Conecta con nosotros

Opinión

La derrota maya de 1901, continúa vigente

Publicado

el

“La Última Palabra”

Por: Jorge A. Martínez Lugo

El pasado 30 de julio se cumplieron 177 años del inicio de la Guerra de Castas. La creación del Territorio Federal de Quintana Roo el 24 de noviembre de 1902 fue una decisión geoestratégica político-militar de Porfirio Díaz para delimitar la zona de influencia geográfica y social de la Guerra de Castas y terminar con este conflicto que le impedía establecer el control de su soberanía en la frontera sur.

Era insostenible para la dictadura la existencia de un pueblo, una raza, que renunció al dominio de la sociedad mayor y vivía en la selva, donde creó su propia nación, se regía autónomamente -con territorio, estructura económica, política, militar y religiosa propia- y mantenía relaciones con un gobierno extranjero fuera de las reglas del gobierno nacional.

Buscaba también, con la creación del nuevo Territorio federal, acabar con la amenaza de ese gobierno extranjero, Gran Bretaña, de seguir expandiéndose al norte del Río Hondo. El objetivo mexicano era establecer-defender de una vez por todas la lejana y olvidada frontera sur; es decir, hacer valer en los hechos el Tratado sobre Límites Internacionales entre México y Honduras Británicas, firmado nueve años antes, el 8 de julio de 1893.

La Guerra de Castas –que para Paul Sullivan fue la más exitosa entre las rebeliones indígenas cimarronas en América Latina y el Gran Caribe al perdurar del 30 de julio de 1847 al 3 de mayo de 1901– fue herencia de los gobiernos criollos que prevalecían en la alejada Península de Yucatán, posterior y a pesar de la Independencia y la Reforma, que gobernaban como en los tiempos de la colonia, en plantaciones en condiciones de esclavitud, en una sociedad peninsular donde sólo habían dos razas: la criolla española gobernante y la maya esclavizada.

Quintana Roo fue la delimitación del coto de caza de la dictadura de Porfirio Díaz para cercar y derrotar a la última generación de generales mayas rebeldes, ya menguados y divididos, después de más de cincuenta años de guerra y para ello mostró la peor cara de la dictadura, al enviar a sus generales más sanguinarios como el propio Ignacio Bravo, Victoriano Huerta, entre otros.

LA TOMA DE LA CIUDAD SANTA
Al tomar Bravo la capital de la nación maya rebelde, Noj Kaaj Santa Cruz Xbalam Naj, hoy Felipe Carrillo Puerto, la encontró vacía; los mayas se replegaron a la selva aún más inhóspita; los persiguió a los pueblos-santuarios y el 3 de mayo de 1901 declaró ganada la guerra que inició en 1847, con un saldo de más de 250 mil muertos.

Al haber encontrado vacía la antigua ciudad santa, al no haber una última derrota tangible, Bravo hizo la declaratoria oficial que necesitaba el gobierno nacional y puso su nombre a la ciudad: Santa Cruz de Bravo y la hizo capital del Territorio Federal.

Se acabó la guerra, pero a los mayas no les llegó la paz ni la justicia que buscaban desde 1847.

CASTA DERROTADA, SIN GRACIA DE GUERRA
Al pueblo derrotado no se le concedió ninguna gracia de guerra, sino se le sometió como a una casta derrotada, marginada, excluida y discriminada; condiciones que ni la Revolución Mexicana pudo cambiar: la pobreza y la miseria del pueblo maya prevalecen hasta la fecha.

Hoy en día existen poco más de 200 mil maya-hablantes en Quintana Roo y unas 500 mil personas que se asumen como indígenas. Son los herederos genéticos de la antigua civilización maya que fue sometida por los españoles por 300 años de coloniaje; luego otros 200 años del México independiente y más tarde por Porfirio Díaz; actualmente, según las propias cifras oficiales del Inegi y Coneval, los mayas aparecen siempre entre los indicadores de mayor rezago y vulnerabilidad.

EL PERDÓN “HISTÓRICO” DE AMLO
El 3 de mayo de 2021, Andrés Manuel López Obrador pidió perdón al pueblo maya; si bien un ejercicio que intenta una relación de respeto, lo más importante es que estuviera acompaña de acciones para la reparación del “daño histórico”.

