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Adelantados para el 2027

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“Caminos del Mayab”

Por Martín G. Iglesias

Aún no calientan la silla los diputados, senadores y presidentes municipales de Quintana Roo y, ya hay muchos adelantados en los municipios que quisieran que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), las y los tomara en cuenta para las próximas candidaturas del 2027, incluida la gubernatura.Vamos a empezar de sur a norte. Por ejemplo, en Othón P. Blanco, la actual alcaldesa Yensunny Martínez Hernández, ya no podrá reelegirse, pero sí busca una diputación federal o de perdida una curul local; los que ya caminan para poder sustituirla es Luis Gamero Barranco, quien cree que por la providencia divina le llegará la tan preciada candidatura. Tiene pelea con la ahora Secretaria de Educación Elda Xix Euán, quien a diferencia de Gamero, ya ha ganado dos elecciones en las urnas; pero también la capital la podría solicitar David Hernández Solís, quien es el Secretario de Organización de Morena en Quintana Roo. Así que ahí sobran aspirantes.

En Tulum, las huestes morenistas están divididas, pero puede observarse que las negociaciones para que Diego Castañón Trejo buscar la reelección, fue con el grupo de la diputada Silvia Dzul Sánchez; aunque también por sentimentalismos suena la esposa del extinto Marciano Dzul Caamal (+), Ileana Canul, quien podría entrar al quite para ver si va en fórmula con quien vaya a la Presidencia.

Para Cozumel, desde el primer minuto que José Luis Chacón Méndez, tomó posesión como presidente, su propósito es ir por la reelección; aunque ahí la negociación con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) van muy avanzadas para que Renán Sánchez Tajonar, ahora sí sea su candidato. Pero no hay que descartar a Juanita Alonso Marrufo, quien está en la Fundación de Parques y Museos de la Isla, un lugar desde donde puede hacer estructuras sin ningún problema, es más, la mayoría de los presidentes de Cozumel han pasado por ese lugar, para muestra está el propio José Luis Chacón.

En Solidaridad (Playa del Carmen), si hay o no reelección, Estefanía Mercado Ascencio, prepara todo para posicionarse en la mente de los electores, con la finalidad de poder pasar el filtro, ya sea de una encuesta o de una tómbola, dos métodos que le gusta utilizar a Morena. La única que podría atravesarse en el camino, es la actual Secretaria de Gobierno Cristina Torres Gómez, quien tendría su “premio de consolación” en caso de no ir para la grande. No hay que olvidar al eterno aspirante a la presidencia Municipal, Lenin Amaro Betancourt, así como a Arturo Castro Duarte, quien se ha disciplinado en los procesos anteriores.

El municipio que más aspirantes tiene es Benito Juárez (Cancún), en especial porque Ana Patricia Peralta de la Peña, tiene la aspiración de sustituir a la actual Gobernadora Mara Lezama y, para ello trabaja todos los días. Por ello, los que aspiran están desde la senadora Anahí González Hernández, como los diputados locales Alberto Batun Chulim, Jorge Arturo Sanén Cervantes; los federales Mildred Ávila Vera y Luis Humberto Aldana Navarro. Hay otras y otros que también quieren la candidatura, pero la menos que sea por medio del “dedazo” llegarían.

Lo cierto es que utilizando las lagunas legales, las y los aspirantes de Morena a una candidatura para el 2027, ya están en plena campaña velada, desde las aperturas de casa de gestión, programas enfocados a ciertos grupos minoritarios, acciones cada fin de semana, entre otras muchas estrategias que les puedan abonar simpatía ante la implacable encuesta que aplicará el Movimiento en la entidad y en los 11 municipios de Quintana Roo. Ahí se las dejo…

SASCAB
Este fin de semana tuvimos la visita del exdirigente nacional de Morena y actual Secretario de Educación de México, Mario Delgado Carrillo, que a muchos internautas les molestó que se alojara en el hotel Nizuc de la zona hotelera de Cancún, cuyo costo por noche va de los 16 mil a los 26 mil pesos.

No hay que asombrarse ni crucificarlo por la austeridad republicana, su investidura y sus antiguos cargos le dan para eso y más. Lo reprobable sería que las facturas de hospedaje, transportación y alimentación fueran cargadas al gobierno del Estado o de la Federación, porque entonces sí, habría incongruencias. Al tiempo…

Nota:Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores son responsabilidad de quienes las emiten.

