Opinión
Catalina la grande
Opinión / Cicuta del Caribe
• Tramo 5 Sur: hallan nueva osamenta humana prehistórica *
• Infraestructura de 120 mdd en Bacalar para baby boomers
• Puerto Morelos albergará Secrets con edificios de barcos
• Cuatro problemas de Mara Lezama que inquietan
• México, 33 de 37 en la OCDE en brecha salarial de género
• El verano de 2022. el más caluroso desde el año de 1961
Por: Carlos Águila Arreola
De los 16 integrantes iniciales del gabinete legal de Carlos Manuel Joaquín González (ocho hombres e igual número de mujeres), solo cinco completaron estoicamente la travesía sexenal Catalina Saarvelia Portillo Navarro, en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS); Alejandra Aguirre Crespo, en la de Salud (Sesa).
También Rosa Elena Lozano Vázquez, en Desarrollo Económico (Sede); Carlos Ríos Castellanos, Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable (Sedetus), y Rafael Antonio del Pozo Dergal, Secretaría de la Contraloría del Estado (Secoes). El sexenio joaquinista concluyó con 10 secretarios y seis secretarias.
Las llamadas coloquialmente “mujeres de Carlos Joaquín” fueron encabezadas por la experimentada abogada Porillo Navarro, quien lideró a las damas que por primera vez alcanzaron la paridad en el gabinete quintanarroense; incluso, el desempeño de la titular del ramo fue reconocido por la autoridad federal de su cartera,.
Durante los primeros días de noviembre del año pasado, Luisa María Alcalde Luján, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social de México, visitó el municipio de Benito Juárez para inaugurar el Centro de Conciliación Laboral del estado de Quintana Roo.
“Déjenme decirles que Catalina es una laboralistas más reconocidas y con la que me ha tocado compartir estos años de trabajo en conjunto, y que ha sido una pieza clave para que el estado de Quintana Roo pudiera sumarse a la segunda etapa de implementación de la reforma laboral.
“Catalina comentaba que el reto, lejos de ser un cambio normativo, un cortar listón (…) tiene que ver con un cambio de cultura respecto de cómo conocemos y llevamos a cabo las relaciones obrero-patronales porque rebasa por mucho el actual modelo de justicia”, dijo Alcalde Luján el viernes 5 de noviembre de 2021.
Con Portillo Navarro se dignificaron las áreas del Servicio Estatal del Empleo y Capacitación para el Trabajo (Seecat) de Chetumal, luego de que estuvieron en condiciones deplorables; se pusieron en marcha tres sedes de los centros de Conciliación Laboral en Benito Juárez, Solidaridad y Othón Pompeyo Blanco.
Después del turismo, principal actividad del estado de Quintana Roo, el papel de las autoridades laborales es el segundo en importancia, tazón por la que la cartera fue encargada a Catalina Saarvelia, quien de acuerdo a las cifras que aportó al sexto y último Informe de Gobierno de Carlos Joaquín, el mandatario no erró.
Superada la crisis sanitaria mundial por la covid-19 —durante la que se perdieron 97 mil 382 empleos—, Quintana Roo se posiciona en el primer lugar nacional en generación de empleo tras recuperar los 97 mil 382 que se habían perdido; al cierre de julio, la secretaria reportó la recuperación total de las plazas perdidas en 2020.
“En la Secretaría del Trabajo hemos dejado una huella social muy importante para las familias, y con base en las atribuciones que le confiere la ley, se realizaron las gestiones necesarias para contribuir con la economía de los hogares quintanarroenses”, aseguró Catalina Saarvelia en charla con Cicuta del Caribe.
También se propuso eliminar el pago, y quedó erradicado en la Ley de Hacienda del estado, el Derecho de la Constancia de Permiso para Trabajar a Menores de Edad, que tenía un costo de una Unidad de Medida y Actualización (UMA), equivalente a 96 pesos con 22 centavos durante 2022.
