Opinión
Desolador panorama
Cicuta del Caribe LXXIII
• Graciela Machuca denuncia intimidación y acoso de políticos de QR
• Viva Aerobús abandona Medellín; cubría rutas a Cancún y la Cdmx
• Detectan freno de reservas de EU a México en lo que resta de año
• EU: elimina pruebas anticovid, pero exige a turistas estar vacunados
• Dio inicio la Cumbre de Sustentabilidad del WTTC en Puerto Rico
Por: Carlos Águila Arreola
En un país donde la defensa y la protección para periodistas y defensores de derechos humanos y del medio ambiente son letra muerta y solamente existen en papel, y donde quien tendría que mostrar mayor empatía suma 41 meses de absurdos, de atacar y denostar a colegas críticos de su gobierno, de provocar divisionismo y encono entre los propios mexicanos, qué se puede esperar.
El tema sale a colación tras la denuncia de intimidación y acoso para que se desista de un amparo mi colega Graciela Machuca Martínez —dice temer por su vida y la de su familia—, también activista social y defensora de los derechos humanos de mujeres e integrante de la organización civil “Maya sin Fronteras”… la autoría intelectual parece venir del Congreso del estado.
Los asesinatos de periodistas están sorprendiendo por su mortífera cadencia en México, un país acostumbrado a enterrar a 100 personas diarias en promedio debido a la violencia que ejerce la delincuencia, quizá lo más preocupante es que la violencia se ha normalizado hace rato. Ya van 11 reporteros ejecutados en el año; es decir, en seis meses y medio.
Los 41 meses de Andrés Manuel López Obrador son los más mortíferos de la historia para la prensa. En mil 291 días o 184 semanas —del 1 de diciembre de 2018 al 15 de junio de 2022— han sido asesinados 32 periodistas, según Artículo 19 capítulo México, que solo contabiliza aquellos casos en los que se presume que el asesinato de comunicadores deriva de su labor.
Y México es el segundo país más mortífero del mundo, solo superado por Colombia y seguido por Filipinas, Brasil y Honduras, con tasas especialmente altas de asesinatos de defensores del medio ambiente, de acuerdo con un nuevo informe de la oenegé Global Witness (Testigo global), que revela que recientemente aumentaron los homicidios de ambientalistas.
El cambio climático lleva a los más vulnerables a la primera línea, y a veces lo pagan con la vida, América Latina es la región más mortal para los defensores del medioambiente: en 2020 hubo 165 asesinatos y Colombia, con 65 muertes, y México, con 30, lideran el listado; casi tres de cada cuatro ataques contra activistas ocurrieron en países latinoamericanos.
Un año después fue peor, según el “Informe sobre la situación de las personas y comunidades defensoras de los derechos humanos ambientales 2021”, que elabora cada año el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda): hubo 25 asesinatos y 238 ataques; los estados de Oaxaca, Guerrero, Sonora y Morelos tienen el mayor número de agresiones letales contra personas defensoras.
Fue el tercer año consecutivo en que aumentó el número de defensores asesinados; en 2021 se documentaron 25, siete personas más en comparación con 2020, cuando se registraron 18 casos, un aumento de 39 por ciento… ese es el aterrador, dantesco u desolador panorama que actualmente enfrentan los activistas pro derechos humanos y ambientales en el país.
Lo peor y más insultante es la impunidad. Mary Menton, investigadora de Justicia Ambiental de Ia Universidad de Sussex (Inglaterra) dice que no le sorprendería que el número real fuera el doble, debido a los problemas para reportear e investigar esos casos. Según la especialista, solo 10 por ciento de los autores de los crímenes han respondido ante la justicia.
Desaseo
Hace casi un mes, tras quejarse de “linchamiento público” de diputados locales al promover un amparo contra el proceso de selección del próximo presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (Cdheqroo), Graciela Machuca afirmó que detrás del recurso hay muchas personas y grupos que buscan “rescatar” esa institución de las garras de los políticos.
En un escrito dirigido a las comisiones Interamericana de Derechos Humanos, a la nacional (CNDH), a la de Quintana Roo (Cdheqroo), a la oficina en México de la Alta Comisionada en la materia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, y a la opinión pública, la activista hace la denuncia.
