Opinión
Paren la “celda clandestina” en la zona de acuíferos, 3a llamada
“Humanosfera”
Por: Wilberth Esquivel
Cada vez que declaran tratando de defender lo indefendible, cometen más y más errores. Ahora resulta que la Parcela 175 donde está haciéndose la “celda clandestina” de residuos, antes propiedad del empresario sascabero Angel Alvarez, tiene dos Manifiestos de Impacto Ambiental (MIA). No se que es peor, declarar eso, creerlo o inventarlo.
Un proyecto en la selva, cualquiera que sea que implique remover la vegetación, primero que nada y antes de cualquier cosa, tiene que tener un “cambio de uso de suelo forestal” gestionable ante la Semarnat. Una MIA debe tener eso. Y por la Ley Federal de Equilibro Ecológico si alguien comienza obras antes de tener una MIA, la cancelación de la obra es automática, la negación de la MIA es inmediata y con consecuencias incluso penales.

Al consultar a la Semarnat sobre cambios de uso de suelo forestal para uso de suelo tipo relleno sanitario, en el territorio de Benito Juárez e Isla Mujeres, resulta que solo existe un cambio de uso de suelo con relleno sanitario autorizado y es el del actual sitio en contingencia en la Parcela 196, ubicado al final del Ramal Norte en la zona de equipamiento urbano de la mancha urbana, bajo el PDU de la parte continental del Municipio de Isla Mujeres.
Además, supongamos que aceptamos sin conceder que hay dos MIAS, como dicen. Bueno, la pregunta es simple ¿cuándo se gestionaron?, por que además de estudios geohidrológicos exaustivos que no existen, al estar la “celda clandestina” dentro de la zona de recarga de acuíferos donde están los pozos de extracción de agua potable que surten a Cancún, debieron tener como mínimo una “anuencia u opinión técnica favorable por parte de la Conagua” ¿la tienen?. Por que hemos pregutado a ingenieros del consejo de cuenca Peninsular de la Conagua también y la respuesta ha sido contraria: No, no la hay, no sabíamos, por el contrario hay un “Plan Hídrico Peninsular” que incluso es parte de las políticas públicas de Semarnat y donde una línea estratégica es “proteger y recuperar las zonas de recarga de acuíferos”, es decir, si piden una anuencia a Conagua les contestarán que: No se puede hacer un depósito de residuos en la Parcela 175 por que es zona de recarga del acuñifero donde se extrae agua potable para Cancún”. Y les gritarán luego: ¡ Váyanse a otro lado !.

Pero insisten en que no tiene una MIA, tiene 2. Esas MIAS o alguna de ellas, se gestionó ¿antes del POEL?, (Programa de Ordenamiento Ecológico Local). Es decir, ¿desde el 2014 gestionaron la supuesta MIA? Por que en el POEL se restringe el área de reserva de agua y se prohiben asentamientos humanos, tiraderos, rellenos sanitarios, procesos agropecuarios y agrícolas que pudieran generar infiltracion de lixiviados, fertilizantes, excremento del ganado y cosas así.
Evidentemente queda descartado que hayan gestionado una MIA antes del POEL, menos desde 2014, hubieran sido unos genios futuristas. Peor aún si así hubiera sucedido, eso vendría a contradecir la “Licitación Simulada” donde buscan un predio “factible”. La lictación es un show administrativo, que convocaron el día 13 de diciembre del 2023, con tiempos recortados y apertura de propuestas el día 26 y fallo entrando en enero donde:
¡Oh sorpresa!, ganó Red Ciprés (única concursante), filial de Red Ambiental (la recolectora) y pariente cercano de Red Colectora (ganadora de contratos de limpieza de sargazo por 34 millones el semestre pasado, precisamente cuando el sargazo se fué solito y no hubo que limpiarlo), todas éstas empresas verde ecologistas son de Horacio Guerra Marroquín, un empresario de los residuos sólidos del norte del País que ha hecho grandes vínculos con la nueva clase política emergente Verde/Morena de Quintana Roo.
