EN LA OPINIÓN DE:
LOS LIMITES DE LA LIBERTAD DE EXPRESION
“Caminos del Mayab”
Por Martín G. Iglesias
Hace unos meses mi Agencia “Sistema Informativo Multimedios” (SIM), pasó por una experiencia de derecho de réplica y denuncia por presunto daño moral a un funcionario público de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Benito Juárez, caso que no llegó a los tribunales por la capacidad de negociación de los clientes de la Agencia, pues las presunciones pudieron ser demostradas al grado que el tiempo nos dio la razón y el funcionario fue despedido por actos de corrupción.
Mi error, fue no haber revisado la nota distribuida por SIM donde el editor junto con el reportero utilizaba términos como “se presume”, “presuntamente”, “fuentes dignas de crédito”, “fuentes fidedignas al interior”, “en círculo cercano”, entre otras muchas aseveraciones que no dejan claro el origen de la fuente, además de no mostrar documento alguno de lo que es señalado.
Soy un defensor de la libertad, porque es fundamental, es indispensable, debería ser intocable, invulnerable; pero su aplicación y sus expresiones cotidianas no se pueden sustraer del respeto y guarda de otros derechos y libertados, no es un tema aislado y unilateral.
De lo que no estoy de acuerdo es en la “diarrea verbal” de locutores que acusan sin fundamentos, simplemente porque “escucharon por ahí”, porque les comentó “un allegado”, porque lo dijo “una fuente digna de crédito”, porque rompemos con el principio de rigor periodístico, de no confirmar la información, nos vamos con lo primero sin medir las consecuencias de nuestros dichos.
Tener un micrófono, una cámara o un portátil para escribir nuestras notas, no nos da derecho a querer destruir a quienes consideramos nuestros adversarios, porque no quisieron darnos una declaración, un convenio o simplemente no coincidimos con sus ideas políticas; al contrario, es una responsabilidad que debemos de tomar con seriedad, porque las decenas, centenas o millares que nos escuchan, ven o leen, confían en lo que nosotros les informamos, pero si lo hacemos desde nuestras vísceras, entonces podemos ser sujetos de responsabilidades que podrían llegar hasta los tribunales.
Una cosa son las afirmaciones sin sustento, temerarias, lesivas de la dignidad ajena, arbitrarias, sin confirmación ni fundamento y otra, muy distinta, es la necesaria contextualización que debemos hacer los medios de comunicación frente a ciertos episodios que obligan a repasar los antecedentes de quienes en ellos intervienen; es decir, recordar que algún funcionario o político pasó por los tribunales, por la cárcel o por el escrutinio público por corrupto, no es levantar falsos, simplemente es contar hechos consumados; pero si no tenemos pruebas de nuestros dichos, entonces sí hay un delito de calumnia y hasta daño moral.
Concluyo al decir, que antes de hablar o escribir, hay que pensarlo dos veces, porque después nada es igual. Los límites de la libertad de expresión incluyen la protección de otros derechos fundamentales, como el honor, la intimidad, la propia imagen y la protección de la infancia y la juventud. También se prohíben el discurso de odio, la incitación a la violencia o discriminación y la difusión de mentiras que perjudiquen a terceros. La desinformación, la revelación de secretos y la manipulación de la información son otros ejemplos de acciones que pueden ser castigadas, especialmente en el ámbito digital donde se debe regular el contenido ilícito sin censurar arbitrariamente.
Así que locutores de radio, textoservidores y conductores de noticias por televisión o redes sociales, debemos tener cuidado de caer en la tentación “de hacer polvo” a tal o cual político, porque dentro de los derechos de terceros está que la libertad de expresión no puede vulnerar los derechos fundamentales de otras personas, como el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen; la divulgación de mentiras o calumnias sobre otras personas puede acarrear consecuencias legales. Ahí se las dejo…
SASCAB
Por cierto, hoy el Gobierno de México, a través de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) y la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), realizará el Segundo Simulacro Nacional por medio del Sistema de Alertamiento Masivo que llegará a los celulares de 80 millones de usuarios a las 12:00 horas (1:00 pm hora local).
