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Muro de Berlín: por qué cayó hace 30 años y cómo su desaparición cambió el mundo

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ALEMANIA, 9 DE NOVIEMBRE.- Hace 30 años, la noche del 9 de noviembre de 1989, fue derribado el Muro de Berlín, que dividió la capital alemana durante otras casi tres décadas.

Pero el Muro de Berlín no solo dividía a esta ciudad: dividía a toda Europa y era el símbolo de un mundo bipolar en el que dos potencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, eran los polos de influencia.

Su caída posibilitó la reunificación alemana y fue precursora de la desaparición de la Unión Soviética y del final de la Guerra Fría.

Pero antes de analizar el impacto que tuvieron en el mundo los hechos ocurridos el 9 de noviembre de 1989, ¿por qué existía este muro en el corazón de Europa?

Un orden mundial bipolar

Al final de la Segunda Guerra Mundial, Alemania se rindió ante los Aliados, un grupo de países occidentales, incluidos Reino Unido, Estados Unidos, Francia y la Unión Soviética.

El país quedó dividido en cuatro zonas de ocupación, bajo influencia de cada una de esas potencias.

Berlín estaba en la zona soviética, pero como era la capital de Alemania se decidió que también se dividiría en cuatro áreas, una controlada por cada uno de los cuatro países.

Pronto se hizo evidente que la Unión Soviética tenía ideas muy diferentes a las demás acerca de cómo debería funcionar su sección.

Para 1949, Alemania se había convertido en dos países separados: la República Federal de Alemania (Alemania Occidental), siguiendo el modelo capitalista de Reino Unido, Estados Unidos y Francia y la comunista República Democrática Alemana (Alemania Oriental), en la órbita de la Unión Soviética, con un sistema de partido único y economía planificada.

En Alemania Occidental había libertad de movimiento y la gente podría expresar libremente sus opiniones.

Alemania Oriental tenía reglas más estrictas sobre cómo deberían comportarse las personas y una policía secreta, la Stasi, que supervisaba lo que hacían.

Berlín fue dividida en cuatro sectores al final de la II Guerra Mundial. GETTY IMAGES

A medida que pasaban los años, miles de personas al día escapaban del Este hacia el Oeste.

En esa época, medio millón de personas pasaba cada día la frontera en ambas direcciones y de esta manera, podían comparar las condiciones de vida de ambos lados.

Se estima que entre 1949 y 1961, alrededor de 2,7 millones de personas abandonaron la RDA y Berlín Oriental, según la página web oficial del Muro de Berlín. Aproximadamente la mitad de esa corriente migratoria estaba compuesta por gente joven de menos de 25 años.

Solamente en el año 1960, alrededor de 200.000 personas se mudaron de forma definitiva al Oeste.

En 1961, las autoridades comunistas ordenaron que se construyera un muro que dividiera el este y el oeste de Berlín para evitar que la gente cruzara de un lado al otro.

Se levantó muy rápida y sorpresivamente durante la noche del 13 de agosto, erigiendo grandes rollos de alambre de púas justo adentro del sector este de la ciudad.

Muchas personas se despertaron y descubrieron que habían quedado atrapadas, en muchas ocasiones separadas de sus amigos y familiares en Occidente.

Rollos de alambre de púas se levantaron sorpresivamente la noche del 13 de agosto de 1961, dividiendo la ciudad en dos y separando a amigos y familias. GETTY IMAGES

En los días siguientes, las autoridades de Alemania del Este comenzaron a sustituir los rollos de alambre por una estructura más permanente de bloques de cemento y losas de hormigón: el Muro de Berlín propiamente dicho.

Calles, plazas y casas quedaron divididas por la construcción del Muro, que también interrumpió el transporte urbano y se fue ampliando hasta llegar a los 155 kilómetros.

El muro que transcurría por el centro de la ciudad y que separaba Berlín Oriental de Berlín Occidental tenía una longitud de 43 kilómetros y 8 pasos fronterizos en total.

Las instalaciones fronterizas que separaban Berlín Occidental del resto de la RDA, tenían 112 kilómetros.

También se siguió perfeccionando el sistema de control fronterizo: había dos muros, uno interno y otro externo, vallas electrificadas, torres de vigilancia, perros guardianes, una zanja antivehículos y miles de policías y soldados que podían disparar a quién osase cruzar la fortificación.

Aunque es difícil concretar una cifra, según la página del Muro de Berlín al menos 140 personas murieron en el Muro de Berlín entre 1961 y 1989 al intentar huir. Por su parte, un estudio de la Universidad Libre de Berlín de 2017 sitúa esa cifra en 262.

