Opinión
El Plan Estatal en materia de residuos ¿en marcha?
Opinión / Wilberth Esquivel
Otra vez el eterno problema del mal manejo de los residuos sólidos en el Caribe Mexicano, sube a las mesas de discusión. Hace unos días hubo una plática en el planetario de Cancún tildada de “apocalíptica”, ayer 3 diputados se suben a los medios al unísono, en las mesas ambientales previas al Plan Estatal 2023-2027 fué un tema recurrente, la herencia de la administración pasada en rellenos sanitarios es terrible, hay responsables. Y hay una Gobernadora, ella manda y hay un Plan Estatal en marcha.
Sabemos que cuando una problemática no se resuelve, es por que hay grupos ocultos que se benefician de las malas prácticas, no hay otra explicación y en la basura hay mucho dinero que justifica diversos intereses que atoran y detienen las mejoras.
Para profundizar y reflexionar en esto, expondré bajo mi riesgo y responsabilidad, mi propia historia como testigo presencial en el tema de la basura de Cancún.
En abril del 2008, en el marco de la entrega-recepción municipal de Cancún, apenas y comenzábamos a revisar la administración de Francisco Alor (QEPD), cuando nos estalló en las manos el problema de la basura. Recuerdo que Licha Ricalde, en ese entonces aún no era Presidente Municipal de Isla Mujeres, los calificó públicamente de: ¡ Irresponsables !.
Hay que decir que la historia de Cancún e Isla Mujeres en residuos es común.
Yo iniciaba como Director de Obras Públicas y Julián Ricalde como Director de Servicios Públicos, Gerardo Mora era Secretario Técnico y Greg Sanchez Presidente Municipal, había otros actores y Regidores clave también.
El problema era que la celda del relleno sanitario en ese entonces, en la Parcela 1113, el que colinda con Villas Otoch camino a Rancho Viejo, estaba saturada.
Paco Alor había sido el Presidente del huracán Wilma, por lo que a la basura de la ciudad se sumó la jardinería, escombros y restos de todo lo que se cayó, producto de la destrucción causada por el huracán.
Recuerdo que llegaba a Obras Públicas Gerardo Mora a presionarme sin miramientos, ahí nos hicimos amigos, me empujaban a una adjudicación directa y yo no quería exponerme así, peleamos muchas veces y las discusiones fueron álgidas y serias.
No teníamos tiempo de una licitación pública, pues teníamos la instrucción de Greg de resolver el problema. Imaginen, que yo nuevecito como funcionario, tenía que armar una adjudicación directa, no había tiempo de un proceso de convocatoria y licitación pública, el mismo podría llevar dos meses y no había lugar para más basura en las celdas del relleno sanitario.
La excepción a la licitación existe y es legal, la justificación estaba en la misma ley, pero la presión de la Auditoría Superior del Estado de ese entonces, del PRI en el Gobierno Estatal celoso de nuestro avance político como grupo de izquierda y el riesgo electorero que veían en Greg, eran un conjunto de amenazas que no podía dejar pasar. Eran tiempos en los que el Presidente López Obrador era candidato contra Calderón también, es decir, en materia ambiental eran tiempos de Fox. Nada avanzaba.
Los priistas nos tomaban en serio cuando avanzábamos por el contrario, para los opositores que éramos nosotros, ser cuidadosos era vital, estábamos enfrentados al sistema más autoritario y torcido que ha tenido Quintana Roo en lo Estatal, nos auditaban con tubo, sin piedad, nos expedían pliegos de observaciones absurdos que nos distraían de lo verdaderamente importante que eran los resultados para la gente y no es que no nos gustaran las auditorías, es que francamente ver los pliegos de otros municipios de 3 páginas y compararlos con los nuestros de 200 páginas era preocupante.
Enfrentamos con elegancia el reto, se construyó en forma emergente una nueva celda, con geomembrana y fosa de lixiviados, la basura no se depositó directamente al suelo rocoso, ni estuvo a cielo abierto, jamás con nosotros.
Y no solo lo logramos, la ciudad respiró, luego Greg me movió a Servicios Publicos y Julián subió de Secretario de Obras y Servicios, ahí comenzó una larga carrera por lograr un Manejo Integral de los Residuos Sólidos Urbanos, caso Cancún. Yo ya estaba empeñado y convencido, sobre el problema de la basura.
Había únicamente 8 camiones recolectores, hoy son 60, la ciudad de Cancún necesita 120 rutas diarias. Imaginen limpiar Cancún con el 15% del parque que se necesita, era imposible.
