Opinión
Marciano, “heredero” de Borge
Opinión: Cicuta del Caribe XC
• Alcalde de Tulum “especializándose” como prestidigitador
• Amplían demanda de amparo de Greenpeace contra Tramo 5
• Descartan 4 poderosas aerolíneas ir al aeropuerto de AMLO
• Cancún: 3 all inclusive segmento MICE antes de fin de año
• La frecuencia de las “olas de calor” aumentará en este siglo
Por: Carlos Águila Arreola
El reclamo de los hoteleros de Tulum a Marciano Dzul Caamal para revelar el uso del dinero recaudado para la recolección y disposición final del sargazo, hace recordar el que los de Cancún hicieron al ex mandatario hoy preso Roberto Borge Angulo por casi dos mil millones de pesos del impuesto al Hospedaje, que siguen “perdidos”.
En 2019, durante la presidencia del combativo y finado hotelero Carlos Gosselin Maurel, el entonces vicepresidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), José Antonio Chapur Zahoul, miembro vitalicio de la Asociación de Hoteles de Cancún (AHC), exigía aclarar el destino del impuesto al hospedaje.
El también presidente de Palace Resorts advirtió entonces que “los hoteleros estamos pendientes y cooperaremos con las autoridades en una eventual investigación judicial que ya fue solicitada por diputados y el Senado por el mal manejo de recursos públicos.
“Cada año se asignan a esos dos fideicomisos 350 millones de pesos (175 a cada uno) provenientes del Impuesto al Hospedaje, que ha recaudado en los tres años recientes (2007 a 2009) alrededor de tres mil millones de pesos, pero sólo se entregaron mil 50 en este trienio.”
Chapur Zahoul indicó que no se sabe qué hizo el gobierno estatal con otros mil 950 millones de pesos provenientes del Impuesto al Hospedaje —siempre se sospechó de un presunto desvío—, y recordó que siempre se ha pedido transparencia en el manejo de esos recursos, “lo que no hizo la actual administración.
Después de siete años el episodio se repite —guardadas todas las proporciones—, pero ahora en el municipio de Tulum, con repercusiones en Solidaridad (Playa del Carmen), en un caso que se perfila como posible malversación de recursos con el dinero recaudado por medio del Derecho de Saneamiento Ambiental.
Las asociaciones de Hoteles de Tulum y la de la Riviera Maya ganaron un amparo contra el presidente municipal Marciano Dzul, quien no informó sobre el uso de los recursos del saneamiento ambiental, así como las acciones relacionadas con la recolección y disposición final del sargazo
Por sentencia judicial, el alcalde tulumense tiene la obligación de contestar los escritos de ambas asociaciones hoteleras, que entre otros solicitan informe las razones por las que el municipio de Tulum se ha negado a constituir el fideicomiso que rija las acciones de recolección y destino final de la macroalga.
La sentencia de marras hace 11 “peticiones” acerca del sargazo: la primera, que (Marciano Dzul) Informe la forma y conceptos con los que ha contribuido la autoridad municipal de Tulum a reducir el impacto del sargazo durante el año 2022.
La segunda, que informe la forma en que, junto con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), ha coordinado los trabajos de remoción y extracción de sargazo, y (tercer “petición”) que expida el Manual de Operación para la Recolección y Manejo y, en caso de no tenerlo, informe los motivos.
La cuarta “petición” que contiene la sentencia demanda que Dzul Caamal informe quiénes son las personas que conforman el Grupo Intermunicipal de Tulum que “atiende” los arribos masivos de sargazo, y en caso de no contar con ello, informe los motivos.
Que expida el documento donde se precisen las zonas costeras y terrestres para el acceso y operación del equipo de extracción de sargado en Tulum, así como los respectivos mapas con la ubicación de dichos accesos, señala la quinta
La sexta indica que, de no contar con ello, (el presidente municipal) informe los motivos, y que dé a conocer los puntos de desembarco y acopio de sargazo que estén cercanos a la playa para la descarga de la macroalga recolectada tanto en el mar como en los arenales, es la séptima “petición”.
La octava es que el alcalde informe la ubicación de la disposición final del sargazo en el municipio y si previamente se deshidrató; que informe el número de vehículos municipales que prestan el servicio de traslado de sargazo en Tulum, y el número de viajes que realiza cada uno, es la novena.