Qué provocó su caída

Aunque parezca que el Muro de Berlín cayó de un día para otro, en realidad puede considerarse la culminación de un proceso.

En todo el bloque soviético soplaban vientos de cambio y para Carmen Claudín, investigadora especializada en historia rusa y soviética del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB) —un think tank con sede en Barcelona y especializado en asuntos internacionales— esos vientos tenían su origen en Moscú.

“La caída del Muro no hubiera sido posible sin las políticas de (Mijaíl) Gorbachov en la URSS”, dice la experta.

En marzo 1985, Gorbachov se convirtió en secretario general del Partido Comunista, lanzando un dramático programa de reformas.

Su política conocida como “Glasnost” (apertura, transparencia) consistía en eliminar las prácticas de la represión estalinista y darles más libertades a los ciudadanos soviético, que vieron como presos políticos eran liberados y los periódicos publicaban artículos críticos hacia el gobierno.

Estas políticas se dejaron sentir no solo en la URSS, sino también en algunos de los países satélites de la Unión Soviética en Europa.

Calles, plazas y casas quedaron divididas por la construcción del Muro. GETTY IMAGES

El mismo año de la caída del Muro, en junio de 1989, en Polonia el movimiento sindical no comunista Solidaridad de Lech Valesa logró que se celebraran las primeras elecciones parcialmente libres en décadas.

Hungría abrió completamente sus fronteras y miles de “turistas” de Alemania del Este llegaron ese verano al país vecino en busca de una forma de cruzar a Austria. El éxodo se convirtió en una marea humana.

Pero Erich Honecker, el líder comunista de la RDA, se resistía a las reformas.

“¡Gorbi, Gorbi!” se convirtió en un grito popular entre los alemanes orientales hambrientos de reformas al estilo de Gorbachov.

El líder soviético visitó Berlín Oriental para el 40 aniversario de la RDA, el 7 de octubre, e instó a Honecker a lanzar reformas, afirmando que “la vida castiga a los que llegan demasiado tarde”.

El 9 de octubre, una multitud sin precedentes de 70.000 personas se manifestó pacíficamente en el centro de Leipzig exigiendo libertad. Por primera vez se atrevieron a pasar por la temida sede de la Stasi. “¡Wir sind das Volk!”, cantaban (“¡Somos el pueblo!”).

70.000 personas se manifestaron ante la sede de la Stasi en Leipzig el 9 de octubre de 1989. GETTY IMAGES

Una semana después, más de 100.000 personas abarrotaron de nuevo el centro de Leipzig y las protestas pronto se extendieron por toda Alemania Oriental.

Ya era demasiado tarde para Honecker, quien renunció el 18 de octubre y fue sustituido por Egon Krenz.

Unos días antes de la apertura del Muro, el 4 de noviembre, otros cientos de miles de personas se manifestaron en Alexanderplatz, en Berlín oriental, pidiendo una reforma democrática, en la que fue una de las movilizaciones más importantes de la RDA.

Manifestación en demanda de cambios en la RDA realizada en Alexanderplatz en noviembre de 1989. GETTY IMAGES

Como parte de estas protestas, los alemanes del Este comenzaron a exigir que se les permitiera cruzar a Alemania Occidental y para el gobierno comunista fue cada vez más difícil detener esos llamados.

El 9 de noviembre, el anuncio de un alto funcionario de Alemania Oriental precipitó la caída del Muro.

Guenter Schabowski, portavoz del gobierno de la RDA, anunció en una conferencia de prensa que las restricciones de viaje para los ciudadanos del este se levantarían de inmediato.

Guenter Schabowski, durante la rueda de prensa en la que hizo el anuncio. GETTY IMAGES

Los funcionarios tenían la intención de introducir los cambios al día siguiente, pero cuando se le preguntó en la conferencia, Schabowski dijo: “Esto ocurre, que yo sepa… inmediatamente… sin demora”.

Dichas palabras provocaron que miles de personas se fueran hacia el Muro, exigiendo a los guardias que abrieran las puertas.

Los guardias del paso fronterizo de Bornholmer dejaron pasar a los primeros ciudadanos de la RDA hacia Berlín Occidental a partir de las 21:20.

Miles de personas cruzaron en las siguientes horas a Alemania Occidental, algunas por primera vez en sus vidas, provocando la rápida caída del muro.

