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Fernando Haddad, el plan b del partido de Lula

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BRASIL, 30 DE SEPTIEMBRE.- El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva no logró convertirse en el candidato presidencial del Partido de los Trabajadores (PT), pero tenía un plan b: Fernando Haddad.

Se trata de su compañero de fórmula, quien inicialmente era el candidato a la vicepresidencia y también fue su exministro de Educación, un político de origen libanés de 55 años, que buscará el próximo 7 de octubre convertirse en el nuevo Presidente de la nación sudamericana, aunque todo apunta a que habrá una segunda vuelta.

Haddad asumió este rol porque el principal líder de la izquierda brasileña, preso desde abril por corrupción pasiva y lavado de dinero, fue impedido por la Corte Electoral para disputar la elección, tras agotar todos los trámites en busca de su libertad y por su candidatura.

Por ello, el nuevo candidato del PT es una de las principales opciones de renovación en el juego de naipes que Lula baraja desde hace tiempo, cuando los fundadores y principales líderes del PT comenzaron a ser enjuiciados y encarcelados por crímenes de corrupción.

Haddad fue confirmado como candidato del PT el 11 de septiembre, a menos de un mes de las elecciones. Ha tenido mucho territorio que cubrir y no tuvo mucho tiempo. Los sondeos sugieren que está unos seis puntos por debajo del candidato de extrema derecha, Jair Bolsonaro.

El político es un abogado con maestría en economía, doctor en filosofía y profesor de ciencias políticas en la prestigiosa Universidad de São Paulo.

Empezó su carrera política en 2001, pero fue en 2005 cuando se incorporó como ministro de Educación durante el gobierno de Lula y parte del mandato de Dilma Rousseff (2011-2016).

Tras dejar el puesto fue vanagloriado.

Según el Banco Mundial, al concluir su mandato en el Ministerio de Educación, Brasil era el país que más había avanzado en el aumento de escolaridad, y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) calificó la evolución en educación básica como “impresionante”.

En una encuesta de Folha de São Paulo, Haddad también fue el ministro mejor evaluado por los brasileños durante los años del PT.

Tiempo después, el político volteó la mirada al ámbito local, pues, en 2012, fue elegido alcalde de São Paulo al registrar más de 55.94 por ciento de los votos.

Y de nuevo, Haddad recibió muchos elogios por su buena gestión. En ese periodo de bonanza económica, en Brasil se crearon 14 nuevas universidades, se amplió el acceso a la enseñanza para los estudiantes de las clases más humildes y se repartieron más de 700 millones de libros gratuitos en todo el territorio nacional.

Entre las medidas que le granjearon más aprobación, se encuentran aquellas con las que intentó mejorar la movilidad urbana y disminuir los congestionamientos de tránsito en una ciudad de 12 millones de habitantes.

La expansión de las ciclovías y la creación de varias líneas de ómnibus nocturnas fueron algunos de sus proyectos más celebrados.

Sin embargo, a partir del aumento del pasaje de transporte público en 2013, se desencadenaron, primero en la ciudad, y luego en todo el país, movilizaciones masivas que terminaron erosionando tanto su popularidad como la de la entonces presidenta Dilma Rousseff.

Haddad jamás logró reponerse de ese golpe, y en 2016, tras la llegada al poder de Michel Temer, perdió en su intento de reelección contra el periodista Joao Doria, consiguiendo apenas 16.7 por ciento de los votos.

Pero se sumaron más problemas de sus años de alcalde, fue denunciado por corrupción, con base en la confesión realizada por el empresario Ricardo Pessoa, expresidente de la constructora UTC Ingeniería.

Presuntamente, esa empresa habría pagado una deuda de 2.6 millones de reales (alrededor de 626 mil 500 dólares) de la campaña de Haddad en 2012 a cambio de ser favorecida con contratos públicos.

El extitular de Educación atribuyó la denuncia a una “persecución” política que, dijo, buscaba impedir el regreso del Partido de los Trabajadores al poder, un discurso que ha sido repetido en numerosas ocasiones por su mentor, Lula, a quien visita semanalmente en la cárcel.

El candidato también ha desempeñado otras tareas en el servicio público. Fue jefe de personal de la Secretaría de Desarrollo Económico y de Hacienda del municipio de São Paulo, así como consultor de la Fundación Instituto de Investigaciones Económicas y uno de los asesores del Ministerio de Planificación, Presupuesto y Gestión.

Su rápido ascenso llevó a los especialistas en encuestas a apostar que Haddad tiene grandes posibilidades de llegar a la segunda vuelta para enfrentar al favorito, el controvertido ultraderechista Jair Bolsonaro, e incluso ganarle.

