CANCÚN, 15 DE ABRIL.- Llama el obispo de la Prelatura Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo a los candidatos a conocer realidad y anhelos de la población, a construir propuestas de paz y justicia con visión de largo plazo, y a no engañar con dádivas pasajeras a los pobres.

Durante su homilía dominical aseveró que a nadie beneficia la agresión violenta, la corrupción, el beneficio egoísta del cargo asumido ni la proliferación de calumnias, declaró.

“Nos preocupa que en las intervenciones que han tenido los candidatos en las campañas, han prevalecido las descalificaciones”, sostuvo el prelado durante su mensaje dirigido a la grey católica.

El llamado, indicó el obispo, es para los candidatos a senadores, diputados federales y locales, y presidentes municipales, y convoca a las autoridades, medios de comunicación y a la sociedad a no dejar en el olvido las necesidades apremiantes del pueblo.

“Se esperarían propuestas concretas de acuerdo al cargo al que aspiran, se esperarían aportaciones, soluciones con un sentido de corresponsabilidad a problemas reales como la impunidad, la corrupción, pobreza, desigualdad social, inseguridad y violencia.”

Elizondo Cárdenas comprometió a la Iglesia a animar e impulsar con imparcialidad la participación ciudadana durante el próximo proceso electoral.

“Invitamos a los partidos políticos, a los candidatos independientes y toda la población a sumar esfuerzos para que prevalezca la propuesta y el compromiso por la transparencia, la legalidad, honradez, equidad, diálogo y la verdad.

“Y pedimos evitar la mentira, el fraude, la coacción, la simulación, la violencia y el engaño a los pobres con dádivas pasajeras y todo lo que desvirtúe la democracia de cuya construcción todos somos responsables.

“Queremos contribuir a un diálogo en el que se escuchen todas las voces, especialmente de los que sufren violencia e injusticia. Proponemos un diálogo abierto y propositivo entre los candidatos y la sociedad para lograr una agenda que se convierta en proyecto de gobierno.

“Rogamos a Dios que en estos momentos decisivos para la vida de nuestro pueblo, la unidad prevalezca sobre la división, la propuesta sobre la descalificación y el bien de la nación sobre los intereses particulares”, sostuvo el clérigo.

Además, indicó que la Iglesia está involucrada en la situación de miles de personas afectadas por los sismos de 2017.

“Como obispos de México externamos nuestra preocupación por la lentitud en las tareas de rehabilitación de las personas y comunidades, la reconstrucción de los daños materiales y el momentáneo olvido que percibimos en la atención a las poblaciones afectadas, particularmente las más pobres.

Por Carlos Águila Arreola

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