Opinión
Como el mexicano, ninguno
Opinión / Cicuta del Caribe LXXIX
• Pese a escena económica, 52% de población digital piensa en viajar
• Nada que “supervisar”, el Tren Maya no avanza en zona norte de QR
• Impulsa Profeco acción colectiva contra los abusos de Viva Aerobús
• Tulum, el cuarto sitio turístico de moda entre los viajeros del mundo
• Prevén reducción de vuelos desde Eu entre septiembre y diciembre
• Tras derribar decenas de miles de árboles, Grupo México deja el T5
• Alarman similitudes de Aeromar con Interjet; correría misma suerte
Por: Carlos Águila Arreola
El mexicano es único, ir a contracorriente lo trae en la sangre aunque esté equivocado, y ejemplos sobran: la calificadora Moody’s Analytics alertó sobre la creciente probabilidad de una recesión global en los próximos 12 meses, y dijo que México no podría evitar una contracción económica causada por una recesión en Estados Unidos, siendo tan dependiente del “vecino del norte”.
Los analistas de la calificadora, que se dedican precisamente a eso, a analizar, prevén que México podría caer en recesión en medio de un contexto tan difícil que vive la economía global con bajo crecimiento, una alta e imparable inflación, la persistencia de la pandemia y los problemas que ha generado la invasión de Rusia a Ucrania.
Una recesión es “una caída significativa de la actividad productiva en la economía en su conjunto, que dura unos meses y se refleja en el producto interno bruto (PIB), el ingreso, el empleo, la producción industrial y en las ventas”, de acuerdo con la definición de la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos (NBER por sus siglas en inglés).
El periodo mínimo necesario para definir la recesión es de por lo menos seis meses consecutivos de caída en el PIB real, y toma en cuenta indicadores mensuales para una mayor precisión en cuanto a las fechas de inicio y terminación de las distintas fases del ciclo económico.
El último reporte de comScore —compañía de investigación en internet para planificación, transacción y evaluación— señala que pese al sombrío panorama económico, poco más de la mitad de la población digital mexicana (52 por ciento) visitó algún sitio web o uso alguna aplicación móvil relacionada con viajes, aunque por debajo de Brasil (65.8) y Estados Unidos (86.6).
La forma en la que los usuarios consumen información y contenidos sobre la industria de viajes, muestra que la actividad online relacionada a los viajes está alcanzando los niveles prepandemia, e incluso superándolos. “Los usuarios están mostrando un creciente interés en viajar… sin dudas hay un efecto de rebrote luego de tanto tiempo de restricciones”, añade comScore.
La firma aseguró que el móvil sigue siendo el formato más utilizado por grupos etarios (18-24, 25-34 y 35+) para acceder a sitios y aplicaciones de alquiler de automóviles, información de viaje/viajes compartidos; para el caso de hoteles, resorts y casas-departamentos compartidas, se observa que el alcance es mayor entre personas de más de 35 años, con mayor poder adquisitivo.
A escena
La recesión técnica en Estados Unidos, que ha prendido las alertas a nivel mundial, podría contagiar a la economía mexicana en la segunda mitad del año, de acuerdo con analistas. El jueves, Estados Unidos informó que su economía se contrajo 0.9 por ciento en el segundo trimestre del año, con lo que hiló dos trimestres consecutivos de caídas.
El vecino del norte ha entrado a una recesión técnica, y en México se esperaría que en el segundo trimestre del año la economía aún presente datos positivos e, incluso, mejores a lo esperado, y sea en el segundo semestre cuando “se contagie” y sea golpeado en tres terrenos: el sector industrial —sobre todo en manufacturas—, las exportaciones, y las remesas de los connacionales.
Moody’s Analytic, una vertiente de la calificadora del mismo nombre, reaccionó al panorama y estimó que ante una eventual desaceleración económica en todo el mundo, México entraría en recesión a mediados de 2023 y se extendería al menos nueve meses hasta 2024, causada por una contracción en Estados Unidos; y la inflación regresaría a los objetivos del Banxico hasta 2025.