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Opinión

Carta al Dip. Ricardo Monreal Ávila

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Por: Fernando Martí

Muy Camaleónico y Chapulínico Legislador:

Quiero hacerle una pregunta de primaria. Es una interrogante tan simple que no descarto que Vuestra Ilustrísima vaya a pensar que soy idiota, en la acepción más rigurosa del término, pues la Real Academia define con ese calificativo a quien es ‘tonto o corto de entendimiento’. Tampoco quiero que suponga que no terminé el tercer año o que reprobé civismo, pues a esa materia pertenece la consulta que hoy le hago, la cual podría resumirse así: México, ¿es una república? ¿O es una monarquía

  • Carta al Sr. Ing. Don Félix Salgado Macedonio

Aunque no le voy a presumir que sacaba puros dieces en la escuela, como hacía Vuestra Erudición, mi boleta de calificaciones prueba que fui lo bastante atento para aprender que somos una ‘república representativa, democrática, laica y federal, compuesta de estados libres y soberanos’. Puedo repetir esa frase de memoria y la he dicho millones de veces, pero debo confesarle que traigo un corto circuito en las neuronas, pues cuando escribo estas cartas con frecuencia me traiciona el subconsciente y, donde debo escribir presidente, escribo rey; donde debe decir república, digo reino; donde encaja ciudadano, redacto súbdito; y donde corresponde democracia, coloco monarquía.

Por eso recurro a su Su Autoridad, pues me he informado de sus extensos recorridos por los cielos y los infiernos de la política. Pocos pueden presumir, por ejemplo, su adhesión a cinco partidos, ya que su currículo apunta que de manera escalonada militó en el PRI, el PRD, Movimiento Ciudadano, el PT y ahora en Morena, mudanzas que lo convierten, lo digo con asombro y respeto, en el rey del chapulineo. No ha de ser fácil, digo yo, cambiar de convicciones tan seguido. 

Mas no solo aplaudo su ligereza para cambiar de bando, sino también su destreza para ajustar su discurso. Encontré por ahí, verbi gracia, algunos comentarios suyos muy elogiosos a Carlos Salinas de Gortari y a Ernesto Zedillo, a quienes hoy ubica entre los demonios neoliberales que personifican la derecha y la reacción. Creo que a Vuestra Mudanza le viene como anillo al dedo aquella sentencia de Groucho Marx que a la letra dice: “¡Estos son mis principios! Si no le gustan, tengo otros”…

No vaya que piense que al encomiar el libre flujo de sus convicciones estoy siendo hipócrita o recurro a la ironía. El mismísimo Nicolás Maquiavelo, filósofo del poder, aprobaba que los príncipes fueran taimados, que traicionaran la palabra empeñada, que engañaran a amigos y enemigos, que fingieran a diestra y siniestra, que aparentaran ser devotos del Santo Niño de Atocha y que no fueran fieles más que a sus propios intereses.

Más no todo ha sido política de contentillo en su trayectoria. También me han llegado noticias de su paso inicial por el Congreso cuando, siendo un joven diputado, se le pegó a su maestro de la vida, el consumado legista y respetado priísta José Luis Lamadrid, a quien demostró gran aplicación para adquirir conocimientos en materia constitucional y en práctica legislativa, temas en los cuales muchos conceden que Vuestra Dedicación se volvió un experto.

Todo ello lo califica para opinar, en mi humilde opinión, sobre el sistema político que impera en este país que, por fuerza, tiene que ser comparado con lo que ocurre en otros lares, pues no se vale decir que somos una república y una democracia nomás porque sí, ya que lo mismo dicen la dictadura de derecha de El Salvador, la de izquierda de Cuba, y hasta la teocracia que oprime Irán.

Como le decía, yo a veces me equivoco y escribo que somos un reino. Estoy mal, ya lo sé, porque en los reinos más visibles del mundo, que son los europeos (digamos Dinamarca, un país al que nos parecemos tanto), si bien es cierto que tienen un rey o una reina, no lo es menos que esa cabeza coronada sólo sirve para ofrecer banquetes, recibir las credenciales de los embajadores y salir en la revista Hola!. El poder político de tales soberanos equivale casi a cero, porque el parlamento no los consulta, los ministros no los obedecen, los partidos no los procuran, la prensa no los respeta y la opinión pública los hace trizas, ya que ha llegado a la conclusión de que son unos parásitos que cuestan demasiado.

En México, por el contrario, no tenemos rey ni reina, pero la Jefa de Estado tiene sometido al Congreso, le viene guanga la Corte (hasta declara no que no acatará sus sentencias), los ministros se le postran, los gobernadores le temen, los empresarios la cortejan, los medios la endiosan y la gente está pendiente de su más mínimo gesto, como si se tratara de una soberana. En su círculo íntimo, de talante palaciego, los cortesanos descansan satisfechos si ella muestra que está contenta, como si de su buen humor dependiera el futuro de la nación.