Como heredero de Lula, ha intentado dejar en un segundo plano su perfil de intelectual de izquierda para intensificar su papel de militante y aproximarse a las clases populares y a los movimientos sociales, entre las que Lula tiene un gran apoyo.

Pero no sólo eso, también tiene que hacerse de los votos que eran para Lula, quien era el favorito en las encuestas con 39% hasta antes de su impugnación, pese a su prisión, que le restó, pero no acabó con su popularidad.

RECONOCIMIENTO

Descendiente de una familia libanesa, su madre profesora y su padre comerciante, Haddad está casado, desde los 25 años, con la dentista Ana Estela Haddad, con quien tiene dos hijos ya adultos.

Intelectual de clase media paulista, es una figura totalmente opuesta a su padrino político, Lula, un obrero, de origen muy humilde, acostumbrado a mezclarse con la masa.

En el nordeste brasileño, donde el petismo es más fuerte, los electores más humildes no se acostumbran todavía al apellido árabe del heredero de Lula y lo llaman Andrade, por no entender Haddad. Pero es cuando el expresidente Lula vuelve a la carga en favor de su sustituto para pedir que voten por él.

Quiero pedir a todos los que votarían por mí, de corazón, que voten por el compañero Fernando Haddad para Presidente de la República”, aseguró hace un par de semanas.

Y al parecer, esa solicitud tendrá eco: De acuerdo con una reciente encuesta del Instituto Ibope, el delfín de Lula da Silva triunfaría en una segunda vuelta con 42 por ciento de los votos, frente a 38 por ciento que conseguiría el favorito en la primera vuelta, Jair Bolsonaro.

Fuente Excélsior

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Internacional

Florida inicia investigación sobre supuesto atentado contra Trump

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West Palm Beach, Florida.— Las agencias de la ley en Florida lanzarán una investigación penal sobre el aparente atentado contra el expresidente Donald Trump, anunció el gobernador Ron DeSantis.

DeSantis dijo a reporteros que “el sospechoso al parecer violó leyes estatales”.

El anuncio surge un día después de que el sospechoso, Ryan Routh, fue instruido de cargos federales de tenencia de armas.

Routh no hizo disparos, nunca tuvo a Trump en la mira y huyó cuando un agente lo descubrió y disparó en dirección suya, dijeron funcionarios. Fue arrestado en un condado adyacente.

Fuente: EL Universal

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Internacional

Momentos clave en el debate entre Trump y Harris

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Agencia.- Millones de espectadores en Estados Unidos vieron por primera vez a Kamala Harris y Donald Trump enfrentarse en un duelo en directo, durante un debate de 90 minutos transmitido por la cadena ABC News el martes por la noche.

Fue un duro debate entre los dos candidatos, con múltiples ataques personales y con el republicano mostrándose exasperado en múltiples ocasiones.

El encuentro podría ser el único cara a cara entre ambos a menos de dos meses de las elecciones del 5 de noviembre.

Si te perdiste el debate, aquí te presentamos algunos de los momentos más destacados.

“Me alegro de verte”
Antes de comenzar, Harris cruzó el escenario mientras Trump se dirigía a su podio

“Kamala Harris”, dijo ella, ofreciéndole un apretón de manos en lo que fue su primer encuentro en persona. “Tengamos un buen debate”, agregó la actual vicepresidenta de Estados Unidos.

“Me alegro de verte. Diviértete”, le respondió el expresidente republicano.

Fue el primer apretón de manos en un debate presidencial en ocho años.
Harris pasó la mayor parte del debate mirando directamente a su oponente, a menudo sonriendo, riendo a carcajadas o moviendo la cabeza con incredulidad mientras él respondía preguntas.

La pantalla dividida mostró a Trump mirando la mayor parte del tiempo al frente mientras ella hablaba. Ocasionalmente movía la cabeza de lado a lado.

“Yo estoy hablando ahora”
La vicepresidenta demócrata Harris tomó la ofensiva desde el principio, provocando a su rival republicano y atacándolo en relación a sus juicios penales y su manejo de la pandemia de covid-19.

Él cambiaba el tema repetidamente para hablar de la inflación y la inmigración, las vulnerabilidades políticas de Harris, argumentando que la administración actual había “destruido” el país.

En uno de esos intercambios, Trump calificó a Harris como “marxista”.
Harris, por su parte, se burló de la cantidad de gente que llega a sus mítines. “La gente empieza a marcharse temprano de sus mítines por cansancio y aburrimiento”, dijo ella.

