Por Germán Arreola

CANCÚN, 22 DE FEBRERO DE 2020.- Cada inicio de año, los consumidores enfrentan el desafío combinado de haber gastado más de lo habitual en diciembre por las compras navideñas y la preparación de las fiestas y, si se les paga antes de las vacaciones, esperar hasta 45 días entre los pagos de diciembre y enero.

Es ahí donde la economía de los pagos a meses sin intereses se convierte en el núcleo de la cultura mexicana, y esa forma de pago es tan popular en el país que más de 22 por ciento del saldo del crédito del consumidor se compromete de esa manera.

De acuerdo con Juan D’Antiochia, gerente para América Latina de FIS (Fidelity Information Services) –proveedor de soluciones tecnológicas para comerciantes, bancos y empresas, enfocado en avanzar hacia las nuevas formas de pago del mundo actual–, el crecimiento de las cuotas está impulsando nuevas oportunidades en México y otros países de Latinoamérica.

Se trata de la capacidad de dividir las compras y disminuir el valor de los pagos mensuales sin intereses, que han existido desde 1999 en México como medio para dar a los consumidores flexibilidad y acceso a compras que de otra forma no estarían disponibles. Las cuotas se pagan con tarjeta y siguen siendo un factor importante en su continua popularidad.

“Esa forma de pago es tan popular que en México más de 22 por ciento del saldo del crédito de los consumidores se comprometió en cuotas a meses sin intereses: los consumidores usaron las cuotas para comprar todo, desde electrodomésticos, pasando por un teléfono móvil de alta gama, hasta una simple camiseta.”

D’Antiochia dijo que la mayoría de las economías actuales requieren que los consumidores paguen sus facturas en el acto, con cuotas que solamente se utilizan para compras grandes como un automóvil o una propiedad.

“En México, la lista de artículos que las personas eligen pagar a meses sin intereses es mucho más amplia, incluidos los teléfonos inteligentes (electrónicos) y la ropa, pero también podemos agregar calzado, electrodomésticos, muebles e incluso accesorios. Los mexicanos gastaron 214 mil millones 142 mil pesos utilizando ese método de pago durante 2019.”

Y no solo los consumidores se benefician: si bien los clientes pueden acceder a un producto cuando lo deseen, sin necesidad de ahorrar durante meses para pagarlo, el minorista puede llegar a un público más amplio que puede gastar más.

“Sin embargo –añade eL experto financiero–, el fácil acceso a las cuotas puede conducir a un aumento de la deuda. Las tasas de financiación de las tarjetas de crédito pueden causar un efecto de bola de nieve donde el consumidor termina gastando más allá de sus posibilidades, lo que resulta en que sus nombres se agreguen a una lista de malos pagadores en el tristemente célebre Buró de Crédito.”

Aunque hay penalizaciones si no se cubren las cuotas a tiempo, los meses sin intereses son una herramienta valiosa cuando se usan de manera responsable. Permiten al consumidor aumentar el poder adquisitivo y el acceso a productos y servicios, a menudo de primera necesidad, que de otro modo serían imposibles de pagar al momento.

Juan D’Antiochia precisó que a medida que los consumidores inician una nueva década, las cuotas de los meses sin intereses son una herramienta relevante para clientes y comerciantes que abren oportunidades para una mejor gestión de ingresos y negocios en crecimiento.