Para el trabajo infantil se creó una guía de acción única en su tipo para el estado de Quintana Roo, la primera del país para la protección de niños, niñas y adolescentes cuyos derechos hayan sido restringidos o vulnerados, y se contempla la prevención y en lo posible su erradicación.
El documento, de reciente creación, y que contiene acciones de profesionalización, prevención, denuncia, cuidado y restitución de derechos, fue publicado en el Periódico Oficial del Estado el 30 de mayo de 2022. Es una de las acciones más relevantes de la Comisión Interinstitucional del Estado de Quintana Roo.
En impartición de justicia laboral se considera que al término del sexenio hay un parteaguas al atender como nunca a los ciudadanos en las juntas Local, Especiales y en el Tribunal de Conciliación y Arbitraje. Se ratificaron 80 mil 606 convenios fuera de juicio, y se atendieron 24 mil 563 demandas laborales.
Además, se recuperaron a favor de los trabajadores dos mil 394 millones 074 mil pesos, tras la resolución de varios convenios extrajudiciales, el pago de laudos, ejecuciones y otros procedimiento que involucraron a 132 mil 221 trabajadores, recuperando 301 millones 175 mil pesos a su favor.
En total, se recuperaron cuatro mil 715 pesos a favor del trabajador: dos mil 347 en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCyA); dos mil 367 en la Dirección del Trabajo; 741 de los juicios apócrifos; 262 en la Procuraduría de la Defensa del Trabajo (PFT(, y 108 millones de pesos del Tribunal de Conciliación y Arbitraje (TCA)
Con Portillo Navarro al frente de la Secretaría del Trabajo se concluyeron tres mil 369 laudos; se realizaron 117 mil 148 audiencias; hubo 140 mil 347 notificaciones; se llegó a 151 mil 365 acuerdos; se registraron 14 mil 8B6 quejas conciliadas y se impartieron un total de tres mil 28B asesorías.
Tras seis años de gobierno, Quintana Roo es ejemplo de legalidad y seguridad jurídica laboral luego del seguimiento legal derivado de los derechos reclamados por los legítimos posesionarios y propietarios de bienes inmuebles que el ex mandatario Roberto Borge Angulo y su gavilla se apropiaron, que resultaron en la restitución de propiedades.
Se trata de los 24 juicios apócrifos que se aplicaron durante el sexenio anterior para despojar a empresarios con un complejo andamiaje de corrupción montado desde la Junta de Conciliación y Arbitraje para ejecutar despojos en diferentes municipios, principalmente en los turísticos: Benito Juárez, Solidaridad y Tulum.
Fueron restituidos condominios, cinco hoteles en el municipio de Tulum, dos casas-habitación en el de Benito Juárez y dinero en efectivo, acciones que en conjunto suman 741 millones de pesos; sin embargo, la realidad es que la cifra es mucho mayor, porque se tendrían que actualizar los avalúos.
Hubo 85 emplazamientos a huelga, pero tras la intervención de la autoridad laboral no estalló ningún conflicto; se certificaron 317 contratos colectivos de trabajo; 83 reglamentos y se otorgaron 100 registros. La Secretaría del Trabajo sentó las bases para la sana convivencia de los 483 sindicatos que hay en Quintana Roo.
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Menudencias
El Tramo 5 Sir del Tren Maya, de Playa del Carmen a Tulum, sigue sorprendiendo por su riqueza prehistórica, ecoarqueológica y de biodiversidad; ahora, el espeleobuzo Octavio del Río Lara, precursor del buceo en cenotes, reveló a Cicuta del Caribe el hallazgo, hecho el sábado pasado, del individuo número 11 en el área, una osamenta “que no pudo haber llegado al lugar antes de que la cueva estuviera inundada. Es incomprensible cómo puede importar más un tren que echar a perder la historia de la humanidad en este continente”.
