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Opinión

La cuarta transformación de México desde la inteligencia artificial

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Por.Hugo Alday Nieto

Después de leer diversas declaraciones en medios nacionales y chats sobre las elecciones por venir en unos días tanto en Coahuila como en el Estado de México, me llamó poderosamente la atención la manera en la que se ha desvirtuado el concepto de la cuarta transformación, siendo incluso minimizado a ser el equivalente de un partido político, como si la Independencia, la Reforma o la Revolución pudieran encuadrarse en la limitada definición de un partido político en la fracción I del artículo 41 constitucional.

En este sentido, y luego de que algunos afamados moneros y luchadores sociales venidos a doctos en filosofía política y derecho procesal constitucional en las redes sociales, hubieran constreñido el concepto de la cuarta transformación a un estatuto, a un partido, a un nombre o a un grupo de  personas, me di a la tarea de acceder a la tecnología para conocer desde la inteligencia artificial sus conceptos básico sobre la cuarta transformación y los partidos que la integran.

Entendiendo a la inteligencia artificial como una rama de la informática que se enfoca en la creación de sistemas y algoritmos que pueden realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, razonamiento, percepción, y toma de decisiones, según se describe a si misma desde el chat generado en you.com.

En este ejercicio de investigación realizado en tres distintas fuentes de inteligencia artificial como sage.com, ChatGPT.com y dragonfly.com, podemos ser testigos de las respuestas que se generan sobre la realidad política de México sin el sesgo del drama, ni tintes políticos exacerbados como los que se publican en las redes, chats y medios de publicación a sueldo.

Primera duda. Que es la cuarta transformación dé México.

  1. Sage.com.

La Cuarta Transformación en México es un término acuñado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para describir la serie de cambios políticos, económicos y sociales que su gobierno busca implementar en el país. El término se refiere a una visión de cambio radical que busca superar los modelos políticos y económicos del pasado.

En la visión de López Obrador, las tres transformaciones previas fueron la independencia de México de España en 1821, la reforma liberal en la década de 1850 y la Revolución Mexicana en la década de 1910. Según su punto de vista, la Cuarta Transformación busca consolidar los ideales de justicia, igualdad y democracia que surgieron en las transformaciones previas.

El presidente López Obrador ha enfatizado la lucha contra la corrupción y la austeridad en el gobierno, la implementación de políticas sociales para reducir la pobreza y la desigualdad, la promoción de la soberanía y el desarrollo nacional, y la defensa de los derechos humanos y la justicia social como pilares de su proyecto de transformación. Sin embargo, esta visión es objeto de críticas y controversias, y hay opiniones diversas sobre la forma en que se está llevando a cabo y sus resultados hasta el momento”.

  • Dragonfly.com.

La Cuarta Transformación en México es un movimiento político liderado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Esta transformación se caracteriza por el compromiso de luchar contra la corrupción y la impunidad, así como por la promoción del bienestar social y la preservación de los recursos naturales”.

  • ChatGPT.com

La Cuarta Transformación es un término que se utiliza para referirse a los cambios políticos, económicos y sociales que se están llevando a cabo en México desde la elección de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como presidente en 2018.

La Cuarta Transformación busca cambiar la forma en que se ha llevado a cabo el gobierno y la política en México en las últimas décadas, y se basa en los siguientes principios:

1. Lucha contra la corrupción: El gobierno de AMLO ha prometido combatir la corrupción en todos los niveles del gobierno y de la sociedad.

2. Austeridad republicana: El gobierno ha implementado medidas de austeridad para reducir el gasto público y evitar el despilfarro de recursos.

3. Bienestar social: El gobierno ha implementado programas sociales para ayudar a los más necesitados, como el programa de pensión universal para adultos mayores, el programa de becas para estudiantes de bajos recursos, entre otros.

4. Soberanía nacional: El gobierno ha buscado fortalecer la soberanía nacional y reducir la dependencia de México de los países extranjeros.

5. Democratización: El gobierno ha promovido la participación ciudadana y la democratización de la vida política del país.

Entre las medidas que se han implementado como parte de la Cuarta Transformación se encuentran la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, la creación de la Guardia Nacional, la reforma educativa, la reforma laboral, la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), la eliminación de las pensiones de los ex presidentes, entre otras.

En resumen, la Cuarta Transformación busca transformar la estructura del gobierno y la sociedad mexicana para lograr una mayor justicia social, transparencia y eficiencia en la gestión pública, y una mayor participación ciudadana”.