La desicion del Ayuntamiento fue concesionar la recolección a Grupo Domos, cometimos ese garrafal error, no resultó, limpiamos a medias, fracasamos en eso, terminamos improvisando en plena COP16 cuando fuimos sede global. Eramos vergonsosos en materia de recolección, en serio le digo, que hoy con Red Ambiental, estamos en la gloria.
También intentamos reubicar el relleno sanitario de Villas Otoch lejos de esas 6 mil personas afectadas con males respiratorios y fauna nociva.
Ahí me enamore del problema de la basura más y más, ubicamos unos predios fuera de la mancha urbana, en lo que se llamó en su momento las Parcelas 89-90, hicimos el Manifiesto de Impacto Ambiental y la Conagua se opuso, comenzó otra batalla.
Detrás del Km 21, hay una zona de recarga del acuífero, ahí hay baterías de pozos de extracción de agua potable, las parcelas llamadas la 89-90, están relativamente cerca y un relleno sanitario genera lixiviados peligrosos y tóxicos cuando llueve y se infiltra el agua por el cerro de residuos lavándolos, estos líquidos podrían infiltrarse al subsuelo generando una contaminación importante al acuífero subterráneo y afectar el agua que se suministra a Cancún.
La Conagua apretó con furia, la Sema, en ese entonces Seduma y Priísta, se unió a la Conagua y por un principio fundamental del derecho ambiental precautorio: “la duda razonable”, nos pararon en seco.
Este fue el primer capítulo de esta sucia historia de terror con Greg.
Habíamos logrado solventar la urgencia con una celda emergente y concesionando la recolección, pero habíamos fracasado en la reubicación del relleno sanitario.
Luego vino un paréntesis terrible, la campaña electoral del 2010 para la
gubernatura y ayuntamientos. Julián se lanzó por Cancún, Greg contra Borge buscaban el Gobierno del Estado ambos y se volvió una guerra. Calderon en ese entonces enfrascado en la guerra contra el narco apretaba sobre el triste caso del General Mauro Enrique Tello Quiñonez que había sucedido en Cancún y barrió con todos, culpables, responsables indirectos o inocentes.
Entró de interino Jaime Hernández que no hizo más que reestructurar y repartir la deuda de Cancún y el problema de la basura se atoró 9 meses más.
Después entro Julián Ricalde como Presidente Municipal, Jorge Aguilar “el topo” como Secretario de Obras y Servicios Públicos y yo, Wilberth Esquivel, era el Ingeniero, entre como Asesor de Presidencia, los 3 teníamos la tarea de encontrar y poner en marcha una política pública de Manejo Integral de Residuos Sólidos Urbanos de verdad, teníamos el firme compromiso de hacerlo en serio y bien.
La historia en la administración de Julián Ricalde, con Licha Ricalde en Isla Mujeres y a pesar de Roberto Borge llegó a un final feliz.
Lógramos crear un Organismo Público Descentralizado llamado Siresol, separamos de Servicios Públicos la basura, ya de por sí muy saturado de obligaciones pues ahí se manejan los parques y jardines, el bacheo, pozos, pipas, limpieza de playas, alumbrado público y brigadas emergentes.
Con Siresol, se cambió la forma de cobrar la basura, se crearon direcciones como la de Generación y Aprovechamiento ampliando la visión de la recolección a un vínculo con la ciudadanía y el empresariado y avanzamos a pasos agigantados en la socialización del problema.
Paralelamente logramos sacar de Villas Otoch el Relleno Sanitario y reubicarlo donde hoy está, en el Ramal Norte que también construimos, después del Arco Norte que también construimos y en terrenos de la parte continental del Municipio de Isla Mujeres que se adquirieron en el marco del Fondo Metropolitano, por ende el sitio de disposición final se volvió intermunicipal y aunque está a cargo de Siresol, la basura de Isla Mujeres se deposita sin ningún costo también ahí e incluso el municipio conurbado recibe una contraprestación monetaria como compensación.
Pensamos ese relleno sanitario como un parque de tecnologías y le construimos dos bandas de separación para 40 pepenadores cada una, con prensas y pusimos las bases para su desarrollo industrial, donde pudo hacerse una derivación de subproductos y darle valor agregado a los reciclables en beneficio de Cancún, pudo hacerse mucho más, hoy tristemente se están pudriendo.
