Internacional
Gays, rol de la mujer y abusos, dividen cumbre en el Vaticano
CIUDAD DE MÉXICO, 28 DE OCTUBRE.- La acogida a los homosexuales, el rol de las mujeres en la Iglesia y los abusos sexuales contra menores fueron los temas que dividieron a los 249 obispos que votaron hoy el documento final del Sínodo, una cumbre de clérigos que abordó los desafíos de la juventud en la actualidad.
Las diferencias de opinión salieron a relucir durante la votación en el pleno de los 167 párrafos que componen el texto, cuyo objetivo es cristalizar las ideas surgidas durante la reunión que inició el pasado 3 de octubre y que el Papa cerrará mañana domingo con una misa en San Pedro.
Según las reglas de la reunión episcopal, cada uno de los párrafos requería de una mayoría simple de votos para ser aprobado e incluido efectivamente en el documento. Pese a la división en algunos puntos clave, finalmente todos los apartados superaron el número mínimo de sufragios.
Aunque los padres sinodales con derecho a voto eran 268, sólo 249 acudieron a la maratónica sesión final de este sábado -en la cual se leyó completo el documento y se votó cada parte-, con lo que el límite mínimo de aprobación quedó en 166 (es decir, las dos terceras partes de los presentes).
El punto número 150 recibió la mayor cantidad de votos negativos de todo el documento: un total de 65, contra 178 a favor. Se trata del apartado que se ocupó de uno de los aspectos más delicados del Sínodo: la homosexualidad.
En el mismo, los obispos se refirieron a las “inclinaciones sexuales”, sostuvieron que “Dios ama a todas las personas” y, por eso, la Iglesia “renueva su empeño contra todo tipo de discriminación y violencia sobre una base sexual”.
Más adelante, los clérigos subrayaron la “relevancia determinante” de las diferencias entre el hombre y la mujer, calificando de “reductivo” definir la identidad de las personas a partir, únicamente, “de su orientación sexual”.
Asimismo, el documento constató que ya existen, en muchas comunidades cristianas, caminos de acompañamiento en la fe de personas homosexuales, por lo que el Sínodo recomendó favorecer esas prácticas.
El número 39 es otro de los apartados del documento con mayor oposición y fue aprobado pese a tener 43 votos contrarios; en él se reconoce que la moral sexual muchas veces es “causa de incomprensión y de alejamiento de la Iglesia”, porque es percibida como un espacio de juicio y de condena.
Además, constata que los jóvenes se encuentran, a menudo, desorientados y manifiestan un explícito deseo de diálogo sobre cuestiones relativas a la diferencia entre identidad masculina y femenina, a la reciprocidad entre hombre y mujer, a la homosexualidad.
Con 30 y 38 sufragios en contra, otros dos párrafos discutidos corresponden al rol de la mujer en la Iglesia. El número 55 constató que entre los jóvenes surge la solicitud de un mayor reconocimiento de ellas en la Iglesia y en la sociedad.
“Muchas mujeres desarrollan un rol insustituible en las comunidades cristianas, pero en muchos lugares se hace difícil darles espacio en los procesos de decisión, incluso cuando estos no exigen específicas responsabilidades ministeriales”, indicó el texto.
El otro párrafo, el 148, pidió una “valiente conversión cultural” y un “cambio en la práctica pastoral cotidiana”, sobre todo con respecto a la presencia femenina en los órganos eclesiales a todos los niveles, también en funciones de responsabilidad y en los procesos de toma de decisiones.
“Se trata de un deber de justicia, que encuentra inspiración tanto en el modo en que Jesús se relacionó con hombres y mujeres de su tiempo, cuanto en la importancia del rol de algunas figuras femeninas en la Biblia, en la historia de la salvación y en la vida de la Iglesia”, agregó.
El otro aspecto controvertido fue el de los abusos sexuales contra menores, tocado en los números 29, 30 y 31 del documento. Los tres obtuvieron, cada uno, alrededor de 30 votos en contra.
Si bien la redacción no incluyó una petición explícita de perdón, como había surgido en varios discursos de obispos ante el pleno, el escrito reconoció el sufrimiento de las víctimas, entre ellas personas muy jóvenes, y ponderó que “ningún arrepentimiento le puede poner remedio”.
“El Sínodo sostiene el firme empeño por la adopción de rigurosas medidas de prevención que impidan el repetirse, a partir de la selección y de la formación de aquellos a los cuales serán confiadas tareas de responsabilidad y educativas”, sostuvo.
Además, pidió ir a la raíz de diversos tipos de abusos (de poder, económicos, de conciencia y sexuales), erradicando ciertas formas de ejercicio de la autoridad que los han permitido, además de combatir la falta de responsabilidad y transparencia con las cuales muchos casos han sido manejados.
Identificó en el deseo de dominio, la falta de diálogo y de transparencia, las formas de doble vida, el vacío espiritual, así como las fragilidades sicológicas, A los elementos que forman el terreno sobre el cual prospera la corrupción.
