Opinión
Zaldívar, de carne y hueso
“LA COLUMNA DE RIVA PALACIO“
Por Raymundo Riva Palacio
Nadie puede negar que Arturo Zaldívar es un abogado realmente inteligente. Pero para quienes lo conocen bien, saben igualmente que es profundamente cínico y mentiroso, como quedó de manifiesto en la entrevista que le dio a Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula la semana pasada como un control de daños a fin de evitar que la caracterización que Andrés Manuel López Obrador hizo de él como cabeza la Suprema Corte de Justicia, dañe su imagen -que es lo que más le preocupa-, y lo muestre como lo que realmente es, cómplice del presidente para la persecución de sus enemigos políticos.
Zaldívar, que fue abogado del empresario preferido de López Obrador, Carlos Slim, al grado incluso de haber litigado algunos de sus asuntos cuando ya era ministro, y que tiene varias investigaciones abiertas en la Suprema Corte por presuntos abusos de autoridad y corrupción, no llegó por este presidente al Poder Judicial sino por Felipe Calderón, pero sí fue durante el actual gobierno donde se realizó una estrategia para hacerlo su máxima autoridad, cuyo de cabildeo político llevó a cabo el ex consejero jurídico Julio Scherer.
En un principio parecía que el objetivo en Palacio Nacional era llevar a un ministro que se había distinguido por sus resoluciones sobre la tragedia en la guardería ABC de Hermosillo y la secuestradora francesa Florence Cassez, y capitalizar en el gobierno su fama pública. Gradualmente se empezó a ver que, por agradecimiento u oportunismo, Zaldívar fue aceptando cada vez más, participar en acciones que no solo violentaban la autonomía del Poder Judicial, sino que se alineaba al objetivo de López Obrador para atacar el régimen vigente y que para instaurar el suyo, requería del apoyo judicial para perseguir a sus enemigos.
La mayor transgresión al orden democrático mediante la imposición de un modelo autoritario, se dio con la creación del llamado Grupo de Judicialización, una idea de Scherer. Lo adscribió al Centro Nacional de Inteligencia porque originalmente el objetivo era disponer de un cuerpo jurídico altamente especializado que pudiera actuar de manera expedita contra el crimen organizado, con un equipo de ministerios públicos que trabajaran coordinadamente con las áreas de inteligencia del gobierno y con el Poder Judicial. Ese propósito se desvaneció porque el presidente optó por no enfrentar a los cárteles de las drogas.
En seguimiento al comportamiento que estaba teniendo López Obrador, el Grupo de Judicialización cambió su misión. La prioridad se estableció en políticos, funcionarios del pasado y empresarios. En las reuniones semanales que realizaban se escogían los blancos en función de las necesidades políticas del presidente. Santiago Nieto, a la sazón jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, hacía la investigación y le entregaba a la Fiscalía General. El problema, en la mayoría de los casos, es que no se podían judicializar por la deficiente documentación que entregaba Nieto, pero eso era menos importante, porque más que meter a la cárcel a los enemigos de López Obrador, lo que hacía era lincharlos en la mañanera y enjuiciarlos socialmente.
El Grupo de Judicialización sigue siendo uno de los secretos más celosamente guardados del gobierno, por su mecánica de operación. Fue el instrumento para utilizar las leyes con fines políticos, sin importar que fueran violadas en el camino. No había interés en el estado de Derecho, por lo cual se cuidó que su existencia y funcionamiento no trascendiera para mantener el discurso de autonomía de autonomía e independencia de la Fiscalía General y el Poder Judicial. Zaldívar no iba a esas reuniones, pero enviaba a su representante, incondicional colaborador, que también llevaba su voz y voto a las reuniones sobre el Caso Ayotzinapa, donde se construyó con pruebas falsas la versión alterna de la desaparición de los normalistas en Iguala, que tiene metido al presidente en un hoyo histórico.
Zaldívar atendía paralelamente los asuntos personales de Scherer y de Gertz Manero. En el primer caso, reforzaba, a través de sus brazos operativos, las presiones del consejero a jueces y magistrados en el país para que sus fallos se ajustaran a lo que él deseaba. Cuando renunció en septiembre de 2021, en varios juzgados sintieron que respiraban de nuevo, aunque se toparon con la realidad vigente: las amenazas que les enviaba Zaldívar si no atendían la línea que les marcaba era que los trasladarían de juzgados, lejos de donde vivían y a zonas en conflicto. En el segundo caso, Zaldívar apoyó completamente a Gertz Manero en la persecución a su familia política, y cooperaba con enviar otros casos del interés presidencial y del fiscal, a jueces de consigna.
Zaldívar se fue ganando la confianza del presidente por la forma eficiente como ejecutaba sus deseos. En marzo de 2021, a petición de López Obrador, se mostró dispuesto a abrir una investigación contra el juez Segundo de Distrito, Juan Gómez Fierro, por otorgar amparos contra su ley eléctrica, por lo que fue atacado en la mañanera. Antes había forzado a Eduardo Medina Mora a renunciar, en coordinación con la Fiscalía General que lo investigaba por presuntos actos de corrupción, para permitir al presidente ir incorporando a sus ministros y colonizar la Corte.
Zaldívar se fue sumando a las ministras de Palacio, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz, para votar de acuerdo a las instrucciones de López Obrador en varios temas, como declarar que el traslado de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa era constitucional, o servirle para objetivos de corto plazo, como haber renunciado un año antes de terminar su gestión, para permitirle que pusiera una ministra del ala radical de la cuatroté, Lenia Batres, que será instrumental en la demolición del orden democrático en el país, a partir del edificio democrático que se ha construido por lustros.