El modelo Siresol, el pago de la basura por peso y el parque de tecnologías, llegaron a ser ejemplo en el Plan Nacional de Desarrollo de Peña Nieto, los logros del Colegio de Geólogos explorando nuestro subsuelo kárstico marcaron un “término de referencia” obligada a nuevos proyectos de éste tipo en la región, yo daba una conferencia que llego al Congreso de la Unión, a diversos Foros Ambientales del IPN y UNAM y ganamos el respeto en materia de residuos sólidos, hay varias tesis y libros basados en el Enfoque de Marco Lógico que usamos como metodología para visualizar la problemática integralmente, pusimos el nombre de Cancún en el mundo de la gestión ambiental.
Se que a muchos de ustedes ésto no les importa, a mi si y éste es mi blog.
Pero perdimos la elección, entró Paul y nunca creyó en Siresol, se detuvo el futuro planeado. Entro la concesionaria Majahual a operar el relleno sanitario, le pagaron puntualmente y vio que no era necesario compactar y recubrir diariamente los residuos como marca la NOM083 y comenzó a cobrar y cobrar sin gastar en sascab, se encontró con un negociazo, es como hacer una carretera sin terracería, el gran fraude del relleno sanitario de Cancun es que cobran sin trabajar. ¿Cómo se logra algo así? Con una supervisión omisa.
Por otro lado, cuando llegó Remberto Estrada, ocurrió lo impensable, todas las empresas recolectoras entregaron sus derechos a una sola empresa que de pronto se adueñó de todo, con un contrato leonino digno de esa mala administración, con Inteligencia Mexico en la recolección cayó sobre la ciudad una tragedia ambiental a manos llenas y Majahual simulando operaciones en la disposición final se sumó, Siresol se fue convirtiendo en un nido de aviadores, firmadores y simuladores.
Cuentan las malas lenguas que todo se llega a saber que poco a poco se fueron instalando personas de las mismas empresas recolectora y del relleno dentro del organigrama de Siresol, hasta la novia del cachorro tenía un puesto de coordinadora ahí. El cachorro QEPD.
Esos dos Presidentes Municipales son responsables de haber frenado Siresol, de haberlo desmantelado y desarticulado el organismo que les dejé, y son cómplices de las dos concesionarias fallidas. Nunca entendieron Siresol, su ignorancia y ese nefasto vicio de negar lo logrado por el anterior que tanto daño nos hace en México.
No dire más…
Luego llego a la Presidencia Municipal Mara Lezama y dio un manotazo sobre la mesa, enfrentó la furia y ambición enfermiza de Inteligencia Mexico, logró darle la vuelta al problema, con desicion, con críticas, con severos cuestionamientos, con mucha presión, yo mismo fui crítico en su momento sobre el proceso que hizo la actual Gobernadora, pero también he reconocido que tuvo los pantalones bien puestos e hizo lo que debía hacerse, es más me identifiqué con ella recordando esos tiempos de aquella adjudicación directa.
Con absoluta determinación, Mara Lezama le dió un golpe de timón al problema de la basura de Cancún y metió a la ciudad en un nuevo rumbo.
Entro Red Ambiental con un parque de camiones capaz de hacer 120 rutas diarias y aunque subió la tarifa, lograron estabilizar la recolección.
Yo me confieso severo crítico de esa tarifa, pero se reconocer cuando la ciudad está limpia, o relativamente menos sucia, ahora siempre digo que: Esa tarifa es el castigo a los cancunenses por sucios, culpo no a Red Ambiental, culpo a los cancunenses que generan basura.
Limpiar Cancún nos cuesta mucho dinero público a todos, como ciudadanos no separamos lo reciclable, no pensamos antes de consumir, nuestros precarios reciclatones inspiran pero no logran volúmenes capaces de darle un golpe a los volumenes que se llevan al relleno sanitario, hay esfuerzos ciudadanos de separación que aplaudir, pero no logran apenas arañar el 5% de lo recuperable, los grandes generadores pagan a Siresol pero no hacen Planes de Manejo, no hay interés serio de implementar mejores prácticas de economía circular, de reducción, reciclaje, reutilización o procesos industriales o tecnologías.
La Gobernadora está conciente del problema, lo ha sufrido y enfrentado, ella es parte de la historia de los residuos de Cancún, es conocedora del tema. Fui a su programa cuando fui Director de Servicios Públicos y luego como Director de Siresol, ella conocía bien la demanda ciudadana en ese entonces, luego como Presidenta luchó contra el monstruo también y adquirió experiencia, los interesados en ganar dinero y meterse a la basura, les advierto, a ella no la pueden rodear, evadir, engañar o hacer a un lado, sabe de gestión de residuos y tiene el dedo puesto en el renglón, lo sé por que sus asesores me han consultado.