Todo estaba bien, pero el afásico de Palacio Nacional “tenía que meter su cuchara”, como decían las abuelitas del siglo pasado, y fiel a su costumbre, negacionista a todo lo que él sienta que ataca o va contra su proyecto —no el de la mitad de mexicanos— negó una larga inflación y descartó el pronóstico de la calificadora internacional.
“En México no (habrá recesión), no vamos a tener problemas, ya enfrentamos lo más difícil, lo más doloroso, el daño que causó la pandemia, y esto lo vamos a ir enfrentando, la inflación, buscando que no se pierda poder de compra, poder adquisitivo en las familias”, aseguró Andrés Manuel López Obrador, como si se tratara nada más de vociferar.
Contradictorio cuando la mañana de este viernes “su alteza pequeñísima” dio a conocer los pormenores del nuevo ajuste en el gasto público para pasar, como él mismo dice, de la “austeridad republicana a la pobreza franciscana”, en la que vienen recortes adicionales a caos que, para López Obrador, siempre han sido superfluos, menos los que sean para sus faraónicos caprichos.
Siempre es positiva la austeridad en el gasto —el problema no es ésta, sino gastar en forma ineficiente—, y más en un entorno económico tan adverso como el actual, por lo que mantener las finanzas públicas sanas y evitar incremento en el déficit público es prioridad.
El problema es que se realizan recortes en áreas prioritarias, como compra de medicinas y mantenimiento de escuelas y hospitales públicos y, por otro lado Tartufo sigue incrementando los recursos en sus obras prioritarias, como la refinería en Dos Bocas y el Tren Maya, con un gasto superior ya a los 30 mil millones de dólares y con una muy dudosa rentabilidad.
En ese escenario López Obrador arribará al Caribe mexicano por enésima ocasión, ahora a Cancún ¡a supervisar los avances del Tren Maya!, y los activistas de “Sélvame del Tren” prendieron las alarmas porque “a qué viene si todas las obras están detenidas por mandato judicial” tras la ratificación de la suspensión definitiva otorgada por el Juzgado Primero de Distrito de Yucatán,
De cualquier forma, los buzos, ambientalistas, académicos y todos los que conforman el movimiento ciudadano —“no estamos pagados por nadie”, ratificaron— se declararon en alerta máximo debido a que “a ver con qué jalada sale ahora, pero si trata o vuelve a echar a andar las máquinas, se va a encontrar con el pueblo, al mismo que dice servir”, advirtieron.,
Menudencias
Tras una serie de cobros indebidos e incumplimientos, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) inició una demanda colectiva contra la aerolínea Viva Aerobús, e invitó a los usuarios afectados a sumarse. Las quejas en las entidades federativas se podrán presentar en las Oficinas de Defensa del Consumidor; la acción tiene por objetivo solicitar una indemnización.
El portal estadunidense de viajes Tripadvisor colocó a Tulum en su sección Best of the Best, de los Travelers Choice 2022 como el cuarto sitio turístico de moda entre los viajeros del mundo, de acuerdo con las reseñas de viaje que destacan el color azul turquesa de su mar, lo variado de la ciudad, sus sitios arqueológicos y la naturaleza qie hacen del lugar, un sitio perfecto para el viajero internacional.
Tras el boom de turistas provenientes Estados Unidos durante el primer semestre del año, se prevé una desaceleración de vuelos de septiembre a diciembre, de acuerdo con estimaciones del Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur), que añade que las cifras de vuelos y asientos “para el último cuatrimestre descienda debido al entorno económico estadunidense”
México Compñía Constructora, subsidiaria de Grupo México, confirmó que finalizó su participación en la construcción del Tramo Cinco Sur del Tren Maya, que quedó en manos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que subcontrató a tres empresas: Mota Engil, Azvindi Ferroviario y Consorcio ICA. La decisión se tomó por la declaratoria de seguridad nacional, informó Francisco Zinser, director general de México Proyectos y Desarrollos, de la empresa.