Bacalar es la joya turística del sur de Quintana Roo y pretenden convertirlo en un exclusivo destino con una inversión de 120 millones de dólares en hoteles boutique y departamentos enfocados en el segmento de los baby boomers (la generación nacida entre 1946 y 1964,) dejará en marcha el gobernador Carlos Manuel Joaquín González co una inversión cercana a 120 millones de dólares., además de obras de modernización del bulevar costero
Puerto Morelos albergará un nuevo hotel de 407 habitaciones; será el Secrets Marina, que se empezará a construir durante el primer trimestre del próximo año, toda vez que ya tiene liberada la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), con lo que continuará con los trámites municipales. El diseño se prevé espectacular porque todo estará enfocado a temas marinos, por lo que los edificios serán barcos, evocando las marinas de Miami.
El gobernador Carlos Manuel Joaquín González dejó en claro que heredará a su sucesora María Elena Hermelinda Lezama Espinosa (a) Mara Lezama, un sector turístico —principal generador de economía en Quintana Roo— para generar competitividad a nivel mundial, y es que la administración entrante enfrentar problemas que inquietan, como la inversión en infraestructura en rutas y caminos, además de la inseguridad, el recale de sargazo y la vivienda
La brecha salarial por razón de género es un fenómeno en el mundo laboral en México, sin importar el giro o la ubicación de la empresa. En términos generales, es la diferencia entre la cantidad de dinero que percibe una mujer y un hombre por un mismo trabajo. El país ocupa el lugar 33 entre los 37 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con en ese rubro, pese a los constantes reclamos de organizaciones feministas..
La Agencia Europea de Meteorología (Aemet) acaba de hacer público que el pasado verano (junio, julio y agosto) ha resultado el más cálido de su serie, iniciada en 1961, con una anomalía media de +2.2 grados centígrados. Ese hecho supone haber superado en 0.4 grados al anterior verano más cálido, que era, hasta ahora, el de 2003. Además, el pasado agosto ha sido muy cálido: el segundo con mayores temperaturas desde que hay registros.
EN LA OPINIÓN DE:
Belleza artificial, daño real: Estética digital, peligro creciendo en la pantalla
Entre la estética virtual y la salud mental: los riesgos psicológicos de vivir en un mundo donde lo “perfecto” se fabrica con un clic.
Conciencia Saludablemente
Por: Psicol. Alex Barrera
Vivimos en una era en la que la apariencia puede alterarse con un gesto: un filtro que afina el rostro, una aplicación que elimina una arruga, una inteligencia artificial que fabrica una imagen perfecta desde cero. Lo que comenzó como un juego estético se ha convertido en un factor de riesgo para la salud mental: la proliferación de filtros y de fotografías generadas por IA está alimentando formas de insatisfacción corporal que, en casos extremos, se traducen en trastornos como la disformia, o dicho de otra forma. la percepción distorsionada de la propia apariencia física, (body dysmorphic disorder, BDD).
No es una alarma infundada algunas investigaciones recientes y revisiones académicas como la publicada en la revista Springer Nature muestran que las plataformas centradas en la imagen (Instagram, Snapchat, TikTok) y las prácticas de edición cotidiana fomentan comparaciones constantes y expectativas irreales sobre el cuerpo y el rostro.
La evidencia indica que la exposición continuada a imágenes idealizadas y manipuladas, y el uso recurrente de filtros sobre el propio rostro, se asocian con mayor insatisfacción corporal, baja autoestima y conductas de verificación o evitación, síntomas que caracterizan la disformia, lo preocupante es que para muchos el espejo ya no es el referente inmediato: sino la pantalla.
Los filtros no son inocuos por dos razones clave. Primero, alteran el estándar de comparación: cuando la norma visible es una versión “mejorada” de la realidad, las personas tienden a medir su valor contra un ideal inalcanzable. Estudios sobre filtros de belleza y efectos cognitivos muestran que estas imágenes generan un “halo” de atributos positivos (mayor atractivo, confianza y hasta credibilidad) que amplifican la presión por parecerse a esas versiones digitales.
Segundo, la práctica de editar la propia imagen (self-filtering) puede resultar más dañina que observar filtrados ajenos: en primer lugar porque refuerza la idea de ser como “Se supone debo ser” en lugar de promover la “aceptación del como soy”. Manipular el propio rostro fomenta la atención excesiva hacia defectos percibidos y refuerza conductas compulsivas de comprobación.
