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Falleció Hernán Uribe Ortega pilar de la FELAP IV

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En las fiestas familiares de los agostos celebrábamos, entre otros, los cumpleaños de nuestros queridos progenitores; ahora con amor conmemoramos los aniversarios de sus natalicios, el 118 de nuestro padre, médico Fortino Rentería Meneses, que se cumplió el pasado lunes 12 y, exacto, hoy jueves 15, el 1l3 de nuestra madre María Arróyave Vázquez. Amados y venerados por siempre.

CUARTA PARTE

Esta serie dedicada a Hernán Uribe Ortega, enorme colega, combativo escritor y erudito docente, quien emprendiera el viaje al eterno éter a los 94 años, tras una vida fecunda que ya es herencia de las actuales y nuevas generaciones de periodistas, la terminamos con dos entregas más, en las que reproducimos su artículo histórico titulado ’El diario del Che, o como burlar a la CIA’.

El contenido del mismo nos relata la hazaña periodística sobre el rescate del Diario de Guerra del Comandante Che Guevara, de manos mercenarias con el que intentaron enriquecerse, como ha quedado expuesto. Ya en Cuba, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz ordenó la impresión de un millón de ejemplares, mismos que fueron repartidos en forma gratuita. El artículo resulta ser un resumen abigarrado de su libro ’Operación Tía Victoria’, que es el relato de la burla a la CIA, Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos; editado en México, Chile y Cuba:

’A comienzos de enero de 1968, transcurridos unos 90 días desde el asesinato aleve de Ernesto Che Guevara, tuve la oportunidad de convertirme en el primer periodista chileno que conoció la intención de Antonio Arguedas para entregar a Cuba el Diario de Campaña del guerrillero.

Tan insólito propósito, pues Arguedas era nada menos que el Ministro del Interior de Bolivia, me fue trasmitido personalmente en Santiago por Víctor Zannier, abogado y periodista boliviano, a quien había conocido yo en La Paz en mayo de 1967, un tiempo en que allí se hablaba y especulaba mucho acerca de la guerrilla.

La decisión de Arguedas, que se concretaría en breve plazo, afianzó, entre otros efectos, la corriente literaria del realismo mágico de García Márquez y otros, o de ’lo real-maravilloso’ que instauró Alejo Carpentier. Pues, ¿qué otro episodio podía estar más impregnado de tanta fantasía y al mismo tiempo realidad, como este en que el segundo hombre del gobierno, Arguedas, decidía así reivindicar la personalidad del aparente enemigo?

La valiente misión de Zannier buscaba los contactos requeridos para hacer realidad el impulso razonado de su amigo el ministro, quien se había hastiado de la interferencia de la CIA y otras entidades estadounidenses en Bolivia, muy específicamente en las tareas de la seguridad a cargo de la secretaría del Interior.

Si en Europa o Estados Unidos, la información del mensajero, casi con seguridad habría sido desechada calificándola tal vez de trampa, aquí fue aceptada. Sirvió, además, como motivación para armar un aparato mínimo que fuese capaz de llevar a la práctica una misión objetivamente muy difícil y arriesgada.

Así emergió la Operación Tía Victoria en la que participamos periodistas y abogados, todos ligados con la revista Punto Final, dirigida- hasta hoy- por Manuel Cabieses. Este grupo se reunió con Zannier, luego contactó con las personas correspondientes de Cuba y finalmente triunfó en el acto final: Víctor trajo copia del Diario a Chile y desde aquí lo trasladó a La Habana uno de los ’quot;confabulados’quot; el periodista Mario Díaz, fallecido en 1985. La CIA, al parecer, estaba demasiado dedicada a… Bolivia’. In Memóriam. CONTINUARÁ.

*Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; Presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. 

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Navidad, consumo y salud mental: cuando el gasto se convierte en ansiedad 

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La Navidad debería intensificar el amor, en cambio es una puerta abierta para la ansiedad.

Conciencia Saludablemente

Por: Psicol. Alex Barrera

Cada año, al llegar estas fechas me resulta imposible no pensar en aquel famoso villancico que cuenta la historia de un pequeño niño, que recorre el camino tocando un tambor y en el que encuentro sin duda el mensaje más tierno de Navidad. Y es que este niño carece de todo bien material, pero aun posee algo, algo que es gratis, la música de su tambor que lo acompaña también en su recorrido al encuentro con el que será el Rey, así, ese pequeño en medio del incienso, el oro y la mirra, logra la gran proeza hacer sonreír al niño dios y es que poco es tanto, cuando no se necesita mucho. 

Navidad es la época de dar, pero ¿qué es lo que hay que dar? Resulta mi estimado lector, que conforme adviene diciembre, se instala una doble realidad: por un lado, las calles se iluminan, las canciones navideñas inundan espacios y la promesa de alegría parece omnipresente; por el otro, muchas familias sienten una presión creciente por cumplir con expectativas de consumo que parecen ineludibles, porque sí, Navidad, significa dar y dar significa gastar. En México, esta tensión entre celebración y gasto ha adquirido dimensiones cuantificables: según la consultora de mercados Kantar, los mexicanos planean gastar en promedio 6 mil 359 pesos en regalos navideños en 2025, un incremento de 15 % respecto al año anterior.  

