Coronavirus
WUHAN CUMPLE UN AÑO DEL CIERRE DE 76 DÍAS TRAS DESCUBRIMIENTO DEL SARS-COV-2
China.- Wuhan, la gran urbe china que de la noche a la mañana se vio por sorpresa aislada y confinada, tras ser la primera en sufrir el virus que aún se cierne sobre el mundo, trata hoy todavía de recuperar su vida con mucha precaución, entre heridas que tardarán tiempo en superarse.
A las 10 de la mañana del 23 de enero de 2020, esta ciudad de 11 millones de habitantes despertó totalmente clausurada, con sus accesos cerrados, las calles desiertas y la gente metida en sus casas, en medio del pavor por una enfermedad de la que se sabía poco.
En los primeros momentos del inédito aislamiento, algunos todavía pudieron salir a comprar comida en las pocas tiendas que permanecieron abiertas, pero al poco éstas también cerraron y nadie se movió de sus cuatro paredes en semanas.
Llegaron los días más terribles: los enfermos se multiplicaban y los hospitales, sin medios ni personal suficiente para luchar contra un virus casi desconocido entonces, no daban abasto para atender a todos los ciudadanos que mostraban síntomas.
Muchos eran devueltos a casa sin un diagnostico claro y algunos murieron allí sin saber siquiera de qué, o sufrieron solos y en silencio la enfermedad, sin apenas información sobre su alcance o sus eventuales secuelas.
El pánico a lo desconocido y el hambre
El miedo a lo desconocido y la falta de comida fueron la mayor preocupación de los wuhaneses esas primeras semanas, según los testimonios recogidos por Efe estos días entre decenas de habitantes de la ciudad.
En los primeros compases, con las tiendas de alimentación cerradas y todo el mundo confinado, las autoridades todavía no habían podido organizar la enorme operación logística de repartir alimentos en cada domicilio de la ciudad por lo que mucha gente recuerda el hambre.
Además, eran los primeros en enfrentarse a un virus, sin apenas experiencias previas más que la del Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS), otra enfermedad causada también por un coronavirus que había afectado a China en 2013.
“La gente no tenía información, no sabía qué era exactamente el virus ni cómo se podía contraer y eso generó mucha ansiedad”, explica la psicóloga Li Geng, que trabajó sin descanso voluntariamente durante el confinamiento con los wuhaneses.
“Era como enfrentarse a algo invisible e impredecible, no sabíamos si de repente nos íbamos a contagiar todos o si algún día podríamos salir de casa”, afirma Yu Xingwen, una joven estudiante de medicina que pasó el confinamiento con su familia en el piso 23 de una de las miles de torres de viviendas que pueblan Wuhan.
Entre los que contraían el COVID-19, el problema era otro, explica la psicóloga Li: “tenían miedo a la muerte o a las secuelas que podía dejar la enfermedad, desconocidas entonces, algunas todavía ahora”.
Cuando uno está ingresado en un hospital, al menos cuenta con la compañía del personal sanitario y la confianza de saberse en manos de profesionales, pero cuando se está solo en casa o -en el mejor de los casos- con familiares, cualquier síntoma extraño se convierte en una alerta inquietante.
“Mi padre murió solo en su casa”
“Mi padre murió solo en su casa, no culpo a nadie, no había camas en los hospitales y cada día venía un médico a verle, se desvivieron para atenderlo pero era mayor y no pudo ser“, relata Wei Douyong (nombre ficticio), de 45 años, una de las pocas personas que se atrevieron a detallar el sufrimiento de aquellos terribles días.
La madre de Wei había fallecido dos años atrás y su padre, de 78 años, vivía solo en un apartamento de Wuhan, aunque el hijo buscaba una solución habitacional alternativa desde hace meses.
Esos momentos terribles duraron poco más una semana, el tiempo que tardó China en construir el hospital de campaña de Huoshenshan, uno de los dos que levantó en tiempo récord en la ciudad con módulos prefabricados para paliar la falta de camas hospitalarias.
El 2 de febrero, cuando se terminó en 10 días la construcción de Huoshenshan, el Ejército chino ya transportaba material y personal médico a Wuhan para su apertura al día siguiente.
Luego llegaron cientos de médicos y sanitarios de varias provincias chinas, además de equipos de protección, mascarillas y material necesario para el personal médico, que los primeros días trabajaron sin descanso para comer o incluso para ir al servicio, ante la falta de trajes protectores de recambio.
La psicóloga nos cuenta que cuando el confinamiento acabó, el 8 de abril, algunos doctores y enfermeras tenían pavor de recordar los momentos terribles que habían vivido.
“Es habitual en una situación traumática. Preferir no recordar y mirar para adelante en lugar de hacia atrás”, explica.
Solo hace falta charlar un rato con cualquiera en las calles de Wuhan para palpar algo parecido: la mayoría de la gente no quiere hablar y la que accede pasa enseguida por encima de los recuerdos para destacar lo “bien que está ahora la ciudad” que la gran mayoría considera “la más segura del mundo”.
Y se dio una categoría más de sufrimiento psicológico, dice Li: la de quienes pasaron la enfermedad y se curaron pero temen ser rechazados, que la gente no les acepte o les cuelgue para siempre el estigma del COVID-19.
“Tratamos muchos casos de esos durante la cuarentena, pero también después e incluso alguno ahora, es una preocupación persistente”, comenta la psicoterapeuta.
Un nadador que alivió el confinamiento
Desde el 8 de abril, Wuhan ha ido renaciendo poco a poco y ahora vuelve a ser una ciudad casi normal, con una animada vida cultural y nocturna, aunque nadie se quite la mascarilla y la precaución se palpe en cada momento y cada conversación.
