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Turistas lo odian, pero en Internet sargazo se vende en tres mil pesos
CIUDAD DE MÉXICO, 23 DE AGOSTO.- El sargazo ¡vale dinero!, así se ofrece la macroalga que afecta severamente las playas del Caribe Mexicano en el portal de Mercado Libre, donde alcanza precios de entre 310 y 320 pesos el costal de cinco kilogramos.
“El sargazo es una gran oportunidad de negocio. El alga sirve para producir cosméticos, fertilizantes, textiles, alimento para el ganso, borregos y cerdos, combustible e incluso puede consumirse como botana, dicen expertos; las propuestas para industrializarla vienen de ONG, particulares y gobiernos como el de Japón y China. Y muchos usos aún por descubrir”, se puede leer en uno de los anuncios publicados en la llamada comunidad de compra y venta online más grande de América Latina.
Uno de los vendedores ofrece envíos por kilo a todo el mundo a través de las empresas de paquetería DHL y FedEX.

En otro anuncio se vende sargazo seco a toda la República Mexicana “con fines de uso industrial, de investigación o desarrollo de nuevos productos, cosméticos, alimento para vacas, borregos, caballos, fertilizantes, abono, biocombustibles, textiles, adornos, etcétera”.
En la descripción del producto, se advierte que hay “un ejército de personal trabajando para su acopio y selección de las mejores calidades”.

Incluso hay quienes aseguran que su sargazo es “cosechado” antes de recalar en las playas y que se mezcle con la arena.
Además, indican que el alga marina es del estado de Quintana Roo o Yucatán, 100 por ciento natural.
De igual forma, en Mercado Libre se ofrece sargazo seco en polvo, que alcanza un precio de 500 pesos por medio kilogramo, 900 pesos un kilo y tres mil pesos cinco kilogramos.

En el proceso de pedido se señala que al momento de realizar la compra, se recolectan las algas de la orilla del mar, para ponerlas a secar bajo el sol de dos a cuatro días y después se somete a un proceso de molido artesanal y rústico a mano.
Excélsior ya consultó sobre esta venta de sargazo por Internet a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), y está a la espera de conocer si existe algún impedimento legal para extraer y aprovechar esta macroalga del medio natural.
De entrada, el sargazo no está incluido en la Norma Oficial Mexicana 059, de especies protegidas, por lo que las personas que quieran explotarlo podrían únicamente requerir de un permiso de pesca y fomento.
Un ejemplo de una especie que en México no se consume, pero que es aprovechada por pescadores de Bahía de Kino y el Golfo de Santa Clara, Sonora, es la llamada “agua mala” o “bola de cañón”, una medusa que los chinos compran por toneladas para consumirla en ensaladas.
Fuente: Excélsior
Fé & Religión
SOMO TEMPLO DE DIOS AMEMOS LA CASA DEL PADRE
Ezequiel 47, 1-2.8-9.12:
El ángel me hizo volver a la entrada del templo.
Del zaguán del templo manaba agua hacia levante –el templo miraba a levante–. El agua iba bajando por el lado derecho del templo, al mediodía del altar.
Me sacó por la puerta septentrional y me llevó a la puerta exterior que mira a levante. El agua iba corriendo por el lado derecho.
Me dijo:
«Estas aguas fluyen hacia la comarca levantina, bajarán hasta la estepa, desembocarán en el mar de las aguas salobres, y lo sanearán. Todos los seres vivos que bullan allí donde desemboque la corriente, tendrán vida; y habrá peces en abundancia. Al desembocar allí estas aguas, quedará saneado el mar y habrá vida dondequiera que llegue la corriente.
A la vera del río, en sus dos riberas, crecerán toda clase de frutales; no se marchitarán sus hojas ni sus frutos se acabarán; darán cosecha nueva cada luna, porque los riegan aguas que manan del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales.»

Salmo 45
El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada.
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro.
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra, y los montes se desplomen en el mar.
El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.
Teniendo a Dios en medio, no vacila; Dios la socorre al despuntar la aurora.
El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Venid a ver las obras del Señor,
las maravillas que hace en la tierra: pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe.