En 1846, ¡hace casi dos siglos!, el diplomático americano Waddy Thompson publicó un libro bastante recomendable y simpático, Recuerdos de México, donde aseguraba que lo único republicano que tenía el sistema político mexicano era el nombre, porque en todo lo demás el gobierno se comportaba como una corte. A Thompson le tocó encabezar la embajada cuando Santa Anna ejercía de dictador resplandeciente, en un ambiente lleno de oropeles, de tedeums y de bailes de gala. No hay duda que desde entonces las cosas han cambiado en la forma, pero es válido preguntar si han variado en el fondo, o seguimos atenidos al mando unipersonal del tlatoani, el virrey, el caudillo, el dictador o la presidenta.

Como verá, estoy hecho bolas. A eso también ayuda la sentencia del maestro Daniel Cosío Villegas quién, Voacé lo recordará, calificó el sistema como una “monarquía absoluta y sexenal, hereditaria en línea transversal”, pero a esa definición le falta la palabra clave: presidente. Sáqueme Su Sapiencia de la duda: ¿somos república con complejos de reino? ¿Somos monarquía con ropajes de democracia? ¿O somos, como en el caso de la hora del día, lo que diga la señora presidenta?

***  

Tengo una segunda pregunta para Su Elocuencia, pero no es de primaria, sino de licenciatura. Maquiavelo, quien de seguro se cuenta entre sus autores favoritos, decía que hay tres formas no de gobierno, sino de desgobierno: la tiranía, propia de los reyes sin ley; la oligarquía, el abuso chupasangre de los ricos; y la anarquía, el desorden de las repúblicas.

Hasta donde alcanzo a percibir, me parece que en México sufrimos de las tres pero, como diría el pensador florentino, en su fase degenerada y viciosa. O, ¿no encuentra Usía tiránico que el gobierno anule a las minorías, compre votos para controlar el Congreso, oculte desfalcos millonarios y despoje de atribuciones a la Corte? ¿No le suena oligárquico que los ricos sean usureros, monopólicos, mega-multimillonarios, y que el propio gobierno les regale los más jugosos negocios? ¿No tiene por anárquico que los inconformes cierren carreteras, que las leyes se negocien con mordidas, que cacheteen a los policías y que los narcos controlen el territorio?

De ahí mi confusión, Vuestra Serenísima. Pareciera que tenemos un país convulso, polarizado, descompuesto, sin ley, en cierta medida ingobernable, y en medio de este caos se le ocurre a la 4T la reforma judicial y la supremacía constitucional, que anulan uno de los flacos pilares que sostienen al gobierno, el judicial. Me voy a permitir citar de nueva cuenta a Maquiavelo: “El peor ejemplo en una república es hacer una ley y no cumplirla, sobre todo si la inobservancia es por parte de quien la ha hecho”. 

En ese brete estamos, Su Gracia. Gracias a un Congreso oportunista, sumiso y venal, sin capacidad crítica, sin vena pluralista, sin vocación democrática, estamos viviendo el inicio de sexenio más caótico de que se tenga memoria. Claro, tampoco se puede esperar mucho del rebaño, cuando el pastor les ha puesto tan mal ejemplo. Y ahora, si me promete que no me va a salir con la mafufada de que eso ordenó el pueblo el 2 de junio, le haré una pregunta muy compleja: ¿a dónde nos va a llevar tanto desorden? 

***

Si me lo permite Su Señoría, voy a rematar estas líneas con una tercera pregunta, pero le advierto que es de doctorado. Antes, espero que convenga conmigo en que, aunque vayan para largo, los días de la 4T están contados. Eso también lo dijo su gurú de cabecera, Maquiavelo: “Es evidente que la existencia de todas las cosas en este mundo tiene un término inevitable.” Pues bien, cuando eso suceda, ¿entiende la 4T que con la misma vara que mide será medida?

Vea lo que le pasó al PRI: se creyeron invencibles, aprobaron una indebida sobre-representación del 8 por ciento, y luego no pudieron parar a Morena, que con la misma ley se autoaprobó el 20 por ciento y se agandalló la mayoría calificada. Ojo, pues eso de aprobar barbaridades es una espada de doble filo, pues los jueces de partido dominante y la corte sin poderes de revisión algún día pueden volverse en su contra.

Por lo demás, comprendo que esa remota posibilidad no inquiete a Su Serenidad. De llegar a darse, Usía percibirá con anticipación que ha cambiado la dirección del viento, volverá a mudar de convicciones y estará de nuevo del lado de los poderosos. 