En el documento señala que hace pública su inconformidad por el desaseado en las reformas legislativas de derechos humanos y por las inconsistencias en la elaboración y publicación de la convocatoria del Congreso para elegir al próximo titular de la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo, que la motivó a recurrir al juicio de amparo.
Culpa de los ataques a las personas afectadas con la promoción del amparo, que ya alcanzó la suspensión definitiva para la elección del “ombudsperson” en tanto el Poder Judicial de la Federación resuelve el fondo del asunto, y da el siguiente paso —la denuncia ante las autoridades correspondientes—, y es que los agresores pasaron de las palabras a los hechos.
Se trata del Amparo Indirecto 83/2022-I-A, radicado en el juzgado sexto de distrito de Quintana Roo, con residencia en Chetumal. La decisión judicial motivó que los planes de los grupos parlamentarios de la XVI Legislatura liderada por el panista Eduardo Lorenzo Martínez Arcila se detuvieran y que quizá la designación pase a la siguiente administración.
“No han podido imponer a la diputada con licencia Judith Rodríguez Villanueva, quien durante los meses previos a la convocatoria se desempeñó como presidenta de la Comisión Legislativa de Derechos Humanos, fue la encargada de elaborar la convocatoria y en la víspera de su publicación solicitó licencia para poder ser nombrada”, relata la periodista.
“Hace dos semanas recibí en mi domicilio particular —en el municipio de Felipe Carrillo Puerto— a dos personas que me llevaron el mensaje de que aceptara la presidencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pese a que carezco del perfil académico, o de lo contrario tenía que aceptar el nombramiento de Judith Rodríguez, al negarme a la propuesta se retiraron.
Señala que el lunes 13 de junio acudió a su domicilio el abogado Héctor Pulido, diciendo que por encargo de “un grupo de amigos” de Cancún le ofrecía 50 mil pesos a cambio de que firmara un oficio de desistimiento, que incluso llevaba redactado, solo para firmar. “Mi proceder es evidencia de que afecte intereses de la clase política de Quintana Roo”.
“De acuerdo a lo dicho por el mensajero, el propósito de quienes dirigen el Congreso es que el nombramiento debe hacerse antes de que termine la actual legislatura, y para ello se debe aprovechar un periodo extraordinario al que se convocará. He tomado la determinación de continuar con el juicio de amparo hasta que el juez resuelva el fondo del asunto.
“Esto pone en riesgo mi integridad física, mi vida y mi patrimonio; por ello, responsabilizó de lo que me llegue a pasar, así como a mi familia, a quienes se empeñan en que me desista del amparo que se está convirtiendo en emblemático en el país porque hay muy pocos casos en que una ciudadana logra una suspensión definitiva para un proceso legislativo viciado de origen.”
Las cartas están echadas sobre la mesa y todo indica que la elección-imposición del próximo presidente o presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo no la podrá hacer la caterva que lidera Eduardo Lorenzo… en México, quienes son defensoras de derechos humanos y/o defienden los recursos naturales están siendo asesinados.
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Menudencias
Eduardo Domínguez Ibarra es presidente del Comité de Promoción en la Asociación de Hoteles de Cancún, y justo cuando declaró que Colombia ya es el primer mercado turístico para el destino desde Sudamérica, seguido por brasileños y chilenos, Viva Aerobús anunció que suspendió operaciones en Medellín desde el 9 de junio. La aerolínea inició vuelos entre Ciudad de México (Cdmx), Cancún y Medellín el 8 de abril de 2022, con 10 vuelos semanales.
La hotelera AMR Collection advirtió que el gran momento del turismo mexicano con el mercado estadunidense se está opacando por el freno en reservas anticipadas que se ha detectado para el tercer y cuarto trimestre, situación que se atribuye a varios factores: en especial a la inflación, por lo que el turista de Estados Unidos evitaría viajar fuera del país, lo que afectará a los destinos mexicanos en el segundo semestre del año.
Desde el domingo 19 de junio los turistas podrán ingresar por vía aérea a Estados Unidos sin prueba negativa de covid-19, pero tendrán que estar vacunados. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) informaron que la nueva fase se da gracias a la aceptación generalizada de vacunas y su alta efectividad, y que la nueva medida se revisará en 90 días para decidir si se mantiene o se cancela.
