EN LA OPINIÓN DE:
El espíritu maderista y las elecciones intermedias de 2021

Por Juan Manuel Herrera
La visita presidencial del pasado fin de semana cargada de gran simbolismo político, dejó en claro que ni el presidente Andrés Manuel López Obrador, ni el gobernador Carlos Miguel Aysa González mantienen como prioridad el reelegirse en sus respectivas encomiendas en las elecciones intermedias de 2021, ni en las presidenciales de 2024.
No por algo el político de origen tabasqueño escogió el día primero de febrero a fin de lanzar desde la icónica Plaza de la República de San Francisco de Campeche, que sigue firme en el propósito de transformar al país, pero de la mano del pueblo, advirtiendo que combatirá la corrupción que intenta frenar sus avances.
Obrador tiene un compromiso histórico de democratizar el sureste y concretar su desarrollo y despegue, lo que requiere de una verdadera democracia y la participación ciudadana. “No es que ya se ganó y nosotros a gobernar y ustedes a sus quehaceres. No hay divorcio, siempre vamos a estar juntos, y voy a estarles informando, y ustedes me van a estar apoyando para que todo se cumpla”.
Festivo pidió a los campechanos que lo ayuden a empujar al elefante, al toro viejo, mañoso que se echa, y no quiere caminar. “Toro viejo mañoso, reumático, corrupto, que va a caminar. Me canso ganso”. Eso hizo recordar su compromiso hace 23 años de concretar la alternancia política en la entidad, y hay actores públicos del terruño que gozan de sus afectos, y tendrían su total respaldo. La ortodoxia política, comprobada recientemente, enfatiza que la entidad avanza más si el presidente es amigo del gobernador en turno. Con Eugenio Echeverría Castellot y Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, se dio prueba.
De ahí que la frase inicial del discurso del tabasqueño, en que resaltó que Tabasco es un edén y Campeche un paraíso, y que somos pueblos hermanos, caló a más de uno, sobre todo cuando aclaró que no va a reelegirse; “soy maderista, sufragio efectivo no reelección, termino en el 2024. Por eso a aplicarnos en este tiempo, no estoy pensando en la reelección y por eso estoy trabajando 16 horas diarias, no ocho”.
San Benito decía que el día había que dividirlo en tres partes: ocho para trabajar, ocho para pensar y ocho para descansar, pero ya nosotros no tenemos nada que pensar, sabemos lo que se tiene que hacer, entonces son 16 horas para trabajar y ocho horas en descansar.
¿Y qué hacemos así?
Aumentamos el tiempo, le damos más velocidad a todas nuestras acciones, se avanza más en menos tiempo.
Y ese deseo de seguir respaldando en el futuro al estado lo resaltó el mandatario de la nación cuando expuso que Campeche, y por eso su visita para dar certidumbre, fue el estado del sureste en donde más porcentaje de votos obtuvo la consulta en favor del Tren Maya. “No es para crear ninguna comparación ni generar celos y sentimiento con Tabasco, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo, pero Campeche fue el primer lugar”, ofreciendo un espaldarazo en los hechos al gobernador campechano.
Saetillas…
Con todo y lo que se le pueda criticar al pueblo campechano, incluso con anécdotas como la cubeta de cangrejos en que se resalta que los locales son los peores enemigos del éxito de otro paisano, también es de destacarse la imagen positiva que el actuar de las autoridades estatales dejan para afianzar el éxito de proyectos insignes de la 4T, como el Tren Maya…El propio López Obrador reconoció que los campechanos están despiertos, bien “avispados”, muy conscientes, que va a ayudar mucho. Casi la mitad de todo su tramo pasa por territorio local, de mil 460 kilómetros, son como 700 kilómetros de Campeche… De una inversión de 120 a 130 mil millones de pesos, 60 mil millones van a corresponder al Estado. Nunca en la historia de Campeche la Federación había invertido tanto, destacó el presidente que alienta proyectos cumbres en la región como una refinería en Dos Bocas y una nueva termoeléctrica en Yucatán con lo que se pretende cortar de tajo apagones que constantemente se registran en la zona debido a una infraestructura eléctrica y suministro deficiente…Del espíritu maderista que evocó en tierras campechanas Andrés Manuel López Obrador, hizo eco el gobernador Carlos Miguel Aysa González, quien durante un intenso recorrido de trabajo por comunidades del Municipio de Campeche descartó alguna intención de reelegirse. “Acepto las muestras de afecto, de cariño, pero soy un constitucionalista, soy abogado, y yo creo que mi ciclo debe terminar en la gubernatura, en el 2021”…Cortó de golpe especulaciones que se endilgaban a su equipo y a su partido como parte de un hipotético acuerdo con la 4T, dado sus buenos resultados en aspectos de seguridad, mejora de la infraestructura educativa y la coadyuvancia que en materia de salud, desarrollo social y reactivación económica realiza su administración con autoridades municipales y federales, sin importar colores o siglas partidarias…Ese buen ánimo de colaboración permitió que más de 250 millones de pesos adicionales de apoyo federales se destinen a los ayuntamientos ministrados por el Gobierno del Estado en forma paritaria a