Opinión
CAMPECHE, ENTRE VIDEO MENSAJES, MODERNIZACIÓN Y ALTERNANCIA
Por Juan Manuel Herrera
Este viernes siete de agosto se ajusta el 163 aniversario de la emancipación política del estado de Campeche, cuya fecha histórica aprovecha de escenario su titular del Ejecutivo para dar cuenta de la situación general de la administración pública de la entidad.
Era considerado el día del gobernador, en que multitudes aclamaban y agradecían proyectos y obras de gobierno. Servía igual de pasarela y “baño de pueblo” a los aspirantes a distintos cargos de elección popular, pues la liturgia política tomaba el Quinto Informe como banderazo de salida del proceso sucesorio gubernamental. Hoy las cosas cambiaron no sólo porque el gobierno federal es presidido por la izquierda, sino debido a que Campeche y el país, son agobiados por una contingencia sanitaria y una brutal crisis económica que hizo caer menos 18 por ciento el Producto Interno Bruto (PIB).
La entrega del documento y las salutaciones serán virtuales, como parte de la nueva normalidad. Algo que vendrá a darnos un anticipo de la era Post-Covid en uno de los pocos reductos a los que no había llegado con tal magnitud la revolución digital: la política. La irrupción de las tecnologías de la información en los últimos 25 años, “han puesto patas arribas” todos los ámbitos que tocaron, y más en pleno 2020 con la pandemia del SARS-COV2. Se revolucionó de la industria de la música a las finanzas, de la forma en la que nos comunicamos al periodismo, de los modelos en que se distribuye la información a los que organizan la economía.
El escritor y periodista español Diego Beas, autor del libro “La reinvención de la política: Obama, Internet y la nueva esfera pública”, advertía que las tecnologías de la información han transformado cuanto ámbito toca, pero que uno de los reductos a los que no había alcanzado la revolución digital del último cuarto de siglo era precisamente la política. Finalmente lo hizo: con la manifestación de internet a partir de mediados de los noventa y la sofisticación de los recursos disponibles, la estructura y prácticas políticas se enfrentan a un vertiginoso cambio que redefine dramáticamente su funcionamiento.
Campeche no es ajeno a estas reinvenciones, de las que dio cuenta la sexagésima tercera legislatura estatal que aprobó un documento en que se resaltaba que: “Por única ocasión y en virtud de la emergencia sanitaria decretada por las autoridades sanitarias federales y estatales, con observación y cumplimiento pleno de las medidas de salud, se fija el día siete de agosto del año 2020, en horas hábiles, para recibir del C. Gobernador Constitucional del Estado, en las oficinas administrativas del Palacio Legislativo, la documentación relativa al V Informe sobre el estado general que guarda la administración pública de la entidad”.
Con 19 votos a favor y seis en contra, el Congreso local acordó que la ceremonia protocolaria del magno acontecimiento sea de mero trámite; el gobernador Carlos Miguel Aysa González dará por ello un video mensaje a las 10 horas por su red social, páginas y medios oficiales, tras entregar por escrito su Informe, en sencillo rito en el recinto legislativo, con apego a los protocolos sanitarios, a la austeridad reinante de la 4T, al fantasma de la alternancia y los contagios de Covid-19 que ronda a los padres conscriptos.