Y las últimas, décima y undécima “peticiones: qie (Marciano Dziu) expida los informes mensuales de sargazo recolectado tratado, su uso y el destino final, y que proporcione fotocopia de los acuerdos que formen parte de las deliberaciones de la asamblea del cabildo, respecto al Derecho de Saneamiento Ambiental.
Gente cercana al caso comentó a _Cicuta del Caribe_ que hay filtraciones en el sentido de que Marciano Dzul podría hacer usado esos recursos en beneficio personal y algunos de sus esbirros más cercanos, y es que las “tentaciones” relacionadas con el Tren Maya y el aeropuerto Felipe Carrillo Puerto apenas comienzan.

Menudencias
Andrés Manuel López* Obrador está obligado a cumplir las leyes internacionales en materia medioambiental. No hacerlo significa violar los derechos humanos y la no protección del planeta. Greenpeace obtuvo la ampliación a su demanda de amparo para el Tramo 5 del Tren Maya, y busca que se cumpla con el Acuerdo de Escazú, que entró en vigor en México en 2021 y que mandata al gobierno cumplir con el derecho a la información, a la participación y al acceso a la justicia en asuntos medioambientales en América Latina y el Caribe.
Qatar Airways, Japan Airlines, American Airlines y FinnAir informaron que no tienen planes para aterrizar en el aeropuerto Felipe Ángeles —uno de los caprichos sexenales de Andrés Manuel López Obrador—, no obstante, la estadunidense tiene otros proyectos para el mercado mexicano. “No hay planes, estamos satisfechos con las conexiones que tenemos en Dallas, Miami y Houston. En este momento no hay planes”, se informó en conferencia conjunta entre directivos del Aeropuerto Internacional de Dallas Fort Worth.
La cadena hotelera AMR Collection confirmó tres hoteles más en el Caribe mexicano antes de concluir 2022 y que suman 477 llaves enfocadas al segmento MICE (turismo de reuniones, incentivos, conferencias y exposiciones. Cada inicial corresponde a la definición en inglés: Meeting, Incentives, Conferencing y Exhibitions). El primero en abrir, en octubre, será el Secrets Impression Moxché (198) en la Riviera Maya; en diciembre abrirá el Secrets Impression Isla Mujeres (125), y en septiembre el Dreams Cozumel Cape Resorts & Spa (154)
*Un estudio de* las universidades de Washington y Harvard publicado en la revista Communications Earth & Environment alerta sobre olas de calor que serán más habituales —principalmente en las regiones tropicales—, incluso si se cumplen los objetivos climáticos del Acuerdo de París. El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos define calor “peligroso” a partir de 39.4 grados, y como “extremadamente peligroso” desde los 51, “muy inseguro” para los seres humanos durante cualquier periodo de tiempo.
EN LA OPINIÓN DE:
El lado oscuro de la navidad: una mirada psicológica a la depresión invernal
Detrás de la mercadotecnia de la época de paz en el mundo, la cifra de suicidios se eleva
Conciencia Saludablemente
Por Psicol. Alex Barrera**
Cada año, cuando el invierno comienza a instalarse y los días se acortan, noto un cambio sutil pero profundo en muchas de las personas, lo cual inevitablemente a mi parecer crea una bruma en todo el ambiente, y es que mientras la gran maquinaria de la mercadotecnia nos vende un espacio de amor, familia y entornos diseñados a modo para fomentar el espíritu de dar y recibir, la realidad es que muchas veces esto es la máscara que oculta, lo que no queremos saber, pero que nuestro cerebro ya sabe. Y no es otra cosa sino la reacción biológica natural que nos alinea con la naturaleza, invierno significa el final.
Y no, no es fatalismo, es la naturaleza terminando un ciclo, es por eso que durante el invierno muchos animales se retiran a descansar, los arboles desojados esperan pacientes para poder reverdecer, la luz del día es menos, y por supuesto los seres humanos experimentamos cambios que desafortunadamente intentamos ignorar debido a que cada día nos alejamos más y más de lo natural, pensando con la soberbia que solo el razonamiento nos puede dar, que si la luz del sol se va, nosotros podemos llenarla con pequeñas luces artificiales, que se venden en aquellos puestos que ocupan miles de esquinas en el país.
Pero dejemos el romanticismo y la filosofía de lado y para no abrumarle entremos de lleno a lo que quiero en este espacio, comentarle a usted, que se toma el tiempo de leer estas líneas y es que, si hablamos de los síntomas del invierno, incluso yo, como especialista en salud mental debo confesar que experimento cierta variación en mi nivel de energía y claridad emocional.