Aeromar estaría pasando por dificultades parecidas a las que Interjet tuvo antes de abandonar su operación, por lo que está generando muchas especulaciones, una de las más evidentes es la falta de inversión de sus dueños desde 2017, hace un lustro que la familia Katz no ha puesto capital, la compañía no ha recuperado el número de pasajeros prepandemia y solo le quedan siete aeronaves.
EN LA OPINIÓN DE:
El lado oscuro de la navidad: una mirada psicológica a la depresión invernal
Detrás de la mercadotecnia de la época de paz en el mundo, la cifra de suicidios se eleva
Conciencia Saludablemente
Por Psicol. Alex Barrera**
Cada año, cuando el invierno comienza a instalarse y los días se acortan, noto un cambio sutil pero profundo en muchas de las personas, lo cual inevitablemente a mi parecer crea una bruma en todo el ambiente, y es que mientras la gran maquinaria de la mercadotecnia nos vende un espacio de amor, familia y entornos diseñados a modo para fomentar el espíritu de dar y recibir, la realidad es que muchas veces esto es la máscara que oculta, lo que no queremos saber, pero que nuestro cerebro ya sabe. Y no es otra cosa sino la reacción biológica natural que nos alinea con la naturaleza, invierno significa el final.
Y no, no es fatalismo, es la naturaleza terminando un ciclo, es por eso que durante el invierno muchos animales se retiran a descansar, los arboles desojados esperan pacientes para poder reverdecer, la luz del día es menos, y por supuesto los seres humanos experimentamos cambios que desafortunadamente intentamos ignorar debido a que cada día nos alejamos más y más de lo natural, pensando con la soberbia que solo el razonamiento nos puede dar, que si la luz del sol se va, nosotros podemos llenarla con pequeñas luces artificiales, que se venden en aquellos puestos que ocupan miles de esquinas en el país.
Pero dejemos el romanticismo y la filosofía de lado y para no abrumarle entremos de lleno a lo que quiero en este espacio, comentarle a usted, que se toma el tiempo de leer estas líneas y es que, si hablamos de los síntomas del invierno, incluso yo, como especialista en salud mental debo confesar que experimento cierta variación en mi nivel de energía y claridad emocional.
Así pues, le hablaré de las cosas por su nombre, lo que muchas personas experimentamos no se trata simplemente de “mal humor por el frío”, sino de un fenómeno ampliamente documentado: la depresión invernal, también conocida como Trastorno Afectivo Estacional (TAE). Aunque a veces se percibe como una exageración o un invento moderno, la ciencia ha demostrado que es una condición real y prevalente, estrechamente vinculada a los ciclos de luz y a la respuesta biológica de nuestro organismo.
La American Psychological Association (APA) explica que el TAE aparece cuando la disminución de luz solar altera nuestros ritmos circadianos, los cuales funcionan como un reloj interno que regula funciones tan esenciales como el sueño, el apetito, la energía y el estado de ánimo. Cuando ese reloj se desajusta, aumentan la melatonina —la hormona del sueño— y disminuyen los niveles de serotonina, vinculada al bienestar. El resultado es una combinación de fatiga, desmotivación, tristeza persistente, irritabilidad, dificultades de concentración y, en algunos casos, un fuerte deseo de aislamiento social.
Observando desde un ángulo clínico, lo más complejo de la depresión invernal no es sólo la sintomatología, sino la forma en que suele ser minimizada. Muchas personas que pasan por este tipo de situaciones se expresan diciendo: “Debe ser flojera”, “Solo necesito echarle ganas”, “Es normal, a todos nos cae pesado el invierno”. Y aunque es cierto que los cambios estacionales influyen en nuestro ánimo, no debemos normalizar un malestar que interfiere en la vida cotidiana. Reconocer que algo no está bien permite atenderlo y evitar que el evento evolucione hacia formas más severas por ejemplo caer en depresión.