Trump contraatacó: “La gente no va a sus actos. No hay motivo para ir”.

En un momento, cuando Harris interrumpió a Trump, él le dijo: “Yo estoy hablando ahora. ¿Te suena familiar?”.

Se refería a una respuesta similar que ella dio en un debate vicepresidencial de 2020 contra Mike Pence.

Más tarde, cuando Harris empezó a hablar mientras él estaba hablando, Trump dijo: “Silencio, por favor”.

Trump también culpó a la acalorada retórica de los demócratas por el intento de asesinato en su contra en julio pasado por parte de un hombre armado cuyos motivos se desconocen.

“Probablemente me dispararon en la cabeza por las cosas que ellos dijeron de mí”, señaló el exmandatario.

“Se están comiendo a los perros”
En las horas previas al debate, las redes sociales se llenaron de informes con afirmaciones sin fundamento, las que fueron repetidas por JD Vance (el compañero de fórmula de Trump) en las que se señalaba que migrantes haitianos en Springfield, Ohio, habían estado robando mascotas y comiéndoselas.

A pesar de que los funcionarios de esa ciudad le dijeron a la BBC que no hay informes creíbles que respalden estas afirmaciones, Trump planteó el asunto en el debate.

“Se están comiendo a los perros, se están comiendo a los gatos, se están comiendo a las mascotas de la gente que vive allí. Esto es una vergüenza”, dijo.

“Hablando de extremos”, comentó Harris sobre su rival.

La verificación de la moderadora sobre el aborto
Uno de los ataques más agresivos de Harris hacia Trump se dio cuando ambos se enfrentaron sobre el aborto, uno de los temas clave para los demócratas desde que la Corte Suprema de Estados Unidos anuló el derecho constitucional a la interrupción del embarazo en 2022.

“No es necesario abandonar la propia fe o creencias profundamente arraigadas para aceptar que el gobierno –y Donald Trump, sin duda– no deberían decirle a una mujer qué hacer con su cuerpo”, afirmó Harris.

Ella agregó que Trump “firmaría una prohibición del aborto” si fuese reelegido y citó a estados conservadores que han prohibido el procedimiento médico, practicándolo solo en limitadas excepciones.

Monitor muestra el debate entre Trump y HarrisFUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES
Pie de foto,Todavía no se ha confirmado si habrá otro debate entre ambos.
Trump, para quien el tema se ha vuelto un problema político, replicó: “Lo que ella dice es una mentira absoluta. No estoy a favor de prohibir el aborto”.

Trump reiteró que apoya excepciones para casos de violación, incesto o cuando la vida de la madre está en riesgo.

En un momento, Trump afirmó que algunos bebés estaban siendo sometidos a “ejecuciones” después del nacimiento.

La conductora Linsey Davis, una de los dos moderadores de ABC, intercedió para verificar los hechos diciendo: “No hay ningún estado en este país donde sea legal matar a un bebé después de su nacimiento”.

¿Políticas?
Trump dijo que Harris carecía de políticas, acusándola de copiar algunas de sus ideas de campaña. Dijo además que iba a “enviarle un sombrero de MAGA” (las siglas de Make America Great Again, el eslogan de la campaña trumpista), al tiempo que argumentaba que la demócrata no sería diferente del presidente Biden.

“Recuerden esto, ella es Biden”, dictaminó Trump.

Harris respondió: “Claramente, no soy Joe Biden”.

A Trump, quien mientras era presidente intentó revertir el Obamacare, se le preguntó cuál sería su plan ahora para reemplazar la Ley de Atención Médica Asequible.

Dijo que tenía “conceptos de un plan” que sería mejor al actual si fuera elegido.

En materia económica, un asunto que según encuestas favorece a Trump, Harris dijo insistentemente: “Tengo un plan”.

Harris tiene un arma
En el intercambio que siguió, Harris insistió en que ella tiene un plan para la economía, mientras que Trump la calificó como una liberal radical que se opone a la posesión de armas.

Trump añadió: “Tiene un plan para desfinanciar a la policía. Tiene un plan para confiscar las armas de todos. Tiene un plan para prohibir el fracking (un controvertido método de extracción de gas y petróleo) en Pensilvania y en todas partes”.

Harris negó las acusaciones. “Tim Walz (su compañero de fórmula) y yo somos propietarios de armas”, dijo. “No vamos a quitarle las armas a nadie”.

Harris ya había dicho que poseía un arma en el pasado, pero al mismo tiempo es partidaria de leyes más estrictas.

Fuente: BBC

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