Opinión
El reto de la inseguridad pública
“El Minotauro”
Por: Nicolás Durán de la Sierra
El que tienen ante sí tanto la gobernadora Mara Lezama como la XVII Legislatura, en especial ella, es un desafío enorme. Del tino de sus decisiones dependerá el rescate de la vulnerada seguridad pública de Quintana Roo. Es una tarea harto difícil la elección, en conjunto, de quien encabezará la Fiscalía General del Estado, instancia que hoy por hoy es ejemplo de corrupción e ineficiencia.
Aparte de su probable colusión en el despojo de predios turísticos en la Rivera Maya y otros embrollos delictivos, el hoy exfiscal Oscar Montes de Oca dejó a su pasó una escalada de violencia criminal que hacen al Estado uno de los más inseguros del país, lo que se refleja en que, según Inegi, el 83% de su población se siente insegura en su persona y sus bienes.
La elección como fiscal interino de Raciel López Salazar, exdelegado de la Fiscalía General de la República, es una medida temporal tomada por Mara Lezama, pues es el congreso al que compete la elección formal y el que además, tiene hoy otro desafío: abatir el tinglado legal que en mala hora dio pie a que el cargo de fiscal sea de nueve años, con los resultados que saltan a la vista.
La renuncia “por motivos personales” del exfiscal, y la designación, el mismo día, de Julio César Gómez como secretario de Seguridad Ciudadana, en sustitución de Rubén Oyarvide, es un manotazo duro y necesario para recuperar la civilidad en el Estado, y de facto, un aviso de que las maniobras mafiosas con etiqueta oficial no tienen cabida en este nuevo gobierno.
La construcción de la paz en el Estado, capitulo local de un esfuerzo federal, no es un mero giro lingüístico, sino una nueva forma de enfrentar al crimen a organizado y al del fuero común, los que han tomado como rehén a la zona norte estatal y se están extendiendo, cada vez más, a la zona sur de nuestra geografía. Edificar la paz social es más duradero que sólo perseguir criminales.
Opinión
Familia de Emiliano Ramos solicita audiencia con la comisión de igualdad de la Cámara de Diputados
“La Última Palabra”
Por: Jorge A. Martínez Lugo
- • Buscan que escuchen su versión del caso de violencia vicaria contra la menor VEJRT y tres menores más, en derecho de réplica, con la misma atención que recibió la diputada local Paola Moreno.
Firmada por Deyse Taboada Moreno, madre de la menor VEJRT, víctima de violencia vicaria, la familia de Emiliano Ramos Hernández, abogadas y organizaciones de su red de apoyo, envían una carta a las diputadas de la Comisión de Igualdad de Género del Congreso de la Unión, en la que solicitan escuchen y conozcan los detalles legales y sociales que rodean el caso de violencia familiar y vicaria en contra de las menores y su red de apoyo, “en igualdad de circunstancias y con la misma atención que recibió la diputada local Paola Moreno Córdova”.
“Solicitamos encarecidamente atender a la brevedad esta petición, pues darle largas solo contribuiría a seguir revictimizando a estas cuatro menores de edad, que hoy sufren el acoso judicial del Tribunal Superior de Justicia de Quintana Roo (TSJE) y de diversas autoridades estatales” expone la carta, firmada también por Ariadne Song Anguas, vocera de la Red de Feministas de Quintana Roo, Colectivo Femenil Xtabay y Red de Víctimas Quintanarroense.
“Como dice nuestra Presidenta, no llegó sola, llegamos todas. Y nosotras también somos mujeres y queremos ser escuchadas por ustedes, pues aunque no contamos con cargos públicos ni relaciones de poder, si tenemos una larga trayectoria defendiendo causas justas a favor de grupos vulnerables como son las mujeres e infancias en Quintana Roo” agrega el documento enviado a las legisladoras federales, firmada igualmente por la abogada Lilia Vargas Saucedo, Karina Arlen Escandón Camargo, presidenta de la Colectiva Nacional No +Presos Inocentes, Hayde Saldaña Martrínez, Vice preesidenta de la Colectiva 50+1 Capítulo Quintana Roo.
También firman Niza Puerto Paredes, presidenta del Movimiento Nosotras Q. Roo, Grissel Balderas Jongitud de la Organización Mujeres México, Ana María Hernández Ayala, Coordinadora estatal de Avanzada Nacional en Quintana Roo, Matea Caamal May, de Mujeres que Sueñan por una Vida Mejor y Dalia Rosalba Canché Ruiz, presidenta estatal de Expresión Liberal Democrática.
El documento es distribuido por Rafael Quintanar González, integrante de la familia solicitante.
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Opinión
De Morena y sus desventuras
“El Minotauro”
Por: Nicolás Durán de la Sierra
Este comentario con arreos ya del tiempo navideño, no podría ignorar la bien sazonada comidilla generada por la pugna entre Adán Augusto López, líder del senado, y Ricardo Monreal, dirigente de los diputados federales, políticos de alto nivel del aún flamante gobierno federal y los dos de Morena, para más señas. El primero acusó al segundo de transa y el segundo reviró: pruébenmelo.
De manera sintética, tal es el meollo del conflicto, por lo menos en lo superficial, el que hace unos días llevara a Claudia Sheinbaum a decir que “no puede ser un tema de recursos el que los lleve a la discusión” y menos que se ventile en público. Bueno, la danza de 120 millones de pesos no es un tema tan menor, digo yo, sobre todo si se da entre notables del partido en el poder.
Hay quienes dicen que el problema se dio, en realidad, porque el segundo desoyó una instrucción superior en torno al presupuesto federal, y que el primero, Adán Augusto, arremetió por ello contra el débil auditivo de Monreal. Decires van y vienen, pero es difícil que entre ellos renazca la amistad, y perdón por la frase, pero la culpa es del citado espíritu navideño.
Desatinado está quien crea que Morena es monolítico, pues en su propia formación como partido se sirvió de políticos de diversa índole (de manteca, de chile y de dulce, dicho en tono coloquial) y hoy comienza a pagar las consecuencias. Esta pugna es la primera de las que se avecinan entre grupos opuestos del propio partido; es un uno de los inconvenientes del caudillismo político.
Dice Ricardo Monreal, uno de los escasos indólogos que tiene Morena, que ya comenzó el deterioro estructural de su partido, y que la historia demuestra, explica, que luego del triunfo de un movimiento social, comienzan las campañas de desprestigio dentro del mismo, sobre las mediáticas. El síndrome de Caín, pues, aunque con aromas tropicales y en Facebook.
Las desventuras de Morena.
Podría seguir con la breve glosa y sumar a ella a Andy López Beltrán y su misión en Morena (felices fiestas al Partido Verde), pero de nuevo reclaman sitio los aires decembrinos con sus obstinados y por demás extraños astados (renos), por lo que este comentario irá por cauces más amables y deseará a todos una navidad feliz y un 2025 espléndido en bondades. ¡Hasta pronto!.
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