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Internacional

Europa denuncia a EE UU y China ante la OMC y recrudece la guerra comercial

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ESPAÑA, 1 DE JUNIO.- Empieza el baile y es un todos contra todos: no hay aliados ni estrategias de asociación que valgan. Tras varias semanas amagando sin llegar a dar, Estados Unidos se lanzó ayer jueves a la guerra comercial —con aranceles sobre el acero y el aluminio— con tres de sus más viejos y fieles aliados: la UE, México y Canadá. Europa devuelve el golpe: la comisaria Cecilia Malmström ha anunciado este viernes demandas contra EE UU y China ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). Bruselas tiene listas represalias inmediatas con un impacto máximo de 2.800 millones sobre el bourbon, las Harley-Davidson, los vaqueros y otros productos genuinamente norteamericanos, y tras recibir el primer golpe de la Administración Trump cierra la puerta a negociar.

Malmstrom pactará con los Estados miembros la lista definitiva en los próximos días. Pero ha lazando un aviso a navegantes: “No vamos a entrar en ninguna negociación: Washington la ha rechazado en las últimas semanas. Ahora la pelota está en su tejado”.

“Si los países no cumplen las reglas comerciales, el sistema multilateral puede colapsar”, ha dicho la comisaria de Comercio para justificar la denuncia ante la OMC. Europa envía así envía un mensaje claro: en esta guerra comercial no hay bandos. La UE denuncia a Estados Unidos por los aranceles sobre el acero (25%) y el aluminio (10%), que entiende injustificados (“es puro y simple proteccionismo”, ha dicho el jefe de la Comisión, Jean-Claude Juncker). Pero ataca también hacia el flanco Este y denuncia asimismo a China por “socavar los derechos de propiedad intelectual de las empresas europeas”, que se ven obligadas a “conceder la propiedad o los derechos de uso de su tecnología a entidades nacionales chinas”.

Malmström ha evitado hablar de guerra comercial por el estigma que arrastra ese sintagma, asociado a los años más negros de la Gran Depresión de los años treinta del siglo pasado. Pero el principal recelo europeo es que la escalada actual no se detenga: Bruselas teme que Trump tenga en la diana los coches europeos y admite que sigue ese debate de cerca, “con ansiedad”, según una Malmström sorprendentemente sincera. Trump ha abierto una investigación sobre el sector del automóvil —la joya de la corona del superávit comercial alemán, cuya industria ha entrado en modo pánico por los potenciales efectos de esas medidas—, aunque lo de menos es lo que se vaya a encontrar en ese dossier: el actual inquilino de la Casa Blanca está convencido de que el jupiterino déficit comercial estadounidense es el origen de todos los males que acechan a la economía de EE UU. Piensa que el resto de países usan artimañas, se aprovechan del sistema y han dejado a la industria norteamericana en una situación de precariedad. Las cosas son un poco menos simples. Pero Trump nunca se ha caracterizado por la delicadeza de su argumentario.

Fuente El País

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Internacional

Alemania contra el Burn Out; buscan semana laboral de 4 días

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Agencias.-A primera vista, las cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) parecen claras: los alemanes trabajan menos que la gente de otros países. En Alemania, la cantidad de horas trabajadas al año se elevó en 2021 a un promedio de 1.349 por trabajador. El promedio en los países de la OCDE fue de 1.716 horas. Los griegos trabajaron 1.872 horas anuales, y los mexicanos 2.128.

Ante este telón de fondo, sorprende la discusión que actualmente se desarrolla en Alemania sobre la semana laboral de cuatro días. Más aún, porque en muchos sectores escasea el personal especializado y porque amenaza una recesión.

Pero no es aconsejable sacar conclusiones precipitadas. Los datos de la OCDE no sirven realmente para hacer comparaciones entre los países, en primer lugar, porque no se recabaron usando la misma metodología y no todos corresponden al mismo período. Enzo Weber, experto en mercado laboral, hace notar además que se utilizaron diferentes fuentes, entre las cuales se cuentan también encuestas. Y no en todos los países se entiende necesariamente lo mismo por tiempo de trabajo. Por otra parte, en el caso de Alemania, es mayor el porcentaje de mujeres que trabajan, y casi la mitad lo hace con jornadas parciales, lo que se refleja en el promedio. En consecuencia, las cifras sirven más bien para comparar tendencias.
Trabajo y productividad
Otro factor importante es la productividad. Weber indica que en este aspecto hace tiempo que Alemania no se ha cubierto de gloria. Este año se han registrado incluso claros retrocesos en la productividad. Pero eso no obedece a la pereza de los alemanes, sino a la crisis energética, según el experto. Porque esta afectó a muchas empresas que, debido a la escasez de operarios especializados, no despidieron empleados. En consecuencia, se mantuvo el número de horas de trabajo, aunque se produjo menos. Otra causa es el surgimiento en el país de un gran sector de bajo salario, en el que la productividad no es tan alta.