Inició en Puerto Rico la Cumbre de Sustentabilidad e Inversión del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés), donde hizo público un nuevo informe que analiza el crecimiento futuro de la región, que prevé que el sector del Caribe podría crear 1.34 millones de empleos en los próximos 10 años, si los gobiernos mejoran la cooperación intrarregional, representando una sola voz.
EN LA OPINIÓN DE:
Entre flores y recuerdos: la psicología del Día de Muertos
Colocar un altar nos lleva a encontrar un vinculo en el que se pude sanar la perdida
Conciencia Saludablemente
Por: Psicol. Alex Barrera
En México, la muerte no se esconde; se decora con flores de cempasúchil, se endulza con pan y se acompaña de risas y canciones. El Día de Muertos no es sólo una tradición; es una declaración cultural profundamente humana: la vida y la muerte no son opuestos, sino partes del mismo ciclo. Desde la psicología, esta visión ofrece una lección esencial sobre cómo enfrentamos la pérdida, el duelo y la memoria.
En muchas culturas occidentales, hablar de la muerte sigue siendo un tema prohibido. Se evita mencionar a los fallecidos, se apartan sus objetos, se oculta el dolor tras una aparente fortaleza. Sin embargo, la cultura mexicana, heredera de cosmovisiones indígenas y creencias sincréticas, ha desarrollado una relación distinta con la finitud. Aquí la muerte se sienta a la mesa. Se le invita, se le honra, se le ríe. En lugar de negar su existencia, se le integra como una compañera inevitable.
Esta actitud, lejos de ser una mera expresión folklórica, tiene profundas implicaciones psicológicas. Aceptar la muerte —propia y ajena— es aceptar la impermanencia de todo. Es reconocer que la pérdida forma parte de la vida, y que el dolor, cuando se vive con consciencia, puede transformarse en gratitud. Desde la psicología existencial, este reconocimiento no conduce a la desesperanza, sino a una mayor plenitud: saber que el tiempo es finito nos empuja a vivir con sentido, a cuidar los vínculos y a encontrar propósito en cada día.
Pero el Día de Muertos no solo nos enseña a pensar en la muerte; también nos enseña a recordar con amor. El altar, corazón simbólico de la celebración, se convierte en un espacio terapéutico. Al colocar una fotografía, una vela o el platillo favorito del ser querido, no solo evocamos su presencia: actualizamos el vínculo. Recordar no es aferrarse al pasado, sino mantener viva la conexión emocional que sigue existiendo más allá de la ausencia física.
En psicología del duelo, esto se conoce como el vínculo continuo. Lejos de promover el olvido, se alienta a las personas a encontrar formas sanas de mantener esa relación interior con quienes ya no están. El altar cumple exactamente esa función: da forma, color y orden al dolor. Permite hablar con los que se fueron, agradecerles, perdonarlos o simplemente compartir un instante simbólico de convivencia. Es, en términos terapéuticos, una representación externa del proceso interno de sanar.
Cada objeto en el altar cumple una función emocional: las flores representan el ciclo de la vida, la comida evoca el cuidado, las velas guían el camino y las fotografías preservan la memoria. A través de este acto ritual, la persona que recuerda también se reconstruye. Como en cualquier proceso terapéutico, el ritual ofrece estructura, contención y sentido: tres elementos fundamentales para elaborar el duelo.
La psicología contemporánea reconoce que los rituales —ya sean religiosos, culturales o personales— facilitan la transición emocional tras una pérdida. Funcionan como puentes entre el dolor y la aceptación, entre el caos y la calma. En ese sentido, el Día de Muertos puede entenderse como una forma colectiva de terapia: una jornada en la que la sociedad entera legitima el dolor, lo comparte y lo transforma en celebración.
Sin embargo, bajo el colorido de las ofrendas y la alegría de las calaveras, también laten silencios profundos. No todos los duelos son iguales ni todas las pérdidas se procesan del mismo modo. Hay quienes, tras la muerte de un ser querido, sienten que la vida pierde sentido, que el vacío es demasiado grande o que la tristeza se ha vuelto una compañera constante. En esos casos, el acompañamiento psicológico puede marcar una diferencia vital.