los municipios en aras de revertir el creciente problema de baches en la ciudad capital, y los principales centros urbanos de toda la geografía estatal…Se trata de redistribuir con más justicia los recursos públicos, algo que parece no le interesa a políticos montados en sus proyectos futuristas desbocados, a quienes lo que menos le importa es el bien común que aseguran sus institutos políticos son sus banderas de lucha…Las irregularidades del edil capitalino exhibidas por el Frente Común conformado por los cuatro ediles de las Juntas Municipales resonaron en el Congreso del Estado y llegaron a la Fiscalía General de Justicia del Estado, en que se le denunció por peculado, malversación de fondos y calumniarlos pues los tildó de corruptos, pero sin comprobarles nada…De pena ajena la defensa que la empresaria camaronera y una de los principales beneficiaras de las diputaciones plurinominales de Acción Nacional intentó hacer de quien su grupo pretende seguir utilizando buscando mejorar dividendos en el 2021…Sus endebles argumentos fueron rebatidos uno a uno con contundencia por parte de la diputada del sexto distrito, Karla Toledo Zamora, en que se ubican el grueso de las juntas municipales, que enfática le rebatió que “solamente quien camina de cerca con las familias de la zona rural de Campeche conoce sus necesidades, comparte sus sueños y anhelos, y se muestra dispuesto a abanderar sus justas demandas”…Morena está empeñada en autodestruirse y cumplir el lacónico vaticinio externado por el dirigente nacional priista Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, de que “ganó ayer, gobierna hoy y se irá mañana como ave de paso”, lo que explicaría así su intensa revolución interna que los desgasta y exhibe. Nos leemos a la próxima.

EN LA OPINIÓN DE:
GUERRA DE LAS FALACIAS…

“Columna Invitada”
Por el Dip. y Lic.Hugo Alday Nieto
En una galaxia muy muy lejana, grupos antagónicos autodenominados como conservadores y liberales, buscaban controlar políticamente el universo y para ello, comenzaron a hacer uso de diversas estrategias argumentativas retomadas de las antiguas Grecia y Roma, a las que la doctrina definió como falacias. Éstas, en estricto sentido, son enunciados que pueden ser persuasivos para las mayorías, o para el auditorio al que se dirigen los que las sustentan, y son efectivas cuando tienen un impacto psicológico o sensible en los receptores. Pero una vez que estas falacias son analizadas a detalle, pueden revelar que se trata de argumentos incorrectos desde el punto de vista lógico.
Para Aristóteles, las falacias son argumentos que parecen buenos o correctos, sin que lo sean. La característica principal de un argumento falaz, consiste en tener la apariencia de ser correcto, provocando confusión o engaño.
A su vez, Manuel Atienza, señala que existen tres tipos de falacias, las formales, materiales y pragmáticas. La falacia formal requiere la elaboración de una inferencia inválida, como puede ser una generalización apresurada. Las falacias materiales utilizan razones que no son del tipo correcto, como expresiones antiguas, o alguna falsa analogía. Y las falacias pragmáticas pueden ser retóricas o dialécticas, con el uso abusivo de un argumento de autoridad, o infringiendo las reglas del debate.
Para Stephen Toulmin, las falacias se dividen en: falacias debidas a falta de razones; falacias de razones irrelevantes; falacias producidas por razones defectuosas; falacias, propiciadas por suposiciones, no garantizadas, y falacias, ambiguas.
John Stuart Mill, por su parte, nos dice que existen las falacias, a priori, las falacias de observación, las falacias de no observación, las falacias de generalización, de confusión y de raciocinio.
Así pues, el término falacia se utiliza de manera general para definir un argumento o un enunciado que es incorrecto, o que es falso en sus conclusiones. Dentro de los casos más comunes de estas falacias, se encuentran principalmente la de apelación a la ignorancia, denominada de acuerdo a su origen como argumentum ad ignorantiam y la apelación a la autoridad o argumentum ad verecundiam.
En este sentido, vamos a hacer un ejercicio práctico con dos ejemplos semejantes, pero que han sido tratados con diversos argumentos falaces tanto de un grupo político, como del contrario:
a) La afirmación de que el expresidente Felipe Calderón sabía que García Luna, tenia tratos con el narcotráfico por ser su secretario de seguridad.
b) La afirmación de que el expresidente Andrés Manuel López sabía que el grupo de Augusto López, tenia tratos con el huachicol por ser su secretario de gobernación.
Es así como, iniciando con la falacia de apelación a la ignorancia se puede afirmar como conclusión que los enunciados son verdaderos o falsos, apoyándose en una única premisa en la que sostiene que no se ha podido demostrar la falsedad o la verdad de esa afirmación o negación que se sostiene, y como no hay pruebas suficientes para sostener los argumentos planteados por uno u otro grupo señalados en los ejemplos, entonces lo que se dice es falso. O bien, como no hay pruebas suficientes que apoyen la falsedad de lo que señala el otro grupo, entonces lo que digo es verdadero.
