CDMX. – Regreso que ilusiona. La selección mexicana femenil se volvió a presentar en el Estadio Azteca tras 13 años (14 en el mes de junio) con una prometedora victoria ante su similar de Costa Rica (3-1) gracias a los goles de Rebeca Bernal, Katty Martínez y Stephany Mayor.

Costa Rica, en un principio, quería ser el ‘aguafiestas’ del regreso del tricolor femenil al Estadio Azteca. Mientras que las futbolistas mexicanas se acomodaban en el campo, las Ticas ya tenían dos aproximaciones que hicieron sudar frío a la portera Cecilia Santiago.

Pero, después vendría un monólogo tricolor que llenó de ilusión a más de uno. Las mexicanas se hicieron dueñas del balón y replegaron a las costarricenses a su área. Un tiro de esquina, producto de este dominio, sería la clave para el primer gol del partido. Nicole Pérez puso como con la mano un servicio para la llegada de Rebeca Bernal que sin saltar colocó el esférico en el ángulo superior de la portería visitante.

Si bien las futbolistas de Costa Rica tuvieron hasta ese momento las opciones más claras, la efectividad estuvo del lado de México y más cuando aumentaron la ventaja con un soberbio gol de Katty Martínez. La goleadora de la Liga MX Femenil disparo con efecto para colgar el balón en la red costarricense al minuto 36 de tiempo corrido.

De hecho, Katty Martínez, quien no había tenido mucho contacto con el balón, estuvo a punto de incrementar la ventaja antes del descanso con un balón que se estrelló en el travesaño. Para el complemento, México inició aún más intenso, hecho que tuvo su recompensa con el gol de Stephany Mayor. La mexicana abrió el balón hacia el costado izquierdo, se metió al área y ahí recibió el esférico para rematar sin piedad ante la portería centroamericana.

Mónica Vergara realizó modificaciones que, lamentablemente, trajeron descontrol en el equipo mexicano. Costa Rica avisó con un tiro al travesaño. En la jugada siguiente, un error en la marca de Alison González permitió que Fabiola Villalobos rematara en el área para vencer a Ceci Santiago.

La respuesta de Costa Rica no pasaría de esa anotación, además, el reloj se hizo amigo de las mexicanas, así como el cansancio y la altura de la Ciudad de México.

El silbatazo final llegó luego de que México se hiciera, de nueva cuenta, con el control del balón.

El partido finalizó dejando un grato sabor de boca, pese a las cosas que hay por mejorar. La selección mexicana inició con el pie derecho una nueva era, misma que promete felicidad y que tendrá al Estadio Azteca como su fortaleza.