Se realizará con una hipótesis por sismo magnitud 8.1 con epicentro en Lázaro Cárdenas, Michoacán; por huracán en Campeche, Yucatán, Sonora, Quintana Roo y Baja California Sur; por incendio urbano en Durango, Guanajuato y Tamaulipas; y por Tsunami en Baja California.
Así que los lectores de la Península de Yucatán no se alarmen si a su celular les llega un aviso de huracán a esa hora, pues es parte del simulacro en conmemoración del Día Nacional de Protección Civil. Al tiempo…

EN LA OPINIÓN DE:
UN DICIEMBRE DE BUENOS DESEOS
“El Minotauro”
Por Nicolás Durán de la Sierra
A riesgo de caer en la demagogia filosófica, que es como la política, pero con palabras más lustrosas; dado que las fiestas decembrinas están próximas y su nimbo nos envuelve a todos, este comentario irá por el camino de la armonía y los plácemes, aunque se anota que renos y demás parafernalia sajona y teutona quedaran fuera ya que la glosa tiene aires marinos, de Creta en especial.
El Señor del Egeo, Asterión para sus cercanos, añora el cochinillo al horno con hierbas, el kourabiedes, dulce de almendras y el melomakaron, un bizcocho empapado en miel, pero sobre todo extraña el vino caliente especiado y más si es de Creta, cuna de los vinos… Mas dejemos a El Minotauro con sus griegas saudades, y vamos a los temas locales que nos competen.
Por ello van estos deseos, rayanos casi con la candidez, pero guiados por positivo afán. Bueno sería que cesara el centralismo estatal y se diera un respiro a las arcas de las alcaldías, pues de seguir la delgadez que implica tal concentración, todas las comunas, incluido Cancún, pronto quedarán como el de José María Morelos, que tiene que pedir prestado hasta para pagar su nómina.
Cuentan que desde la llegada de doña Mary Hernández al municipio Felipe Carrillo Puerto las arcas comunales se han enjutado, aunque por otras razones, pero tal no es un tema con espíritu decembrino por lo que quedará en pausa junto con el de José Alfredo Contreras, el edil de Bacalar, al que también señalan como autor de la delgadez presupuestal de ese municipio.
El respeto al federalismo, trazado en la constitución de 1824, parte esencial de nuestra república, es decir de lo que hoy es México y su pacto con estados y municipios, confiere a estas dos instancias soberanías y haciendas que les dan viabilidad económica, por lo que… así pues, la centralización estatal no es una buena idea, pero esto tampoco tiene aires navideños.
Como final de esta glosa, van un par de buenos deseos: que Ana Paty Peralta, la edil de Cancún, busque nueva parcela para el basurero de la ciudad, pues la “celda emergente” se está agotando, y que el congreso estatal, salvo excepciones, siga siendo un fértil sembradío de pifias, de joyas del humor involuntario para recreo de la comunidad en este inminente 2026.
Dicho esto, feliz navidad y próspero año nuevo a todos.
EN LA OPINIÓN DE:
Cuando el estrés se vuelve hogar
En una mente estresada por años, el silencio se vuelve territorios peligrosos ocultando el verdadero mal
Conciencia Saludablemente
Por. Psicol. Alex Barrera
Hubo un tiempo en el que el estrés era una señal de alarma: algo no estaba bien y el cuerpo pedía pausa. Hoy, para muchas personas, el estrés dejó de ser un estado pasajero y se convirtió en una forma de vida. Muchas personas sin darse cuenta aprendieron a vivir aceleradas, hiperconectadas y con la sensación constante de que, si no estamos ocupados o tensos, estamos fallando en algo. El problema no es solo vivir con estrés, sino volverse incapaz de vivir sin él.