Tal como se puede apreciar de las respuestas de la inteligencia artificial, la cuarta transformación es mucho más que un partido político, es un movimiento que tiene una lucha constante, es un movimiento que no se detiene, que no es estático, que avanza, y por ende no puede constreñirse a una sola persona porque estaríamos definiendo a un absolutismo, así como tampoco a un grupo de personas porque estaríamos definiendo una oligarquía, y mucho menos cabe en un simple partido político porque estaríamos de vuelta en la dictadura perfecta (Vargas Llosa) del PRI.

Segunda duda. Quienes conforman la Cuarta Transformación dé México.

  1. Sage.com.

La Cuarta Transformación en México no está conformada por partidos políticos, sino que es un movimiento político y social liderado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y apoyado por diversos actores sociales, organizaciones civiles, sindicatos y movimientos sociales que comparten su visión de transformación del país.

Sin embargo, el partido político que impulsó la candidatura presidencial de López Obrador y que actualmente encabeza el gobierno es Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), un partido de izquierda que fue fundado en 2014 y que ha crecido rápidamente en popularidad en los últimos años. Además de MORENA, el gobierno de López Obrador cuenta con el apoyo de otros partidos políticos de izquierda, como el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), así como de algunos legisladores independientes.

Es importante mencionar que la Cuarta Transformación ha sido objeto de críticas y controversias, y que hay opiniones diversas sobre la forma en que se está llevando a cabo y sus resultados hasta el momento”.

  • Dragonfly.com.

Actualmente, los partidos políticos que conforman la Cuarta Transformación en México son el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Encuentro Social (PES)”.

  • ChatGPT.com

El partido político que lidera la Cuarta Transformación en México es el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), fundado por el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en 2014.

En ese sentido, los partidos políticos que han apoyado la agenda de la Cuarta Transformación en el Congreso de la Unión son:

1. Partido del Trabajo (PT): Es un partido político de izquierda que se ha aliado con MORENA en las elecciones de 2018 y 2021, y que cuenta con una bancada en la Cámara de Diputados y en el Senado.

2. Partido Verde Ecologista de México (PVEM): Es un partido político que ha apoyado algunas iniciativas de la Cuarta Transformación en el Congreso de la Unión, aunque también ha tenido diferencias con el gobierno de AMLO en algunos temas.

3. Partido Encuentro Social (PES): Es un partido político que se alió con MORENA en las elecciones de 2018, pero que perdió su registro como partido político en 2020.

Es importante mencionar que, aunque MORENA ha contado con el apoyo de estos partidos políticos en el Congreso de la Unión, ha habido momentos en que ha enfrentado resistencia y oposición por parte de otros partidos políticos, especialmente del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que han criticado algunas de las políticas y decisiones del gobierno de AMLO”.

Como se observa en las respuestas de la inteligencia artificial, resulta claro que la cuarta transformación es un movimiento social y que éste, se representa principalmente con tres partidos políticos que son MORENA, PT y PVEM, por lo que pareciera que las declaraciones realizadas al calor de las emociones pueden ser menos inteligentes que las declaraciones surgidas de la inteligencia artificial.

Al final todos tenemos la última palabra para decidir quien tiene la razón, entre aquellos que adjudican la lucha por la cuarta transformación en favor de una persona, de un partido o de un grupo de personas en exclusiva, o los resultados que se arrojan a través la inteligencia artificial. Porque en esta pugna existen de inteligencias a inteligencias.

Más sobre el autor:

(Abogado con mención honorífica por la Salle del Pedregal. Maestro en Derecho por la Universidad del Mayab. Maestro en Derecho por la Universidad de Alicante, España. Especialista en Arbitraje y conflictos entre marcas y nombres de dominio por la OMPI en Ginebra, Suiza. Doctorante en Derecho por la Universidad Anahuac Cancún.)

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Cuando el trabajo quema: el costo humano y empresarial del Burnout

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El burnout agota a las personas, y cuesta millones a las empresas

Conciencia Saludablemente

Por: Psicol. Alex Barrera**

En los últimos años, el burnout o síndrome de desgaste profesional ha dejado de ser una molestia temporal para convertirse en una amenaza silenciosa para la salud mental, física, y la productividad de empresas y empleados. Desafortunadamente la iniciativa privada ha decidido que las necesidades de productividad sean ponderadas sobre las necesidades de bienestar humano, afectando a la sociedad de una manera que aparentemente nadie quiere ver, pero todos resentimos.

