Tras de escuchar el Tercer Informe de Gobierno de Carlos Joaquín, gobernador de Quintana Roo, pudimos entrevistar a dos alcaldesas, las de los municipios más importantes del estado: Mara Lezama Espinosa, de Benito Juárez y Laura Beristáin Navarrete, de Solidaridad, ambas de Morena, el partido del presidente de la República. Las dos afirman coincidentes que fue un informe realista, que dice mucho, ni exageraciones, ni mentiras, solo la verdad.
Esos son buenos comentarios, porque aceptan que se ha progresado, pese a la “Austeridad Republicana”, que a todos les ha pegado por igual y que se refleja, sin duda, en la poca realización de obras de infraestructura en todo el estado. Además, ambas alcaldesas, aceptan que en cuestión de seguridad se ha avanzado y mucho, al sostener que el Mando Único si ha dado resultados: “ha contribuido a frenar la ola delictiva que avanza por todo el país, pero que en Quintana Roo se ha logrado frenar, aunque aún falte mucho por avanzar, dice Laura Beristaín, lo que ya es mucho, luego de meses de resistencia al trabajo en equipo, que ella hoy destaca.
Es cierto, para nosotros es importante destaca que gran parte del trabajo de Carlos Joaquín, se debe a que es un buen administrador de los pocos recursos presupuestales, luego de los recortes federales, con lo que cuenta y que, pese a ello se ha logrado avanzar y en forma muy notable en el sur del estado. Además ha demostrado liderazgo para reunir esfuerzos por sobre ideologías partidistas o intereses de grupos.
Esto lo ejemplifica Laura Beristáin al ser cuestionada: ¿Cómo calificas la administración de Carlos Joaquín en un rango del uno al 10 en sus tres años de gobierno? La respuesta es inmediata, pero en orden ascendente: “El primer año le puse un seis, en el segundo un 7 y en este tercero, un ocho. Cada vez me convence más. Hoy puedo decir que con mi policía, la mejor del estado, y el Mando Único estamos viendo resultados por el bien de la población”. Sin lugar a dudas un buen comentario, luego de meses de intransigencia.
Por otra parte, hay un asunto que da claridad y pone las cosas en su lugar. Se trata de las declaraciones de la líder nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, quien se deslindó de los desmanes en el Congreso del estado organizados por la senadora Maribel Villegas Canché. Esto, al pedir a los medios de comunicación que no le achacaran a su partido el comportamiento que tuvo la senadora quintanarroense durante la instalación de la XVI Legislatura del Congreso del Estado de Quintana Roo, el 3 de septiembre pasado, porque ni siquiera está afiliada al partido que llevó a la presidencia a López Obrador.
Todos vimos a través de los diferentes medios cómo Maribel Villegas, seguida por un centenar de seguidores, calificados de acarreados por muchos, irrumpió en la sede del Congreso del Estado en la ciudad de Chetumal y entró por la fuerza a interrumpir una sesión con carácter solemne que, finalmente, resultó ser en realidad una muestra de fuerzas entre tres grupos de diputados “morenos”, hombres y mujeres, que dieron el peor ejemplo de educación cívica, de ignorancia de la Ley y de ambición por el poder, donde los menos importantes, según vimos, fueron los electores.
Ante ello, la líder nacional de Morena desconoció a Maribel Villegas como militante de su partido, reiteró que la camaleónica quintanarroense no está afiliada a su partido y fue enfática al señalar que “la única relación que existe con la senadora es institucional, pero no de partido, ya que no está afiliada”.
En respuesta, Marybel Villegas, señaló que presentará ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, una denuncia por los ataques públicos de Yeidckol en su contra, a lo que la dirigente nacional respondió que “si bien sus estatutos prohíben las acusaciones entre militantes, la acusación de la senadora no procederán ya que no es militante de su partido…”
Hay que destacar que en las diferentes reuniones que tuvo Yeidckol Polevnsky con diputados locales de Quintana Roo, estuvieron presentes el senador José Luis Pech y los diputados federales Luis Alegre, Mildred Ávila, Jesús Pool y Patricia Palma, siendo siempre la gran ausente Marybel Villegas. Luego entonces, de acuerdo a la costumbre de la senadora, es muy posible que de seguir su ambición por la gubernatura, la veamos sin morena y sí en uno de sus viejos institutos políticos, aunque más bien podría ser el PRI que le dio tantos beneficios, sobre todo a raíz de la concesión a Aguakán, que ella autorizó, junto con otros, y de la cual hoy se desdice, como si todos fuéramos tontos.
Por el contrario, bien dijo el gobernador al rendir su Tercer Informe, en un magnífico escenario frente al Museo al Mestizaje y ante la presencia de más de 5 mil personas y 7 gobernadores, así como dirigentes empresariales, del sector social y público en general que llenó la avenida Primo de Verdad: “los cambios profundos logrados tienen un solo objetivo: Nunca más volver atrás”. Confiamos que así sea.