Miles de personas cruzaron la noche del 9 de noviembre a Alemania Occidental, algunas por primera vez en sus vidas. GETTY IMAGES

“La caída del Muro es la culminación de todo ese proceso (de reformas de Gorbachov)”, explica Claudín. “Se consigue llegar al muro porque la policía, la maquinaría de la RDA está en descomposición, y ya no reacciona como lo hacía antes. La gente sabe que no les van a disparar y se tira contra el Muro”.

Y mientras una multitud eufórica de alemanes del este cruzaba la frontera abierta, cientos de personas de Alemania Occidental los esperaban y celebraban el momento histórico.

“La gente sintió alegría y una feliz sensación de conmoción, de que algo que pensaban que nunca sucedería o que al menos nunca sucedería en su vida, repentinamente pasó de la noche a la mañana pacíficamente. Y eso hizo que la gente pensara que todo es posible”, le explica a BBC Mundo Hope Harrison profesora de Historia y Relaciones Internacionales en la Universidad estadounidense George Washington y autora de “After the Wall: Memory and the Making of the New Germany, 1989 to the Present”.

Pero no para todos fue una noche de celebración. Krenz, el que sería el último líder comunista de la RDA, dijo en una entrevista con la BBC que esa fue “la peor noche de mi vida”.

Aunque el impacto inmediato de la caída del Muro de Berlín fue evidente para los alemanes del este, las consecuencias de este hecho histórico van mucho más allá.

Reunificación alemana

Una vez que cayó el Muro, todo aquello que los alemanes orientales anhelaban de sus vecinos del occidentales -la televisión a color, abundantes bienes de consumo, ciertos lujos…- empezó a llenar las grises y llenas de escasez calles de la RDA.

Berlineses del este cruzando la frontera tras la caída del Muro. GETTY IMAGES

Muchos lo calificaron como milagro ya que esta revolución pacífica de 1989 llevó a desaparición de Alemania Oriental en menos de un año.

El entonces líder de Alemania Occidental, Helmut Kohl, inició las negociaciones que conducirían a la rápida reunificación del país.

Kohl convenció a Gorbachov de retirarse de Alemania Oriental. Los 350.000 soldados soviéticos estacionados en el Este fueron enviados a casa.

Mijail Gorbachov y Hermut Kohl. GETTY IMAGES

Los gastos fueron pagados por el gobierno de Alemania Occidental, que también insufló grandes sumas de dinero para reactivar económicamente la parte Este.

Incluso antes de la reunificación, Alemania del Este ya había cambiado su moneda por el marco de Alemania occidental.

El 3 de octubre de 1990 la reunificación se hizo realidad y ese día dejó de existir formalmente la RDA.

Sin embargo, pese a que Alemania es hoy en día uno de los países más ricos del mundo y motor económico de Europa, las diferencias entre este y oeste son aún visibles en términos económicos y sociales.

El final del mundo bipolar

“La caída del Muro es la precursora de la desaparición de la Unión Soviética y del final de la Guerra Fría”, le dice a BBC Mundo Jordi Quero, también investigador del CIDOB.

“En Europa cae el muro, y primero se unifica Alemania, después llega la caída de los regímenes soviéticos de la Europa del este y, más tarde, se inicia el proceso de ampliación de la UE más allá de la Europa occidental”.

En las semanas posteriores a la caída del Muro de Berlín, en Checoslovaquia la “Revolución de Terciopelo” depuso al gobierno comunista.

Vaclav Havel, el mentor de la Revolución de Terciopelo, se dirige a los manifestantes pro democracia en Praga, en diciembre de 1989. GETTY IMAGES

En Rumania el levantamiento fue violento y el líder comunista Nicolae Ceaucescu y su esposa fueron fusilados.

Poco después fue la propia URSS la que se desintegró. Entre 1990 y 1991 las distintas repúblicas que componían el bloque fueron rompiendo con Moscú. En diciembre de 1991 la Unión Soviética, la otrora gran superpotencia, fue oficialmente disuelta.

“La caída del Muro lo que anunciaba era la caída de la gran Cortina de Hierro”, le dijo a BBC Mundo Dámaso Morales, coordinador del Centro de Estudios Europeos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). “Lo que anunciaba era la nueva reconfiguración de Europa”.

Aunque habrá que esperar hasta la disolución de la URSS, la caída del Muro representó “simbólicamente” el final de la Guerra Fría, “porque había sido el símbolo de la Guerra Fría y de cómo las dos partes se atrincheraban”, explica la profesora Harrison.

“Si bien hubo otras cosas que también fueron muy importantes, en particular las reformas de Mijail Gorbachov en la Unión Soviética, así como (el sindicato) Solidaridad en Polonia, no hay duda de que para muchas personas todo se encapsuló en la caída del Muro de Berlín”.