Estos datos, por sí solos, revelan un fenómeno económico —que tiene implicaciones claras en la intensidad del consumo—, pero también encubren una relación compleja entre la temporada navideña y la salud mental. Porque la Navidad, más allá de regalos y cenas, es un momento donde la expectativa social de felicidad y consumo muchas veces se superpone con presiones financieras, emociones ambivalentes y comparaciones sociales que pueden erosionar la estabilidad emocional de las personas. 

El aumento del consumo y sus presiones 

Las cifras de gasto proyectadas para esta temporada muestran que, incluso en medio de desaceleración económica, las familias mexicanas no sólo mantienen el consumo navideño, sino que lo intensifican. Kantar estima que el aumento en gasto promedio se acompaña de una mayor recurrencia a tarjetas de crédito y aprovechamiento de promociones como El Buen Fin o Black Friday para financiar compras que de otra manera serían difíciles de costear.  

Adicionalmente, estudios como el de Ipsos señalan que hasta 54 % de los mexicanos aumentó su presupuesto para las celebraciones, con más del 50 % utilizando su aguinaldo para financiar estos gastos. Lo anterior no significa que su economía haya mejorado, sino que están dispuestos a gastar más. La combinación del costo de regalos, cenas, decoración, viajes y eventos sociales puede empujar a las familias a tensar sus recursos es aquí donde el asunto toma relevancia pues si bien en esta temporada se recibe dinero extra por aguinaldos, cajas de ahorro o incentivos navideños, los gastos se extienden pues las convivencias sociales aumentan, los gastos se elevan y casi siempre los gastos superan la entrada de dinero por lo que en muchos casos se recurre a endeudamiento innecesario y peor muchos establecimientos promueven el famoso pago tardío que impacta a los consumidores en meses como febrero, mes en el que ya no se cuenta con los incentivos extra, lo cual intensifica el desbalance económico.  

Pero el impacto no se limita a las cifras del bolsillo: esas cifras repercuten en el bienestar emocional, generando ansiedad, estrés financiero, sentimientos de insuficiencia y, en algunos casos, crisis profundas de angustia. 

¿Por qué el consumo navideño provoca ansiedad? 

Desde una perspectiva psicológica, la relación entre consumo y emociones es compleja. Las festividades decembrinas suelen combinar: 

  1. Expectativas sociales elevadas, que inducen comparaciones constantes (¿tengo que dar más y mejores regalos?). 
  1. Presión económica, al intentar cumplir con roles tradicionales de dar y compartir, aun cuando los recursos son limitados. 
  1. Cogniciones de autoevaluación negativa, al comparar lo que se tiene con lo que otros parecen ofrecer o recibir. 
  1. Carga emocional acumulada, que se mezcla con recuerdos familiares, duelos no resueltos o expectativas no cumplidas. 

La investigación en psicología del consumo y bienestar indica que la ansiedad financiera está asociada con síntomas de depresión, irritabilidad y conflicto familiar. Un estudio de la Journal of Consumer Psychology encontró que las decisiones de gasto impulsadas por presión social y no por necesidad pueden generar emociones negativas, mayor estrés y sentimientos de arrepentimiento posteriores. (Ver Jones et al., 2016, Journal of Consumer Psychology). 

En el contexto navideño, donde la cultura del “mejor regalo”, la celebración perfecta y la constante comparación mediada por redes sociales es omnipresente, las emociones autoevaluativas pueden amplificarse, llevando a un círculo vicioso de sobreconsumo y malestar psicológico. 

Deuda, culpa y arrepentimiento 

El estrés financiero no es un concepto abstracto: se traduce en síntomas concretos de ansiedad somática (insomnio, tensión muscular), temor anticipatorio (preocupación constante por dinero) y emociones displacenteras persistentes. En muchos casos, las deudas contraídas en diciembre se convierten en cargas que persisten durante todo el año siguiente, alimentando sentimientos de culpa, resentimiento y desasosiego. 

Además, existe evidencia de que las personas con historia de ansiedad o estrés crónico presentan respuestas más intensas a presiones económicas estacionales. Por ejemplo, investigaciones sobre estrés financiero y Salud mental han encontrado correlaciones significativas entre preocupación por dinero y aumento de ansiedad y síntomas depresivos (véase American Psychological Association, Stress in America Report). 

En otras palabras, más allá de la simple emoción de gastar, hay un impacto emocional profundo asociado a la presión de cumplir con estándares culturales y expectativas consumistas. 

Hacia una navidad más saludable emocionalmente 

Este panorama no implica demonizar el consumo ni negar la importancia de las celebraciones, sino reconocer que el consumo excesivo y la ansiedad financiera pueden afectar seriamente la salud mental. Si bien recomendamos planear el gasto con anticipación —como lo hacen muchos mexicanos que ya utilizan su aguinaldo de manera estratégica— también es necesario integrar prácticas conscientes que prioricen bienestar sobre presión social. 