Ahora con visión estatal, mas fuerte que nunca, ha encargado a los asesores de Artemio Santos y a la Sema tomar acciones en línea con el Plan Estatal de Desarrollo 2023-2027.
Hay un eje bien puesto en el Plan, el 4.18.110. que dice a la letra:
Fortalecer con los tres niveles de Gobierno la Gestión Integral de los Residuos.
El diagnóstico es terrible y los Ayuntamientos no pueden con el paquete.
De norte a sur tenemos:
La terminal de transferencia en Holbox terriblemente saturada y mal operada con severas contaminaciones al manglar y manto freático afectado. No hay Relleno sanitario en Kantunilkin.
Una terminal de transferencia en Isla Mujeres que gracias a la determinación de Atenea Gómez Ricalde (heredada de Licha seguramente) se mantiene limpia, pero que sigue siendo un riesgo latente. Isla Mujeres no tiene relleno sanitario propio y por ende depende de Cancún y Siresol para su disposición final.
Un relleno sanitario en Cancún mal operado, sin compactación ni cobertura diaria, un acto de corrupción gigantesco constante y continuo. Con una celda emergente al borde de la saturación y ya sin terreno para una nueva celda.
Puerto Morelos no tiene siquiera un sitio de disposición final seleccionado, un predio destinado a los residuos y siguen dormidos en su conservadurismo habitual, su solución es enviar a Cancún o a Playa su basura. Es probable que no se puede ni siquiera hacer un relleno sanitario en Puerto Morelos, solo hay factibilidad en su frontera con Solidaridad de acuerdo a la NOM083 y está la Ruta de los Cenotes muy cercana.
En Playa del Carmen la empresa Pasa mantiene el sitio de disposición final bien operando de acuerdo a la NOM083, Cozumel también va en sentido positivo. Ningún interés con ellos, las cosas como son. Aunque ambos sitios carecen de proyectos de reciclaje o tecnologías adicionales recientemente hicieron una celda emergente de previsión de acuerdo a las novedades de la NOM083.
Tulum es una tragedia oculta, se envió a un predio detrás de la Reserva de la Biosfera, de quien sabe quien, y entre naves industriales está escondido, de difícil acceso, blindado, se está tirando al basura a cielo abierto ahí y los flujos subterráneos y vulnerabilidad de la zona son tremendos.
La celda con geomembrana de Felipe Carrillo Puerto es una vergüenza, hay más basura afuera que adentro, es un tiradero a cielo abierto y al borde de la carretera, un apestadero en el corazón hermoso de la zona maya.
En Bacalar estamos fritos, la contaminación que se infiltra ahí afecta la laguna de los 7 colores.
Y lo peor está en Chetumal, capital del Estado de Quintana Roo, no hay relleno sanitario, es un tiradero a cielo abierto, donde habitan pepenadores, cerca de la bahía de Chetumal y ya rodeado de población.
La Gobernadora sabe del tema, los intereses particulares siguen merodeando y tratando de colgarse de las problemáticas, siguen llegando empresas e inversionistas con planes de termovalorizacion, biogas, plantas de separación y un sin fin de tecnologías.
Hay experiencia, tenemos profesionistas y personas con capacidad, ni a ella ni a muchos de nosotros nos engañan con power points.
También está la basura por todas partes dispersa, en brechas, baldíos, sascaberas y manglares.
Ahora se suma el biorresiduo del sargazo, aún tenemos un problema de llantas, de escombro, de jardinerías, de refrigeradores, colchones y muebles tirados por todos lados, aún no sabemos qué hacer con esos Residuos de Manejo Especial.
Los grandes generadores no hacen sus planes de manejo a los que estala obligados.
Vimos hace días a la Diputada Andrea González en el Planetario de Cancún hablando de la basura como si fuera un apocalipsis climático, en forma dramática y amarillista, repitiendo viejas frases y estribillos ecológicos.
Las voces comienzan a manifestarse en el Congreso también, ayer vimos un intento de mover el tema, sin eco, sin resonancia. Pero bien intencionado. Vimos a Julián Ricalde lanzando una alerta secundado por Rich Velazco que fue Regidor de obras y servicios en esos tiempos de Greg y por Andy Brahams conocedor de los tiempos municipales de Mara Lezama, los tres se subieron diagnosticando la problemática y dando brochazos y sablazos ¿por que? no lo sé, al tiempo.