Durante años hemos aprendido a vivir con el estrés como si fuera una condición natural de la adultez. “Así es la vida”, decimos, mientras normalizamos el cansancio crónico, la ansiedad constante y la sensación de que, si no estamos ocupados, algo anda mal. Poco a poco, sin darnos cuenta, dejamos de preguntarnos si el estrés es inevitable y comenzamos a organizarnos alrededor de él. El problema no es sólo que vivamos estresados, sino que a de que sabemos que existe, no sabemos ni como reconocerlo, es decir, sabemos que existe el estrés, pero no sabemos cómo se siente el estrés, y mucho menos como detenerlo, aunque suene duro muchos hemos desarrollado una incapacidad real para vivir sin estrés.
Y es que cuando el estrés se normaliza, el silencio incomoda. Los espacios de calma generan culpa y la tranquilidad se interpreta como pérdida de tiempo incluso hay quien al intentar detenerlo se encuentra con la respuesta automática del cerebro una rotunda negativa, como si el propio cuerpo se negara a abandonar ese estado. Y lo grave es que aunque el cerebro lo haya normalizado, el generar estrés mantiene los mecanismos del naturales del cuerpo provocando daños clínicos en la salud de las personas.
No hablo del estrés como respuesta adaptativa —ese mecanismo biológico que nos permite reaccionar ante una amenaza real—, sino de un estado permanente de activación que se vuelve identidad. Hay personas que no saben qué hacer cuando no hay pendientes, conflictos o urgencias. El silencio les incomoda. El descanso les genera culpa. La calma se percibe como improductiva, sospechosa, incluso peligrosa. En ese punto, el estrés deja de ser una reacción y se convierte en una forma de vida.
Desde la psicología sabemos que el cuerpo no distingue entre una amenaza real y una simbólica. El sistema nervioso responde igual a un león que a un correo electrónico. Cuando vivimos en estado de alerta constante, el organismo se adapta a esa intensidad. El cortisol y la adrenalina se mantienen elevados y, con el tiempo, el cuerpo aprende a funcionar así. Entonces ocurre algo paradójico: la calma empieza a sentirse extraña, y el estrés se vuelve familiar. Incluso necesario.
Esto explica por qué algunas personas, al tener un fin de semana libre, se enferman, se angustian o buscan inconscientemente un conflicto. No es mala suerte: es un sistema nervioso que no sabe bajar la guardia. La mente, acostumbrada al ruido, interpreta la quietud como vacío. Y el vacío, para muchos, resulta insoportable.
La cultura contemporánea ha hecho del estrés una medalla de honor. Estar ocupados es sinónimo de éxito. Dormir poco es señal de compromiso. Decir “no tengo tiempo” nos valida socialmente. Hemos romantizado el agotamiento al punto de sospechar de quien vive con calma. ¿Qué estará haciendo mal? ¿Por qué no corre como los demás? Así, el estrés deja de ser un problema y se vuelve un valor cultural.
Pero el cuerpo no negocia con las narrativas sociales. El estrés sostenido tiene consecuencias claras: trastornos del sueño, problemas digestivos, enfermedades cardiovasculares, irritabilidad, dificultades de concentración, distanciamiento social, ansiedad y depresión. Lo más grave es que muchas de estas señales se ignoran porque se consideran “normales”. Vivir cansados se vuelve la norma. Sentirse mal, el precio a pagar.
Hay otro aspecto menos visible pero igual de dañino: el estrés constante empobrece la vida emocional. Cuando estamos siempre en modo supervivencia, no hay espacio para el placer, la creatividad ni la introspección. Todo se vuelve funcional. Incluso las relaciones. Escuchamos a medias, convivimos con prisa, respondemos desde la reactividad. Vivir así no sólo desgasta el cuerpo; también nos desconecta de nosotros mismos.