En México, cifras recientes reflejan un panorama de urgencia: según el informe Burnout Laboral 2025 de la plataforma Buk (plataforma tecnológica líder en gestión de capital humano), 72 por ciento de los colaboradores ha experimentado burnout al menos alguna vez durante el último año; de estos, 16 por ciento lo vive ocasionalmente y un 12 por ciento lo padece de forma frecuente.

Por otro lado, la consultora Betterfly estima pérdidas por hasta 16 mil millones de pesos anuales para las empresas mexicanas derivadas del ausentismo, la baja productividad y otros efectos del agotamiento laboral, estos datos no son secreto, pues se pueden encontrar publicados en diferentes medios de comunicación, y ocupan espacio en medio de las miles y miles de noticias que, aunque están ahí a nadie parecen alertarle.

Sin embargo, estos números no son meras estadísticas; tienen rostro, cuerpo, mente. El burnout se manifiesta primero como un agobio emocional: ansiedad constante, irritabilidad, dificultad para desconectarse del trabajo. A nivel mental puede dar paso a trastornos más serios como depresión, alteraciones del sueño, falta de concentración, pérdida de sentido de logro y despersonalización (sentir que el trabajo es alienante, que uno se vuelve “un engranaje”).

Y con los trastornos mentales, vienen también los desórdenes biológicos, el cerebro no está bien, ¿cómo el cuerpo lo estaría? El desgaste crónico también pasa factura. El estrés laboral prolongado se asocia con aumento de cortisol, lo que puede desencadenar efectos como hipertensión arterial, problemas del ritmo cardíaco, insomnio, migrañas, disfunciones digestivas (gastritis, colon irritable), debilitamiento del sistema inmune, e incluso alteraciones hormonales. Estas manifestaciones físicas se vuelven una alarma temprana de que el cuerpo ya no tolera más la presión.

Y como en casi la mayoría de los casos, acudimos al médico, quien tiene la solución en la palma de la mano, sintetizada en 100 mgs de algo químicamente probado para solucionar de manera rápida los dolores de tu cuerpo de manera artificial, porque claro está que la vida no puede parar, engaña a tu cerebro, y sigue, sin importar los costos a largo plazo para tu cuerpo que en algunos casos aprende a resistir y en otros colapsa colosalmente, dejando en tu cabeza la pregunta, “¿Cuándo y por qué me pasa esto a mí?”. Por su puesto en la empresa ya tendrán un remplazo, por que como dicen por ahí, “El show debe continuar” o la muy celebre “Nadie es indispensable”. Y entonces nos convertimos en esas máquinas orgánicas cuya principal meta es “Aguantar, aguantas hasta el final”

El impacto económico: pérdidas palpables

Pero no, hay que molestarse en odiar a las empresas o a quienes las encabezan, pues de ese lado las cosas no son mejores; para las empresas, el burnout represente un problema económico de gran escala, pues impacta en la operatividad y producción algunos ejemplos son:

Rotación de personal: las pérdidas de empleados de manera frecuente significan costos de reclutamiento, capacitación e integración de nuevos recursos. En el caso de empresas grandes mexicanas, los reportes indican que la salida anual de decenas de empleados les puede costar hasta 2 millones de pesos por año, lo anterior publicado por Wellhub (plataforma de bienestar corporativo)

Baja productividad y presentismo: cuando un empleado está presente pero desgastado, realiza el mínimo esfuerzo, comete errores, baja la calidad del trabajo. Según un estudio citado por OCC a través de El Economista, el 38 por ciento de los trabajadores reconoce que su productividad baja debido al burnout; el 40 por ciento que la calidad de su trabajo disminuye; el 45 por ciento señala que su compromiso y motivación decaen; y entonces ¿Por qué sigue pasando?

Costo global: a nivel mundial la OMS estima que la depresión y la ansiedad (que con frecuencia conviven o se desencadenan con burnout) representan pérdidas en productividad por aproximadamente 1 billón de dólares al año, sin embargo, las empresas ignoran este tipo de alertas, porque claro, aparentemente es mejor la solución rápida, la sustitución del elemento dañado, como si la empresa fuera un reloj, y el talento humano los engranajes que fácilmente pueden ser sustituidos por piezas nuevas que ayuden a continuar con la operación, porque ¿cuántos millones de engranajes vivientes pululan en el mundo? Sin embargo, como pasa con los mecanismos de verdad las piezas de desecho también ocupan un lugar, peor aún los engranajes humanos se convierten en materiales con los que la sociedad tendrá que lidiar. Porque los seres humanos no somos piezas y la sociedad no es un basurero, donde se puede reciclar u olvidar desechos. Los humanos no se desechan las personas y sus problemas impactan en la sociedad y las patologías mentales tienen un alto costo social que en algunas ocasiones desconocemos y en otras ignoramos.