Fue un acto más de retórica histórica; la cuarta transformación no incluyó en la agenda al turismo masivo que expolia a la raza maya; tampoco se implementaron las urgentes respuestas a una clase social que sigue siendo tratada con simulación, indiferencia y condescendencia institucionalizada, cada 3 de mayo.

Igual que los gobiernos posrevolucionarios, no puso en marcha alguna política de estado de gran visión, para que la paz no sólo sea ausencia de la guerra de las armas; es difícil transformar todo en un sexenio, pero tampoco se pusieron las bases; ni siquiera se agendó.

El inicio de la Guerra de castas se celebra institucionalmente para la foto y las trilladas frases de la “deuda histórica”; pero todo el año se ejerce la derrota, en las condiciones de atraso y miseria, acreditado por las mismas estadísticas institucionales: una raza sin salida al progreso.

El gran espectáculo de riqueza del turismo para el primer mundo, es solo un espejismo para los mayas vivos, que ocupan los escalafones salariales más bajos, en una industria que de por sí mantiene a sus trabajadores por debajo de los niveles de pobreza laboral, en cuyos hombros descansan las riquezas que se fugan al extranjero sin pagar impuestos.

CONEVAL: LOS MAYAS EN EL FONDO DE LA POBREZA EXTREMA
El Coneval informó que en Quintana Roo, la pobreza creció entre 2018 y 2020 de 30.2 a 47.5% de la población total; en el fondo, están los mayas que habitan las comunidades y las colonias en los polos turísticos. En el mismo periodo la pobreza extrema creció de 3.8 a 10.6%; en el fondo, siguen estando los mayas.

COLONIAJE ESPAÑOL MODERNO
El turismo en Quintana Roo es la continuidad moderna del coloniaje español. Una industria que explota a los descendientes de la gran civilización milenaria como una marca, acaparada por una veintena de familias españolas que tienen a sus trabajadores mayas con salarios de hambre; igual que cuando llegaron en el siglo XVI.

Parafraseando a Nelson Reed en su obra clásica, lo que no lograron los ejércitos en más de 50 años –ni siquiera Ignacio Bravo en su proclamada victoria de 1901–, lo están logrado las nuevas instituciones de la modernidad implantadas con la retórica revolucionaria y ahora con la política neoliberal intocada por la 4T, con el “modelo agotado” del turismo.

Como plantea Edgar Robles Zavala en “Los múltiples rostros de la pobreza en una comunidad maya de la península de Yucatán”: “La pobreza y marginación se perpetuaron con el manto de la corrupción, la incapacidad institucional y los programas pocos focalizados…”.

Con el Gran Turismo Maya, hasta la cultura -último patrimonio que les quedaba-, está siendo expropiada por la marca del turismo salvaje. Los mayas, hoy, son sólo una marca, que se explota sin regalías.

¿PUEDE HABER SALIDA?
Si hubiera voluntad, visión de Estado y desapareciera la corrupción, podría haber diferentes salidas, las cuales tendrían que tomar en cuenta dos ejes:

1.- Que el turismo beneficie al desarrollo de las comunidades mayas; la economía del turismo (los gobiernos estatales y federal) se tiene que responsabilizar de la pobreza que rodea a los polos de crecimiento y a las comunidades indígenas de cada estado, al menos los tres de la península; y

2.- Un proyecto integral basado en el regreso a la producción agropecuaria para autoconsumo y mercadeo regional, de bajo impacto, a partir del concepto ancestral de la Milpa Maya.

¿Cuánto costaría implementar un programa piloto de una centena de milpas mayas durante un año –de entre una y tres hectáreas cada una– que incluya cuando menos diez proyectos en cada uno de los once municipios?

Casi nada costaría en términos económicos, pero al modelo neoliberal que goza de cabal salud en los estados, no le cabe este tipo de proyectos en la cabeza, tampoco a los gobiernos locales.

La derrota trajo la paz de la pobreza a los mayas; la Guerra de Castas está inconclusa; las causas de Jacinto Pat, Cecilio Chí y Manuel Antonio Ay continúan vigentes. Usted tiene la última palabra.

Compartir:
Click para comentar

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Opinión

Suicidio mata a uno, nos deja sangrando a todos.