Así pues, le hablaré de las cosas por su nombre, lo que muchas personas experimentamos no se trata simplemente de “mal humor por el frío”, sino de un fenómeno ampliamente documentado: la depresión invernal, también conocida como Trastorno Afectivo Estacional (TAE). Aunque a veces se percibe como una exageración o un invento moderno, la ciencia ha demostrado que es una condición real y prevalente, estrechamente vinculada a los ciclos de luz y a la respuesta biológica de nuestro organismo.
La American Psychological Association (APA) explica que el TAE aparece cuando la disminución de luz solar altera nuestros ritmos circadianos, los cuales funcionan como un reloj interno que regula funciones tan esenciales como el sueño, el apetito, la energía y el estado de ánimo. Cuando ese reloj se desajusta, aumentan la melatonina —la hormona del sueño— y disminuyen los niveles de serotonina, vinculada al bienestar. El resultado es una combinación de fatiga, desmotivación, tristeza persistente, irritabilidad, dificultades de concentración y, en algunos casos, un fuerte deseo de aislamiento social.
Observando desde un ángulo clínico, lo más complejo de la depresión invernal no es sólo la sintomatología, sino la forma en que suele ser minimizada. Muchas personas que pasan por este tipo de situaciones se expresan diciendo: “Debe ser flojera”, “Solo necesito echarle ganas”, “Es normal, a todos nos cae pesado el invierno”. Y aunque es cierto que los cambios estacionales influyen en nuestro ánimo, no debemos normalizar un malestar que interfiere en la vida cotidiana. Reconocer que algo no está bien permite atenderlo y evitar que el evento evolucione hacia formas más severas por ejemplo caer en depresión.
Es importante señalar que algunas personas tienen mayor vulnerabilidad biológica a este trastorno. Investigaciones del National Institute of Mental Health (NIMH) indican que quienes viven lejos del ecuador, en regiones donde el invierno tiene menor exposición solar, presentan tasas más altas de TAE. Además, quienes tienen antecedentes de depresión mayor suelen ser más sensibles a las variaciones de luz. Esto no significa que sea inevitable, sino que debemos prestar especial atención a los primeros síntomas.
En terapia, he observado que uno de los desafíos más grandes es el impacto en la percepción personal: quienes viven depresión invernal suelen sentirse “culpables” de no rendir igual, de no tener la misma energía o motivación que en otras épocas. Explicarles el componente biológico, ese juego de hormonas, luz y ritmos internos, les ayuda a comprender que no se trata de una falla personal, sino de un proceso fisiológico que puede regularse con estrategias adecuadas. Probablemente es por ello que muchas personas no son capaces de aceptar que están pasando por un mal momento, incluso ni siquiera lo reconocer, y tapan este tipo de sentimientos con conductas dañinas que curiosamente son fomentadas con el falso espíritu de la navidad, por ejemplo las compras excesivas, o el descontrol en los hábitos alimenticios.
Aun cuando se supone que la temporada enaltece virtudes como la paz, el amor, y la fraternidad, resulta preocupante observar que la disminución de luz natural y la carga emocional invernal coinciden con un aumento sostenido de suicidios en México, en donde para 2023 se registraron 8 mil 837 suicidios, lo que representa una tasa de 6.8 por cada 100 mil habitantes, una cifra más alta que la de años previos, según el INEGI. Estos datos sugieren que la temporada de oscuridad, soledad o desánimo puede agravar la vulnerabilidad psicológica (especialmente en personas predispuestas) y transformar la tristeza estacional en crisis profundas.
Sobre esto existen métodos que pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer TAE, ninguno de ellos tan efectivo como la atención psicológica profesional. Un especialista de la salud puede evaluar el nivel del problema además el acompañamiento terapéutico brinda herramientas para detectar pensamientos suicidas, regular el estado de ánimo y reconstruir el bienestar emocional en los meses más oscuros del año.
Algunas acciones cotidianas contribuyen significativamente a reducir el impacto del TAE. Por ello, aquí te comparto tres recomendaciones basadas en evidencia para prevenir o disminuir la depresión invernal:
1) Exponte diariamente a la luz solar entre 5 y 10 minutos, siempre con la protección adecuada.