El futuro ideal, empresas responsables y consientes.

¿Qué pasaría si las empresas jugaran en favor de la humanidad y no la productividad? Los datos también muestran que hay retornos concretos cuando las organizaciones se hacen cargo del bienestar emocional de sus trabajadores.

Programas de salud mental bien diseñados pueden reducir el ausentismo hasta en un 30 por ciento, mejorar la productividad en aproximadamente un 10-12 por ciento según lo publicado por la Revista Zona Libre en donde se mencionan Estudios de la Asociación Americana de Psicología.

Otro beneficio está en la retención de talento: empleados que sienten que su empresa se preocupa por su salud mental tienen menos probabilidad de irse, menor rotación, mejor clima laboral. Esto implica menores costos de contratación, capacitación e indemnizaciones, así como mayor conocimiento institucional retenido en la organización.

Además, hay beneficios indirectos: mejora del ambiente laboral, menos conflictos internos, menores errores, menos accidentes laborales, mayor innovación si las personas están mentalmente sanas y creativas.

Lo que empresa considera un gasto debería ser considerado una inversión ya que, en comparación, lo que las empresas invierten en programas de atención psicológica (por ejemplo, asesoría, terapia breve, talleres, mindfulness, pausas activas, capacitación en manejo de estrés) suele ser mucho menor que lo que pierden por rotación, errores, bajas laborales y disminución de productividad. El retorno de inversión puede ser alto: hasta 4 dólares de retorno por cada dólar invertido en algunos estudios internacionales; lo anterior publicado en lhh.com

Somos humanos no engranes

Mientras la empresa ve pérdidas cuantificables, la persona afectada sufre consecuencias que van más allá del trabajo, muchas de las cuales no tienen una justificación biológica y por tanto no serán tomadas en cuenta como riesgo de trabajo por los seguros médicos, y mucho menos si estos últimos son del orden gubernamental, por ejemplo, IMSS o ISSSTE.

Mentales: ansiedad, depresión, trastornos del sueño (insomnio, dificultad para dormir), deterioro en la autoestima, sensación de inutilidad, distanciamiento emocional de familiares y amigos, dificultad para concentrarse o disfrutar de actividades que antes eran gratificantes.

Físicos: fatiga crónica, dolores de cabeza, migrañas, malestares gastrointestinales, problemas como gastritis, hipertensión, alteraciones inmunológicas, trastornos hormonales. A largo plazo, un burnout no tratado puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas, e incluso daño cognitivo por el peso del estrés mantenido.

Las personas también pagan con calidad de vida: relaciones personales deterioradas, ocio reducido, insatisfacción general y, en casos extremos, riesgo de otros trastornos psiquiátricos o ideas suicidas; a fin de cuentas, todo se convierte en un círculo sin salida en el que individuo y por ende la sociedad porque el individuo con Burn Out no es un miembro funcional de la sociedad lo cual desencadena malestar en su círculo social, el estrés que no es bien manejado puede incluso provocar en las personas secuestros emocionales que a menudo terminan en escenas violentas, la depresión tiene fuerte impacto en la familia de quien la sufre y ya ni hablar de los efectos del suicidio a nivel comunidad.

Cuando la psicología encuentra su uso en medio de la vida

La psicología no solo diagnostica, también ofrece herramientas concretas para prevenir, identificar y tratar el burnout. Un buen psicólogo o una intervención psicológica empresarial ayuda en varios frentes:

En el tema de la psicología organizacional representa una de las herramientas más poderosas para fortalecer el bienestar y la productividad dentro de las empresas. Su enfoque permite comprender cómo piensan, sienten y actúan los colaboradores en el entorno laboral, ayudando a crear climas organizacionales saludables, mejorar la comunicación interna y prevenir conflictos. Además, mediante estrategias de selección, desarrollo y motivación, la psicología organizacional favorece la retención del talento y el compromiso, incrementando la eficiencia y reduciendo el ausentismo.

Por la parte clínica la psicología enseña habilidades de regulación emocional, manejo del estrés, estrategias de afrontamiento reales, trabajando la conciencia de los límites (saber cuándo decir no, priorizar y delegar).

