgo, entre ellos los estereotipos de género, las formas múltiples de discriminación y el abuso de las relaciones de poder por razón de género.

En la CROC promovemos diversos programas sociales en los que destaca el “Programa contra la Violencia de Género” en el que compañeros especialistas como abogados, psicólogos y promotores sociales sensibilizan y atienden a los trabajadores en sus centros de trabajo brindándoles la asesoría, acompañamiento que requieran para mantener espacios libres de violencia.

En la CROC tenemos la premisa de trabajar todos los días para promover una cultura del trabajo basada en el respeto mutuo y la dignidad del ser humano para prevenir la violencia y el acoso, en especial aquella afecta a nuestras compañeras trabajadoras.