Hablar del duelo en terapia es un acto de valentía. Es reconocer que, aunque la cultura ofrezca rituales para honrar la muerte, a veces el dolor necesita otro espacio: un lugar donde ser escuchado, comprendido y trabajado con herramientas profesionales. La psicoterapia ayuda a darle forma a la ausencia, a integrar el recuerdo y a reconstruir la vida sin negarla, es iniciar el camino hacia una nueva forma de coexistir con el dolor y afrontarlo de manera que no se convierta en un trauma.
Así, el Día de Muertos no es sólo una tradición que mira hacia el pasado, sino una invitación a mirar hacia adentro. Nos recuerda que el amor y la pérdida son inseparables, y que recordar no duele: lo que duele es callar. Cada altar que encendemos es una forma de iluminar nuestra historia, de reconciliarnos con lo inevitable y de encontrar sentido en el recuerdo.
Quizás por eso, entre el aroma del copal y la luz de las velas, comprendemos que no se trata de vencer a la muerte, sino de aprender a convivir con ella, y entender que la vida es sólo el camino que nos lleva inevitablemente hacia el final. Y en ese aprendizaje, la psicología tiene mucho que aportar: ayudarnos a aceptar, a transformar y, sobre todo, a vivir con conciencia.
Porque así como los altares se llenan de flores cada noviembre, también nuestra mente y nuestro corazón pueden renovarse. A veces, solo hace falta dar el primer paso: hablar con alguien, pedir ayuda, acudir a terapia.
La vida como el altar, se enciende de nuevo cuando nos atrevemos a mirar la sombra y convertirla en luz en este ciclo cuya belleza se encuentra en tomar conciencia de que un día se va terminar.
**Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo. Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo humano.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque Biopsicosocial.
Si desea contactar con los especialistas en terapia y salud puede hacerlo enviando un mensaje
EN LA OPINIÓN DE:
Cuando el trabajo quema: el costo humano y empresarial del Burnout
El burnout agota a las personas, y cuesta millones a las empresas
Conciencia Saludablemente
Por: Psicol. Alex Barrera**
En los últimos años, el burnout o síndrome de desgaste profesional ha dejado de ser una molestia temporal para convertirse en una amenaza silenciosa para la salud mental, física, y la productividad de empresas y empleados. Desafortunadamente la iniciativa privada ha decidido que las necesidades de productividad sean ponderadas sobre las necesidades de bienestar humano, afectando a la sociedad de una manera que aparentemente nadie quiere ver, pero todos resentimos.
En México, cifras recientes reflejan un panorama de urgencia: según el informe Burnout Laboral 2025 de la plataforma Buk (plataforma tecnológica líder en gestión de capital humano), 72 por ciento de los colaboradores ha experimentado burnout al menos alguna vez durante el último año; de estos, 16 por ciento lo vive ocasionalmente y un 12 por ciento lo padece de forma frecuente.
Por otro lado, la consultora Betterfly estima pérdidas por hasta 16 mil millones de pesos anuales para las empresas mexicanas derivadas del ausentismo, la baja productividad y otros efectos del agotamiento laboral, estos datos no son secreto, pues se pueden encontrar publicados en diferentes medios de comunicación, y ocupan espacio en medio de las miles y miles de noticias que, aunque están ahí a nadie parecen alertarle.
Sin embargo, estos números no son meras estadísticas; tienen rostro, cuerpo, mente. El burnout se manifiesta primero como un agobio emocional: ansiedad constante, irritabilidad, dificultad para desconectarse del trabajo. A nivel mental puede dar paso a trastornos más serios como depresión, alteraciones del sueño, falta de concentración, pérdida de sentido de logro y despersonalización (sentir que el trabajo es alienante, que uno se vuelve “un engranaje”).
Y con los trastornos mentales, vienen también los desórdenes biológicos, el cerebro no está bien, ¿cómo el cuerpo lo estaría? El desgaste crónico también pasa factura. El estrés laboral prolongado se asocia con aumento de cortisol, lo que puede desencadenar efectos como hipertensión arterial, problemas del ritmo cardíaco, insomnio, migrañas, disfunciones digestivas (gastritis, colon irritable), debilitamiento del sistema inmune, e incluso alteraciones hormonales. Estas manifestaciones físicas se vuelven una alarma temprana de que el cuerpo ya no tolera más la presión.