Mijail Gorbachov y Erich Honecker, en Berlín oriental en 1989. GETTY IMAGES

Al desaparecer el bloque soviético desaparece también el orden bipolar que había dominado el mundo desde el final de la II Guerra Mundial y cambian profundamente las relaciones internacionales que pasan a articularse en torno a un solo polo: Estados Unidos.

“La Unión Soviética había perdido la Guerra Fría y el mundo se convirtió, por un tiempo, en un mundo unipolar liderado por Estados Unidos”, dice Harrison.

“Cuando cae el muro, EE.UU. entiende que su sistema político y económico había sido capaz de vencer al contrario y eso confirmaba la validez, la superioridad del modelo”, coincide Quero.

En ese sentido, se empiezan una serie de acciones para fomentar los sistemas democráticos, explica Quero, que van desde los préstamos a través de organismos internacionales como la Organización Mundial del Comercio y el Banco Mundial hasta intervenciones militares, que en muchos casos han resultado infructuosas, como la de Somalia, Haití o las invasiones de Afganistán en 2001 e Iraq en 2003.

¿Y en América Latina?

Todo este proceso de cambio se da en el contexto de las políticas económicas liberales lideradas por Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret Thatcher en Reino Unido.

En ese sentido, la caída del Muro de Berlín simbólicamente representa “el gran triunfo del liberalismo”, dice Morales.

Y eso, según el profesor de la UNAM, tuvo efectos particularmente importantes en América Latina.

La caída del Muro de Berlín simbólicamente representa “el gran triunfo del liberalismo”. GETTY IMAGES

“Asistimos al fortalecimiento de los regímenes liberales que llegaron a América Latina en esa época, en los años 80, que se fortalecieron como modelos económicos, políticos y, por supuesto, ideológicos, y que guiaron las naciones de América Latina por varios años”.

“Algunos países centroamericanos, Colombia, Brasil, Argentina, Chile, México… todos llevaron a cabo políticas de adelgazamiento del Estado”.

Pero si hay un punto en la región donde se notaron sobremanera las consecuencias de la caída del Muro y, en última instancia, de la descomposición del bloque soviético, ese fue Cuba.

En ese momento, Cuba depende del dinero que llega de la Unión Soviética, y esa fuente de ingresos desaparece.

A partir de ese momento, la isla tiene que repensar su posición en el mundo y también su propia viabilidad económica.

“Se había generado la idea de que la URSS era como el gran padre y Cuba se quedó huérfana”, dice Morales.

El Muro de Berlín cayó hace 30 años, pero algunos de los ecos de la Guerra Fría siguen presentes hoy en día, señala el experto, como lo demuestra que la mayoría de los ejercicios militares de la OTAN se llevan a cabo en Europa del Este, en la frontera con Rusia.

“Quizá habría que llamarla de otra forma, pero ahí está”.

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Si, van, aranceles para México y Canadá se impondrán a partir del 1 de febrero, dice EE.UU.

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CDMX.- La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que los aranceles de 25% para México y Canadá siguen para mañana. Añadió que el reporte de Reuters sobre la aplicación de los gravámenes para marzo es “falso”.

“Puedo confirmar que mañana, la fecha límite que puso el presidente Trump hace varias semanas sigue. El presidente implementará 25% de aranceles a México, 25% de aranceles a Canadá y 10% a China por el fentanilo ilegal que producen y que permiten distribuir en nuestro país” y por los migrantes que entran ilegalmente en Estados Unidos, declaró. “Son promesas hechas y cumplidas por el presidente”, afirmó.

La portavoz agregó que acababa de estar en el Despacho Oval con el presidente estadounidense, Donald Trump.
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Lee también Aranceles de Trump a México serían hasta marzo, reportan; incluiría proceso para buscar exenciones

Leavitt se negó a decir si la administración revertiría los gravámenes si los precios de los bienes importados aumentan como resultado.

“El presidente tiene la intención de garantizar que implemente efectivamente los aranceles y al mismo tiempo reduzca la inflación y los costos para el pueblo estadounidense”, dijo.

El jueves, Trump declaró a la prensa que mantenía sus planes de imponer un 25 % de aranceles a Canadá y México a partir del sábado, aunque aún estaba considerando si imponer o no gravámenes sobre el petróleo que esos dos países exportan a Estados Unidos.

Al ser preguntada sobre ello, Leavitt dijo que no tenía información actualizada sobre si el presidente había decidido finalmente conceder una excepción a las importaciones de petróleo de México y Canadá.