Sigamos con el cagadero éste …
Además la gestión de una MIA, o de 2 como dicen, tendría necesariamente que tener detrás y primero que nada: un “cambio de uso de suelo forestal”, de no tenerlo y de estar impactando la selva a lo guey, se está cometiendo un delito ambiental del orden “Federal” que puede conducir a ordenes de aprehensión y cárcel. Digo, por si se les ocurre inventar el hilo negro con impactos generados o alguna triquiñuela.
Angel Alvarez, propietario sascabero le vende a Red Ciprés el predio, para la celda clandestina, les vende la idea de dos MIAs y engaña a la Presidente Municipal y al Ayuntamiento. Lo mismo ha hecho, o quiere hacer, con un rosario de sascaberas que abrió para suministrar material a lo largo de la ruta del “Tren Maya” desde Cancún hasta Bacalar. Les vendió la parcela y la idea de que todos los sitios finales de residuos sólidos podrían ubicarse en éstas sascaberas. Por que le dijeron, la basura es de Red, entonces inventaron el esquema del comodato y dijo hipotéticamente: Ah, tengo una idea, yo hago las celdas y Red gana la operación, me paga una renta o mejor le vendo, reparto a los funcionarios corruptos y todos vivimos éste nuevo Quintana Roo feliz, feliz, feliz. Es hipotético jajaja, pudo ser peor.
Es probable, que las MIAs de las que hablan para defender la “Celda Clandestina en la Parcela 175” sean para hacer un “Banco de Materiales”, una sascabera, pero deben saber que con un “Informe de Impactos Generados” aunque la Procuraduría de Protección al Ambiente Estatal o la Secretaría de Medio Ambiente Estatal a través de alguna Subsecretaría o como sea, les firmen o autoricen, estarían enredándose en un ejercicio indebido de la función pública y con delitos ambientales consecuentes y penales.

Reitero, el cambio de uso de suelo no solo está dentro del POEL, es Federal. Y en este caso, no lo tienen, no basta con tener algo similar para una sascabera, debe ser específico para “Relleno Sanitario”, otra vez: Les engañaron.
Ahora supongamos que la MIA no se gestionó antes del 2014, y se hizo el año pasado, claro, es una aberración por que ¿cómo sabían que ganarían la licitación?. Supongamos sin conceder que gestionaron la MIA y buscaron la forma de montar el proyecto sobre el banco de materiales y están tratando de rodear a la Federación. Están dentro de 2 UGAs, el máximo que se permite desmontar ahí es el 20% en una y en la otra es del 5%, una MIA ahí sería anulable automáticamente, además de las restricciones el desmonte se tuvo que habría hecho antes de tener la supuesta MIA. Este polígono de protección del agua de los cancunenses se gestionço por la Conagua derivado precisamente de un debate cuando se quiso colocar un relleno sanitario en las Parcelas 89/90 en tiempos de Greg Sánchez. Luego les platico al final ésto.
En algunas notas de prensa se han leído declaraciones de miembros del Ayuntamiento diciendo, es que tenía una MIA vieja y otra MIA nueva, nada de ésto es cierto. Y si lo es, son para sascabera y no para relleno sanitario, no tienen “cambio de uso de suelo forestal adecuado”, tampoco una modificación al POEL, ni proyecto autorizado, no está esa MIA en Semarnat y lo peor, no tienen anuencia de la Conagua, están dentro de la zona de recarga de acuíferos y lo más importante: “No han hecho estudios geohidrológicos”, requisito indispensable para saber si al tener una rotura de geomembrana y una infiltración de lixiviados, se contaminarían los pozos de extracción de agua potable de la ciudad. Imaginen que se tiene que suspender la extracción de una batería de 40 pozos y Cancún se queda sin agua dos meses mientras se descontamina al acuífero subterráneo.
