Internacional
Crisis política mayor por grave escándalo que acecha a Macron

FRANCIA, 19 DE JULIO.- El presidente francés Emmanuel Macron quedó sumergido en una crisis política mayor, debido al comportamiento descontrolado de un miembro de la seguridad del Palacio del Elíseo, que el 1 de mayo usurpó funciones policiales y fue filmado mientras golpeaba y pateaba a un manifestante.
El video lo muestra junto a los efectivos de seguridad encargados de mantener el orden, equipado con un casco de las fuerzas anti-motines CRS y con un brazalete rojo que lleva la inscripción “policía”.
El episodio se transformó en el primer escándalo político del nuevo gobierno porque el autor de la agresión, Alexandre Benalla, era un hombre de extrema confianza del presidente: después de haber sido responsable de la seguridad de Macron durante la campaña, desde su llegada al poder en 2017 fue designado “responsable de misión” en el palacio presidencial. Como adjunto del jefe de gabinete del presidente, François-Xavier Lauch, tenía un despacho y era el cargado de organizar la seguridad de los viajes presidenciales.
Benalla había solicitado autorización para acudir como “observador” a la manifestación del 1 de mayo, que fue acordado por su responsable, pero sin ninguna atribución para intervenir en la represión de los disturbios provocados por grupos ultras en la Plaza de la Contraescarpe, en el corazón del Barrio Latino de París.
Pese a la presión de la prensa, Macron mantuvo ayer un hermetismo absoluto y se rehusó a formular declaraciones sobre el caso. Los servicios de la presidencia, sin embargo, intentaron desactivar la bomba política explicando que inmediatamente después de participar en esa manifestación, Benalla fue suspendido durante dos semanas y luego recuperó su trabajo, aunque fue trasladado a otro puesto de carácter administrativo.
En la práctica, sin embargo, nunca cambió de funciones porque el 1° de julio fue el responsable de la seguridad para la ceremonia de ingreso de los restos de Simone Veil al Panteón.
Un video más reciente, filmado el lunes pasado, lo muestra con un teléfono celular en la mano junto al autobús que trasladó a la selección francesa durante su paseo triunfal por los Campos Elíseos para festejar la victoria en la Copa Mundial de Futbol.
Toda la clase política, desde la derecha hasta extrema izquierda, coincidió ayer en condenar el comportamiento de Benalla.
Numerosos parlamentarios pidieron una investigación más amplia para determinar “si en Francia existe una fuerza policial paralela al servicio del poder” y expusieron su perplejidad sobre el extraño recorrido realizado por Benalla en los medios políticos. Ese personaje, que se presenta como especialista de la seguridad, integró los servicios de orden de Martine Aubry cuando era secretaria general del Partido Socialista, de François Hollande durante la campaña que llevó al poder y luego de Arnaud Montebourg, que lo licenció por haber protagonizado un “grave incidente” de tránsito.
Tras incorporarse al grupo privado de seguridad Velours, trabajó durante un tiempo en África del Norte y Oriente Medio hasta que en 2016 fue contratado como responsable de seguridad de la campaña de Macron.
En marzo de 2017, en vísperas de la elección presidencial, protagonizó un violento incidente en la ciudad de Caen con un periodista. Dos meses después fue contratado como “responsable de misión” en el Palacio del Elíseo encargado de organizar los viajes presidenciales.
Si pudo llegar a ocupar esas funciones es porque contaba con la total confianza de Macron y de su esposa Brigitte, que fue forjando en forma paulatina durante la campaña. “Entre ellos se creó una relación particular”, aseguró un miembro del equipo. “Benalla prácticamente vivía con ellos y participaba en todas sus actividades oficiales como privadas”, agregó.
Debido al silencio de Macron, cada hora que pasa agiganta las dimensiones de este episodio. Aunque al presidente francés no le gusta actuar bajo presión, esta vez parece obligado a explicarse rápidamente para evitar que el primer escándalo político de su presidencia se transforme en un affaire d’Etat.
Fuente El Sol de México en línea

Internacional
TRUMP IMPONE TASA DE $100,000 USD A LA VISA H-1B: GOLPE A LA INNOVACIÓN GLOBAL

En una medida que ha sacudido al ecosistema tecnológico y empresarial global, el presidente Donald Trump anunció la imposición de una nueva tasa de $100,000 dólares estadounidenses para cada solicitud de visa H-1B, utilizada principalmente por profesionales extranjeros altamente calificados en sectores como ingeniería, informática, salud y finanzas.
La decisión, presentada como parte de una estrategia para “proteger empleos estadounidenses”, ha generado alarma entre startups, multinacionales y universidades que dependen de talento internacional para sostener su competitividad. Expertos advierten que esta tasa podría desincentivar la contratación de profesionales extranjeros, provocar una fuga de cerebros y debilitar la posición de EE.UU. como líder en innovación.
Empresas emergentes, especialmente en Silicon Valley y Nueva York, señalan que el costo es prohibitivo y podría obligarlas a trasladar operaciones al extranjero. Mientras tanto, países como Canadá y Alemania han respondido con campañas para atraer a los afectados, ofreciendo procesos migratorios más accesibles.
Organizaciones como TechNet y la Cámara de Comercio de EE.UU. han solicitado una revisión urgente de la medida, argumentando que la diversidad de talento es clave para el crecimiento económico. La tasa entrará en vigor el próximo trimestre, y ya se anticipan demandas legales por parte de grupos de derechos laborales y migratorios.
Fuente: 5to Poder Agencia de Noticias

Internacional
TRUMP DESATA UNA OFENSIVA NAVAL CONTRA CÁRTELES: SUBMARINO NUCLEAR Y BUQUES DE GUERRA RUMBO AL CARIBE

En una jugada que ha sacudido el tablero geopolítico del continente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el despliegue de una poderosa flota militar hacia el sur del mar Caribe. La operación incluye el envío de un submarino nuclear de ataque rápido y un crucero de misiles guiados, que se suman a tres buques anfibios ya posicionados cerca de las costas de Venezuela, Colombia y Panamá.

El objetivo declarado: combatir a los cárteles de la droga latinoamericanos, ahora catalogados por Washington como “organizaciones narcoterroristas”. Entre ellas figuran el Cártel de Sinaloa y el grupo venezolano Tren de Aragua. La ofensiva naval contempla más de 4,500 efectivos, incluidos 2,200 infantes de marina, con capacidad de desembarco inmediato.

La respuesta del gobierno venezolano no se hizo esperar. Nicolás Maduro anunció el despliegue de 15,000 efectivos en la frontera con Colombia y convocó a millones de civiles a integrarse a la milicia nacional. Denunció una “amenaza directa” a la soberanía venezolana y acusó a Estados Unidos de preparar una invasión encubierta.
Mientras tanto, la Guardia Costera estadounidense reportó la incautación de más de 34 toneladas de droga en operativos recientes en el Caribe y el Pacífico, reforzando el argumento de que el narcotráfico representa una amenaza transnacional.

Analistas advierten que esta escalada militar podría tener consecuencias impredecibles en una región marcada por tensiones migratorias, crisis humanitarias y disputas diplomáticas. La presencia de un submarino nuclear en aguas caribeñas no solo envía un mensaje de fuerza, sino que plantea interrogantes sobre los límites de la seguridad nacional y el equilibrio regional.
Fuente: 5to Poder Agencia de Noticias