Acompañamiento psicológico combinando en sus dos ramas, permite que la persona reconecte con sus motivaciones, valores, y recupere un sentido de propósito en su trabajo; ayuda a reconstruir autoestima dañada por la exigencia constante y el agotamiento.

En lo biológico, técnicas psicológicas como la terapia cognitivo-conductual, mindfulness, relajación y otras prácticas ayudan a reducir cortisol, mejorar patrones de sueño, disminuir la tensión física, disminución de síntomas psicosomáticos.

Para las empresas, ofrecer servicios psicológicos) no solo es un gesto humanitario sino una inversión estratégica. Al cuidar la mente de sus colaboradores, cuidan la productividad, reducen costos y construyen organizaciones más sostenibles.

En definitiva, si como sociedad aceptamos que trabajar hasta quemarse no es sinónimo de eficacia sino de desgaste, estamos reconociendo nuestro derecho a cuidarnos. El éxito no debe tener como costo la salud del individuo, la abundancia económica ni la efectividad productiva deberían ser indicadores de una vida valiosa, porque ningún KPI (Indicador de desempeño) vale más que la salud integral de quienes hacen posible la empresa: mente y cuerpo incluidos, no somos engranes en una máquina, somos seres humanos cuya finalidad en la vida no debería ser el éxito de la empresa a la que pertenecemos, sino el bienestar integral de la sociedad a la que pertenecemos, la cual tampoco debe depender de la industria sino de lograr una ecología social donde el humano pueda sentirse en equilibrio.

**Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo. Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque Biopsicosocial.

Si deseas contactar al especialista o necesitas ayuda terapéutica puedes comunicarte vía Whats App

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El 10 de octubre: un llamado urgente en favor de la salud 

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Salud Mental el talón de Aquiles de la sociedad

Conciencia Saludablemente

Por:Psicol.Alex Barrera**

La salud mental se ha convertido en nuestros días en uno de los temas que poco a poco toma la relevancia que se merece, y si sin miedo a ser señalada de exagerada, y es que para quien esto escribe, el cuidado de la salud mental es sin lugar a duda la llave que reduciría en un alto porcentaje los dos grandes problemas de la época, las enfermedades cronicodegenerativas y la violencia. 

Así pues, aprovecho el espacio para recordar que cada 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha instituida en 1992 por la Federación Mundial de Salud Mental (World Federation for Mental Health) para sensibilizar sobre las enfermedades mentales, reducir el estigma y promover el acceso a servicios de atención psicológica y psiquiátrica. Esta jornada no es una simple efeméride: es un recordatorio de que la salud mental —tan crucial como la salud física— exige atención colectiva y políticas concretas. 

En 2025, la temática propuesta para el Día Mundial de la Salud Mental enfatiza “Acceso a servicios: salud mental en catástrofes y emergencias”. Con ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus organismos aliados pretenden poner foco en la resiliencia colectiva, especialmente en contextos de crisis —pandemias, desastres naturales, desplazamientos y guerras—, donde el bienestar psicológico se vuelve aún más frágil como lo aclara el ya mencionado organismo mundial.  

Pero ¿por qué hacer tanto énfasis en esta fecha? Porque no es marketing, ni un invento, mucho menos es una moda. Los números nos dicen que el riesgo está aquí, ahora, y para muchos expertos se encuentra en incremento. 

El pulso inquietante de las estadísticas 

En México, los datos más recientes desnudan una emergencia silenciosa. En 2022 se registraron 8 mil 123 suicidios, frente a los 6 mil 494 de 2017 —una tasa que pasó de 5.3 a 6.3 muertes por cada 100 mil habitantes en ese lapso según datos proporcionados por el Inegi  

Para 2023, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) apuntó que se registraron 8 mil 837 suicidios, lo que representa el 1.1 % del total de muertes del año.  En 2024, la cifra alcanzó los 8 mil 856 suicidios, manteniendo una tasa nacional de 6.8 por 100 mil habitantes. 

La brecha de género también es alarmante: para 2023, el 81.1 % de las muertes por suicidio correspondió a hombres y solo 18.9 % a mujeres. En este sentido, los hombres se enfrentan a presiones culturales que muchas veces inhiben su acceso al apoyo emocional. 

Para los jóvenes no es diferente: en México, el porcentaje de adolescentes entre 10 y 19 años que alguna vez pensaron en suicidarse pasó de 5.1 % en 2020 a 7.6 % en 2022, según datos publicados por el propio gobierno de México. Las niñas adolescentes destacan por su vulnerabilidad, con tasas casi dobles frente a los varones del mismo rango.  