Es importante señalar que algunas personas tienen mayor vulnerabilidad biológica a este trastorno. Investigaciones del National Institute of Mental Health (NIMH) indican que quienes viven lejos del ecuador, en regiones donde el invierno tiene menor exposición solar, presentan tasas más altas de TAE. Además, quienes tienen antecedentes de depresión mayor suelen ser más sensibles a las variaciones de luz. Esto no significa que sea inevitable, sino que debemos prestar especial atención a los primeros síntomas.
En terapia, he observado que uno de los desafíos más grandes es el impacto en la percepción personal: quienes viven depresión invernal suelen sentirse “culpables” de no rendir igual, de no tener la misma energía o motivación que en otras épocas. Explicarles el componente biológico, ese juego de hormonas, luz y ritmos internos, les ayuda a comprender que no se trata de una falla personal, sino de un proceso fisiológico que puede regularse con estrategias adecuadas. Probablemente es por ello que muchas personas no son capaces de aceptar que están pasando por un mal momento, incluso ni siquiera lo reconocer, y tapan este tipo de sentimientos con conductas dañinas que curiosamente son fomentadas con el falso espíritu de la navidad, por ejemplo las compras excesivas, o el descontrol en los hábitos alimenticios.
Aun cuando se supone que la temporada enaltece virtudes como la paz, el amor, y la fraternidad, resulta preocupante observar que la disminución de luz natural y la carga emocional invernal coinciden con un aumento sostenido de suicidios en México, en donde para 2023 se registraron 8 mil 837 suicidios, lo que representa una tasa de 6.8 por cada 100 mil habitantes, una cifra más alta que la de años previos, según el INEGI. Estos datos sugieren que la temporada de oscuridad, soledad o desánimo puede agravar la vulnerabilidad psicológica (especialmente en personas predispuestas) y transformar la tristeza estacional en crisis profundas.
Sobre esto existen métodos que pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer TAE, ninguno de ellos tan efectivo como la atención psicológica profesional. Un especialista de la salud puede evaluar el nivel del problema además el acompañamiento terapéutico brinda herramientas para detectar pensamientos suicidas, regular el estado de ánimo y reconstruir el bienestar emocional en los meses más oscuros del año.
Algunas acciones cotidianas contribuyen significativamente a reducir el impacto del TAE. Por ello, aquí te comparto tres recomendaciones basadas en evidencia para prevenir o disminuir la depresión invernal:
1) Exponte diariamente a la luz solar entre 5 y 10 minutos, siempre con la protección adecuada.
Salir por la mañana, abrir cortinas, caminar un poco o simplemente recibir la luz directa del gran astro ayuda a regular la serotonina y el reloj biológico. Puede parecer un gesto mínimo, pero su impacto es notable cuando se vuelve parte de la rutina, eso sí, no olvides el bloqueador solar y los lentes con filtro UV.
2) Mantén horarios regulares de sueño y actividad física.
Tu cuerpo necesita estabilidad cuando la luz es escasa. Dormir a horas similares y realizar ejercicio —aunque sea ligero— mejora la energía, la regulación emocional y el descanso nocturno. Aun si la noche dura más tiempo que el día es importante mantener la rutina.
3) Cultiva espacios de conexión social, incluso si la apatía te invita al aislamiento.
El invierno tiende a encerrarnos, pero el contacto humano funciona como un amortiguador emocional. Conversar con alguien, compartir actividades o participar en grupos de apoyo contribuye a mejorar el estado de ánimo.