Una respuesta técnica a ésto es válida y como ingeniero la reconozco, al flujo de agua subterránea “por lo general” la mayor parte del tiempo durante el año va de poniente a oriente, es decir, el agua que se recarga en el acuífero fluye formando las lagunas costeras al final. Eso hace que la Parcela 175 esté aguas arriba y como argumento técnico si hubiera una fuga de lixiviados el agua no iría en dirección a los pozos. Pero, eso sucede en teoría, tambiñen se ha demostrado que hay flujos invertidos, que viajan de sur a norte y que en temporada de poca precipitación pluvial el gradiente que le da dirección al flujo podría bajar y la pendiente cambiar de dirección y si podrían contaminarse los pozos de captación de agua. ¿Cómo podemos estar seguros de ésto? Haciendo los estudios geohidrológicos adecuados y primero en tiempos de llivia y luego en tiempos de sequía. Es decir, llevan meses esos estudios y eso no es compatible con la corrupción y las prisas por armar éste comodato ficticio.
Otros me han comentado que “esas supuestas 2 MIAs”, podrían ser expedientes falsos que se están armando en la Semarnat, eso lo veo difícil por que tendrían que tener firmas de los funcionarios anteriores a la 4T, entre ellos Paquiano, cercano a Jorge Emilio González y que tal vez si lo ayudaría por que es su amigo Horacio Guerra Marroquín, pero es especulación. Yo ésto no creo que lo estñen haciendo.
La prefabricación de una MIA Fake podría igual surgir en el seno de Sema, por que en el caso de Rellenos Sanitarios la Ley de Residuos Estatal faculta a la Secretaria o Siubsecretaría, a ésta facultad, pero necesitan el “cambio de uso de suelo forestal que es materia Federal” que no tienen, para Relleno Sanitario y se jugarían la libertad por que cometerían un delito con la “Federación”.
Lo grave de ésto es que la Presidente, Síndico y Regidores, parecen comparsa, están enterados de las irregularidades sobre las que están construyendo la solución a la crisis de disposicion final de residuos de la ciudad y en vez de frenar la atrocidad, se ponen firmes en su ladrillito de soberbia y siguen defendiendo lo indepfendible, es decir: O son cómplices, son ignorantes o soberbios. Y cuando se les caiga todo ésto, por que va a caer, tendrán que regresar a la Parcela 196 llena de fugas de lixiviados, de cerros inestables, llena de mala operación heredada de Inmobiliaria Majahual y la solución de Cancún tendrá que esperar. Están perdiendo tiempo valioso.
Para hacer un “Relleno Sanitario” se requieren muchas cosas además de una celda “mal llamada emergente” y sus permisos correctos. Se necesita un camino de acceso pavimentado (que no hay), electrificación (que no hay), un proyecto ejecutivo (que nadie conoce), un desmonte perimetral, báscula para pesar los residuos y no estarle regalando dinero a las concesionarias, se necesita además tener una fosa de lixiviados y un cárcamo de rebombeo, una caseta de seguridad, se requiere vigilancia por que al rato no tengan colonias de pepenadores viviendo alrededor y causando estragos ambientales también.
Pero lo más importante, un Relleno Sanitario debe cumplir con la NOM083-Semarnat-2003, que establece para su ubicación que “NO DEBE UBICARSE EN ZONAS DE RECARGA DE ACUIFEROS”, ni zonas inundables, pantanos, marismas, lagunas, debe estar lejos del aeropuerto, lejos de centros de población ( a más de 500 m) y otros más. Violar la Norma es negación de la MIA, por que la MIA esta basada en la Norma-083.
Pero lo más chingón de todo ésto, es que “TAMPOCO ES COMPATIBLE UN BANCO DE SASCAB AHI” jajaja, es decir, deben abandonar esa zona y permitir que la selva se los coma y se recuperen esos predios. No solo va a ser calusurada esa “celda clandestina”, también el banco de materiales. ¿Quién los asesora xD?¿A quién se le ocurrió este bistec?.
Aquí ando, les he ofrecido mi experiencia, pero prefieren sus triquiñuelas en lo oscurito, en el 2010 en tiempos de Greg Sánches, como Director de Servicios Públicos Municipales, quise gestionar una MIA para Relleno Sanitario en las Parcelas 89/90 detrás de la zona de captación y me metí en un debate técnico tremendo con la Conagua y perdí.