Publicado

el

Reflexiones en el Día Mundial de la Prevención del Suicidio

Por: Alex Barrera**

Cada 10 de septiembre, duele, y duele más aún para todos aquellos que el mundo se detuvo en un instante que nunca terminó; y es que eso es lo que pasa para los familiares de aquellos que abandonaron la voluntad de seguir en su cuerpo en este plano existencial

Así que por todos ellos y por una verdad dolorosa pero urgente: se marca en el calendario del 10 de septiembre, para recordarnos que el suicidio no es sólo un acto individual, sino un problema de salud pública con profundas implicaciones sociales, emocionales y económicas.

El Día Mundial de la Prevención del Suicidio, promovido por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio y respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), nos convoca a mirar de frente aquello que a menudo preferimos ignorar.

“Cambiar la narrativa sobre el suicidio” es el lema adoptado para esta fecha y permanecerá así hasta 2026, me parece bastante atinado y es que pareciera ser que el discurso si debe ser modificado, pues a pesar de saber la gravedad del asunto, las cifras siguen ascendiendo, y lo único que desciende es la edad de quieres deciden abrir esa falsa puerta.

Este tema pretende promover un cambio profundo en cómo hablamos sobre el suicidio: busca romper con los mitos perjudiciales, reducir el estigma y fomentar conversaciones abiertas, empáticas y comprensivas, para aceptar que el suicidio a echado raíces tan poderosas, que ya no puede ser negado, y mucho menos ignorado, solamente porque no nos ha mirado de frente a la cara. El fallo es de todos, si, de cada uno, porque, ¿acaso no es la sociedad la suma de los uno? 

Una realidad que no podemos seguir minimizando

Las cifras globales son contundentes y abrumadoras: más de 700 mil personas mueren por suicidio cada año en el mundo, según datos de la OMS. No hablamos de un problema marginal, sino de la cuarta causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años. ¿Te imaginas? 1 de cada 4 jóvenes se suicida y esto sólo son las cifras contabilizadas?

México no es ajeno a esta crisis. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua (Ensanut) 2022 reveló un panorama alarmante: 7.6% de los adolescentes y 7.7% de los adultos reportaron haber pensado alguna vez en suicidarse. Más preocupante aún es el incremento drástico de intentos de suicidio en adolescentes: de 1.1% en 2006 a 6.5% en 2022, un aumento superior al 600%. En las mujeres, la prevalencia es significativamente mayor que en los hombres, lo que muestra la urgencia de considerar la perspectiva de género en la prevención.

Estas estadísticas no son números abstractos: detrás de cada porcentaje hay una vida interrumpida, una familia desgarrada que muchas veces no sólo lleva consigo el dolor de perder a un ser amado, sino que además en muchas ocasiones, enfrenta la incomprensión de una sociedad que lejos de brindar apoyo, les señala, estigmatiza e incluso a veces les margina, así de cruda es la realidad, el suicidio no acaba con una vida, marca a toda una comunidad.

El suicidio se puede prevenir

La crudeza de los datos requiere que se promueva y concientice sobre la verdad fundamental: el suicidio no es inevitable; y existen más allá de las lamentaciones medidas de prevención que deben ser no sólo puestas en la narrativa sino arrojadas a la realidad, puestas en marcha más allá de la campaña mediática de un único día, restringir el acceso a medios letales como armas de fuego o pesticidas, implementar políticas sólidas de salud mental y control del consumo de alcohol; buscar garantizar que los medios de comunicación informen sobre el suicidio de manera ética y responsable durante todo el año. Y lo más importante, promover la salud mental como parte de un ejercicio de bienestar continuo y no para solucionar un problema.

Además, es importante señalar que más allá de las políticas, la prevención requiere humanidad. El estigma y la falta de alfabetización en salud mental siguen siendo barreras enormes para que quienes sufren pidan ayuda. Hablar abiertamente del suicidio, sin tabúes ni prejuicios, es una forma de romper con el silencio que aísla a quienes más necesitan apoyo.

