Visión Periférica

Por Cliserio E. Cedillo Godínez

Hay que aprender a vivir y convivir con la covid-19. No hay más remedio, porque la crisis que causa esta pandemia alcanza ya a una de cada cuatro personas trabajadoras en el país. Según los analistas, la mayor parte de los desempleados laboraban por cuenta propia, sin seguridad social y que, a su vez, prestaban sus servicios a unidades productivas que operaban irregularmente, por lo mismo, la política del gobierno federal para atender este tema de la crisis no contempla a la gran mayoría.
Es decir, los datos y los contextos del desempleo actual urgen a reformular los programas de apoyo a los trabajadores. Para ello, por parte de los gobiernos, es necesario diseñar ayudas que permitan a los desempleados sobrevivir a la crisis, mientras que quienes aún conservan sus fuentes de empleo deben salir a la calle con estricto apego a las medidas sanitarias, de lo contrario cada trabajador en la calle se convierte en factor de riesgo para contagiar o ser contagiado.
Es cierto, la crisis nos tambalea a todos por falta de seriedad en la autoridad federal que no predica con el ejemplo, porque no usa tapabocas y realiza giras por distintas partes del país y, sobre todo por su información errática que precipitó a una reapertura que amenaza con salirse de control, de lo que hoy culpa a los gobiernos de los estados. Aunado a esto, el panorama se complica por la desobediencia de muchísimos ciudadanos que no respetan ni asumen las medidas sanitarias.
Si bien López Obrador ha dicho que en México vamos muy bien en la lucha contra la pandemia, “que ya la hemos domado y que somos ejemplo para el mundo en este esfuerzo”, las autoridades internacionales no coinciden en lo mismo. Y es que, si la covid-19 tardó en entrar a México, su tendencia al alza ha sido sostenida y no se ha moderado. México, Brasil y Estados Unidos son presentados constantemente como ejemplos de mal manejo de la pandemia. Y nuevamente vuelve a insistir: el bajo uso de mascarillas es una de las razones.
En el caso de Quintana Roo, que reporta una caída de 22.9 por ciento en el empleo, derivada de la pandemia, como estado estratégico por el turismo que atrae y genera divisas, se puede decir que ha tomado sus propias decisiones, sin dejar la lucha contra los malos ejemplos que proyecta el poder central. Es así que se creó el programa “Cinco apoyos para tu tranquilidad”, además de distribuir 900 mil 700 paquetes alimentarios, casa por casa, durante abril, mayo y junio, lo que representa un beneficio directo para más de tres millones 150 mil personas, según informa el gobernador Carlos Joaquín.
Para hacer frente a la pandemia se creó el plan “Juntos Saldremos Adelante” que atiende la emergencia sanitaria causada por la pandemia del covid-19 y que consiste en tres ejes: salvar vidas humanas, apoyar a las familias en crisis de salud y económica, y recuperar la economía.
Es así que, según se ha visto, desde el inicio de la emergencia sanitaria causada por la covid-19, se implementaron acciones para evitar que por la pérdida de empleos ninguna familia quintanarroense afectada en los 11 municipios se quedara sin alimentos en su mesa. Esto, mediante el apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional, la Policía Quintana Roo, las y los presidentes municipales, la Coordinación Estatal de Protección Civil e integrantes de las brigadas amarillas. Afirma el gobernador que se espera llegar a la entrega de un millón de apoyos alimentarios al concluir el programa con las acciones de recuperación económica.
Según Carlos Joaquín la recuperación será gradual, ordenada y responsable. Para esto, dice, quienes no tienen por qué salir de casa, no lo hagan, para seguir cuidando a las familias y reducir los riesgos de contagio. El virus no se ha ido, está ahí. Hemos convivido con él desde casa y ahora nos toca hacerlo fuera de ella con el retorno gradual a las actividades, lo que implica fortalecer las medidas de distanciamiento social, el uso de cubrebocas, la higiene y, sobre todo, el respeto a los protocolos sanitarios establecidos”.
Es cierto, se puede decir que ya estamos en recuperación económica, ya hay más vuelos con turistas hacia Quintana Roo, pero apenas empieza y se requiere de la participación de todos. Sería muy lamentable que, por no atender recomendaciones sanitarias, la zona norte regresara al semáforo rojo, como ya ocurrió en sur del estado. Debemos considerar que muchas empresas no solo han despedido empleados y dejado de cumplir con sus obligaciones fiscales, sino que tampoco cumplen con el pago a proveedores, de lo que dependen miles de familias. No hagamos caso a los malos ejemplos, aunque sean del presidente y ponte tu cubrebocas.