En 2010, no se hizo ahí el relleno sanitario, evidentemente. Una “duda razonable” en el derecho ambiental fué suficiente para frenar mi proyecto, en ese entonces no estaba en el POEL ni tenían los estudios suficientes para delimitar el área de recarga de acuíferos, de ahí me colgaba para ganarles algunas partidas en ese debate y eso va a suceder aquí, pero con POEL y con muchos más estudios. Por eso nos fuimos más al norte fuera de la zona de recarga, a la Parcela 196, por eso intermunicipalizamos la disposición final con Isla Mujeres, eso generó la construcción del Ramal Norte también, igual logramos aliviar a más de 6 mil familias que respiraban metano en Villas Otoch en la siguiente Amdinistracion Municipal y por eso los alrededores de la Parcela 1113 rumbo a Rancho Viejo hoy gozan de un mejor desarrollo, parques, calles y viven mejor. No piensen que ésto tiene trasfondos políticos, soy conciente que la oposición en Quintana Roo es inexsitente, no piensen que soy activista tampoco, no amigos, soy un cancunense queriendo sumar mi experiencia y viendo como empujan a la ciudad a una crisis terrible.
Como ingeniero saben en Sema que se sumarme y se colaborar con ésta administración, coordiné la mesa de disposicion final de la “Estrategia del Sargazo” y aporté mi experiencia con gusto por Quintana Roo, desde los trabajos del Plan Estatal de Desarrollo (sin cobrar un centavo).
¿Por que lo hago? Por que ya estuve en esos zapatos y fallé. Claro, ahí aprendí y luego pude vencer al sistema y se construyó con ETJ, Proyecto, MIA y todo lo pertinente el relleno sanitario actual en la Parcela 196, que desgraciadamente jodió Inmobiliaria Majahual, con una mala operación solapada durante los últimos 10 años. Yo salí de Siresol el 3 de noviembre del 2013 y Majahual comenzó ésta tragedia el 1 de enero del 2014, después de mi. Por si se les ocurre distraerse atacándome, no pierdan tiempo en mi.
El monstruo de la basura es tan grande como el monstruo de la corrupción, no se equivoquen, la basura es destructiva de políticos.
La basura les va a ganar y no habrá poder humano para frenar su destructividad, no perdona, no tiene piedad, pónganse las pilas.
EN LA OPINIÓN DE:
Cuando el trabajo quema: el costo humano y empresarial del Burnout
El burnout agota a las personas, y cuesta millones a las empresas
Conciencia Saludablemente
Por: Psicol. Alex Barrera**
En los últimos años, el burnout o síndrome de desgaste profesional ha dejado de ser una molestia temporal para convertirse en una amenaza silenciosa para la salud mental, física, y la productividad de empresas y empleados. Desafortunadamente la iniciativa privada ha decidido que las necesidades de productividad sean ponderadas sobre las necesidades de bienestar humano, afectando a la sociedad de una manera que aparentemente nadie quiere ver, pero todos resentimos.
En México, cifras recientes reflejan un panorama de urgencia: según el informe Burnout Laboral 2025 de la plataforma Buk (plataforma tecnológica líder en gestión de capital humano), 72 por ciento de los colaboradores ha experimentado burnout al menos alguna vez durante el último año; de estos, 16 por ciento lo vive ocasionalmente y un 12 por ciento lo padece de forma frecuente.
Por otro lado, la consultora Betterfly estima pérdidas por hasta 16 mil millones de pesos anuales para las empresas mexicanas derivadas del ausentismo, la baja productividad y otros efectos del agotamiento laboral, estos datos no son secreto, pues se pueden encontrar publicados en diferentes medios de comunicación, y ocupan espacio en medio de las miles y miles de noticias que, aunque están ahí a nadie parecen alertarle.
Sin embargo, estos números no son meras estadísticas; tienen rostro, cuerpo, mente. El burnout se manifiesta primero como un agobio emocional: ansiedad constante, irritabilidad, dificultad para desconectarse del trabajo. A nivel mental puede dar paso a trastornos más serios como depresión, alteraciones del sueño, falta de concentración, pérdida de sentido de logro y despersonalización (sentir que el trabajo es alienante, que uno se vuelve “un engranaje”).