La visión de la Gobernadora es clara, está en el PED 2023-2027, y dará otro manotazo sobre la mesa …
Por qué no hay variantes, no hay que inventar el hilo negro, no hay que experimentar, hay que reducir, reciclar, reutilizar, retornar a la economía de suministros, recuperar materiales, hay que recolectar, limpiar, hacer rellenos sanitarios, por supuesto que meter tecnologías sería de gran provecho, podemos generar energía limpia a base de biogás, de termovalorización y hay que hacer la tarea y punto.
Yo confío en la visión de la Gobernadora, por que me calló la boca en Cancún en el pasado con sus resultados … ¿ustedes confían?
EN LA OPINIÓN DE:
Entre flores y recuerdos: la psicología del Día de Muertos
Colocar un altar nos lleva a encontrar un vinculo en el que se pude sanar la perdida
Conciencia Saludablemente
Por: Psicol. Alex Barrera
En México, la muerte no se esconde; se decora con flores de cempasúchil, se endulza con pan y se acompaña de risas y canciones. El Día de Muertos no es sólo una tradición; es una declaración cultural profundamente humana: la vida y la muerte no son opuestos, sino partes del mismo ciclo. Desde la psicología, esta visión ofrece una lección esencial sobre cómo enfrentamos la pérdida, el duelo y la memoria.
En muchas culturas occidentales, hablar de la muerte sigue siendo un tema prohibido. Se evita mencionar a los fallecidos, se apartan sus objetos, se oculta el dolor tras una aparente fortaleza. Sin embargo, la cultura mexicana, heredera de cosmovisiones indígenas y creencias sincréticas, ha desarrollado una relación distinta con la finitud. Aquí la muerte se sienta a la mesa. Se le invita, se le honra, se le ríe. En lugar de negar su existencia, se le integra como una compañera inevitable.
Esta actitud, lejos de ser una mera expresión folklórica, tiene profundas implicaciones psicológicas. Aceptar la muerte —propia y ajena— es aceptar la impermanencia de todo. Es reconocer que la pérdida forma parte de la vida, y que el dolor, cuando se vive con consciencia, puede transformarse en gratitud. Desde la psicología existencial, este reconocimiento no conduce a la desesperanza, sino a una mayor plenitud: saber que el tiempo es finito nos empuja a vivir con sentido, a cuidar los vínculos y a encontrar propósito en cada día.
Pero el Día de Muertos no solo nos enseña a pensar en la muerte; también nos enseña a recordar con amor. El altar, corazón simbólico de la celebración, se convierte en un espacio terapéutico. Al colocar una fotografía, una vela o el platillo favorito del ser querido, no solo evocamos su presencia: actualizamos el vínculo. Recordar no es aferrarse al pasado, sino mantener viva la conexión emocional que sigue existiendo más allá de la ausencia física.
En psicología del duelo, esto se conoce como el vínculo continuo. Lejos de promover el olvido, se alienta a las personas a encontrar formas sanas de mantener esa relación interior con quienes ya no están. El altar cumple exactamente esa función: da forma, color y orden al dolor. Permite hablar con los que se fueron, agradecerles, perdonarlos o simplemente compartir un instante simbólico de convivencia. Es, en términos terapéuticos, una representación externa del proceso interno de sanar.
Cada objeto en el altar cumple una función emocional: las flores representan el ciclo de la vida, la comida evoca el cuidado, las velas guían el camino y las fotografías preservan la memoria. A través de este acto ritual, la persona que recuerda también se reconstruye. Como en cualquier proceso terapéutico, el ritual ofrece estructura, contención y sentido: tres elementos fundamentales para elaborar el duelo.
La psicología contemporánea reconoce que los rituales —ya sean religiosos, culturales o personales— facilitan la transición emocional tras una pérdida. Funcionan como puentes entre el dolor y la aceptación, entre el caos y la calma. En ese sentido, el Día de Muertos puede entenderse como una forma colectiva de terapia: una jornada en la que la sociedad entera legitima el dolor, lo comparte y lo transforma en celebración.