Saetillas…
Las actividades por el 163 aniversario de la emancipación política del estado de Campeche inician a las 8:50 horas en la explanada Pablo García y Montilla del Poder Legislativo con una ofrenda floral y guardia de honor…De acuerdo con la agenda divulgada por el propio gobernador en la Mesa Estatal para la Construcción de la Paz, a temprana hora acudirá personalmente a las instalaciones del Poder Legislativo a entregar el compendio, como dispone la ley para la rendición de cuentas. Se cumplirá con las medidas sanitarias recomendadas, sin concentración de personas y siguiendo las recomendaciones de higiene y sana distancia…La fecha es reveladora en los campechanos, que con todo y proyectos modernizadores sienten que al grueso de la población no se les ha tratado con equidad, y menos hecho justicia social, en especial al pueblo maya…El exgobernador Héctor Pérez Martínez en sus memorias “En los caminos de Campeche”, reconocía esa amarga sensación que prevalecía en la población nativa. “Vengo del campo y traigo conmigo el suave ruido de nuestra baja selva. En esta paz de Campeche y a esta hora, entre el mar que duerme y la tierra ensombrecida, es grato el recuerdo de los íntimos panoramas recorridos; la reconstrucción ideal, y por ello mayormente eficaz, de un itinerario compuesto por pueblos siempre iguales, de plazas desoladas; gente al mismo tiempo llenas de esperanza y desesperanzas; caminos de tierra roja; amigos de un día y ya de toda la vida; palabras llenas de color, precisas, tan certeras que ellas solas dibujan y concretan el perfil de un tiempo, el matiz de una época: agravios no consolados, viejos rencores mantenidos en rescoldos, justo desprecio, silencio”, señalaba…Tal vez por ello en el marco de la celebración, y tomando en consideración que en este día se ajusta igual un aniversario más de vida de la política campechana Layda Elena Sansores San Román, que se asume como un personaje que lucha porque sea tiempo de escuchar a los que nunca se les ha dado voz, en las redes sociales en las vísperas se inició con una serie de felicitaciones por su cumpleaños, y con la irrupción de un grupo, los Morenos, que asumen que es tiempo no únicamente para que Campeche concrete la alternancia política tras nueve décadas de hegemonía priista, sino de que venga una mujer a dirigir su destino en el relevo gubernamental del verano de 2021…Dinámico se ha visto al gobernador Aysa González en las vísperas de entregar su V Informe de Labores, por lo que ni la pandemia ni el mal tiempo los ha puestos de pretextos, y con lo que sigue presidiendo giras y entregas de apoyos, y a unas horas de que se apersonara al Congreso, encabezó con el titular de la Seduopi, el experimentado constructor Edilberto Jesús Buenfil Montalvo, y el secretario de Gobierno, Pedro Armentia López, la puesta en marcha de un proyecto vial de gran envergadura en la capital estatal… La modernización de Campeche continúa en marcha, resaltó el político paliceño al poner en funcionamiento en beneficio de los campechanos la prolongación avenida Lázaro Cárdenas entre avenida López Portillo y Periférico Pablo García y Montilla, que dará mayor movilidad a San Francisco de Campeche… “Mi compromiso es hacer obras de beneficio social y colectivo; seguimos cumpliendo a las familias campechanas”. resaltó el mandatario en un acto en que Buenfil Montalvo festinó que las maquetas se hicieron realidades pese a la molestia de muchos a los que parece enojarles el progreso y la constitución de un Campeche de vanguardia…En las oficinas centrales del Infonavit se acumulan los expedientes negros de su flamante representante en la entidad, el junior venido a menos, Rafael Felipe Lezama Minaya, que se desbocó en una precampaña buscando la nominación como candidato de Morena a la alcaldía capitalina, pero a la que le pesa en contra su historial de violencia y corrupción…Si el partido de AMLO se pone estricto como lo está haciendo el PRI, que determinó cerrar el paso a personajes corruptos al pesarle este estigma, seguramente Lezama Minaya, no tendría ninguna oportunidad siquiera de repetir como regidor…En la memoria persistes sus traiciones a Carlos Ernesto Rosado Ruelas, el primer presidente municipal panista en Campeche, al PES que lo hizo síndico y a Morena, al alentar ambiciones y proyectos políticos contrarios a la mística y visión del presidente y a su propio círculo en Campeche…De Lezama se recuerdan actos de violencia pública e intrafamiliar, de las que sobran expedientes, acosos