Reconocer las señales, tender la mano

Tomar conciencia de que el suicidio no es un malestar oculto ni transparente es el primer paso para poder prevenirlo, existen señales de advertencia y debemos conocerlas, porque el suicidio se materializa, en voz y en conductas, por ejemplo:  hablar de querer morir, expresar desesperanza repetitivamente, aislarse repentinamente, regalar posesiones significativas de un día a otro, mostrar cambios drásticos en el estado de ánimo, sin motivo aparente, son algunos puntos clave. Signos más sutiles como cambios en los hábitos del sueño, consumo excesivo de sustancias o una súbita calma después de un periodo de profunda tristeza, pueden anticipar un intento de suicidio.

Identificar las señales no significa que podamos salvar a alguien, significa que podemos acompañarle, escuchar sin juicio, mantenerse en contacto y generar los mecanismos de ayuda para esa persona, en pro de acercarle con un profesional que pueda ayudarle.

Sobre esto último, es importantísimo considerar que no hay una garantía que se pueda ofrecer a las personas en riesgo de suicidio pues la evidencia muestra que el tratamiento psicológico y psiquiátrico reduce el riesgo, pero no lo elimina por completo.  

No hay una estadística única y global que indique con exactitud cuántas personas se suicidan aun después de haber recibido atención psicológica, el suicidio es un fenómeno multifactorial: influyen variables biológicas, sociales, culturales y económicas, además de la salud mental.

Sin embargo, es escalofriante cuando se sabe que estudios internacionales señalan que: entre un 20% y 30% de las personas que mueren por suicidio habían tenido contacto con servicios de salud mental en el año previo a su muerte.

En el caso concreto de México no existen datos que permitan establecer con claridad cuántas personas bajo atención profesional terminaron suicidándose, pero si pensamos un poco y consideramos que el IMSS ha señalado que hasta el 90 % de los intentos o suicidios ocurren en personas con trastornos mentales (como depresión, esquizofrenia), podemos deducir que el paciente en riesgo de suicidio estuvo en atención psicológica o psiquiátrica, ¿y entonces? ¿Qué se está haciendo mal?

Tratar al paciente con riesgo suicida no es una labor para cualquier especialista pues se requiere de un entrenamiento profundo y una comprensión amplia del tema además de un equipo de colaboradores que ayuden con el tema, pero sobre todo requiere la solidaridad de una amplia red de apoyo que incluya: amigos, familiares, y comunidad.

Se requiere una estrategia integral: inversión en salud mental accesible y de calidad, campañas permanentes contra el estigma, capacitación en primeros auxilios psicológicos y marcos regulatorios que promuevan la salud mental en centros educativos y de trabajo. Pero, sobre todo, necesitamos una cultura que valore la vulnerabilidad como parte de lo humano y no como motivo de vergüenza.

Crear esperanza, aquí y ahora

Recordar el Día Mundial de la Prevención del Suicidio no es un ejercicio simbólico: es un llamado urgente a la acción. Cada vida perdida es una tragedia evitable. Cada silencio roto es una oportunidad de salvar a alguien.

En un país donde la desesperanza crece entre los más jóvenes, hablar de suicidio no es sembrar ideas peligrosas; es abrir una puerta para que alguien encuentre apoyo. Crear esperanza no es una tarea exclusiva de los profesionales de la salud: es una responsabilidad que compartimos todos.

Que esta fecha de septiembre, se use para recordar que prevenir el suicidio significa apostar por la vida, por el acompañamiento y por la empatía. Porque cada palabra de aliento, cada escucha atenta y cada acción de cuidado pueden convertirse en el hilo que sostiene a alguien en su momento más oscuro.
El suicidio mata a una persona pero nos deja sangrando a todos.  

** Además de 10 años de experiencia como comunicólogo, ejerciendo el periodismo. Alex Barrera es también psicólogo por la UNAM con profundización en desarrollo.
Actualmente brinda terapia clínica con enfoque Biopsicosocial.

Si necesita ayuda psicológica puede comunicarse con nosotros.

Compartir:
Continuar leyendo

COLUMNA DEL DIRECTOR:

VISIÓN PERIFÉRICA

Publicado

el

A 2000 años, Francisco Simbra al catolicismo con nueva visión

Por Cliserio Eleazar Cedillo Godínez*

Mañana será sepultado el Papa Francisco y es notable la diferencia entre la muerte del papa Juan Pablo II y él con respecto al número de asistentes comunes a su sepelio. Aunque asisten 120 jefes de estado y 20 reyes, según informes, no se ven las multitudes de millones esperadas por los grandes medios de comunicación del mundo. Pero si hay una gran diferencia, la diversidad sexual asiste a través de millas de representantes que solo lamentan que el matrimonio entre entes del mismo sexo siga siendo un pecado.