Y, sobre todo, recuerda que la terapia psicológica es un acompañamiento fundamental durante esta temporada. No solo ofrece un espacio seguro para explorar lo que sientes, sino que te brinda herramientas para comprender tus ciclos internos, reorganizar rutinas, manejar pensamientos negativos y fortalecer tu resiliencia. En los meses más fríos del año, cuando el mundo parece apagarse un poco, la terapia se convierte en un punto de luz que ayuda a atravesar el invierno con mayor claridad y bienestar. Y no olvides que el invierno es el final que marca el inicio de algo nuevo, la navidad no sólo es época de dar y recibir, sino que también amerita un tiempo de introspección para disminuir el ritmo y reflexionar sobre lo que finalizamos y como queremos comenzar el nuevo ciclo.
**Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo. Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo Humano.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque Biopsicosocial.
Si deseas contactar al especialista o necesitas ayuda terapéutica puedes comunicarte vía Whats App
Para más información del tema puede consultar:
Textos de Interes
American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5.ª ed.). Washington, D.C.: Author.
(Para la definición clínica del Trastorno Afectivo Estacional como especificador del trastorno depresivo mayor.)
Rosenthal, N. E., Sack, D. A., Gillin, J. C., Lewy, A. J., Goodwin, F. K., Davenport, Y., … & Wehr, T. A. (1984). Seasonal Affective Disorder: A description of the syndrome and preliminary findings with light therapy. Archives of General Psychiatry, 41(1), 72–80.
(Estudio pionero que define la depresión invernal y su relación con la luz.)
Melrose, S. (2015). Seasonal Affective Disorder: An Overview of Assessment and Treatment Approaches. Depression Research and Treatment, 2015, 1–6.
(Revisión general sobre causas, síntomas y tratamiento del TAE.)
Partonen, T., & Lönnqvist, J. (1998). Bright light improves vitality and alleviates distress in healthy people. Journal of Affective Disorders, 46(1), 175–181.
(Evidencia científica del impacto de la luz en el estado de ánimo.)
Rohan, K. J., Roecklein, K. A., & Haaga, D. A. F. (2009). Cognitive-behavioral therapy for seasonal affective disorder: A randomized controlled trial. American Journal of Psychiatry, 166(5), 503–510.
(Estudio que valida la efectividad de la terapia psicológica para el TAE.)
Lewy, A. J. (2007). Circadian misalignment in mood disturbances. Current Psychiatry Reports, 9(6), 517–522.
(Base científica sobre ritmos circadianos y trastornos del estado de ánimo.)
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). (2023). Estadísticas a propósito del día mundial para la prevención del suicidio.
(Fuente de la cifra: 8,837 suicidios y tasa de 6.8 por cada 100 mil habitantes en México.)
Lam, R. W., & Levitt, A. J. (1999). Canadian Consensus Guidelines for the Treatment of Seasonal Affective Disorder. Clinical & Academic Publishing.
(Guía clínica que respalda intervenciones terapéuticas para depresión invernal.)
EN LA OPINIÓN DE:
Extorsión: violencia económica que se vuelve trauma emocional
Aunque es un delito del que mucho se habla, pocos toman en cuenta la factura a la salud mental que significa no resolverlo.
Conciencia Saludablemente
Por: Psicol. Alex Barrera
La reciente aprobación en el Congreso de la Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar los Delitos en materia de Extorsión marca un antes y un después jurídico en México: la reforma aspira a homogeneizar criterios, perseguir el delito de oficio y endurecer sanciones frente a una práctica que se ha disparado en los últimos años. La votación responde a una urgencia tangible: la extorsión ya no es un daño sólo económico, es una máquina de erosionar vidas.
Los números lo confirman y, a la vez, ocultan realidades. Según la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE) del INEGI, en 2023 se cometieron 747 mil delitos de extorsión contra unidades económicas, cifra que ilustra la magnitud del fenómeno entre negocios formales. Cabe señalar que las estadísticas oficiales de carpetas de investigación son mucho menores por no decir engañosas, precisamente es por la altísima “cifra negra” (cantidad de delitos que no se registran en las estadísticas oficiales) que la mayoría de las víctimas no denuncia, es decir las víctimas tienen miedo o desconfianza institucional.