La irrupción de la IA complica aún más el panorama. Las imágenes generadas por algoritmos son cada vez más verosímiles y muchas personas dejan de distinguir entre lo real y lo fabricado; esa dificultad para detectar “deepfakes” permite que modelos corporales imposibles circulen como aspiracionales, naturalizando una estética artificial que no se puede alcanzar haciendo que el daño psicológico se vuelva sistémico: no se trata solo de un individuo que sufre, sino de una cultura visual que normaliza la perfección editada y penaliza la diferencia, de forma inconsciente esto decanta en insatisfacción pues no puedo obtener por ningún medio la imagen que la sociedad acepta, lo que termina en trastornos psicológicos que pueden llegar a ser severos.
¿Cuáles son las consecuencias conductuales?
En el extremo, la disformia se manifiesta por presencia de pensamientos constantes sobre el tema, búsqueda repetida de seguridad (miradas al espejo, fotos infinitas), evitación social y, en algunos casos, búsquedas de procedimientos estéticos invasivos. En la práctica clínica se observa también un incremento de consultas relacionadas con la insatisfacción facial y el deseo de “corregir” rasgos que llevan a quienes lo padecen a una vida limitada por la preocupación estética, razón por la cual pueden presentarse ataques de ansiedad, evitar tener contacto social, incluso angustia y tristeza constante.
Ante esto, la terapia psicológica puede ser una buena opción, dado que actualmente los filtros y el uso de IA para mejorar la apariencia son parte del día a día la terapia para fortalecer las habilidades socioemocionales es recomendable, pues al desarrollar ciertas capacidades, el individuo comprende los limites sobre la realidad y lo que es inalcanzable, esto sobre todo en etapas de desarrollo como la adolescencia cuando las personas aún están formando una personalidad propia.
Los psicólogos aplican técnicas probadas, y actuan como agentes de prevención y educación: los psicólogos pueden desarrollar programas de alfabetización mediática que enseñen habilidades críticas para interpretar imágenes, reducir la comparación social y gestionar la autoimagen; pueden colaborar con escuelas y plataformas para mitigar contenidos nocivos; y pueden adaptar intervenciones digitales (terapia en línea, módulos guiados) para alcanzar a jóvenes expuestos a estos riesgos. Además, el trabajo interdisciplinario con dermatólogos, cirujanos plásticos y educadores es esencial para distinguir deseos estéticos razonables de síntomas clínicos que requieren tratamiento.
La responsabilidad, sin embargo, no es solo profesional: es colectiva. Empresas tecnológicas deben transparentar cuándo una imagen ha sido alterada o generada por IA; los medios deben abandonar la glorificación de cuerpos uniformes; las escuelas y las familias deben enseñar a las nuevas generaciones a cuestionar la verosimilitud de lo que consumen. Y quienes sienten que la preocupación por su aspecto se ha vuelto persistente, invasiva o limitante, deben saber que pedir ayuda es una decisión de cuidado, de igual manera las personas deben permanecer alerta y saber cuándo alguien a su alrededor está presentando conductas que pueden ponerle en riesgo.
La belleza filtrada puede dar placer momentáneo, pero la disformia —esa brecha entre imagen ideal y experiencia sufriente— deja cicatrices conductuales y emocionales al individuo, además de un severo daño en el tejido social.
Y la realidad dura que quizá se está dejando de lado es que la popularidad de los filtros y las imágenes creadas por IA revela una crisis silenciosa: la insatisfacción corporal y el malestar psicológico en la era digital, para contrarrestarla hacen falta políticas, educación y, sobre todo, la intervención de profesionales capacitados.
Los psicólogos están listos para intervenir: evaluar, acompañar y ofrecer herramientas que restauren una relación más realista y amable con el propio cuerpo. En un entorno donde lo artificial compite con lo auténtico, esa tarea puede ser la diferencia entre una vida dominada por la imagen y una vivida en plenitud.
**Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo, Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo humano, y especialización en neurobiología de los trastornos mentales, enfocada a la psicología.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque biopsicosocial.
Si desea contactar con los especialistas en terapia y salud puede hacerlo enviando un mensaje
EN LA OPINIÓN DE:
“Vivir con miedo: la huella psicológica de la inseguridad en México”
Los Mexicanos vivimos con miedo y eso es una realidad…
Conciencia Saludablemente
Psicol. Alex Barrera
¡Mexicanos al grito de guerra! Esta es una de las estrofas más fuertes de nuestro himno nacional, cualquier mexicano conoce esta frase, pero cuantos de los habitantes de este país repara en el significado de esta frase que pareciera ser una realidad en estos días, cuantos de verdad se dan cuenta que la violencia en México si indiscutiblemente se ha convertido en una guerra, una que enfrentamos día a día y que se ha enraizado en nuestra sociedad.
Peor aún, ¿cuántos mexicanos si quiera se dan cuenta lo que le hace a su salud mental? La percepción de inseguridad, más allá de cifras, opera como un reflejo trastornador en el bienestar psicológico de la ciudadanía. En México, cuando los titulares de prensa retumban con asesinatos públicos, atrocidades y organismos de seguridad incapaces de contener el escalamiento criminal, lo que se resquebraja no es únicamente la confianza en las instituciones: se fractura la sensación de habitar un entorno protector, lo que repercute directamente en el ánimo, la salud mental y la capacidad de resiliencia de las personas.
Mientras el gobierno actual culpa a los anteriores gobiernos de la herencia de violencia, poco se ocupa de comunicar sus propias estrategias para brindar la certeza que la gente necesita hoy, y es que, si vamos al pasado inmediato, tan sólo en octubre se registraron un par de episodios que ilustran a la vez la crudeza de la violencia y su potencia simbólica.
La violencia ya no solo es violencia, sino que está plagada de un claro mensaje “NO HAY TREGUA”, porque no es solo el hecho de que en el estado de Michoacán, se registrara el asesinato de siete presidentes municipales en menos de cuatro años, si no que el último de ellos haya sido el de Carlos Manzo Rodríguez, alcalde de Uruapan, ejecutado el 1 de noviembre durante un evento público en pleno centro de la ciudad, y no cualquier evento, sino la celebración de Día de Muertos, uno de los eventos más significativos para los mexicanos. ¿Y entonces, no es este un atentado contra la misma sociedad, como podemos no entender esto como un mensaje, no para una persona, no para un estado, sino para un país entero? ¿Cómo puede no ser esto una agresión directa a la sociedad?
Este mismo mes en Culiacán, capital del estado de Sinaloa, se vivió una semana de “limpieza” entre cárteles cuyo resultado fueron 41 muertos en seis días, 12 solamente el 22 de octubre, estos eventos inundan las páginas de los medios de comunicación locales e internacionales, que detallan enfrentamientos sangrientos entre bandos criminales.
Cuando la violencia se vuelve espectáculo —y aún más cuando el blanco son eventos culturales o áreas urbanas frecuentadas—, la inquietud colectiva crece y se instala un estado de permanente alerta emocional. La población no sólo teme por su integridad física, sino por la certeza de que el espacio en el que habita ya no es predecible ni seguro. En este contexto, la evidencia señala que la percepción de inseguridad persiste pese a mejoras estadísticas en homicidios. Por ejemplo, en una nota de El País publicada el pasado 23 de octubre se señala que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que, en septiembre de 2025, el 34 % de los mexicanos consideraba que la inseguridad permanecería “igual de mal” en su ciudad los próximos doce meses, y el 23.9 % estimaba que “empeorará”.