De igual forma, Francisco, aunque reticente al principio, finalmente reconoció públicamente la existencia de abusos sexuales en la iglesia, aunque ya era bien conocido este pesado lastre arrastrado desde hace cientos de años, sobre todo en las oscuras épocas del catolicismo, como en la Santa Inquisición. Sin embargo, no se ha hecho mucho para castigar con severidad a los párrocos abusivos, lo mismo que a los obispos que lo han permitido.

Para Francisco este tema no fue fácil, pues se negaba a creer que un obispo, el chileno Juan Barros, hubiera encubierto a un conocido abusador, desestimando las acusaciones como una calumnia. Ante la inconformidad de los creyentes por este hecho se vio obligado a ordenar una investigación para, posteriormente, ofrecer una disculpa pública, al admitir ante los sobrevivientes que él también era “parte del problema”.

Entonces el Papa Francisco se lanzó a fondo hasta tomar la drástica decisión, en el 2018, de ordenar la renuncia de todos los obispos de Chile, reemplazando a una gran parte de la jerarquía. Uno de los sobrevivientes de abusos, Juan Carlos Cruz, declaró en 2024: “Los que me frustra es que la gente de la curia (la administración central de la Iglesia) y los obispos de todo el mundo no estén de acuerdo. Lo que me enfurece es que los sobrevivientes caminen por este mundo sin justicia… Es como alguien con cáncer y nadie hace nada”. Es por ello que, tras la muerte de Francisco, la Red de Sobrevivientes de Abusos por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) pide a quien lo suceda que instituya una “ley de tolerancia cero” para el abuso sexual.

Y es que ese tema es un gran cáncer de la iglesia que desde hace cientos de años no ha podido ser erradicado, aunque se debe reconocer que el papa Francisco dio un gran paso. El otro tema que consideramos debe ser destacado como parte de los hechos trascendentes del recién difunto, es su postura más inclusiva y compasiva hacia la diversidad sexual, en comparación con sus predecesores.

Francisco llegó a afirmar que la homosexualidad no es un delito y que las personas homosexuales tienen derecho a una vida digna, con familia ya ser tratadas con respeto. No obstante, pese a las declaraciones de este Papa, la Iglesia Católica en general mantiene que los actos homosexuales son “intrínsecamente desordenados”. Sin embargo, Francisco sostenía repetidamente que ser homosexual no es un delito y criticó las leyes que criminalizan la homosexualidad.

También decía que las personas homosexuales tienen derecho a una vida digna, con familia ya ser tratadas con respeto. Con esa postura papal, en 2019, el Vaticano autorizó por primera vez la bendición de parejas homosexuales, aunque aclaró que eso no se debería confundir con el matrimonio.

Es cierto, con respecto a este tema, el Papa Francisco fue más inclusivo que sus predecesores, pero la lucha de grupos, sobre todo los tradicionalistas, dentro de la Iglesia Católica siguen manteniendo una postura más radical sobre la sexualidad y el matrimonio. Sin embargo, hay que reconocer que Francisco cimbró al catolicismo con una nueva visión, sin duda.

*Periodista con 49 años de experiencia; Premio México de Periodismo “Ricardo Flores Magón” 2024; director general del 5to Poder Periodismo ConSentido .

*Periodista con 49 años de experiencia; Premio México de Periodismo “Ricardo Flores Magón” 2024; director general de 5to Poder Periodismo ConSentido.

Nota:Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores son responsabilidad de quienes las emiten.

Compartir:
Continuar leyendo

LAS + DESTACADAS

CONTACTO: contacto.5topoder@gmail.com
Tu opinión nos interesa. Envíanos tus comentarios o sugerencias a: multimediaquintopoder@gmail.com
© 2020 Todos los registros reservados. 5to Poder Periodismo ConSentido Queda prohibida la publicación, retransmisión, edición y cualquier uso de los contenidos sin permiso previo.