Sin embargo, bajo el colorido de las ofrendas y la alegría de las calaveras, también laten silencios profundos. No todos los duelos son iguales ni todas las pérdidas se procesan del mismo modo. Hay quienes, tras la muerte de un ser querido, sienten que la vida pierde sentido, que el vacío es demasiado grande o que la tristeza se ha vuelto una compañera constante. En esos casos, el acompañamiento psicológico puede marcar una diferencia vital.
Hablar del duelo en terapia es un acto de valentía. Es reconocer que, aunque la cultura ofrezca rituales para honrar la muerte, a veces el dolor necesita otro espacio: un lugar donde ser escuchado, comprendido y trabajado con herramientas profesionales. La psicoterapia ayuda a darle forma a la ausencia, a integrar el recuerdo y a reconstruir la vida sin negarla, es iniciar el camino hacia una nueva forma de coexistir con el dolor y afrontarlo de manera que no se convierta en un trauma.
Así, el Día de Muertos no es sólo una tradición que mira hacia el pasado, sino una invitación a mirar hacia adentro. Nos recuerda que el amor y la pérdida son inseparables, y que recordar no duele: lo que duele es callar. Cada altar que encendemos es una forma de iluminar nuestra historia, de reconciliarnos con lo inevitable y de encontrar sentido en el recuerdo.
Quizás por eso, entre el aroma del copal y la luz de las velas, comprendemos que no se trata de vencer a la muerte, sino de aprender a convivir con ella, y entender que la vida es sólo el camino que nos lleva inevitablemente hacia el final. Y en ese aprendizaje, la psicología tiene mucho que aportar: ayudarnos a aceptar, a transformar y, sobre todo, a vivir con conciencia.
Porque así como los altares se llenan de flores cada noviembre, también nuestra mente y nuestro corazón pueden renovarse. A veces, solo hace falta dar el primer paso: hablar con alguien, pedir ayuda, acudir a terapia.
La vida como el altar, se enciende de nuevo cuando nos atrevemos a mirar la sombra y convertirla en luz en este ciclo cuya belleza se encuentra en tomar conciencia de que un día se va terminar.
**Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo. Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo humano.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque Biopsicosocial.
Si desea contactar con los especialistas en terapia y salud puede hacerlo enviando un mensaje
EN LA OPINIÓN DE:
Cuando el trabajo quema: el costo humano y empresarial del Burnout
El burnout agota a las personas, y cuesta millones a las empresas
Conciencia Saludablemente
Por: Psicol. Alex Barrera**
En los últimos años, el burnout o síndrome de desgaste profesional ha dejado de ser una molestia temporal para convertirse en una amenaza silenciosa para la salud mental, física, y la productividad de empresas y empleados. Desafortunadamente la iniciativa privada ha decidido que las necesidades de productividad sean ponderadas sobre las necesidades de bienestar humano, afectando a la sociedad de una manera que aparentemente nadie quiere ver, pero todos resentimos.
En México, cifras recientes reflejan un panorama de urgencia: según el informe Burnout Laboral 2025 de la plataforma Buk (plataforma tecnológica líder en gestión de capital humano), 72 por ciento de los colaboradores ha experimentado burnout al menos alguna vez durante el último año; de estos, 16 por ciento lo vive ocasionalmente y un 12 por ciento lo padece de forma frecuente.
Por otro lado, la consultora Betterfly estima pérdidas por hasta 16 mil millones de pesos anuales para las empresas mexicanas derivadas del ausentismo, la baja productividad y otros efectos del agotamiento laboral, estos datos no son secreto, pues se pueden encontrar publicados en diferentes medios de comunicación, y ocupan espacio en medio de las miles y miles de noticias que, aunque están ahí a nadie parecen alertarle.
Sin embargo, estos números no son meras estadísticas; tienen rostro, cuerpo, mente. El burnout se manifiesta primero como un agobio emocional: ansiedad constante, irritabilidad, dificultad para desconectarse del trabajo. A nivel mental puede dar paso a trastornos más serios como depresión, alteraciones del sueño, falta de concentración, pérdida de sentido de logro y despersonalización (sentir que el trabajo es alienante, que uno se vuelve “un engranaje”).
Y con los trastornos mentales, vienen también los desórdenes biológicos, el cerebro no está bien, ¿cómo el cuerpo lo estaría? El desgaste crónico también pasa factura. El estrés laboral prolongado se asocia con aumento de cortisol, lo que puede desencadenar efectos como hipertensión arterial, problemas del ritmo cardíaco, insomnio, migrañas, disfunciones digestivas (gastritis, colon irritable), debilitamiento del sistema inmune, e incluso alteraciones hormonales. Estas manifestaciones físicas se vuelven una alarma temprana de que el cuerpo ya no tolera más la presión.