laborales, maltrato verbal a elementos de seguridad pública que exhiben su podredumbre y locuras… Se determinó vigilarlo tras el cúmulo de quejas en su actual encomienda, al coligarse a un tal “Nachito”, con el que al parecer acordó comisiones y dar el Vo Bo a la venta de un fraccionamiento en la Atenas del Camino Real que por alguna razón no ha podido comercializar. Su expediente es abultado y negro como su conciencia, y ya se encuentra en revisión en las más altas esferas…Los casos de Covid-19 al alza, México registraba al jueves seis de agosto 462 mil 690 casos confirmados y 87 mil 973 sospechosos, con 50 mil 517 defunciones. En Campeche la secretaría estatal de Salud reportaba un acumulado de cuatro mil 967 casos positivos confirmados y 569 defunciones. Hasta ahora no relajar los cuidados, mantener las medidas sanitarias, el aislamiento social y la sana distancia, son las únicas medidas válidas que pueden evitar que se forme parte de las estadísticas de contagio y letalidad…El Partido Revolucionario Institucional (PRI) se cimbró no solo por la rebelión que crece en contra de su dirigente nacional, Rafael Alejandro Moreno Cárdenas que en sorpresiva reunión del Consejo Político tricolor, realizada vía internet aprobaron un documento y le otorgaron poderes supremos a su líder, sino por las revelaciones del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin… El otrora poderoso funcionario del peñismo implicó en sus malos manejos a dos expresidentes del PRI, pues además del político indiciado, en la lista aparecen los nombres de Pedro Joaquín Coldwell, quien era secretario de Energía y consejero presidente del Consejo de Administración de la paraestatal, y Enrique Ochoa Reza, en ese momento subsecretario de Hidrocarburos…Moreno Cárdenas ha sido noticia en estos días por abrogarse la facultad de decidir las próximas candidaturas del partido a puestos de elección popular, desde alcaldes, diputados y gobernadores, incluso, que él nombre a los coordinadores legislativos…Fue más allá de lo hecho por su mentor, el tabasqueño Roberto Madrazo Pintado –a quien se acusó en su momento de trinquetero al apoderarse de la candidatura presidencial tricolor en las polémicas elecciones de 2006–, dado que hizo que un Consejo Político Nacional a modo lo faculte también a que sus bancadas le consulten el sentido de todas sus votaciones, previo a la discusión de las iniciativas en los respectivos congresos, especialmente en el Congreso de la Unión…Su agandalle hizo que figuras relevantes del tricolor, como la ex dirigente nacional y actual legisladora federal, Dulce María Sauri Riancho criticaran su actuar, y lamentaran que pretenda erigirse como un dictador, lo que tanto se le critica a la 4T… Esta historia dará para más, pues se le refrescó lo hecho en 2018, siendo gobernador de Campeche, cuando se hizo a la mala de todas las candidaturas del PRI y de la alianza con el PVEM y el Panal e impuso a incondicionales, familiares y amigos, lo que se tradujo en una brutal debacle del tricolor… Ese actuar dejó muy mal parado a sus principales operadores políticos y a su entonces líder estatal, Ernesto Castillo Rosado, quien al asumir su encomienda aseguró que correría a “todos los traidores” que les hicieron perder votos y posiciones en el 2015, pero que en los hechos no cumplió, y simplemente empeoró los resultados. ¿Pensará llevar esta fórmula trágica a todo el país buscando poner los últimos clavos al ataúd del otrora partido de las mayorías? …En el PRD el domingo nueve de agosto se renovará su dirigencia estatal, lo que parece no preocupar mucho pues la que se va, pasa más con pena que gloria. El perredismo ha respirado por la ayuda del sistema priista, y de facto se anunció una posible alianza con el PRI buscando sobrevivir a otro posible tsunami de Morena que los pudiera hacer perder incluso su registro… Nos leemos a la próxima.
EN LA OPINIÓN DE:
“Vivir con miedo: la huella psicológica de la inseguridad en México”
Los Mexicanos vivimos con miedo y eso es una realidad…
Conciencia Saludablemente
Psicol. Alex Barrera
¡Mexicanos al grito de guerra! Esta es una de las estrofas más fuertes de nuestro himno nacional, cualquier mexicano conoce esta frase, pero cuantos de los habitantes de este país repara en el significado de esta frase que pareciera ser una realidad en estos días, cuantos de verdad se dan cuenta que la violencia en México si indiscutiblemente se ha convertido en una guerra, una que enfrentamos día a día y que se ha enraizado en nuestra sociedad.