Los partidarios de la semana de cuatro días laborales piensan que este modelo podría resultar útil para mejorar la productividad. Argumentan que los trabajadores estarían más motivados y, por lo tanto, rendirían más. Por otra parte, se podría inducir así a trabajar a personas que no están dispuestas a hacerlo cinco días a la semana. Y eso reduciría la falta de personal en varios sectores.

Ya se han hecho algunos experimentos en la materia. Desde 2019, la organización 4 Day Week Global (4DWG) organiza programas pilotos, por ejemplo en Gran Bretaña, Sudáfrica, Australia, Irlanda y Estados Unidos. Según la oenegé, han participado en ellos más de 500 empresas. Y los resultados parecen ser positivos.

El aspecto salarial
Sin embargo, no todos los trabajadores están encantados con ese modelo. Una encuesta de la Fundación Hans-Böckler, cercana a los sindicatos alemanes, reveló que más del 73 por ciento de los trabajadores desearía una semana de cuatro días, si se les mantiene el mismo sueldo. Pero solo un 8 por ciento estaría a favor si supusiera un recorte salarial. Y el 17 por ciento rechaza una reducción del tiempo de trabajo.

A partir de este 21 de agosto, las empresas alemanas pueden postular a un proyecto piloto de seis meses de la agencia de asesoría Intraprenör, que trabaja con 4DWG. Enzo Weber no se fía mucho de estos experimentos. Hace notar que solo postulan a ellos empresas afines a la idea, y que una reducción del tiempo de trabajo implica también modificaciones en los procesos y la organización.

Algunos expertos, entre ellos Weber, abogan más bien por modelos flexibles. También Christoph Ahlhaus, gerente de la Federación de la Mediana Empresa, favorece soluciones individuales, acordadas entre los trabajadores y sus empleadores. En cambio, rechaza una intervención estatal que contemple menos trabajo con igual sueldo.

Pese a los argumentos en contra, Knut Giesler, un dirigente del sindicato industrial IG Metall, se propone plantear en la próxima negociación colectiva de la industria acerera del noroeste alemán, la demanda de la semana de cuatro días laborales, sin reducción salarial.
Pero, en una Europa donde la acogida divide y enfrenta a gobiernos, sus palabras irán sobre todo dirigidas a una ultraderecha y a una derecha conservadora, que advierten de una supuesta “invasión” migratoria.
Fuente:DW

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Internacional

Visita el papa Francisco Marsella para dar voz a migrantes

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Agencias.-El papa Francisco viaja este viernes (22.09.2023) a Marsella (sureste de Francia) para alertar del drama que viven los migrantes en el Mediterráneo, en pleno debate en Europa sobre la acogida de refugiados.

Desde Venezuela a Centroamérica y México, pasando por Estados Unidos, África y Oriente Medio, los migrantes son una prioridad para el pontífice, que suele expresar el dolor por las tragedias que sufren.

“El Mediterráneo es un cementerio. Pero no el más grande: el cementerio más grande es el norte de África”, advirtió el jesuita argentino de 86 años a la prensa en agosto.

La ruta del Mediterráneo está considerada como la más peligrosa del mundo. Más de 28.000 migrantes han desaparecido en sus aguas desde 2014 al querer alcanzar Europa desde África, según la OIM.

A esos migrantes muertos en el mar, el sumo pontífice rendirá homenaje ante un memorial próximo a la basílica de Notre Dame de la Garde, conocida como la “Buena Madre”, en uno de los momentos más esperados de su viaje.

“Naufragio de la civilización”
Tras una plegaria en la basílica, se recogerá hacia las 18H00 (16H00 GMT) ante el memorial con vistas al mar Mediterráneo, que ya contempló en pasadas visitas para pedir la acogida de migrantes.

Desde un campo de refugiados en Lesbos, isla griega emblema de la crisis migratoria, Francisco ya denunció a finales de 2021 el “naufragio de la civilización” que abandona a estas personas que huyen de sus países.

Pero, en una Europa donde la acogida divide y enfrenta a gobiernos, sus palabras irán sobre todo dirigidas a una ultraderecha y a una derecha conservadora, que advierten de una supuesta “invasión” migratoria.

Su visita coincide con la llegada de miles de migrantes días atrás a la isla de Lampedusa, que obligó a la Unión Europea (UE) a adoptar un plan para ayudar a Italia a gestionar esta ruta migratoria procedente del norte de África.

El papa Francisco ya advirtió que su viaje no es una visita oficial a Francia, sino que busca clausurar un encuentro entre obispos y jóvenes del Mediterráneo, con las desigualdades, el diálogo interreligioso o el cambio climático en la agenda.

Fuente:DW

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