CANCÚN, 24 DE JUNIO.- Mi nombre es Niurka Alba Sáliva Benítez, más conocida en mi ciudad Cancún como la Dra. Niurka. Soy una mujer de principios y valores, de convicciones y carácter. Actualmente candidata a la Presidencia Municipal de Cancún, Benito Juárez, Quintana Roo, por Encuentro Social.

Soy una mujer que ha vivido la injusticia en carne propia. Yo sé lo que duelen la impunidad, el abuso de poder y la discriminación,  porque las he padecido. En el año 2010, cuando sólo tenía 3 meses de embarazo, por denunciar la mentira y proclamar la justicia, fui una perseguida política por la mafia corrupta del poder que me quitó todo, hasta el miedo.

Actualmente represento la única oposición real a los gobiernos de siempre. No tengo amos oscuros ni padrinos políticos. Soy simplemente una mujer que está cansada de vivir la peor crisis de inseguridad en los 48 años de fundada que tiene nuestra ciudad Cancún.

Me duele el feminicidio de las 35 mujeres en las últimas semanas. Me duelen los más de 200 ejecutados en tan solo lo que va del año en nuestra ciudad, y los 144 candidatos asesinados en el país en el actual proceso electoral, estableciendo vergonzosamente un récord histórico. Me duele ver la corrupción que nos devora, pero lo que más me duele es ver la impunidad ante tanta injusticia.

Comencé con una campaña de amor, para devolverle la paz a Cancún, una campaña sustentada en la capacidad y la experiencia; pues en los años 2008 y 2009 mi esposo Greg Sánchez fue nuestro Presidente Municipal, y con esfuerzo y preparación logramos instaurar el orden y la seguridad.

El pasado 20 de junio exhibí públicamente en el Debate Político organizado por el IEQROO la corrupción de la “candidata títere del sistema” con pruebas contundentes sobre la millonaria adquisición de placas de taxis y astronómicas sumas de efectivo. La respuesta recibida por parte de esta candidata de Morena, previamente evidenciada, fue discriminatoria, violando mis derechos humanos, el primer artículo de nuestra Constitución Mexicana y el artículo primero del Pacto Internacional de los Derechos Humanos firmado por México. Me duele que nuestra democracia esté sufriendo el oportunismo, la ignorancia y la impunidad.

Exactamente dos días después del debate irrumpe un comando armado en mi casa de campaña, agrediendo cobardemente a mi equipo de trabajo, en su mayoría mujeres, todos indefensos y víctimas de maltratos, golpes y agresiones.

El mensaje fue claro: “Dile a tu candidata que le baje de huevos”.  Con toda la impunidad, entraron haciendo ostentación de sus armas de grueso calibre y tras dejar sus amenazas hacia mi persona, desaparecieron sin dejar rastro.

Este acto cruel de desesperación por parte de la Mafia del Poder infunde miedo. Sin embargo, también evidencian su enojo ante la inminente derrota de un sistema putrefacto de poder.

Vengo de una familia de militares. Me crezco ante las adversidades. En mi caso se equivocaron.  No sólo “no le voy a bajar”, sino que junto a mi equipo intensificaremos nuestra campaña en defensa de la paz y la verdad. ¡No estoy sola! ¡No callarán la voz enérgica de nuestra lucha! Me acompañan en esta batalla miles de ciudadanos que claman por un Cancún seguro.

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