CANCÚN (Germán Arreola).- La recuperación turística del Caribe mexicano podría tardar hasta año y medio, con arribo de visitantes hasta finales de la temporada de verano —entre fines de junio y hasta diciembre año—, incluso con el incremento de los índices delictivos por el desempleo que ya se está manifestando, pero la forma de hacer turismo y las relaciones interpersonales tendrán que cambiar luego de que se supere la “emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor”.

Se trata de algunas conclusiones del encuentro virtual “Lideres de Opinion de Quintana Roo” que organizó la Asociación de Relaciones Públicas de la Riviera Maya, que lidera la empresaria Rocío Mena Réndiz, quien lanzó la convoctaria vía whatsapp, en el que participaron más de una decena de comunicadores.

Otra conclusión de la videoconferencia en la plataforma Meet, fue que al término de la pandemia de la covid-19 —la enfermedad contagiosa de la nueva cepa del coronavirus— es que se tendrán que reevaluar las acciiones de la sociedad para cada vez más tener al alcance una manera de vivir  sustentable.

Se dijo que la situación es inédita en las tres últimas décadas, y tras el cierre de 153 hoteles y 44 mil 546 habitaciones —que se repitió el martes y miércoles—, así como la alta mortandad de empresas que se prevé al término de la pandemia, el proceso de recuperación durará, en el mejor de los casos, entre 12 y 36 meses, de acuerdo con diversos especialistas.

También se destacó que se está modificando la forma de comunicarnos utilizando las diversas herramientas que proporciona la tecnología, y se hizo énfasis en que también cambiará el turismo y la forma de promocionar los destinos, pues ahora la mayor parte de las campañas será en redes sociales, o al menos eso se pergila.

Las participantes, en su mayoría mujeres, estimaron que por un tiempo dejará de arribar el turismo masivo al Caribe mexicano, tan en boga durante los últimos años y que terminó por abaratar destinos como Cancún, Mazatlán y Puerto Vallarta, para dar paso tras la contingencia sanitaria a grupos pequeños y fafmiliares.

Al respecto, Rocío Mena recordó que en sus inicios dentro de la hotelería aún no existía el sistema “todo incluido” y se trabajaba en el llamado Plan europeo —no incluye ninguna comida ni bebida—; incluso, subrayó que entonces Cancún era un destino exclusivo, cuando llegaban miembros de la realeza y el jet set.

Otra de las participantes mencionó que pese a que ya está sobre la mesa la propuesta de certificación Covid free, que garantice la seguridad de los clientes y trabajadores de los hoteles para cuando los establecimientos puedan abrir pues también habrá un nuevo tipo de turista, el del miedo y al que habrá que convencer de que el destino está “limpio”.

En ese sentido, también se mencionó que al final de la “emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor” y las secuelas laborales que dejará —cierre de decenas de micros, pequelas y medianas empresas (Mipymes)— la pandemia del coronavirus se dispararám los índices de delincuencia debido al desempleo, que actualmente se refleja em los cada vez más frecuentes de, para las autoridades, “robos pequeños”.