Peor aún, ¿cuántos mexicanos si quiera se dan cuenta lo que le hace a su salud mental? La percepción de inseguridad, más allá de cifras, opera como un reflejo trastornador en el bienestar psicológico de la ciudadanía. En México, cuando los titulares de prensa retumban con asesinatos públicos, atrocidades y organismos de seguridad incapaces de contener el escalamiento criminal, lo que se resquebraja no es únicamente la confianza en las instituciones: se fractura la sensación de habitar un entorno protector, lo que repercute directamente en el ánimo, la salud mental y la capacidad de resiliencia de las personas.
Mientras el gobierno actual culpa a los anteriores gobiernos de la herencia de violencia, poco se ocupa de comunicar sus propias estrategias para brindar la certeza que la gente necesita hoy, y es que, si vamos al pasado inmediato, tan sólo en octubre se registraron un par de episodios que ilustran a la vez la crudeza de la violencia y su potencia simbólica.
La violencia ya no solo es violencia, sino que está plagada de un claro mensaje “NO HAY TREGUA”, porque no es solo el hecho de que en el estado de Michoacán, se registrara el asesinato de siete presidentes municipales en menos de cuatro años, si no que el último de ellos haya sido el de Carlos Manzo Rodríguez, alcalde de Uruapan, ejecutado el 1 de noviembre durante un evento público en pleno centro de la ciudad, y no cualquier evento, sino la celebración de Día de Muertos, uno de los eventos más significativos para los mexicanos. ¿Y entonces, no es este un atentado contra la misma sociedad, como podemos no entender esto como un mensaje, no para una persona, no para un estado, sino para un país entero? ¿Cómo puede no ser esto una agresión directa a la sociedad?
Este mismo mes en Culiacán, capital del estado de Sinaloa, se vivió una semana de “limpieza” entre cárteles cuyo resultado fueron 41 muertos en seis días, 12 solamente el 22 de octubre, estos eventos inundan las páginas de los medios de comunicación locales e internacionales, que detallan enfrentamientos sangrientos entre bandos criminales.
Cuando la violencia se vuelve espectáculo —y aún más cuando el blanco son eventos culturales o áreas urbanas frecuentadas—, la inquietud colectiva crece y se instala un estado de permanente alerta emocional. La población no sólo teme por su integridad física, sino por la certeza de que el espacio en el que habita ya no es predecible ni seguro. En este contexto, la evidencia señala que la percepción de inseguridad persiste pese a mejoras estadísticas en homicidios. Por ejemplo, en una nota de El País publicada el pasado 23 de octubre se señala que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que, en septiembre de 2025, el 34 % de los mexicanos consideraba que la inseguridad permanecería “igual de mal” en su ciudad los próximos doce meses, y el 23.9 % estimaba que “empeorará”.
Desde la psicología, esos datos no son únicamente indicadores sociales: son síntomas de un clima emocional colectivo afectado. La inseguridad percibida produce estrés crónico, desgaste emocional y una reducción progresiva de lo que se denomina “capital psicológico”. Las personas pueden volverse más reacias a participar, a salir o a confiar en su entorno; aparece la hipervigilancia, la ansiedad, la alteración del sueño, e incluso la evitación de actividades cotidianas. Cuando la amenaza parece constante (aunque en el sentido probabilístico no esté dirigida a cada persona en lo individual) el efecto se propaga y se torna comunitario.
Además, esta erosión de la confianza se reconoce también en la relación entre ciudadanía y Gobierno. Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum según publica en su sitio web PolíticoMX mantiene una aprobación del 74 % al cierre de octubre de 2025, mientras que la desaprobación ronda el 25 %, eso no sostiene la percepción sobre la inseguridad que la ciudadanía no aprueba pues el mismo medio publica que otra encuesta hecha entre abril-mayo de 2025 que señala que solo 21.6 % de los mexicanos afirmaron sentirse seguros viviendo en el país, lo que significa que ~78.4 % se siente inseguro.
Los mexicanos esperan seguridad, efectividad institucional y protección, cuando eso falla, también se quiebra el sentido de que “las cosas están bajo control”. Ese quiebre tiene consecuencias psicológicas: ¡el orden que sostiene la rutina y la confianza se vuelve frágil!