El impacto económico también aparece con cifras contundentes. Coparmex y diversas estimaciones señalan pérdidas multimillonarias: sólo en 2025, hasta septiembre, las extorsiones han significado una erogación que supera los 21 mil millones de pesos para empresarios, además de multiplicar costos en seguridad privada y obstaculizar la inversión.
El daño no se limita a lo material. La extorsión induce estrés crónico, ansiedad, insomnio y sensación de indefensión tanto en propietarios como en trabajadores. Pequeños comerciantes describen la extorsión como un “perdón a cambio de sobrevivir”: pagar para continuar operando. Esa lógica genera culpabilidad, vergüenza y un desgaste emocional que se transmite al núcleo familiar y comunitario. Estudios sobre victimización muestran que la repetición del ataque y la impunidad fomentan trastornos de estrés postraumático, depresión y paranoia colectiva, los cuales han sido publicados por ENVE/INEGI y reportes de victimización.
Las consecuencias secundarias son palpables: zonas enteras ven cerrar negocios ante la imposibilidad de sostener pagos extorsivos o por la pérdida de clientes ante la percepción de riesgo. En Sinaloa, por ejemplo, Coparmex reportó el cierre de alrededor de 2 mil empresas en el primer semestre de 2025 atribuible al clima de inseguridad local; sin embargo, no existe aún una cifra nacional homologada sobre cierres empresariales exclusivamente por extorsión.
Ese silencio la llamada la cifra negra agrava el golpe psicológico. No denunciar porque temes represalias o porque “las autoridades no harán suficiente” es una doble privación: económica y emocional. La persona queda aislada, sin redes de apoyo formales, normalizando el temor y enquistando el daño. A nivel comunitario, esa normalización mina la confianza social y la capacidad de resiliencia colectiva, además activa un mecanismo de defensa en el cerebro sobre todo porque como miembro de una comunidad el miedo se agrava pues ya no tienes libertad de acudir a lugares recreativos, esto se convierte en una viciosa cadena, que impacta también la economía, pues la extorción desmotiva la inversión, reduce fuentes de ingreso y atemoriza a la comunidad, es decir que el daño es sistémico.
Frente a este panorama, la ley y las acciones policiales son necesarias pero insuficientes por sí solas. Es imprescindible integrar respuestas que atiendan la salud mental de las víctimas: protocolos de contención, orientación jurídica y fundamentalmente atención psicológica especializada.
La terapia ayuda a procesar el trauma, recuperar la calma y volver a sentir que se tiene control sobre la propia vida. También permite desarrollar estrategias para manejar el miedo y evitar que este se vuelva permanente. Intervenciones breves, apoyo psicoeducativo y programas comunitarios de resiliencia pueden reducir la ansiedad, mejorar el sueño y favorecer decisiones más seguras, ya sea sobre denunciar o reestructurar la actividad económica.
La extorsión ataca hogares y tejido económico, pero también hiere la confianza que sostiene la vida cotidiana. Por eso la política pública debe ir más allá de la cárcel para extorsionadores: debe contemplar la reparación integral del individuo y la comunidad, incluida la salud mental para que las personas y comunidades recuperen no sólo su patrimonio, sino su confianza. Si la ley ayer fortaleció la respuesta penal, hoy la prioridad es que la respuesta humana, psicológica y social. llegue al mismo ritmo. Buscar ayuda profesional no es solamente una medida individual: es un acto de reconstrucción colectiva.
Te interesan los temas de desarrollo humano y bienestar intégrate a https://bit.ly/Kumaneko-SaludyBienestar es Gratis.
**Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo. Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo humano.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque Biopsicosocial.
Si deseas contactar al especialista o necesitas ayuda terapéutica puedes comunicarte vía Whats App.





