Más adelante, el Sínodo expresó su pública gratitud hacia quienes tuvieron la valentía de denunciar el mal sufrido, porque ellos ayudaron a la Iglesia a tomar conciencia de lo que ha ocurrido y de la necesidad de reaccionar con decisión.
“El Sínodo reconoce que afrontar la cuestión de los abusos en todos sus aspectos, también con la preciosa ayuda de los jóvenes, puede ser de verdad la oportunidad para una reforma profunda”, ponderó.
El documento final, de 55 páginas y 167 puntos, fue publicado sólo en italiano e incluyó muchos otros temas vinculados con la espiritualidad de los jóvenes, sus vocaciones, el mundo digital, la migración, la droga, los vicios, el trabajo, la persecución y la violencia, entre otros.
Este texto servirá al Papa Francisco y a toda la Iglesia como punto de partida para su acción en la pastoral juvenil durante los próximos años.
Fuente Zócalo
Internacional
ESCALADA DE TENSIONES ENTRE RUSIA, CHINA, JAPÓN Y UCRANIA RECONFIGURA EL TABLERO GEOPOLÍTICO MUNDIAL
Las tensiones geopolíticas han alcanzado un nuevo nivel en las últimas semanas, con movimientos estratégicos que involucran a Rusia, China, Japón y Ucrania, generando preocupación en las principales capitales del mundo.
Por un lado, Rusia continúa intensificando sus pruebas militares, incluyendo el lanzamiento de misiles de largo alcance, lo que ha provocado fuertes advertencias de la OTAN y un incremento en la presencia militar occidental en Europa del Este. Ucrania, por su parte, enfrenta una nueva ola de ataques con drones y misiles que han golpeado infraestructura crítica, mientras su gobierno insiste en la necesidad de mayor apoyo internacional para resistir la ofensiva.
En paralelo, China ha endurecido su postura en el Pacífico, emitiendo alertas de viaje contra Japón y desplegando maniobras navales cerca de aguas disputadas. Tokio respondió con un refuerzo de su cooperación militar con Estados Unidos, lo que ha elevado la tensión en la región. Analistas advierten que esta dinámica podría derivar en un escenario de bloques enfrentados: Rusia y China consolidando su alianza estratégica, mientras Japón y Ucrania refuerzan vínculos con Occidente.
La comunidad internacional observa con inquietud cómo estos movimientos simultáneos podrían desencadenar una crisis global de seguridad. Expertos señalan que la combinación de conflictos abiertos en Europa del Este y tensiones en el Pacífico podría marcar el inicio de una nueva era de confrontación multipolar, donde las alianzas tradicionales se ponen a prueba y la diplomacia se ve cada vez más desplazada por la demostración de fuerza.
En este contexto, la estabilidad mundial depende de la capacidad de los actores involucrados para contener la escalada y abrir espacios de negociación, aunque por ahora los gestos diplomáticos parecen insuficientes frente a la creciente militarización.
Fuente: 5to Poder Agencia de Noticias
Internacional
EXPANSIÓN MILITAR CHINA: AUMENTA PRODUCCIÓN DE MISILES EN MEDIO DE TENSIONES GLOBALES
China ha intensificado su producción de misiles balísticos y de crucero en un movimiento que expertos internacionales califican como parte de una estrategia de disuasión frente a Estados Unidos y sus aliados. Imágenes satelitales recientes revelan la construcción acelerada de nuevas instalaciones militares en las provincias de Gansu y Sichuan, donde se observan lanzadores móviles, silos subterráneos y fábricas de componentes estratégicos.
Según informes de inteligencia publicados este lunes, el gobierno chino ha duplicado su capacidad de ensamblaje de misiles de alcance medio y largo, incluyendo modelos capaces de portar ojivas nucleares. Esta expansión coincide con el aumento de ejercicios militares en el estrecho de Taiwán y el mar de China Meridional, zonas de alta tensión geopolítica.
Funcionarios del Pentágono advierten que el ritmo de crecimiento del arsenal chino podría alterar el equilibrio estratégico en Asia-Pacífico. “Estamos ante una transformación acelerada del poder militar chino, con implicaciones globales”, declaró el portavoz del Departamento de Defensa.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China sostiene que el fortalecimiento de sus capacidades defensivas responde a “necesidades legítimas de seguridad nacional” y niega cualquier intención ofensiva. Sin embargo, analistas señalan que la falta de transparencia en los programas armamentistas chinos genera preocupación entre países vecinos como Japón, Corea del Sur y Filipinas.
La expansión también incluye avances tecnológicos en propulsión hipersónica, guiado satelital y sistemas de evasión antimisiles. Estos desarrollos podrían complicar los sistemas de defensa existentes en la región y aumentar el riesgo de una carrera armamentista.
Organismos internacionales como la ONU y el Instituto de Estudios para la Paz de Estocolmo han pedido mayor diálogo y supervisión multilateral para evitar una escalada militar. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención el impacto de esta expansión en la estabilidad global.
Fuente: 5to Poder Agencia de Noticias





