La percepción de que “nadie está a salvo” o que “las autoridades no se dan abasto” abre una fisura emocional que afecta la vida social: las personas se retraen, desconfían, se inhiben. En la práctica clínica, se puede observar cómo en zonas de alta violencia o alta percepción de riesgo, los pacientes presentan mayor vulnerabilidad ante trastornos de ansiedad, alteraciones del sueño, síntomas de hipervigilancia y menos recursos para enfrentar los imprevistos. Cuando se vive con la sensación de que el entorno se volvió hostil, el bienestar se vuelve una meta difícil.
Es imprescindible comprender que, aunque los índices de homicidio puedan bajar en ciertos meses, la experiencia subjetiva de inseguridad no cae de inmediato. El retraso entre la mejora real y la percepción ciudadana deja un vacío de tiempo en que la salud emocional queda expuesta. Y mientras tanto, la violencia, al ser tan visible y tan simbólica, sigue reforzando la sensación de vulnerabilidad.
¿Qué hacer ante este escenario? En primer lugar, desde lo comunitario, es necesario promover espacios de diálogo, reforzar lazos de vecindad, crear plataformas de resiliencia colectiva: porque la inseguridad emocional se enfrenta también socialmente. Pero, en segundo lugar, y no menos importante, desde el ámbito individual, no se puede trivializar el impacto psicológico que tiene vivir bajo la sombra de la violencia. Acudir a servicios de salud mental, recibir contención, comprender que la reacción emocional es lógica, constituye un acto de cuidado.
No solo “sobrevivir” a la inseguridad física, sino preservar el bienestar psicológico, es una tarea urgente, porque la constante percepción de peligro provoca estrés constante, y esto a su vez genera, malestar físico, y más allá de ello fragmenta el bienestar social. Las autoridades tienen la obligación de garantizar la seguridad, pero las personas también tienen el derecho y la necesidad de salvaguardar su salud emocional cuando la protección estatal se ve comprometida.
En un país donde la violencia arremete en plazas públicas, atenta contra autoridades, se infiltra en la vida cotidiana y deja huella en la percepción de la gente, el bienestar psicológico no es un lujo: es una condición para el mínimo sustento de la dignidad humana.
Los mexicanos vivimos con miedo y eso es una realidad, aceptarlo, afrontarlo y en su caso buscar ayuda profesional, hablar con un terapeuta, explorar las formas en que la inseguridad impacta nuestra mente, es tan importante como procurar cerraduras y alarmas. Porque al final del día, tenemos que reconstruir no solo ciudades más seguras, sino experiencias interiores donde no nos sintamos indefensos.
**Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo. Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo humano.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque Biopsicosocial.
Si desea contactar con los especialistas en terapia y salud puede hacerlo enviando un mensaje
EN LA OPINIÓN DE:
Entre flores y recuerdos: la psicología del Día de Muertos
Colocar un altar nos lleva a encontrar un vinculo en el que se pude sanar la perdida
Conciencia Saludablemente
Por: Psicol. Alex Barrera
En México, la muerte no se esconde; se decora con flores de cempasúchil, se endulza con pan y se acompaña de risas y canciones. El Día de Muertos no es sólo una tradición; es una declaración cultural profundamente humana: la vida y la muerte no son opuestos, sino partes del mismo ciclo. Desde la psicología, esta visión ofrece una lección esencial sobre cómo enfrentamos la pérdida, el duelo y la memoria.
En muchas culturas occidentales, hablar de la muerte sigue siendo un tema prohibido. Se evita mencionar a los fallecidos, se apartan sus objetos, se oculta el dolor tras una aparente fortaleza. Sin embargo, la cultura mexicana, heredera de cosmovisiones indígenas y creencias sincréticas, ha desarrollado una relación distinta con la finitud. Aquí la muerte se sienta a la mesa. Se le invita, se le honra, se le ríe. En lugar de negar su existencia, se le integra como una compañera inevitable.
Esta actitud, lejos de ser una mera expresión folklórica, tiene profundas implicaciones psicológicas. Aceptar la muerte —propia y ajena— es aceptar la impermanencia de todo. Es reconocer que la pérdida forma parte de la vida, y que el dolor, cuando se vive con consciencia, puede transformarse en gratitud. Desde la psicología existencial, este reconocimiento no conduce a la desesperanza, sino a una mayor plenitud: saber que el tiempo es finito nos empuja a vivir con sentido, a cuidar los vínculos y a encontrar propósito en cada día.