Que Dios nos de vida, a Usía para vivirlo y a mí para creerlo, es la intención más ferviente y el deseo más acomodaticio de Fernando Martí

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Legisladores, la fiel comparsa del vencedor

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“Visión Periférica”

Por Cliserio E. Cedillo Godínez*

Desde hace 49 años, casi 50, de dedicarme al periodismo he aguantado corajes entripados, pues nunca aceptaré el comportamiento servil de muchísimos legisladores, diputados o senadores, capaces de arrastrarse en defensa de las ideas de quien dirigió la estrategia para colocarlos en esos puestos de poder. No les importa que las ideas de su dirigente estén por encima de la Ley, de sus principios éticos y morales, de los derechos humanos de miles o millones de afectados y peor aún de su libre albedrío, ese don que ha hecho posible que los mismos animales sobrevivan a la adversidad, aunque se diga que ellos no lo tienen.

La situación futura de México, depende absolutamente de las decisiones de hoy de esa caterva de legisladores que, con sus honrosas excepciones, parecen no tener conciencia, ni ética ni moral y mucho menos libre albedrío que les permita diferenciar entre lo bueno y lo malo. Hago énfasis en el libre albedrío, ese don maravilloso con el que nacemos todos los seres humanos, pues tal parece que diputados y senadores identificados con el partido en el poder, sin lugar a dudas carecen de él.

Y es que, de acuerdo a su definición, el “libre albedrío es la capacidad de tomar decisiones de manera autónoma y voluntaria, y de elegir entre varias alternativas”. Esto Implica, al mismo tiempo, asumir la responsabilidad de las acciones que se realizan, pero claro, a nuestros legisladores no les interesa: Ellos viven el momento con una cartera repleta de tarjetas bancarias y chequeras millonarias, aunque muchos de los nuevos, seleccionados por insaculación o una tómbola tramposa, apenas empiecen a hacer “su ronchita”, como se dice cuando se empieza a juntar pesos ganados en suerte.

Muchos de ustedes, estimados lectores, dirán que “para qué tanto brinco estando el piso tan parejo”, pues la experiencia nos ha enseñado que la mayoría de las decisiones de los legisladores, si no es que todas, obedecen a las compensaciones millonarias que les da el poder, las comisiones y otras dádivas y, sobre todo, las “prerrogativas constitucionales”, esos privilegios concedidos a diputados y senadores a consecuencia de su cargo.

Es decir, desde que estos legisladores, como ahora los de Morena, asumen su curul (su silla o sillón en el Congreso) contraen al mismo tiempo un compromiso tácito de servilismo hacia quien los representa en la cúspide del poder, llámese presidenta o presidente en turno, a quien se le debe de apoyar y alabar sus ideas u ocurrencias. Esa es la consigna y hay que cumplirla sin chistar, sin importar que eso vaya en contra de sus propias convicciones o su libre albedrío.

¿Por qué no aceptarlo, si siempre ha funcionado así? dirán muchos hombres y mujeres que han caído en el marasmo del conformismo. Yo digo que no, no debe aceptarse, aun cuando es un mal que se viene arrastrando desde los tiempos de las grandes dinastías o imperios como el Romano, donde hombres y mujeres inmersos en el poder luchaban por conservar sus privilegios, sobre todo económicos, sin importar arrastrarse ante su dirigente o traicionar a sus electores. Ya lo dijo desde el Siglo XVII el escritor y político Francisco de Quevedo: “Poderoso Caballero es don dinero”.

Por cierto, a usted le preguntaron alguna vez, durante la campaña para elegir presidenta de la República, si quería que los miembros del Poder Judicial fueran electos por el voto ciudadano. –“No”. A mí tampoco. Pero, ahora resulta que todos los mexicanos somos los responsables del atentado al Poder Judicial que, con el pretexto de la corrupción, ahora ponen la mesa para que realmente sea invadida por oscuros intereses, mafias e influyentismo. Un seguro fracaso al igual que la política obradorista de “abrazos no balazos” … puro cuento.

Es cierto, no hay duda, en el Poder Judicial debe haber corrupción, pero por qué no se denunció y castigó a los corruptos, en lugar de tomar decisiones que no garantizan nada, más que acabar con carreras judiciales exitosas. Y como este hay más casos decepcionantes por malas decisiones u ocurrencias, como el INSABI, el Aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya y otros que más que ser soluciones han sido ocurrencias costosísimas, como seguro será la elección de jueces del Poder Judicial.

En tanto, mientras la historia se encargue de juzgarlos, ahí están nuestros legisladores que traicionan a su pueblo que, a cambio de promesas y migajas, les dio su voto a ciegas, pero nunca su apoyo para acabar con el equilibrio institucional. Ni duda cabe, diputados y senadores que por ser parte del equipo del vencedor (Morena) apoyan a ciegas causas perjudiciales, de alto riesgo que no alcanzan a comprender, pero que aplauden como fieles integrantes de la mejor comparsa aún sin carnaval.

**Periodista con 49 años de experiencia en diarios nacionales y estatales, así como jefe de Información en cadenas de radio, director general de 5to Poder Periodismo ConSentido.

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