1 Corintios 3, 9-11.16-17
Hermanos:
Sois edificio de Dios. Conforme al don que Dios me ha dado, yo, como hábil arquitecto, coloqué el cimiento, otro levanta el edificio. Mire cada uno cómo construye.
Nadie puede poner otro cimiento fuera del ya puesto, que es Jesucristo.
¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: ese templo sois vosotros.
Juan 2, 13-22
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:
«Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.»
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron:
«¿Qué signos nos muestras para obrar así?»
Jesús contestó:
«Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.»
Los judíos replicaron:
«Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
La fuente de agua viva.
Ezequiel es un profeta de visiones extraordinarias que mira al Templo, la casa de Dios, como fuente de aguas que han de llegar hasta el abismo de la Arabá, del Mar Muerto, para que vuelva a nacer un nuevo paraíso. El manantial del templo que el profeta posexílico nos describe en este c. 47 ha encendido una inspiración sublime. Los discípulos ordenaron su obra, sus oráculos e inspiraciones y ésta es la última visión del profeta, antes de ofrecer una lista final de las tribus (c. 48). Tiene esta visión unas conexiones muy refinadas y particulares con el c. 37 sobre la efusión del Espíritu. Agua y Espíritu vienen a vivificar al pueblo que vive “desierto” o alejado de Dios. El desierto rodea al pueblo de la Biblia y las aguas del paraíso (Gn 2, 10-14) han sido siempre una nostalgia en la teología profética del Antiguo Testamento.
El agua que mana, al lado del altar, se hace un río hacia Oriente, hacia el desierto de Judea porque es agua divina, regalo de Dios para el desierto y el destierro de su pueblo. La imagen de que esta agua ha de llegar a las aguas fétidas y mortíferas del Mar Muerto es todo un canto y una inspiración de los dones divinos. Donde no hay vida, Dios donará vida; donde no hay Espíritu, Dios suscitará algo realmente nuevo. Este profeta, que tiene mucho de sacerdote, no podía menos que imaginar que la fuente estaba en el Templo de la ciudad Santa, la Jerusalén poética que él siempre se imaginó. Pero es, puede ser, un sacerdote profeta; eso significa que no se contenta con ofrecer sacrificios a Dios en nombre del pueblo y que todo siga igual. Propone la visión de un Dios que “ofrece” agua para la vida.

La comunidad, templo de Dios.
Si extraordinaria es la visión de Ezequiel, no es menos original la teología del “templo” que nos ofrece Pablo en estos versos de 1Cor: Pero ¡qué diferencia! Ahora no hay templo, ni altar, sino el “cuerpo” y el “espíritu”. Sobre estos símbolos bien significantes se carga todo el peso de una teología cristiana que es un descubrimiento sin precedentes. En todo caso sería una deducción de que el ser humano ha sido creado a imagen de Dios. El hombre, la persona, es “un cuerpo”, material y espiritual a la vez. El cuerpo nos identifica, nos personaliza, pero también nos lleva a la muerte si es un cuerpo “sin espíritu”.
¿Qué podemos inferir de la lectura? Que la presencia Dios en el mundo se realiza, sobre todo y ante todo, por nosotros, por nuestro cuerpo, por nuestra historia. Somos nosotros, según esta teología -sin caer en panteísmo alguno-, presencia viva del Dios vivo. Y como que Pablo está hablando en sentido plural, de la comunidad que no es otra que la de Corinto, podemos hacer la misma aplicación a la Iglesia. Los corintios están llamados pues, después de la “edificación” que hizo el Apóstol, poniendo como fundamento a Cristo, a ser el templo o santuario de la presencia de Dios por medio de su Espíritu. El edificio, la comunidad, es lo que es, porque está fundamentada en Cristo. Pero son personas las que han hecho posible este santuario de presencia divina. No obstante, la comunidad sin el Espíritu de Dios tampoco sería nada.
Un nuevo templo: una religión más humana.
El relato de la expulsión de los vendedores del templo, en la primera Pascua “de los judíos” que Juan menciona en su obra, es un marco de referencia obligado del sentido de este texto joánico. Este episodio viene a continuación del relato de las bodas de Caná, donde el vacío de la boda lo llena Jesús con el “vino” nuevo sacado del agua. Las tinajas estaban allí para la purificación de los judíos. El relato de la expulsión del Templo se encadena pues a anterior, porque se quiere insistir más en el vacío de una religión, que aunque “celebre” y llene el templo, puede que haya perdido su sentido verdadero y sea necesario algo nuevo. No olvidemos que este episodio ha quedado marcado en la tradición cristiana como un hito, por considerarse como acusación determinante para condenar a muerte a Jesús, unas de las causas inmediatas de la misma. Aunque Juan ha adelantado al comienzo de su actividad, que los otros evangelios proponen al final (Mc 11, 15-17; Mt 21 ,12-13; Lc 19, 45-46), estamos en lo cierto si con ello vemos el enfrentamiento que los judíos van a tener con Jesús. Este episodio no es otra cosa que la propuesta de Jesús de una religión humana, liberadora, comprometida e incluso verdaderamente espiritual.
En el trasfondo también debemos saber ver las claves mesiánicas con las que Juan ha querido presentar este relato, teniendo en cuenta un texto como el de Zac 14, 21 (el deutero-Zacarías) para anunciar el día del Señor. Es de esa manera cómo se construyen algunas ideas de nuestro evangelio: Pascua, religión, mesianismo, culto, relación con Dios, vida, sacrificios. Jesús expulsa propiamente a los animales del culto. No debemos pensar que Jesús la emprende a latigazos con las personas, sino con los animales; Juan es el que subraya más este aspecto. Los animales eran los sustitutos de los sacrificios a Dios. Por tanto, sin animales, el sentido del texto es más claro: Jesús quiere anunciar, proféticamente, una religión nueva, personal, sin necesidad de “sustituciones”. Por eso dice: “Quitad esto de aquí”. No se ha de interpretar, pues, como un acto político-militar como se hizo en el pasado. Es, consideramos, una profecía “en acto”.
El evangelio de Juan, pues, nos presenta esa escena de Jesús que cautiva a mentes proféticas y renovadoras. Desde luego, es un acto profético y no podemos menos de valorarlo de esa forma. En el marco de la Pascua, la gran fiesta religiosa y de peregrinación por parte de los judíos piadosos a Jerusalén. Esta es una escena que no debemos permitir se convierta en tópica; que no podemos rebajarla hasta hacerla asequiblemente normal. Está ahí, en el corazón del evangelio, para ser una crítica de nuestra “religión” sin corazón con la que muchas veces queremos comprar a Dios. Es la condena de ese tipo de religión sin fe y sin espiritualidad, que se ha dado siempre y se sigue dando frecuentemente. Ya Jeremías (7, 11) había clamado contra el templo, porque con ello se usaba el nombre de Dios para justificar muchas cosas. Ahora Jesús, con esta acción simbólico-profética, como hacían los antiguos profetas cuando sus palabras no eran atendidas, quiere llevar a sus últimas consecuencias el que la religión del templo, donde se adora a Dios, no sea una religión de vida sino de… vacío. Por eso mismo, no está condenado el culto y la plegaria de una religión, sino que se haya vaciado de contenido y después no tenga incidencia en la vida.
Aunque Juan es muy atrevido, teológicamente hablando, se está anunciando el cambio de una religión de culto por una religión en la que lo importante es dar la vida los unos por los otros, como se hace al mencionar el “cuerpo” del Jesús que sustituirá al templo. Aquí, con este episodio (aunque no sólo), lo sabemos, Jesús se jugó su vida en “nombre de Dios” y le aplicaron la ley también “en nombre de Dios”. ¿Quién llevaba razón? Como en el episodio se apela a la resurrección (“en tres días lo levantaré”) está claro que era el Dios de Jesús el verdadero y no el Dios de la ley. Esta es una diferencia teológica incuestionable, porque si Dios ha resucitado a Jesús es porque no podía asumir esa muerte injusta. Pero sucede que, a pesar de ello, los hombres seguimos prefiriendo el Dios de la ley, y la religión del templo y de los sacrificios de animales. Jesús, sin embargo, nos ofreció una religión de vida.