López Obrador no ha podido ser más rápido en la regresión democrática del país porque los contrapesos se lo han impedido. Zaldívar buscó que todo fuera expedito, sin alcanzar su objetivo porque la mayoría de los ministros de la Corte actuaron con la autonomía e independencia que el ministro entregó a López Obrador. Ahora, por instrucciones del presidente, pero cobrando en la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum, Zaldívar prepara una reforma al Poder Judicial acorde con los deseos y necesidades de López Obrador. Objetivamente hablando, la descripción que hizo el presidente de él, como su operador político en el Poder Judicial, lo descalifica para negociar cualquier reforma, pero Zaldívar es lo suficientemente cínico para querer seguir navegando como si nada hubiera pasado.
Opinión
Familia de Emiliano Ramos solicita audiencia con la comisión de igualdad de la Cámara de Diputados
“La Última Palabra”
Por: Jorge A. Martínez Lugo
- • Buscan que escuchen su versión del caso de violencia vicaria contra la menor VEJRT y tres menores más, en derecho de réplica, con la misma atención que recibió la diputada local Paola Moreno.
Firmada por Deyse Taboada Moreno, madre de la menor VEJRT, víctima de violencia vicaria, la familia de Emiliano Ramos Hernández, abogadas y organizaciones de su red de apoyo, envían una carta a las diputadas de la Comisión de Igualdad de Género del Congreso de la Unión, en la que solicitan escuchen y conozcan los detalles legales y sociales que rodean el caso de violencia familiar y vicaria en contra de las menores y su red de apoyo, “en igualdad de circunstancias y con la misma atención que recibió la diputada local Paola Moreno Córdova”.
“Solicitamos encarecidamente atender a la brevedad esta petición, pues darle largas solo contribuiría a seguir revictimizando a estas cuatro menores de edad, que hoy sufren el acoso judicial del Tribunal Superior de Justicia de Quintana Roo (TSJE) y de diversas autoridades estatales” expone la carta, firmada también por Ariadne Song Anguas, vocera de la Red de Feministas de Quintana Roo, Colectivo Femenil Xtabay y Red de Víctimas Quintanarroense.
“Como dice nuestra Presidenta, no llegó sola, llegamos todas. Y nosotras también somos mujeres y queremos ser escuchadas por ustedes, pues aunque no contamos con cargos públicos ni relaciones de poder, si tenemos una larga trayectoria defendiendo causas justas a favor de grupos vulnerables como son las mujeres e infancias en Quintana Roo” agrega el documento enviado a las legisladoras federales, firmada igualmente por la abogada Lilia Vargas Saucedo, Karina Arlen Escandón Camargo, presidenta de la Colectiva Nacional No +Presos Inocentes, Hayde Saldaña Martrínez, Vice preesidenta de la Colectiva 50+1 Capítulo Quintana Roo.
También firman Niza Puerto Paredes, presidenta del Movimiento Nosotras Q. Roo, Grissel Balderas Jongitud de la Organización Mujeres México, Ana María Hernández Ayala, Coordinadora estatal de Avanzada Nacional en Quintana Roo, Matea Caamal May, de Mujeres que Sueñan por una Vida Mejor y Dalia Rosalba Canché Ruiz, presidenta estatal de Expresión Liberal Democrática.
El documento es distribuido por Rafael Quintanar González, integrante de la familia solicitante.
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Opinión
De Morena y sus desventuras
“El Minotauro”
Por: Nicolás Durán de la Sierra
Este comentario con arreos ya del tiempo navideño, no podría ignorar la bien sazonada comidilla generada por la pugna entre Adán Augusto López, líder del senado, y Ricardo Monreal, dirigente de los diputados federales, políticos de alto nivel del aún flamante gobierno federal y los dos de Morena, para más señas. El primero acusó al segundo de transa y el segundo reviró: pruébenmelo.
De manera sintética, tal es el meollo del conflicto, por lo menos en lo superficial, el que hace unos días llevara a Claudia Sheinbaum a decir que “no puede ser un tema de recursos el que los lleve a la discusión” y menos que se ventile en público. Bueno, la danza de 120 millones de pesos no es un tema tan menor, digo yo, sobre todo si se da entre notables del partido en el poder.
Hay quienes dicen que el problema se dio, en realidad, porque el segundo desoyó una instrucción superior en torno al presupuesto federal, y que el primero, Adán Augusto, arremetió por ello contra el débil auditivo de Monreal. Decires van y vienen, pero es difícil que entre ellos renazca la amistad, y perdón por la frase, pero la culpa es del citado espíritu navideño.
Desatinado está quien crea que Morena es monolítico, pues en su propia formación como partido se sirvió de políticos de diversa índole (de manteca, de chile y de dulce, dicho en tono coloquial) y hoy comienza a pagar las consecuencias. Esta pugna es la primera de las que se avecinan entre grupos opuestos del propio partido; es un uno de los inconvenientes del caudillismo político.
Dice Ricardo Monreal, uno de los escasos indólogos que tiene Morena, que ya comenzó el deterioro estructural de su partido, y que la historia demuestra, explica, que luego del triunfo de un movimiento social, comienzan las campañas de desprestigio dentro del mismo, sobre las mediáticas. El síndrome de Caín, pues, aunque con aromas tropicales y en Facebook.
Las desventuras de Morena.
Podría seguir con la breve glosa y sumar a ella a Andy López Beltrán y su misión en Morena (felices fiestas al Partido Verde), pero de nuevo reclaman sitio los aires decembrinos con sus obstinados y por demás extraños astados (renos), por lo que este comentario irá por cauces más amables y deseará a todos una navidad feliz y un 2025 espléndido en bondades. ¡Hasta pronto!.
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