Y como en casi la mayoría de los casos, acudimos al médico, quien tiene la solución en la palma de la mano, sintetizada en 100 mgs de algo químicamente probado para solucionar de manera rápida los dolores de tu cuerpo de manera artificial, porque claro está que la vida no puede parar, engaña a tu cerebro, y sigue, sin importar los costos a largo plazo para tu cuerpo que en algunos casos aprende a resistir y en otros colapsa colosalmente, dejando en tu cabeza la pregunta, “¿Cuándo y por qué me pasa esto a mí?”. Por su puesto en la empresa ya tendrán un remplazo, por que como dicen por ahí, “El show debe continuar” o la muy celebre “Nadie es indispensable”. Y entonces nos convertimos en esas máquinas orgánicas cuya principal meta es “Aguantar, aguantas hasta el final”
El impacto económico: pérdidas palpables
Pero no, hay que molestarse en odiar a las empresas o a quienes las encabezan, pues de ese lado las cosas no son mejores; para las empresas, el burnout represente un problema económico de gran escala, pues impacta en la operatividad y producción algunos ejemplos son:
Rotación de personal: las pérdidas de empleados de manera frecuente significan costos de reclutamiento, capacitación e integración de nuevos recursos. En el caso de empresas grandes mexicanas, los reportes indican que la salida anual de decenas de empleados les puede costar hasta 2 millones de pesos por año, lo anterior publicado por Wellhub (plataforma de bienestar corporativo)
Baja productividad y presentismo: cuando un empleado está presente pero desgastado, realiza el mínimo esfuerzo, comete errores, baja la calidad del trabajo. Según un estudio citado por OCC a través de El Economista, el 38 por ciento de los trabajadores reconoce que su productividad baja debido al burnout; el 40 por ciento que la calidad de su trabajo disminuye; el 45 por ciento señala que su compromiso y motivación decaen; y entonces ¿Por qué sigue pasando?
Costo global: a nivel mundial la OMS estima que la depresión y la ansiedad (que con frecuencia conviven o se desencadenan con burnout) representan pérdidas en productividad por aproximadamente 1 billón de dólares al año, sin embargo, las empresas ignoran este tipo de alertas, porque claro, aparentemente es mejor la solución rápida, la sustitución del elemento dañado, como si la empresa fuera un reloj, y el talento humano los engranajes que fácilmente pueden ser sustituidos por piezas nuevas que ayuden a continuar con la operación, porque ¿cuántos millones de engranajes vivientes pululan en el mundo? Sin embargo, como pasa con los mecanismos de verdad las piezas de desecho también ocupan un lugar, peor aún los engranajes humanos se convierten en materiales con los que la sociedad tendrá que lidiar. Porque los seres humanos no somos piezas y la sociedad no es un basurero, donde se puede reciclar u olvidar desechos. Los humanos no se desechan las personas y sus problemas impactan en la sociedad y las patologías mentales tienen un alto costo social que en algunas ocasiones desconocemos y en otras ignoramos.
El futuro ideal, empresas responsables y consientes.
¿Qué pasaría si las empresas jugaran en favor de la humanidad y no la productividad? Los datos también muestran que hay retornos concretos cuando las organizaciones se hacen cargo del bienestar emocional de sus trabajadores.
Programas de salud mental bien diseñados pueden reducir el ausentismo hasta en un 30 por ciento, mejorar la productividad en aproximadamente un 10-12 por ciento según lo publicado por la Revista Zona Libre en donde se mencionan Estudios de la Asociación Americana de Psicología.
Otro beneficio está en la retención de talento: empleados que sienten que su empresa se preocupa por su salud mental tienen menos probabilidad de irse, menor rotación, mejor clima laboral. Esto implica menores costos de contratación, capacitación e indemnizaciones, así como mayor conocimiento institucional retenido en la organización.
Además, hay beneficios indirectos: mejora del ambiente laboral, menos conflictos internos, menores errores, menos accidentes laborales, mayor innovación si las personas están mentalmente sanas y creativas.