En nuestros ejemplos, sería más o menos así:
- No hay pruebas que acrediten que Felipe Calderón no sabía de las operaciones de García Luna.
- Por lo tanto, es verdadero que Felipe Calderón tuvo conocimiento.
O bien,
- No hay pruebas que permitan afirmar que López Obrado si tenía conocimiento de las actividades delictivas del grupo de Adán Augusto.
- Por lo tanto, es falso que López Obrador haya tenido conocimiento.
De igual forma sucede con la falacia de apelación a la autoridad, cuándo mediante una única premisa se expresa la opinión de una supuesta autoridad determinada de materia, y, a partir de ella, se defiende como conclusión la verdad, de alguna opinión, y en este caso, la apelación a la autoridad es falaz cuando la persona cuya opinión se utiliza como única premisa no tiene las credenciales legítima autoridad sobre la materia que está argumentando.
Por lo que, en la guerra de las falacias, y tomando como autoridad a aquella que no tiene las facultades para determinar la culpabilidad o no de los expresidentes, el ejemplo sería como sigue:
- Fernández Noroña como líder del Senado, ha declarado que, es mentira que Felipe Calderon no supiese de los movimientos de García Luna con el narcotráfico.
- Por lo tanto, es falso que Felipe Calderón no supiera de los movimientos ilícitos de su secretario de seguridad.
O bien,
- Santiago Creel ex líder del Congreso, ha declarado que es falso que López Obrador no supiera que el grupo de Adan Augusto cuando era secretario de gobernación, haya estado vinculado al huachicol.
- Por lo tanto, es cierto que López Obrador supiera de la relación el grupo de su secretario de gobernación y el huachicol.
En este ejemplo, la falacia está comprobada desde el momento en que, Santiago Creel Miranda y Gerardo Fernandez Noroña como apelantes, no son autoridades competentes en la materia, al no ser parte de la fiscalía o del poder judicial federal, encabezando tales asuntos.
Estos temas toman un gran interés académico cuando la teoría emanada desde la Grecia antigua encaja de manera perfecta con los hechos de la actualidad; nos deja claro que la lógica, la retórica, y la argumentación jurídica siguen manteniéndose como materias fundamentales para el ejercicio del derecho y de la política, sobre todo para evitar caer en una estéril guerra de las falacias como la que estamos presenciando.
Dr. Hugo Alday Nieto.
EN LA OPINIÓN DE:
LA VIOLENCIA NUESTRA DE CADA DIA

“El Minotauro”
Por Nicolás Durán de la Sierra
Este comentario con cierto aire filosófico disertará sobre la violencia. No de la que, cada vez más feroz, ronda por nuestras ciudades y a la que casi nos hemos habituado; nos salva el ‘casi’ que aun nos dice que no es normal su prevalencia. Se hablará de otra de sus formas, una poco evidente, pero igual de grave: la que se practica desde el poder público, la soterrada violencia del Estado.
Dos ejemplos dan la pauta. Hace unos días Ana Patricia Peralta, la edil de Cancún, dio los primeros pasos en su afán de vender espacios públicos de la ciudad, entre ellos los contiguos a la Playa Marlín, para disque hacer “obra pública”. El otro ejemplo es la inicua remoción de un monumento público de Chetumal para poner en su sitio una cafetería. El artífice fue el congreso local.
En ambos casos, el gobierno estatal hubo de impedir el abuso, pues era su propia imagen pública la que iba en juego. En Chetumal llegó tarde pues la efigie de Andrés Quintana Roo ya había sido quitada y hasta hoy su sitio sigue vacío. El amago de venta playero dice mucho de la codiciosa edil; el otro muestra la soberbia de modificar una ciudad por capricho, pues la tal cafetería era sólo eso, un mero capricho. El despotismo rampante.
La cada vez más frecuente resistencia ciudadana -la del caso del cuarto muelle de Cozumel y las marchas de las “madres buscadoras” son otros dos ejemplos-; esta resistencia civil la más de las veces refleja la violencia ejercida por el poder público por comisión y omisión. No es el despertar de una conciencia cívica adornada con doradas ramas de laurel, sino de una reacción ante este tipo de soterrada violencia.
El Estado no es el único donde se ejerce la violencia de este tipo; de hecho, aún no predomina, aunque no está lejos. El colofón lo da, en la capital del país, Alessandra Rojo, alcaldesa de Cuauhtémoc, quien por su ideología de derecha decidió muy ufana retirar las efigies del Che Guevara y Fidel Castro de un parque urbano. Siguen Las protestas públicas.
Una cree que sus ideas son las mejores en una alcaldía de casi un millón de habitantes; la otra supone que Cancún es suyo y puede sacar provecho de la ciudad; el otro, rustico él, va contra la riqueza histórica capitalina como si nada. El despotismo está detrás de gran parte de la violencia nuestra de cada día. Hay que atajarlo ya, pues está en crecimiento y amenaza a todos.