Desde la psicología, esos datos no son únicamente indicadores sociales: son síntomas de un clima emocional colectivo afectado. La inseguridad percibida produce estrés crónico, desgaste emocional y una reducción progresiva de lo que se denomina “capital psicológico”. Las personas pueden volverse más reacias a participar, a salir o a confiar en su entorno; aparece la hipervigilancia, la ansiedad, la alteración del sueño, e incluso la evitación de actividades cotidianas. Cuando la amenaza parece constante (aunque en el sentido probabilístico no esté dirigida a cada persona en lo individual) el efecto se propaga y se torna comunitario.
Además, esta erosión de la confianza se reconoce también en la relación entre ciudadanía y Gobierno. Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum según publica en su sitio web PolíticoMX mantiene una aprobación del 74 % al cierre de octubre de 2025, mientras que la desaprobación ronda el 25 %, eso no sostiene la percepción sobre la inseguridad que la ciudadanía no aprueba pues el mismo medio publica que otra encuesta hecha entre abril-mayo de 2025 que señala que solo 21.6 % de los mexicanos afirmaron sentirse seguros viviendo en el país, lo que significa que ~78.4 % se siente inseguro.
Los mexicanos esperan seguridad, efectividad institucional y protección, cuando eso falla, también se quiebra el sentido de que “las cosas están bajo control”. Ese quiebre tiene consecuencias psicológicas: ¡el orden que sostiene la rutina y la confianza se vuelve frágil!
La percepción de que “nadie está a salvo” o que “las autoridades no se dan abasto” abre una fisura emocional que afecta la vida social: las personas se retraen, desconfían, se inhiben. En la práctica clínica, se puede observar cómo en zonas de alta violencia o alta percepción de riesgo, los pacientes presentan mayor vulnerabilidad ante trastornos de ansiedad, alteraciones del sueño, síntomas de hipervigilancia y menos recursos para enfrentar los imprevistos. Cuando se vive con la sensación de que el entorno se volvió hostil, el bienestar se vuelve una meta difícil.
Es imprescindible comprender que, aunque los índices de homicidio puedan bajar en ciertos meses, la experiencia subjetiva de inseguridad no cae de inmediato. El retraso entre la mejora real y la percepción ciudadana deja un vacío de tiempo en que la salud emocional queda expuesta. Y mientras tanto, la violencia, al ser tan visible y tan simbólica, sigue reforzando la sensación de vulnerabilidad.
¿Qué hacer ante este escenario? En primer lugar, desde lo comunitario, es necesario promover espacios de diálogo, reforzar lazos de vecindad, crear plataformas de resiliencia colectiva: porque la inseguridad emocional se enfrenta también socialmente. Pero, en segundo lugar, y no menos importante, desde el ámbito individual, no se puede trivializar el impacto psicológico que tiene vivir bajo la sombra de la violencia. Acudir a servicios de salud mental, recibir contención, comprender que la reacción emocional es lógica, constituye un acto de cuidado.
No solo “sobrevivir” a la inseguridad física, sino preservar el bienestar psicológico, es una tarea urgente, porque la constante percepción de peligro provoca estrés constante, y esto a su vez genera, malestar físico, y más allá de ello fragmenta el bienestar social. Las autoridades tienen la obligación de garantizar la seguridad, pero las personas también tienen el derecho y la necesidad de salvaguardar su salud emocional cuando la protección estatal se ve comprometida.
En un país donde la violencia arremete en plazas públicas, atenta contra autoridades, se infiltra en la vida cotidiana y deja huella en la percepción de la gente, el bienestar psicológico no es un lujo: es una condición para el mínimo sustento de la dignidad humana.
Los mexicanos vivimos con miedo y eso es una realidad, aceptarlo, afrontarlo y en su caso buscar ayuda profesional, hablar con un terapeuta, explorar las formas en que la inseguridad impacta nuestra mente, es tan importante como procurar cerraduras y alarmas. Porque al final del día, tenemos que reconstruir no solo ciudades más seguras, sino experiencias interiores donde no nos sintamos indefensos.
**Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo. Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo humano.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque Biopsicosocial.
Si desea contactar con los especialistas en terapia y salud puede hacerlo enviando un mensaje




