Lo que empresa considera un gasto debería ser considerado una inversión ya que, en comparación, lo que las empresas invierten en programas de atención psicológica (por ejemplo, asesoría, terapia breve, talleres, mindfulness, pausas activas, capacitación en manejo de estrés) suele ser mucho menor que lo que pierden por rotación, errores, bajas laborales y disminución de productividad. El retorno de inversión puede ser alto: hasta 4 dólares de retorno por cada dólar invertido en algunos estudios internacionales; lo anterior publicado en lhh.com
Somos humanos no engranes
Mientras la empresa ve pérdidas cuantificables, la persona afectada sufre consecuencias que van más allá del trabajo, muchas de las cuales no tienen una justificación biológica y por tanto no serán tomadas en cuenta como riesgo de trabajo por los seguros médicos, y mucho menos si estos últimos son del orden gubernamental, por ejemplo, IMSS o ISSSTE.
Mentales: ansiedad, depresión, trastornos del sueño (insomnio, dificultad para dormir), deterioro en la autoestima, sensación de inutilidad, distanciamiento emocional de familiares y amigos, dificultad para concentrarse o disfrutar de actividades que antes eran gratificantes.
Físicos: fatiga crónica, dolores de cabeza, migrañas, malestares gastrointestinales, problemas como gastritis, hipertensión, alteraciones inmunológicas, trastornos hormonales. A largo plazo, un burnout no tratado puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas, e incluso daño cognitivo por el peso del estrés mantenido.
Las personas también pagan con calidad de vida: relaciones personales deterioradas, ocio reducido, insatisfacción general y, en casos extremos, riesgo de otros trastornos psiquiátricos o ideas suicidas; a fin de cuentas, todo se convierte en un círculo sin salida en el que individuo y por ende la sociedad porque el individuo con Burn Out no es un miembro funcional de la sociedad lo cual desencadena malestar en su círculo social, el estrés que no es bien manejado puede incluso provocar en las personas secuestros emocionales que a menudo terminan en escenas violentas, la depresión tiene fuerte impacto en la familia de quien la sufre y ya ni hablar de los efectos del suicidio a nivel comunidad.
Cuando la psicología encuentra su uso en medio de la vida
La psicología no solo diagnostica, también ofrece herramientas concretas para prevenir, identificar y tratar el burnout. Un buen psicólogo o una intervención psicológica empresarial ayuda en varios frentes:
En el tema de la psicología organizacional representa una de las herramientas más poderosas para fortalecer el bienestar y la productividad dentro de las empresas. Su enfoque permite comprender cómo piensan, sienten y actúan los colaboradores en el entorno laboral, ayudando a crear climas organizacionales saludables, mejorar la comunicación interna y prevenir conflictos. Además, mediante estrategias de selección, desarrollo y motivación, la psicología organizacional favorece la retención del talento y el compromiso, incrementando la eficiencia y reduciendo el ausentismo.
Por la parte clínica la psicología enseña habilidades de regulación emocional, manejo del estrés, estrategias de afrontamiento reales, trabajando la conciencia de los límites (saber cuándo decir no, priorizar y delegar).
Acompañamiento psicológico combinando en sus dos ramas, permite que la persona reconecte con sus motivaciones, valores, y recupere un sentido de propósito en su trabajo; ayuda a reconstruir autoestima dañada por la exigencia constante y el agotamiento.
En lo biológico, técnicas psicológicas como la terapia cognitivo-conductual, mindfulness, relajación y otras prácticas ayudan a reducir cortisol, mejorar patrones de sueño, disminuir la tensión física, disminución de síntomas psicosomáticos.
Para las empresas, ofrecer servicios psicológicos) no solo es un gesto humanitario sino una inversión estratégica. Al cuidar la mente de sus colaboradores, cuidan la productividad, reducen costos y construyen organizaciones más sostenibles.
En definitiva, si como sociedad aceptamos que trabajar hasta quemarse no es sinónimo de eficacia sino de desgaste, estamos reconociendo nuestro derecho a cuidarnos. El éxito no debe tener como costo la salud del individuo, la abundancia económica ni la efectividad productiva deberían ser indicadores de una vida valiosa, porque ningún KPI (Indicador de desempeño) vale más que la salud integral de quienes hacen posible la empresa: mente y cuerpo incluidos, no somos engranes en una máquina, somos seres humanos cuya finalidad en la vida no debería ser el éxito de la empresa a la que pertenecemos, sino el bienestar integral de la sociedad a la que pertenecemos, la cual tampoco debe depender de la industria sino de lograr una ecología social donde el humano pueda sentirse en equilibrio.
**Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo. Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque Biopsicosocial.
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