Salir por la mañana, abrir cortinas, caminar un poco o simplemente recibir la luz directa del gran astro ayuda a regular la serotonina y el reloj biológico. Puede parecer un gesto mínimo, pero su impacto es notable cuando se vuelve parte de la rutina, eso sí, no olvides el bloqueador solar y los lentes con filtro UV.
2) Mantén horarios regulares de sueño y actividad física.
Tu cuerpo necesita estabilidad cuando la luz es escasa. Dormir a horas similares y realizar ejercicio —aunque sea ligero— mejora la energía, la regulación emocional y el descanso nocturno. Aun si la noche dura más tiempo que el día es importante mantener la rutina.
3) Cultiva espacios de conexión social, incluso si la apatía te invita al aislamiento.
El invierno tiende a encerrarnos, pero el contacto humano funciona como un amortiguador emocional. Conversar con alguien, compartir actividades o participar en grupos de apoyo contribuye a mejorar el estado de ánimo.
Y, sobre todo, recuerda que la terapia psicológica es un acompañamiento fundamental durante esta temporada. No solo ofrece un espacio seguro para explorar lo que sientes, sino que te brinda herramientas para comprender tus ciclos internos, reorganizar rutinas, manejar pensamientos negativos y fortalecer tu resiliencia. En los meses más fríos del año, cuando el mundo parece apagarse un poco, la terapia se convierte en un punto de luz que ayuda a atravesar el invierno con mayor claridad y bienestar. Y no olvides que el invierno es el final que marca el inicio de algo nuevo, la navidad no sólo es época de dar y recibir, sino que también amerita un tiempo de introspección para disminuir el ritmo y reflexionar sobre lo que finalizamos y como queremos comenzar el nuevo ciclo.
**Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo. Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo Humano.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque Biopsicosocial.
Si deseas contactar al especialista o necesitas ayuda terapéutica puedes comunicarte vía Whats App
Para más información del tema puede consultar:
Textos de Interes
American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5.ª ed.). Washington, D.C.: Author.
(Para la definición clínica del Trastorno Afectivo Estacional como especificador del trastorno depresivo mayor.)
Rosenthal, N. E., Sack, D. A., Gillin, J. C., Lewy, A. J., Goodwin, F. K., Davenport, Y., … & Wehr, T. A. (1984). Seasonal Affective Disorder: A description of the syndrome and preliminary findings with light therapy. Archives of General Psychiatry, 41(1), 72–80.
(Estudio pionero que define la depresión invernal y su relación con la luz.)
Melrose, S. (2015). Seasonal Affective Disorder: An Overview of Assessment and Treatment Approaches. Depression Research and Treatment, 2015, 1–6.
(Revisión general sobre causas, síntomas y tratamiento del TAE.)
Partonen, T., & Lönnqvist, J. (1998). Bright light improves vitality and alleviates distress in healthy people. Journal of Affective Disorders, 46(1), 175–181.
(Evidencia científica del impacto de la luz en el estado de ánimo.)
Rohan, K. J., Roecklein, K. A., & Haaga, D. A. F. (2009). Cognitive-behavioral therapy for seasonal affective disorder: A randomized controlled trial. American Journal of Psychiatry, 166(5), 503–510.
(Estudio que valida la efectividad de la terapia psicológica para el TAE.)
Lewy, A. J. (2007). Circadian misalignment in mood disturbances. Current Psychiatry Reports, 9(6), 517–522.
(Base científica sobre ritmos circadianos y trastornos del estado de ánimo.)
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). (2023). Estadísticas a propósito del día mundial para la prevención del suicidio.
(Fuente de la cifra: 8,837 suicidios y tasa de 6.8 por cada 100 mil habitantes en México.)
Lam, R. W., & Levitt, A. J. (1999). Canadian Consensus Guidelines for the Treatment of Seasonal Affective Disorder. Clinical & Academic Publishing.
(Guía clínica que respalda intervenciones terapéuticas para depresión invernal.)
EN LA OPINIÓN DE:
Extorsión: violencia económica que se vuelve trauma emocional
Aunque es un delito del que mucho se habla, pocos toman en cuenta la factura a la salud mental que significa no resolverlo.
Conciencia Saludablemente
Por: Psicol. Alex Barrera
La reciente aprobación en el Congreso de la Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar los Delitos en materia de Extorsión marca un antes y un después jurídico en México: la reforma aspira a homogeneizar criterios, perseguir el delito de oficio y endurecer sanciones frente a una práctica que se ha disparado en los últimos años. La votación responde a una urgencia tangible: la extorsión ya no es un daño sólo económico, es una máquina de erosionar vidas.