Y con los trastornos mentales, vienen también los desórdenes biológicos, el cerebro no está bien, ¿cómo el cuerpo lo estaría? El desgaste crónico también pasa factura. El estrés laboral prolongado se asocia con aumento de cortisol, lo que puede desencadenar efectos como hipertensión arterial, problemas del ritmo cardíaco, insomnio, migrañas, disfunciones digestivas (gastritis, colon irritable), debilitamiento del sistema inmune, e incluso alteraciones hormonales. Estas manifestaciones físicas se vuelven una alarma temprana de que el cuerpo ya no tolera más la presión.
Y como en casi la mayoría de los casos, acudimos al médico, quien tiene la solución en la palma de la mano, sintetizada en 100 mgs de algo químicamente probado para solucionar de manera rápida los dolores de tu cuerpo de manera artificial, porque claro está que la vida no puede parar, engaña a tu cerebro, y sigue, sin importar los costos a largo plazo para tu cuerpo que en algunos casos aprende a resistir y en otros colapsa colosalmente, dejando en tu cabeza la pregunta, “¿Cuándo y por qué me pasa esto a mí?”. Por su puesto en la empresa ya tendrán un remplazo, por que como dicen por ahí, “El show debe continuar” o la muy celebre “Nadie es indispensable”. Y entonces nos convertimos en esas máquinas orgánicas cuya principal meta es “Aguantar, aguantas hasta el final”
El impacto económico: pérdidas palpables
Pero no, hay que molestarse en odiar a las empresas o a quienes las encabezan, pues de ese lado las cosas no son mejores; para las empresas, el burnout represente un problema económico de gran escala, pues impacta en la operatividad y producción algunos ejemplos son:
Rotación de personal: las pérdidas de empleados de manera frecuente significan costos de reclutamiento, capacitación e integración de nuevos recursos. En el caso de empresas grandes mexicanas, los reportes indican que la salida anual de decenas de empleados les puede costar hasta 2 millones de pesos por año, lo anterior publicado por Wellhub (plataforma de bienestar corporativo)
Baja productividad y presentismo: cuando un empleado está presente pero desgastado, realiza el mínimo esfuerzo, comete errores, baja la calidad del trabajo. Según un estudio citado por OCC a través de El Economista, el 38 por ciento de los trabajadores reconoce que su productividad baja debido al burnout; el 40 por ciento que la calidad de su trabajo disminuye; el 45 por ciento señala que su compromiso y motivación decaen; y entonces ¿Por qué sigue pasando?
Costo global: a nivel mundial la OMS estima que la depresión y la ansiedad (que con frecuencia conviven o se desencadenan con burnout) representan pérdidas en productividad por aproximadamente 1 billón de dólares al año, sin embargo, las empresas ignoran este tipo de alertas, porque claro, aparentemente es mejor la solución rápida, la sustitución del elemento dañado, como si la empresa fuera un reloj, y el talento humano los engranajes que fácilmente pueden ser sustituidos por piezas nuevas que ayuden a continuar con la operación, porque ¿cuántos millones de engranajes vivientes pululan en el mundo? Sin embargo, como pasa con los mecanismos de verdad las piezas de desecho también ocupan un lugar, peor aún los engranajes humanos se convierten en materiales con los que la sociedad tendrá que lidiar. Porque los seres humanos no somos piezas y la sociedad no es un basurero, donde se puede reciclar u olvidar desechos. Los humanos no se desechan las personas y sus problemas impactan en la sociedad y las patologías mentales tienen un alto costo social que en algunas ocasiones desconocemos y en otras ignoramos.
El futuro ideal, empresas responsables y consientes.
¿Qué pasaría si las empresas jugaran en favor de la humanidad y no la productividad? Los datos también muestran que hay retornos concretos cuando las organizaciones se hacen cargo del bienestar emocional de sus trabajadores.
Programas de salud mental bien diseñados pueden reducir el ausentismo hasta en un 30 por ciento, mejorar la productividad en aproximadamente un 10-12 por ciento según lo publicado por la Revista Zona Libre en donde se mencionan Estudios de la Asociación Americana de Psicología.
Otro beneficio está en la retención de talento: empleados que sienten que su empresa se preocupa por su salud mental tienen menos probabilidad de irse, menor rotación, mejor clima laboral. Esto implica menores costos de contratación, capacitación e indemnizaciones, así como mayor conocimiento institucional retenido en la organización.