Asimismo, en México se estima que 3.6 millones de personas adultas padecen depresión, con al menos 1 % de los casos considerados severos según los servicios de atención psiquiátrica del gobierno. Esto significa que la depresión no es una excepción: es un rostro cotidiano que muchos viven sin ser vistos. 

Terrible es poner en la mesa el tema sobre los propios especialistas de la salud quienes también enfrentan niveles elevados de desgaste, angustia y suicidio en comparación con la población general y entonces: ¿Quién podrá salvarnos? 

Estas cifras no deben leerse como estadísticas frías: son vidas que gritan por ayuda, comunidades donde el silencio se convierte en prisión. 

¿Qué busca visibilizar el 10 de octubre? 
  • La urgencia del problema: romper el tabú de la salud mental y reconocer que muchos sufren en soledad. 
  • Promover acciones concretas: no basta con discursos; hace falta inversión en atención psicológica accesible, capacitación de personal de salud y protocolos de emergencia. 
  • Generar solidaridad comunitaria: apoyar a quienes viven dificultades, enseñar herramientas preventivas y fomentar redes de escucha. 
  • Presionar políticas públicas: que el derecho a la salud mental quede inscrito en políticas estatales, municipales y nacionales con presupuestos adecuados, y que se exija por medio de la legislación a la iniciativa privada establecer protocolos para cuidar la salud mental de sus colaboradores. 

En regiones afectadas por desastres climáticos, conflictos sociales o migraciones forzadas, el Día Mundial se convierte en una herramienta crucial para atender no solo el trauma físico, sino el impacto psicológico prolongado. 

La urgencia de cuidarse más 

Cuando hablamos de salud mental, la prevención no es un cliché: es esencial. No es suficiente saber que es urgente atenderla, es necesario pasar del pensamiento colectivo a la acción individual, en el que exista una narrativa en la que se deje de lado el sólo pensar para poner en práctica, y lo que es mucho más importante abandonar la doble moral en la que aceptamos que la salud mental es importante, pero evitamos el existir socialmente como “anormales” por acudir a los servicios de psicología o psiquiatría.  

En ese orden de ideas una buena salud mental no necesariamente habla de una enfermedad grave que debe ser atendida, por el contrario, habla de la responsabilidad de mantenernos adecuadamente para evitar un problema de índole mayor como el burn out, la depresión o algún tipo de neurosis. Así pues para cuidar la salud mental se pueden abordar tres áreas fundamentales: 

  1. Autocuidado diario: hábitos de sueño, ejercicio, alimentación equilibrada, desconexión digital, momentos de ocio y contacto con personas queridas. 
  1. Atención temprana: detectar signos tempranos como el desinterés persistente, alteraciones de sueño, irritabilidad, aislamiento o pensamientos negativos constantes. Pedir ayuda o acompañamiento cuando estos síntomas duren semanas. 
  1. Apoyo profesional: psicoterapia, atención psiquiátrica o terapia de apoyo pueden marcar la diferencia entre una crisis temporal y una enfermedad crónica. 

En un contexto donde los suicidios aumentan, los síntomas depresivos y la ansiedad se hacen cotidianos en jóvenes, y muchas zonas no cuentan con profesionales suficientes, el mensaje del Día Mundial de la Salud Mental retumba con urgencia: no se vale descuidarse

Un llamado colectivo 

El 10 de octubre no conmemoremos ignorando la herida, sino iluminándola. Que no sea solamente un cartel con “Salud mental importa”, sino un punto de partida para una transformación real: que escuelas integren educación emocional, que empresas cuiden el bienestar psicológico de sus trabajadores, que gobiernos destinen recursos para la red de apoyo psicológico comunitaria. 

Cada vez que alguien decide no hablar, no buscar ayuda o callar su dolor, construimos una cultura silente que mata. Pero cada vez que rompemos el tabú, abrazamos al otro, ofrecemos un espacio seguro, abrimos la puerta a un camino de sanación. 

El 10 de octubre es más que una fecha: es una invitación a vernos, escucharnos y cuidarnos con la urgencia que nos reclama la estadística, la experiencia y la dignidad humana. Porque la mente no puede seguir siendo el terreno sin defensa de la salud pública y mucho menos ignorada por la sociedad.  

**Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo. Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo humano.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque Biopsicosocial.

Si deseas contactar al especialista o necesitas ayuda terapéutica puedes comunicarte vía Whats App

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