Juan 2, 13-22
«Destruid este templo y en tres días lo levantaré»
En esta fiesta universal de la Iglesia, recordamos que aunque Dios no puede ser contenido entre las paredes de ningún edificio del mundo, desde muy antiguo el ser humano ha sentido la necesidad de reservar espacios que favorezcan el encuentro personal y comunitario con Dios. Al principio del cristianismo, los lugares de encuentro con Dios eran las casas particulares, en las que se reunían las comunidades para la oración y la fracción del pan. La comunidad reunida era —como también hoy es— el templo santo de Dios. Con el paso del tiempo, las comunidades fueron construyendo edificios dedicados a las reuniones litúrgicas, la predicación de la Palabra y la oración. Y así es como en el cristianismo, con el paso de la persecución a la libertad religiosa en el Imperio Romano, aparecieron las grandes basílicas, entre ellas San Juan de Letrán, la catedral de Roma.
San Juan de Letrán es el símbolo de la unidad de todas las Iglesias del mundo con la Iglesia de Roma, y por eso esta basílica ostenta el título de Iglesia principal y madre de todas las Iglesias. Su importancia es superior a la de la misma Basílica de San Pedro del Vaticano, pues en realidad ésta no es una catedral, sino un santuario edificado sobre la tumba de San Pedro y el lugar de residencia actual del Papa, que, como Obispo de Roma, tiene en la Basílica Lateranense su catedral.
Pero no podemos perder de vista que el verdadero lugar de encuentro del hombre con Dios, el auténtico templo, es Jesucristo. Por eso, Él tiene plena autoridad para purificar la casa de su Padre y pronunciar estas palabras: «Destruid este templo y en tres días lo levantaré» (Jn 2, 19). Gracias a la entrega de su vida por nosotros, Jesucristo ha hecho de los creyentes un templo vivo de Dios. Por esta razón, el mensaje cristiano nos recuerda que toda persona humana es sagrada, está habitada por Dios, y no podemos profanarla usándola como un medio.
«Cuando recordemos la Consagración de un templo, pensemos en aquello que dijo san Pablo: ‘Cada uno de nosotros somos un templo del Espíritu Santo’. Ojalá conservemos nuestra alma bella y limpia, como le agrada a Dios que sean sus templos santos» (San Agustín)
«Hoy, fiesta de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán, recordemos que el Señor desea habitar en todos los corazones. Incluso si sucede que nos alejamos de Él, al Señor le bastan tres días para reconstruir su templo dentro de nosotros» (Francisco)
«Las Iglesias particulares son plenamente católicas gracias a la comunión con una de ellas: la Iglesia de Roma que preside en la caridad. El Señor hizo de san Pedro el fundamento visible de su Iglesia. Le dio las llaves de ella. El obispo de la Iglesia de Roma, sucesor de san Pedro, es la cabeza del Colegio de los Obispos, Vicario de Cristo y Pastor de la Iglesia universal en la tierra» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 834 y 936)
EL SEÑOR LES DA LA PAZ
FUENTE: JORGE GIRON SOSA
PRESBÍTERO