Además, hay beneficios indirectos: mejora del ambiente laboral, menos conflictos internos, menores errores, menos accidentes laborales, mayor innovación si las personas están mentalmente sanas y creativas.
Lo que empresa considera un gasto debería ser considerado una inversión ya que, en comparación, lo que las empresas invierten en programas de atención psicológica (por ejemplo, asesoría, terapia breve, talleres, mindfulness, pausas activas, capacitación en manejo de estrés) suele ser mucho menor que lo que pierden por rotación, errores, bajas laborales y disminución de productividad. El retorno de inversión puede ser alto: hasta 4 dólares de retorno por cada dólar invertido en algunos estudios internacionales; lo anterior publicado en lhh.com
Somos humanos no engranes
Mientras la empresa ve pérdidas cuantificables, la persona afectada sufre consecuencias que van más allá del trabajo, muchas de las cuales no tienen una justificación biológica y por tanto no serán tomadas en cuenta como riesgo de trabajo por los seguros médicos, y mucho menos si estos últimos son del orden gubernamental, por ejemplo, IMSS o ISSSTE.
Mentales: ansiedad, depresión, trastornos del sueño (insomnio, dificultad para dormir), deterioro en la autoestima, sensación de inutilidad, distanciamiento emocional de familiares y amigos, dificultad para concentrarse o disfrutar de actividades que antes eran gratificantes.
Físicos: fatiga crónica, dolores de cabeza, migrañas, malestares gastrointestinales, problemas como gastritis, hipertensión, alteraciones inmunológicas, trastornos hormonales. A largo plazo, un burnout no tratado puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas, e incluso daño cognitivo por el peso del estrés mantenido.
Las personas también pagan con calidad de vida: relaciones personales deterioradas, ocio reducido, insatisfacción general y, en casos extremos, riesgo de otros trastornos psiquiátricos o ideas suicidas; a fin de cuentas, todo se convierte en un círculo sin salida en el que individuo y por ende la sociedad porque el individuo con Burn Out no es un miembro funcional de la sociedad lo cual desencadena malestar en su círculo social, el estrés que no es bien manejado puede incluso provocar en las personas secuestros emocionales que a menudo terminan en escenas violentas, la depresión tiene fuerte impacto en la familia de quien la sufre y ya ni hablar de los efectos del suicidio a nivel comunidad.
Cuando la psicología encuentra su uso en medio de la vida
La psicología no solo diagnostica, también ofrece herramientas concretas para prevenir, identificar y tratar el burnout. Un buen psicólogo o una intervención psicológica empresarial ayuda en varios frentes:
En el tema de la psicología organizacional representa una de las herramientas más poderosas para fortalecer el bienestar y la productividad dentro de las empresas. Su enfoque permite comprender cómo piensan, sienten y actúan los colaboradores en el entorno laboral, ayudando a crear climas organizacionales saludables, mejorar la comunicación interna y prevenir conflictos. Además, mediante estrategias de selección, desarrollo y motivación, la psicología organizacional favorece la retención del talento y el compromiso, incrementando la eficiencia y reduciendo el ausentismo.
Por la parte clínica la psicología enseña habilidades de regulación emocional, manejo del estrés, estrategias de afrontamiento reales, trabajando la conciencia de los límites (saber cuándo decir no, priorizar y delegar).
Acompañamiento psicológico combinando en sus dos ramas, permite que la persona reconecte con sus motivaciones, valores, y recupere un sentido de propósito en su trabajo; ayuda a reconstruir autoestima dañada por la exigencia constante y el agotamiento.
En lo biológico, técnicas psicológicas como la terapia cognitivo-conductual, mindfulness, relajación y otras prácticas ayudan a reducir cortisol, mejorar patrones de sueño, disminuir la tensión física, disminución de síntomas psicosomáticos.
Para las empresas, ofrecer servicios psicológicos) no solo es un gesto humanitario sino una inversión estratégica. Al cuidar la mente de sus colaboradores, cuidan la productividad, reducen costos y construyen organizaciones más sostenibles.