Con frecuencia escucho frases como: “Si me relajo, pierdo el control”, “Si descanso, me atraso”, “Si bajo el ritmo, todo se desmorona”” Hay que seguir” y la más atros “Puedo con eso y más”, todas ellas de personas que puedo ver están a punto de desmoronarse. Detrás de ellas hay una creencia profunda: la idea de que sólo somos valiosos cuando estamos produciendo o resolviendo problemas. El estrés, entonces, se convierte en una forma de sostener la autoestima. Mientras estoy ocupado, existo. Cuando paro, me enfrento al vacío de no saber quién soy sin la urgencia.
En ese sentido, la incapacidad de vivir sin estrés no es sólo fisiológica; es también psicológica. El estrés funciona como anestesia. Mantiene la mente ocupada y evita preguntas incómodas: ¿estoy donde quiero estar?, ¿esto me hace sentido?, ¿qué estoy evitando sentir? Cuando bajamos el ritmo, esas preguntas aparecen. Y no siempre estamos preparados para escucharlas.
La ironía es que muchas personas buscan “manejar mejor el estrés” sin cuestionar por qué viven en un estado que lo genera de manera permanente han olvidado siquiera como se sentían, y casi puedo asegurar que ya ni siquiera lo distinguen. Hacemos yoga, meditamos cinco minutos, tomamos suplementos… pero regresamos a la misma lógica de exigencia. No se trata de eliminar el estrés —eso sería imposible—, sino de dejar de necesitarlo para sentirnos vivos.
Incluso el cerebro puede interpretar como amenazantes los ejercicios orientados a la calma y la relajación cuando ha pasado demasiado tiempo funcionando en modo de alerta. Desde la neurociencia sabemos que el sistema nervioso se adapta a los estados que se repiten con mayor frecuencia; si una persona vive bajo estrés crónico, su cerebro aprende que la activación constante es sinónimo de seguridad.
En ese contexto, prácticas como la respiración profunda, la meditación o el silencio corporal pueden generar incomodidad, ansiedad o inquietud, porque implican “bajar la guardia”. Al disminuir la estimulación externa, emergen sensaciones internas, emociones reprimidas o pensamientos evitados, lo que el cerebro interpreta como pérdida de control.
La amígdala, encargada de detectar amenazas, puede activarse ante esta quietud desconocida, enviando señales de alarma que se manifiestan como nerviosismo, tensión muscular o necesidad urgente de interrumpir el ejercicio. No es que la calma sea peligrosa, sino que resulta extraña para un sistema acostumbrado a sobrevivir desde la urgencia. Por ello, aprender a relajarse no siempre es placentero al inicio; es un proceso de reaprendizaje en el que el cerebro necesita tiempo y acompañamiento para reconocer que el descanso también es un estado seguro.
Aprender a vivir sin estrés no significa abandonar responsabilidades ni aspiraciones. Significa recuperar la capacidad de alternar entre acción y reposo reconociendo conscientemente cual es cual. Dejar que el sistema nervioso recuerde que la calma también es segura. Que no todo es amenaza. Que no todo es urgente. Que el descanso no es un premio, sino una necesidad biológica y emocional y de usar herramientas que me permitan disminuir el estrés en momentos precisos de la vida.
Este reaprendizaje no es sencillo. Para alguien acostumbrado a la hiperactividad, el descanso puede generar ansiedad, irritabilidad o incluso tristeza. Es como quitarle una muleta al cuerpo: al principio duele. Por eso, muchas personas fracasan en sus intentos de bajar el ritmo y concluyen que “no pueden”. No es que no puedan; es que están deshabituándose de un estado que se volvió adictivo.
Aquí es donde la terapia psicológica cobra un papel fundamental. No sólo para enseñar técnicas de relajación, sino para explorar qué función cumple el estrés en la vida de la persona. ¿Qué evita? ¿Qué sostiene? ¿Qué identidad refuerza? Acompañar este proceso permite construir una relación más sana con el tiempo, el cuerpo y las emociones.