Y como en casi la mayoría de los casos, acudimos al médico, quien tiene la solución en la palma de la mano, sintetizada en 100 mgs de algo químicamente probado para solucionar de manera rápida los dolores de tu cuerpo de manera artificial, porque claro está que la vida no puede parar, engaña a tu cerebro, y sigue, sin importar los costos a largo plazo para tu cuerpo que en algunos casos aprende a resistir y en otros colapsa colosalmente, dejando en tu cabeza la pregunta, “¿Cuándo y por qué me pasa esto a mí?”. Por su puesto en la empresa ya tendrán un remplazo, por que como dicen por ahí, “El show debe continuar” o la muy celebre “Nadie es indispensable”. Y entonces nos convertimos en esas máquinas orgánicas cuya principal meta es “Aguantar, aguantas hasta el final”
El impacto económico: pérdidas palpables
Pero no, hay que molestarse en odiar a las empresas o a quienes las encabezan, pues de ese lado las cosas no son mejores; para las empresas, el burnout represente un problema económico de gran escala, pues impacta en la operatividad y producción algunos ejemplos son:
Rotación de personal: las pérdidas de empleados de manera frecuente significan costos de reclutamiento, capacitación e integración de nuevos recursos. En el caso de empresas grandes mexicanas, los reportes indican que la salida anual de decenas de empleados les puede costar hasta 2 millones de pesos por año, lo anterior publicado por Wellhub (plataforma de bienestar corporativo)
Baja productividad y presentismo: cuando un empleado está presente pero desgastado, realiza el mínimo esfuerzo, comete errores, baja la calidad del trabajo. Según un estudio citado por OCC a través de El Economista, el 38 por ciento de los trabajadores reconoce que su productividad baja debido al burnout; el 40 por ciento que la calidad de su trabajo disminuye; el 45 por ciento señala que su compromiso y motivación decaen; y entonces ¿Por qué sigue pasando?
Costo global: a nivel mundial la OMS estima que la depresión y la ansiedad (que con frecuencia conviven o se desencadenan con burnout) representan pérdidas en productividad por aproximadamente 1 billón de dólares al año, sin embargo, las empresas ignoran este tipo de alertas, porque claro, aparentemente es mejor la solución rápida, la sustitución del elemento dañado, como si la empresa fuera un reloj, y el talento humano los engranajes que fácilmente pueden ser sustituidos por piezas nuevas que ayuden a continuar con la operación, porque ¿cuántos millones de engranajes vivientes pululan en el mundo? Sin embargo, como pasa con los mecanismos de verdad las piezas de desecho también ocupan un lugar, peor aún los engranajes humanos se convierten en materiales con los que la sociedad tendrá que lidiar. Porque los seres humanos no somos piezas y la sociedad no es un basurero, donde se puede reciclar u olvidar desechos. Los humanos no se desechan las personas y sus problemas impactan en la sociedad y las patologías mentales tienen un alto costo social que en algunas ocasiones desconocemos y en otras ignoramos.
El futuro ideal, empresas responsables y consientes.
¿Qué pasaría si las empresas jugaran en favor de la humanidad y no la productividad? Los datos también muestran que hay retornos concretos cuando las organizaciones se hacen cargo del bienestar emocional de sus trabajadores.
Programas de salud mental bien diseñados pueden reducir el ausentismo hasta en un 30 por ciento, mejorar la productividad en aproximadamente un 10-12 por ciento según lo publicado por la Revista Zona Libre en donde se mencionan Estudios de la Asociación Americana de Psicología.
Otro beneficio está en la retención de talento: empleados que sienten que su empresa se preocupa por su salud mental tienen menos probabilidad de irse, menor rotación, mejor clima laboral. Esto implica menores costos de contratación, capacitación e indemnizaciones, así como mayor conocimiento institucional retenido en la organización.
Además, hay beneficios indirectos: mejora del ambiente laboral, menos conflictos internos, menores errores, menos accidentes laborales, mayor innovación si las personas están mentalmente sanas y creativas.