En definitiva, si como sociedad aceptamos que trabajar hasta quemarse no es sinónimo de eficacia sino de desgaste, estamos reconociendo nuestro derecho a cuidarnos. El éxito no debe tener como costo la salud del individuo, la abundancia económica ni la efectividad productiva deberían ser indicadores de una vida valiosa, porque ningún KPI (Indicador de desempeño) vale más que la salud integral de quienes hacen posible la empresa: mente y cuerpo incluidos, no somos engranes en una máquina, somos seres humanos cuya finalidad en la vida no debería ser el éxito de la empresa a la que pertenecemos, sino el bienestar integral de la sociedad a la que pertenecemos, la cual tampoco debe depender de la industria sino de lograr una ecología social donde el humano pueda sentirse en equilibrio.
**Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo. Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque Biopsicosocial.
Si deseas contactar al especialista o necesitas ayuda terapéutica puedes comunicarte vía Whats App
EN LA OPINIÓN DE:
El 10 de octubre: un llamado urgente en favor de la salud
Salud Mental el talón de Aquiles de la sociedad
Conciencia Saludablemente
Por:Psicol.Alex Barrera**
La salud mental se ha convertido en nuestros días en uno de los temas que poco a poco toma la relevancia que se merece, y si sin miedo a ser señalada de exagerada, y es que para quien esto escribe, el cuidado de la salud mental es sin lugar a duda la llave que reduciría en un alto porcentaje los dos grandes problemas de la época, las enfermedades cronicodegenerativas y la violencia.
Así pues, aprovecho el espacio para recordar que cada 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha instituida en 1992 por la Federación Mundial de Salud Mental (World Federation for Mental Health) para sensibilizar sobre las enfermedades mentales, reducir el estigma y promover el acceso a servicios de atención psicológica y psiquiátrica. Esta jornada no es una simple efeméride: es un recordatorio de que la salud mental —tan crucial como la salud física— exige atención colectiva y políticas concretas.
En 2025, la temática propuesta para el Día Mundial de la Salud Mental enfatiza “Acceso a servicios: salud mental en catástrofes y emergencias”. Con ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus organismos aliados pretenden poner foco en la resiliencia colectiva, especialmente en contextos de crisis —pandemias, desastres naturales, desplazamientos y guerras—, donde el bienestar psicológico se vuelve aún más frágil como lo aclara el ya mencionado organismo mundial.
Pero ¿por qué hacer tanto énfasis en esta fecha? Porque no es marketing, ni un invento, mucho menos es una moda. Los números nos dicen que el riesgo está aquí, ahora, y para muchos expertos se encuentra en incremento.
El pulso inquietante de las estadísticas
En México, los datos más recientes desnudan una emergencia silenciosa. En 2022 se registraron 8 mil 123 suicidios, frente a los 6 mil 494 de 2017 —una tasa que pasó de 5.3 a 6.3 muertes por cada 100 mil habitantes en ese lapso según datos proporcionados por el Inegi
Para 2023, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) apuntó que se registraron 8 mil 837 suicidios, lo que representa el 1.1 % del total de muertes del año. En 2024, la cifra alcanzó los 8 mil 856 suicidios, manteniendo una tasa nacional de 6.8 por 100 mil habitantes.
La brecha de género también es alarmante: para 2023, el 81.1 % de las muertes por suicidio correspondió a hombres y solo 18.9 % a mujeres. En este sentido, los hombres se enfrentan a presiones culturales que muchas veces inhiben su acceso al apoyo emocional.
Para los jóvenes no es diferente: en México, el porcentaje de adolescentes entre 10 y 19 años que alguna vez pensaron en suicidarse pasó de 5.1 % en 2020 a 7.6 % en 2022, según datos publicados por el propio gobierno de México. Las niñas adolescentes destacan por su vulnerabilidad, con tasas casi dobles frente a los varones del mismo rango.
Asimismo, en México se estima que 3.6 millones de personas adultas padecen depresión, con al menos 1 % de los casos considerados severos según los servicios de atención psiquiátrica del gobierno. Esto significa que la depresión no es una excepción: es un rostro cotidiano que muchos viven sin ser vistos.