Según los últimos datos disponibles de la Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés), Estados Unidos importó en octubre de 2024 casi 4,6 millones de barriles de petróleo diarios desde Canadá y 563.000 barriles desde México. Durante ese mes, la producción diaria de petróleo en EU fue de cerca de 13,5 millones de barriles.

La inminente imposición de aranceles por parte de Washington ha generado incertidumbre tanto en México como en Canadá.

Esta mañana, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, advirtió que Canadá responderá “con fuerza” de forma inmediata si EU empieza a aplicar gravámenes a las exportaciones canadienses, unos comentarios que provocaron el enfado de la portavoz de la Casa Blanca.

“Creo que Justin Trudeau haría bien en hablar directamente con el presidente Trump antes de hacer comentarios tan exagerados ante los medios”, declaró Leavitt.

*Con información de EFE, El Universal

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Culpa Trum a Obama y Bidden por accidente aereo en Washington

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Tras unas breves palabras de consuelo, el presidente rápidamente culpó de lo ocurrido a los estándares establecidos por los Gobiernos de Barack Obama (2009-2017) y Joe Biden (2021-2025) en la contratación de controladores aéreos, con especial énfasis en los programas implementados por ambos mandatarios para promover la diversidad.

Trump Foto: EFE/EPA/WILL OLIVER

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, describió este jueves como una “noche oscura y extenuante” las últimas horas vividas en la capital tras el accidente aéreo ocurrido anoche, cuando un helicóptero militar y un avión comercial, con 67 personas a bordo en total, colisionaron y se precipitaron a las gélidas aguas del río Potomac.

“Ha sido una noche oscura y extenuante en la capital de nuestra nación y en nuestra historia, una tragedia de proporciones terribles. Como nación, lloramos por cada alma preciosa que nos ha sido arrebatada”, manifestó Trump este jueves en una comparecencia en la sala de prensa de la Casa Blanca.

Al entrar en la sala, repleta de periodistas, el mandatario pidió guardar un momento de silencio en recuerdo a las víctimas y afirmó que Estados Unidos atraviesa horas de “angustia”.

“Somos una sola familia y hoy todos estamos con el corazón roto. Buscamos respuestas en ese gélido, gélido Potomac. Fue una noche fría, un agua fría. Estamos abrumados por el dolor de tantos que han perecido trágicamente y ya no estarán con nosotros”, afirmó Trump.

Tras unas breves palabras de consuelo, el presidente rápidamente culpó de lo ocurrido a los estándares establecidos por los Gobiernos de Barack Obama (2009-2017) y Joe Biden (2021-2025) en la contratación de controladores aéreos, con especial énfasis en los programas implementados por ambos mandatarios para promover la diversidad.

“La Administración Federal de Aviación (FAA) ha estado contratando trabajadores con discapacidades intelectuales severas, problemas psiquiátricos y otras condiciones mentales y físicas bajo una iniciativa de diversidad e inclusión”, aseguró.

Responsabilidad de la “FAA”

Trump insistió en que para los controladores aéreos quiere “a alguien intelectualmente superior” y criticó los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), que ha ordenado desmantelar mediante una orden ejecutiva desde su regreso a la Casa Blanca el 20 de enero.

El presidente estadounidense también anunció el nombramiento inmediato de Chris Rocheleau, un veterano con 22 años de experiencia en la FAA, como nuevo administrador del organismo. Rocheleau deberá ser confirmado por el Senado, de mayoría republicana, antes de asumir el cargo.

Trump calificó el accidente como una “confluencia de malas decisiones”, cuestionó la trayectoria del helicóptero y el hecho de que se encontrara a la misma altura que el avión comercial, pese a que las condiciones de vuelo eran óptimas, con un cielo despejado y sin fuertes vientos.

Las autoridades descartaron este jueves que haya supervivientes del accidente, el más grave ocurrido en Estados Unidos desde 2001.

El miércoles por la noche, un helicóptero militar Black Hawk, con tres personas a bordo, y un avión comercial Bombardier CRJ700 de American Eagle, filial regional de American Airlines, con 60 pasajeros y cuatro tripulantes, colisionaron cuando este último se aproximaba a la pista 33 del aeropuerto Ronald Reagan (DCA).

Los equipos de rescate, que trabajaron durante toda la noche en las gélidas aguas del Potomac, han recuperado 28 cuerpos y han pasado de una misión de rescate a una de recuperación, informaron las autoridades.

El Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington, donde debía aterrizar el avión siniestrado procedente de Wichita (Kansas), cerró tras el accidente, pero reabrió hoy a las 11:00 hora local (16.00 GMT).

Con información de EFE. Video Redes Sociales

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