Lo que empresa considera un gasto debería ser considerado una inversión ya que, en comparación, lo que las empresas invierten en programas de atención psicológica (por ejemplo, asesoría, terapia breve, talleres, mindfulness, pausas activas, capacitación en manejo de estrés) suele ser mucho menor que lo que pierden por rotación, errores, bajas laborales y disminución de productividad. El retorno de inversión puede ser alto: hasta 4 dólares de retorno por cada dólar invertido en algunos estudios internacionales; lo anterior publicado en lhh.com
Somos humanos no engranes
Mientras la empresa ve pérdidas cuantificables, la persona afectada sufre consecuencias que van más allá del trabajo, muchas de las cuales no tienen una justificación biológica y por tanto no serán tomadas en cuenta como riesgo de trabajo por los seguros médicos, y mucho menos si estos últimos son del orden gubernamental, por ejemplo, IMSS o ISSSTE.
Mentales: ansiedad, depresión, trastornos del sueño (insomnio, dificultad para dormir), deterioro en la autoestima, sensación de inutilidad, distanciamiento emocional de familiares y amigos, dificultad para concentrarse o disfrutar de actividades que antes eran gratificantes.
Físicos: fatiga crónica, dolores de cabeza, migrañas, malestares gastrointestinales, problemas como gastritis, hipertensión, alteraciones inmunológicas, trastornos hormonales. A largo plazo, un burnout no tratado puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas, e incluso daño cognitivo por el peso del estrés mantenido.
Las personas también pagan con calidad de vida: relaciones personales deterioradas, ocio reducido, insatisfacción general y, en casos extremos, riesgo de otros trastornos psiquiátricos o ideas suicidas; a fin de cuentas, todo se convierte en un círculo sin salida en el que individuo y por ende la sociedad porque el individuo con Burn Out no es un miembro funcional de la sociedad lo cual desencadena malestar en su círculo social, el estrés que no es bien manejado puede incluso provocar en las personas secuestros emocionales que a menudo terminan en escenas violentas, la depresión tiene fuerte impacto en la familia de quien la sufre y ya ni hablar de los efectos del suicidio a nivel comunidad.
Cuando la psicología encuentra su uso en medio de la vida
La psicología no solo diagnostica, también ofrece herramientas concretas para prevenir, identificar y tratar el burnout. Un buen psicólogo o una intervención psicológica empresarial ayuda en varios frentes:
En el tema de la psicología organizacional representa una de las herramientas más poderosas para fortalecer el bienestar y la productividad dentro de las empresas. Su enfoque permite comprender cómo piensan, sienten y actúan los colaboradores en el entorno laboral, ayudando a crear climas organizacionales saludables, mejorar la comunicación interna y prevenir conflictos. Además, mediante estrategias de selección, desarrollo y motivación, la psicología organizacional favorece la retención del talento y el compromiso, incrementando la eficiencia y reduciendo el ausentismo.
Por la parte clínica la psicología enseña habilidades de regulación emocional, manejo del estrés, estrategias de afrontamiento reales, trabajando la conciencia de los límites (saber cuándo decir no, priorizar y delegar).
Acompañamiento psicológico combinando en sus dos ramas, permite que la persona reconecte con sus motivaciones, valores, y recupere un sentido de propósito en su trabajo; ayuda a reconstruir autoestima dañada por la exigencia constante y el agotamiento.
En lo biológico, técnicas psicológicas como la terapia cognitivo-conductual, mindfulness, relajación y otras prácticas ayudan a reducir cortisol, mejorar patrones de sueño, disminuir la tensión física, disminución de síntomas psicosomáticos.
Para las empresas, ofrecer servicios psicológicos) no solo es un gesto humanitario sino una inversión estratégica. Al cuidar la mente de sus colaboradores, cuidan la productividad, reducen costos y construyen organizaciones más sostenibles.
En definitiva, si como sociedad aceptamos que trabajar hasta quemarse no es sinónimo de eficacia sino de desgaste, estamos reconociendo nuestro derecho a cuidarnos. El éxito no debe tener como costo la salud del individuo, la abundancia económica ni la efectividad productiva deberían ser indicadores de una vida valiosa, porque ningún KPI (Indicador de desempeño) vale más que la salud integral de quienes hacen posible la empresa: mente y cuerpo incluidos, no somos engranes en una máquina, somos seres humanos cuya finalidad en la vida no debería ser el éxito de la empresa a la que pertenecemos, sino el bienestar integral de la sociedad a la que pertenecemos, la cual tampoco debe depender de la industria sino de lograr una ecología social donde el humano pueda sentirse en equilibrio.
**Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo. Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque Biopsicosocial.
Si deseas contactar al especialista o necesitas ayuda terapéutica puedes comunicarte vía Whats App
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