Los números lo confirman y, a la vez, ocultan realidades. Según la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE) del INEGI, en 2023 se cometieron 747 mil delitos de extorsión contra unidades económicas, cifra que ilustra la magnitud del fenómeno entre negocios formales. Cabe señalar que las estadísticas oficiales de carpetas de investigación son mucho menores por no decir engañosas, precisamente es por la altísima “cifra negra” (cantidad de delitos que no se registran en las estadísticas oficiales) que la mayoría de las víctimas no denuncia, es decir las víctimas tienen miedo o desconfianza institucional.
El impacto económico también aparece con cifras contundentes. Coparmex y diversas estimaciones señalan pérdidas multimillonarias: sólo en 2025, hasta septiembre, las extorsiones han significado una erogación que supera los 21 mil millones de pesos para empresarios, además de multiplicar costos en seguridad privada y obstaculizar la inversión.
El daño no se limita a lo material. La extorsión induce estrés crónico, ansiedad, insomnio y sensación de indefensión tanto en propietarios como en trabajadores. Pequeños comerciantes describen la extorsión como un “perdón a cambio de sobrevivir”: pagar para continuar operando. Esa lógica genera culpabilidad, vergüenza y un desgaste emocional que se transmite al núcleo familiar y comunitario. Estudios sobre victimización muestran que la repetición del ataque y la impunidad fomentan trastornos de estrés postraumático, depresión y paranoia colectiva, los cuales han sido publicados por ENVE/INEGI y reportes de victimización.
Las consecuencias secundarias son palpables: zonas enteras ven cerrar negocios ante la imposibilidad de sostener pagos extorsivos o por la pérdida de clientes ante la percepción de riesgo. En Sinaloa, por ejemplo, Coparmex reportó el cierre de alrededor de 2 mil empresas en el primer semestre de 2025 atribuible al clima de inseguridad local; sin embargo, no existe aún una cifra nacional homologada sobre cierres empresariales exclusivamente por extorsión.
Ese silencio la llamada la cifra negra agrava el golpe psicológico. No denunciar porque temes represalias o porque “las autoridades no harán suficiente” es una doble privación: económica y emocional. La persona queda aislada, sin redes de apoyo formales, normalizando el temor y enquistando el daño. A nivel comunitario, esa normalización mina la confianza social y la capacidad de resiliencia colectiva, además activa un mecanismo de defensa en el cerebro sobre todo porque como miembro de una comunidad el miedo se agrava pues ya no tienes libertad de acudir a lugares recreativos, esto se convierte en una viciosa cadena, que impacta también la economía, pues la extorción desmotiva la inversión, reduce fuentes de ingreso y atemoriza a la comunidad, es decir que el daño es sistémico.
Frente a este panorama, la ley y las acciones policiales son necesarias pero insuficientes por sí solas. Es imprescindible integrar respuestas que atiendan la salud mental de las víctimas: protocolos de contención, orientación jurídica y fundamentalmente atención psicológica especializada.
La terapia ayuda a procesar el trauma, recuperar la calma y volver a sentir que se tiene control sobre la propia vida. También permite desarrollar estrategias para manejar el miedo y evitar que este se vuelva permanente. Intervenciones breves, apoyo psicoeducativo y programas comunitarios de resiliencia pueden reducir la ansiedad, mejorar el sueño y favorecer decisiones más seguras, ya sea sobre denunciar o reestructurar la actividad económica.
La extorsión ataca hogares y tejido económico, pero también hiere la confianza que sostiene la vida cotidiana. Por eso la política pública debe ir más allá de la cárcel para extorsionadores: debe contemplar la reparación integral del individuo y la comunidad, incluida la salud mental para que las personas y comunidades recuperen no sólo su patrimonio, sino su confianza. Si la ley ayer fortaleció la respuesta penal, hoy la prioridad es que la respuesta humana, psicológica y social. llegue al mismo ritmo. Buscar ayuda profesional no es solamente una medida individual: es un acto de reconstrucción colectiva.
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**Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo. Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo humano.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque Biopsicosocial.
Si deseas contactar al especialista o necesitas ayuda terapéutica puedes comunicarte vía Whats App.
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