Terrible es poner en la mesa el tema sobre los propios especialistas de la salud quienes también enfrentan niveles elevados de desgaste, angustia y suicidio en comparación con la población general y entonces: ¿Quién podrá salvarnos?
Estas cifras no deben leerse como estadísticas frías: son vidas que gritan por ayuda, comunidades donde el silencio se convierte en prisión.
¿Qué busca visibilizar el 10 de octubre?
- La urgencia del problema: romper el tabú de la salud mental y reconocer que muchos sufren en soledad.
- Promover acciones concretas: no basta con discursos; hace falta inversión en atención psicológica accesible, capacitación de personal de salud y protocolos de emergencia.
- Generar solidaridad comunitaria: apoyar a quienes viven dificultades, enseñar herramientas preventivas y fomentar redes de escucha.
- Presionar políticas públicas: que el derecho a la salud mental quede inscrito en políticas estatales, municipales y nacionales con presupuestos adecuados, y que se exija por medio de la legislación a la iniciativa privada establecer protocolos para cuidar la salud mental de sus colaboradores.
En regiones afectadas por desastres climáticos, conflictos sociales o migraciones forzadas, el Día Mundial se convierte en una herramienta crucial para atender no solo el trauma físico, sino el impacto psicológico prolongado.
La urgencia de cuidarse más
Cuando hablamos de salud mental, la prevención no es un cliché: es esencial. No es suficiente saber que es urgente atenderla, es necesario pasar del pensamiento colectivo a la acción individual, en el que exista una narrativa en la que se deje de lado el sólo pensar para poner en práctica, y lo que es mucho más importante abandonar la doble moral en la que aceptamos que la salud mental es importante, pero evitamos el existir socialmente como “anormales” por acudir a los servicios de psicología o psiquiatría.
En ese orden de ideas una buena salud mental no necesariamente habla de una enfermedad grave que debe ser atendida, por el contrario, habla de la responsabilidad de mantenernos adecuadamente para evitar un problema de índole mayor como el burn out, la depresión o algún tipo de neurosis. Así pues para cuidar la salud mental se pueden abordar tres áreas fundamentales:
- Autocuidado diario: hábitos de sueño, ejercicio, alimentación equilibrada, desconexión digital, momentos de ocio y contacto con personas queridas.
- Atención temprana: detectar signos tempranos como el desinterés persistente, alteraciones de sueño, irritabilidad, aislamiento o pensamientos negativos constantes. Pedir ayuda o acompañamiento cuando estos síntomas duren semanas.
- Apoyo profesional: psicoterapia, atención psiquiátrica o terapia de apoyo pueden marcar la diferencia entre una crisis temporal y una enfermedad crónica.
En un contexto donde los suicidios aumentan, los síntomas depresivos y la ansiedad se hacen cotidianos en jóvenes, y muchas zonas no cuentan con profesionales suficientes, el mensaje del Día Mundial de la Salud Mental retumba con urgencia: no se vale descuidarse.
Un llamado colectivo
El 10 de octubre no conmemoremos ignorando la herida, sino iluminándola. Que no sea solamente un cartel con “Salud mental importa”, sino un punto de partida para una transformación real: que escuelas integren educación emocional, que empresas cuiden el bienestar psicológico de sus trabajadores, que gobiernos destinen recursos para la red de apoyo psicológico comunitaria.
Cada vez que alguien decide no hablar, no buscar ayuda o callar su dolor, construimos una cultura silente que mata. Pero cada vez que rompemos el tabú, abrazamos al otro, ofrecemos un espacio seguro, abrimos la puerta a un camino de sanación.
El 10 de octubre es más que una fecha: es una invitación a vernos, escucharnos y cuidarnos con la urgencia que nos reclama la estadística, la experiencia y la dignidad humana. Porque la mente no puede seguir siendo el terreno sin defensa de la salud pública y mucho menos ignorada por la sociedad.
**Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo. Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo humano.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque Biopsicosocial.
Si deseas contactar al especialista o necesitas ayuda terapéutica puedes comunicarte vía Whats App




