Entre las acciones que pueden ayudar a mitigar este estrés están: 

  • Presupuestar con anticipación y apegarse a límites reales, evitando endeudamientos innecesarios. 
  • Promover celebraciones significativas, centradas en experiencias y relaciones más que en el valor material de los regalos. 
  • Establecer conversaciones abiertas sobre expectativas económicas en familia, reduciendo la carga emocional asociada al cumplimiento de roles. 

Y, sobre todo, debemos recordar que la asistencia terapéutica puede marcar una diferencia sustancial. Un profesional de la salud mental no sólo acompaña en la gestión del estrés financiero, también ayuda a abordar las emociones subyacentes que intensifican la ansiedad navideña: comparaciones sociales, deseos de aprobación, perfeccionismo, recuerdos dolorosos o patrones de consumo impulsivo. 

La Navidad puede ser una época de profundas emociones que van desde la alegría hasta la ansiedad. Cuando el consumo se convierte en una fuente de estrés crónico, no solo afecta la economía de las familias, sino también su bienestar emocional y la calidad de sus relaciones.  

Integrar prácticas más conscientes, planear con realismo y buscar apoyo cuando las presiones se vuelven abrumadoras, no es renunciar a la celebración, sino construir un enfoque más saludable y sostenible que nos permita disfrutar de estas fechas sin sacrificar nuestra salud mental. 

Así entonces sería prudente entender que tomar la filosofía de aquel niño del tambor es el camino más real y saludable para llegar a la navidad, pues en conciencia de lo que se tiene no podemos dar más y sin embargo no por ello deja de ser valioso, Porque la lección más grande de ese villancico es que ese niño ofreció el bello cantico de amor, pero nunca regaló el tambor. 

**Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo. Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque Biopsicosocial de manera privada.

Si le interesa también puede consultar en: 

  • Kantar: estudio sobre gasto promedio navideño en México (2025) El Imparcial 
  • Ipsos: incremento de presupuesto navideño y financiamiento Entre Veredas 
  • La Jornada: aumento del gasto navideño y uso de crédito La Jornada 
  • Journal of Consumer Psychology sobre consumo y emociones (Jones et al., 20 

Te interesan los temas de desarrollo humano y bienestar intégrate por WhatsApp dando click aquí, es Gratis.

Si deseas contactar al especialista o necesitas ayuda terapéutica puedes comunicarte vía Whats App

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UN DICIEMBRE DE BUENOS DESEOS

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“El Minotauro”
Por Nicolás Durán de la Sierra

A riesgo de caer en la demagogia filosófica, que es como la política, pero con palabras más lustrosas; dado que las fiestas decembrinas están próximas y su nimbo nos envuelve a todos, este comentario irá por el camino de la armonía y los plácemes, aunque se anota que renos y demás parafernalia sajona y teutona quedaran fuera ya que la glosa tiene aires marinos, de Creta en especial.

El Señor del Egeo, Asterión para sus cercanos, añora el cochinillo al horno con hierbas, el kourabiedes, dulce de almendras y el melomakaron, un bizcocho empapado en miel, pero sobre todo extraña el vino caliente especiado y más si es de Creta, cuna de los vinos… Mas dejemos a El Minotauro con sus griegas saudades, y vamos a los temas locales que nos competen.

Por ello van estos deseos, rayanos casi con la candidez, pero guiados por positivo afán. Bueno sería que cesara el centralismo estatal y se diera un respiro a las arcas de las alcaldías, pues de seguir la delgadez que implica tal concentración, todas las comunas, incluido Cancún, pronto quedarán como el de José María Morelos, que tiene que pedir prestado hasta para pagar su nómina.

Cuentan que desde la llegada de doña Mary Hernández al municipio Felipe Carrillo Puerto las arcas comunales se han enjutado, aunque por otras razones, pero tal no es un tema con espíritu decembrino por lo que quedará en pausa junto con el de José Alfredo Contreras, el edil de Bacalar, al que también señalan como autor de la delgadez presupuestal de ese municipio.

El respeto al federalismo, trazado en la constitución de 1824, parte esencial de nuestra república, es decir de lo que hoy es México y su pacto con estados y municipios, confiere a estas dos instancias soberanías y haciendas que les dan viabilidad económica, por lo que… así pues, la centralización estatal no es una buena idea, pero esto tampoco tiene aires navideños.

Como final de esta glosa, van un par de buenos deseos: que Ana Paty Peralta, la edil de Cancún, busque nueva parcela para el basurero de la ciudad, pues la “celda emergente” se está agotando, y que el congreso estatal, salvo excepciones, siga siendo un fértil sembradío de pifias, de joyas del humor involuntario para recreo de la comunidad en este inminente 2026.

Dicho esto, feliz navidad y próspero año nuevo a todos.

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