CANCÚN, 13 DE ABRIL.- Existe en la isla de Holbox un fenómeno natural, que ocurre por las noches, cuando la luz se desprende de ciertos organismos vivos como luciérnagas, bacterias, hongos y, sobre todo, organismos marinos, que son los causantes de un asombroso espectáculo, una reacción que libera un sustrato conocido como luciferina, generando un brillo radiante en la arena, dicho fenómeno se presenta de mayo a septiembre.

Conocido como bioluminiscencia –la palabra proviene del griego βίος (bíos) que significa vida, y del latín lumen que significa luz–; es el proceso mediante el que los se produce iluminación resultado de una reacción bioquímica, el cual es un regalo de la naturaleza, que coincide con el inicio de la temporada del tiburón ballena, de mediados de mayo a la mitad de septiembre. Asimismo, se presenta un festival, el “Ardentía, Festival de la Bioluminiscencia”, que organiza Arnoldo Bernádez Montalbán, y que en 2017 presentó su segunda edición.

Para los visitantes es recomendable realizar paddle boarding o rentar un carrito de golf para verlo a la orilla del mar; aunque, en definitiva rentar un kayak es la mejor opción, además de ecológica para adentrarse al mar y meter la mano en varios puntos; así se podrá apreciar el inigualable espectáculo.

Con los movimientos del mar y las olas se generará la bioluminiscencia, un deleite para la vista que provoca que las playas “brillen” de noche. El mejor avistamiento es de una hora, de 20:30 a 21:30 horas.

El año pasado, Arnoldo Bernádez advirtió que se cometió fraude con sendas convocatorias en Facebook: en una cuenta se mostraron dos fotografías. “Una es mía, que me tomaron con 20 segundos de exposición, sin filtros porque hay algunos que son de luz negra que aunque no esté brillando a la vista, se exagera.

“La otra, donde se ve la luminiscencia en la playa, es ficticia y seguramente jamás se va a ver lo que se ofertó en redes sociales. Hicieron fraude con el evento. Se colgaron del evento. Ninguna de las vistas que se ofrecieron la vas a ver en ningún lugar del mundo. Fue un fraude con premeditación, alevosía y ventaja”, detalló entonces el empresario.

En 2017, cientos de personas se quedaron paradas en la playa esperando que brillara la arena (por el plancton bioluminiscente). Mucha gente se fue muy molesta, fue impresionante la salida de barcos de la isla –el cupo promedio es de alrededor de 200 pasajeros–; una sola de las dos navieras que hay, transportó mil 600.

Bernádez Montalbán resumió que gente ajena al festival se colgó del evento original, que es totalmente público y gratuito: “El fraude se cometió; incluso, tomaron mi logotipo y todavía cobraron dos mil pesos por un tour en lancha, cuando no había necesidad porque el fenómeno es visible dentro del agua, y a pocos metros de la playa”.

Por Carlos Águila Arreola

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