Vivir sin estrés constante no es una utopía, pero sí un acto contracultural. Implica cuestionar mandatos, tolerar la incomodidad del silencio y redefinir el valor personal más allá del rendimiento. Implica, en muchos casos, aceptar que hemos estado sobreviviendo cuando podríamos estar viviendo.
Tal vez la pregunta no sea cómo eliminar el estrés, sino algo más incómodo y honesto: ¿qué parte de mí no sabe existir sin él? Mientras no nos atrevamos a responderla, seguiremos corriendo, no porque sea necesario, sino porque detenernos nos confronta con una calma que aún no sabemos habitar.
**Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo. Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque Biopsicosocial de manera privada.
Si le interesa el tema puede profundizar en los siguientes textos:
American Psychological Association. (2020). Stress effects on the body.
https://www.apa.org/topics/stress/body
Describe cómo el estrés crónico mantiene al sistema nervioso en estado de alerta y dificulta la activación de respuestas de relajación.
Porges, S. W. (2011). The polyvagal theory: Neurophysiological foundations of emotions, attachment, communication, and self-regulation. W. W. Norton & Company.
https://wwnorton.com/books/9780393707007
Explica cómo el sistema nervioso autónomo puede interpretar estados de calma como inseguros cuando el organismo está habituado a la hiperactivación.
Van der Kolk, B. (2014). The body keeps the score: Brain, mind, and body in the healing of trauma. Viking.
https://www.penguinrandomhouse.com/books/215391/the-body-keeps-the-score-by-bessel-van-der-kolk-md/
Aborda cómo personas con estrés prolongado o trauma pueden experimentar ansiedad al intentar relajarse o meditar.
Thayer, J. F., & Lane, R. D. (2000). A model of neurovisceral integration in emotion regulation and dysregulation. Journal of Affective Disorders, 61(3), 201–216.
https://doi.org/10.1016/S0165-0327(00)00338-4
Expone cómo la regulación emocional deficiente hace que el sistema nervioso perciba la calma como una pérdida de control.
Treleaven, D. A. (2018). Trauma-sensitive mindfulness: Practices for safe and transformative healing. W. W. Norton & Company.
https://wwnorton.com/books/9780393709780
Analiza por qué prácticas de mindfulness pueden activar ansiedad en personas con sistemas nerviosos hipervigilantes.
Te interesan los temas de desarrollo humano y bienestar intégrate por WhatsApp dando click aquí, es Gratis.
Si deseas contactar al especialista o necesitas ayuda terapéutica puedes comunicarte vía Whats App
-
Chetumalhace 8 horasQUINTANA ROO SE DESPIERTA ENTRE NUBES Y LLUVIAS
-
Economía y Finanzashace 8 horasEL PESO SE FORTALECE Y LA BOLSA MEXICANA ROMPE RÉCORDS – 26 DE DICIEMBRE DE 2025
-
Gobierno Del Estadohace 8 horasQUINTANA ROO REFUERZA LA LUCHA ANTICORRUPCIÓN CON NUEVO CONVENIO ENTRE SABGOB Y FECCQROO
-
Gobierno Del Estadohace 8 horasIMOVEQROO CONSOLIDA TRANSPARENCIA Y EFICIENCIA ADMINISTRATIVA EN QUINTANA ROO
-
Gobierno Del Estadohace 7 horasCANCÚN SE CONSOLIDA COMO HUB AÉREO: 17 NUEVAS RUTAS INTERNACIONALES IMPULSARÁN EL CARIBE MEXICANO
-
Cancúnhace 7 horasALEGRÍA NAVIDEÑA LLEGA A LA CASA DE ASISTENCIA TEMPORAL DEL DIF BENITO JUÁREZ
-
Cancúnhace 7 horasCANCÚN SE UNE PARA RECIBIR EL AÑO NUEVO 2026 EN EL MALECÓN TAJAMAR
-
Puerto Moreloshace 7 horasPUERTO MORELOS GARANTIZA VACACIONES SEGURAS CON SALDO BLANCO





