EN LA OPINIÓN DE:
LA SANTÍSIMA TRINIDAD, DOLORES HIDALGO, GUANAJUATO.
“Comentario a Tiempo”
Por Teodoro Rentería Arróyave
Como es del conocimiento público, la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo fue víctima de acoso sexual, este martes, mientras recorría la calle de Argentina para llegar de Palacio Nacional a la sede de la secretaria de Educación Pública; un sujeto con signos de drogadicción o alcoholismo se aprovechó cuando la mandatario respondió a la petición de algunos viandantes de dialogar y tomarse algunas fotos, el hombre se le acercó por detrás y le pasó un brazo sobre los hombros e intentó besarla en el cuello.
Me uno a todas las voces de que la jefa del Ejecutivo Federal, quien ocupa, valga la redundancia, el más alto puesto de la nación, merece y es necesario una más severa y profesional custodia de su persona.
Lo deleznable es que alguna comentocracia se aproche del despreciable incidente para insultar, para descalificar, para emprender campañas políticas asquerosamente interesadas, como ocurrió con el muy lamentable y doloroso asesinato del presidente municipal de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo; como comentó Gustavo Rentería Villa, el hijo colega: “El crimen del alcalde de Uruapan, fue utilizado para poner más chile piquín en la herida”.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, después de lamentar el “lamentable episodio”, informó su decisión de presentar la denuncia correspondiente contra el sujeto que le hizo tocamientos sin su consentimiento.
También en la conferencia mañanera del miércoles, Sheinbaum Pardo indicó que no cambiará su seguridad tras este acoso que sufrió, porque no puede alejarse de la gente, sin embargo, afirmó que lo ocurrido es un delito.
“Si eso le pasa a la presidenta caminando por la calle”, enfatizó, qué no les pasa a otras mujeres, jóvenes”, al señalar que presentó la denuncia ante la Fiscalía de la Ciudad de México, “sin privilegios”.
Agregó que su agresor fue detenido e identificado como Uriel Rivera Martínez, estaba drogado o alcoholizado.
“Nadie debe vulnerar nuestro espacio personal”, afirmó, al anunciar una campaña para que haya respeto en todos los sentidos y señaló a medios de comunicación por el uso de su imagen ante el caso: “Hay cosas que tienen límite”, dijo.
Juzguen ustedes respetados lectores, radioyentes, televidentes y cibernautas, después de que analicen estas estadísticas sobre el acoso sexual en México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI, mismas que revelan una alta incidencia, afectando predominantemente a las mujeres en diversos ámbitos.
45.6 por ciento de las mujeres mayores de 15 años han sido agredidas en el espacio público (calles, transporte, parques, centros comerciales, etc.) al menos una vez en su vida, según datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021.
Aproximadamente 7.7 millones de personas de 18 años o más en zonas urbanas (17.1 por ciento de la población) fueron víctimas de al menos un tipo de acoso y/o violencia sexual en lugares públicos durante el primer semestre de 2024, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU).
La forma más común de acoso en la calle incluye expresiones verbales de naturaleza sexual (piropos, insultos) y la realización de señales sexualmente sugerentes.
El 35 por ciento de las mujeres en México ha sufrido acoso laboral. El acoso y hostigamiento sexual en el trabajo contribuye a que muchas mujeres decidan renunciar; se ha reportado un promedio de 12 renuncias por hora debido a acoso laboral y discriminación.
El Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA) del INEGI reportó que el 21.7 por ciento de la población en línea fue víctima de ciberacoso en 2021, afectando a 9.7 millones de mujeres y 8 millones de hombres.
A lo largo de 2023 se reportaron más de 40,000 casos de acoso sexual, y en lo que va de 2025, casi 10,000 mujeres mexicanas han presentado denuncias por acoso sexual.
Existe una cifra negra significativa, ya




