Quedan muchas heridas todavía por cicatrizar y la capital de Hubei aún está lejos de ser la misma que antes.
Con todo, muchos wuhaneses salieron hoy, pese al cielo encapotado, a curiosear por las calles comerciales o pasear por sus hermosas playas fluviales junto al río Yangtsé, donde se veían también pescadores con caña.
Zou Liang, un diseñador wuhanés, de 40 años, que trabaja en el departamento de urbanismo municipal, se atrevía incluso esta mañana -cuando los termómetros marcaban 5 grados- a zambullirse en las frías aguas del Yangtsé y nadar en paralelo a la orilla durante más de media hora.
“Estuve nadando aquí todos los días durante el confinamiento, burlaba las barreras y los controles para venir, me gusta mucho nadar”, afirma sonriente a Efe nada más salir del agua.
Zou se muestra “feliz de que aquello haya pasado” y no tiene miedo de que el virus “pueda volver a Wuhan“, pese a los rebrotes actuales en el norte del país, los peores desde marzo de 2020.
“China está muy preparada y los está combatiendo muy bien”, dice, antes de despedirse y zambullirse de nuevo en las aguas del colosal río de Asia.
Con información de EFE
Coronavirus
México decreta el fin de la emergencia por covid-19
CDMX.- En México se decretó el fin de la emergencia por covid-19, cuyo virus causó la muerte a más de 333 mil personas en el país. El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, dio a conocer la decisión luego de la declaración hecha la semana pasada por la Organización Mundial de Salud, la cual determinó que el coronavirus ya no era una emergencia sanitaria en el mundo.
En la mañanera de hoy 9 de mayo, el subsecretario de Salud aseguró que en México se cumplían desde hace varios meses las condiciones que analizó la OMS para dejar de considerar al covid-19 una emergencia de salud a nivel internacional, por lo que se determinó poner fin a la emergencia decretada desde el pasado 30 de marzo, para lo cual el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto para derogar el anterior.
López-Gatell destacó que las condiciones que llevaron a que el gobierno federal determinara que el covid-19 ya no era una emergencia sanitaria son:
- En México se ha llegado al 95% de inmunidad.
- Disminución de casos, hospitalizaciones y muertes.
Además de que las nuevas variantes de covid-19 son menos virulentas y el tratamiento médico de las personas tiene mayor capacidad.
“Las olas 5 y 6 fueron menores en cantidad de casos, comparadas con la 4 en la que empezó a predominar Ómicron. Hoy Ómicron y sus variantes son 1% de los casos de aislamiento”, destacó.
Fue el 30 de marzo de 2020 se declaró emergencia sanitaria por el coronavirus SARS-CoV-2. A través de un decreto en el Diario Oficial de la Federación se hizo la declaratoria, a fin de que las autoridades de salud determinaran las acciones necesarias para atender esta situación.
Entre las medidas tomadas por autoridades de Salud contra el covid-19 se anunció la Jornada Nacional de Sana Distancia y nació un personaje durante la pandemia… Susana Distancia, a fin de que la población tomara conciencia y siguiera las indicaciones para evitar contagios por covid-19.
Se promovió el quédate en casa y se ordenó suspender por un mes las actividades no esenciales en los sectores público, privado y social, a fin de evitar aglomeraciones y la propagación del virus.
El primer caso de covid-19 en México se confirmó el 28 de febrero de 2020 en un hombre de 35 años que llegó a la Ciudad de México procedente de Italia, por lo que las autoridades de salud señalaron que se trataba de un caso importado.
El hombre, de nacionalidad italiana y residente de la Ciudad de México, había viajado a Italia del 14 al 22 de febrero. Presentó síntomas leves de resfriadoun día después de haber llegado al país y tras las pruebas realizadas en el INER y en el InDRE dio positivo a covid-19, por lo que estuvo en aislamiento hospitalario. El primer paciente tuvo contacto con nueve personas, ocho de ellas asintomáticas.
La primera muerte por covid-19 en México ocurrió casi un mes después de haberse reportado el primer caso importado del SARS-CoV-2. La Secretaría de Salud reportó el primer deceso por el virus el 18 de marzo de 2020 en un paciente que había presentado síntomas nueve días antes y padecía diabetes.
La persona que murió fue identificada como Carlos Hernández, quien días antes de su contagio, el 3 de marzo acudió a un concierto de metal en el Palacio de los Deportes con su esposa Adriana. El hombre de 41 residía en el Estado de México y de acuerdo con su esposa, no había viajado a ningún país, por lo que se trataría del primer contagio local.
De acuerdo con su esposa, al regresar a su casa en La Paz, Carlos Hernández presentaba un ligero y soportable dolor muscular, pero empeoró con fiebre, tos intensa. Finalmente fue internado Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias por un cuadro de neumonía.
Fuente Excélsior
Coronavirus
OMS decreta fin de la emergencia internacional por COVID-19
EU.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) levantó la emergencia internacional por la pandemia de COVID-19, que estaba declarada desde el 30 de enero de 2020, ante la notable reducción de casos graves y muertes a nivel global.
La decisión fue anunciada por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, un día después de que se reuniera el comité de emergencia del organismo para analizar la actual situación de la pandemia, que en más de tres años ha afectado al menos a 765 millones de personas y ha causado la muerte de unos 20 millones.
Desde principios de año la cifra de contagios de covid y muertes reportadas se ha ido reduciendo a nivel global: en la última semana de abril, la OMS confirmó 630 mil casos en el mundo y 3 mil 500 muertes, cuando en enero se superaban los 1.3 millones de positivos y los 14 mil fallecidos, en parte a causa de la ola en China.
Fuente López DórigaDigital
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