Pero el Día de Muertos no solo nos enseña a pensar en la muerte; también nos enseña a recordar con amor. El altar, corazón simbólico de la celebración, se convierte en un espacio terapéutico. Al colocar una fotografía, una vela o el platillo favorito del ser querido, no solo evocamos su presencia: actualizamos el vínculo. Recordar no es aferrarse al pasado, sino mantener viva la conexión emocional que sigue existiendo más allá de la ausencia física.
En psicología del duelo, esto se conoce como el vínculo continuo. Lejos de promover el olvido, se alienta a las personas a encontrar formas sanas de mantener esa relación interior con quienes ya no están. El altar cumple exactamente esa función: da forma, color y orden al dolor. Permite hablar con los que se fueron, agradecerles, perdonarlos o simplemente compartir un instante simbólico de convivencia. Es, en términos terapéuticos, una representación externa del proceso interno de sanar.
Cada objeto en el altar cumple una función emocional: las flores representan el ciclo de la vida, la comida evoca el cuidado, las velas guían el camino y las fotografías preservan la memoria. A través de este acto ritual, la persona que recuerda también se reconstruye. Como en cualquier proceso terapéutico, el ritual ofrece estructura, contención y sentido: tres elementos fundamentales para elaborar el duelo.
La psicología contemporánea reconoce que los rituales —ya sean religiosos, culturales o personales— facilitan la transición emocional tras una pérdida. Funcionan como puentes entre el dolor y la aceptación, entre el caos y la calma. En ese sentido, el Día de Muertos puede entenderse como una forma colectiva de terapia: una jornada en la que la sociedad entera legitima el dolor, lo comparte y lo transforma en celebración.
Sin embargo, bajo el colorido de las ofrendas y la alegría de las calaveras, también laten silencios profundos. No todos los duelos son iguales ni todas las pérdidas se procesan del mismo modo. Hay quienes, tras la muerte de un ser querido, sienten que la vida pierde sentido, que el vacío es demasiado grande o que la tristeza se ha vuelto una compañera constante. En esos casos, el acompañamiento psicológico puede marcar una diferencia vital.
Hablar del duelo en terapia es un acto de valentía. Es reconocer que, aunque la cultura ofrezca rituales para honrar la muerte, a veces el dolor necesita otro espacio: un lugar donde ser escuchado, comprendido y trabajado con herramientas profesionales. La psicoterapia ayuda a darle forma a la ausencia, a integrar el recuerdo y a reconstruir la vida sin negarla, es iniciar el camino hacia una nueva forma de coexistir con el dolor y afrontarlo de manera que no se convierta en un trauma.
Así, el Día de Muertos no es sólo una tradición que mira hacia el pasado, sino una invitación a mirar hacia adentro. Nos recuerda que el amor y la pérdida son inseparables, y que recordar no duele: lo que duele es callar. Cada altar que encendemos es una forma de iluminar nuestra historia, de reconciliarnos con lo inevitable y de encontrar sentido en el recuerdo.
Quizás por eso, entre el aroma del copal y la luz de las velas, comprendemos que no se trata de vencer a la muerte, sino de aprender a convivir con ella, y entender que la vida es sólo el camino que nos lleva inevitablemente hacia el final. Y en ese aprendizaje, la psicología tiene mucho que aportar: ayudarnos a aceptar, a transformar y, sobre todo, a vivir con conciencia.
Porque así como los altares se llenan de flores cada noviembre, también nuestra mente y nuestro corazón pueden renovarse. A veces, solo hace falta dar el primer paso: hablar con alguien, pedir ayuda, acudir a terapia.
La vida como el altar, se enciende de nuevo cuando nos atrevemos a mirar la sombra y convertirla en luz en este ciclo cuya belleza se encuentra en tomar conciencia de que un día se va terminar.
**Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo. Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo humano.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque Biopsicosocial.
Si desea contactar con los especialistas en terapia y salud puede hacerlo enviando un mensaje
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