Cancún.- Debido a la la falta de subespecialistas que puedan diagnosticar condiciones pediátricas en Benito Juárez, se está desarrollando una nueva clínica dirigida principalmente a la atención de niños.

Aida Ibarra Ramírez, fundadora del Happy Medical Center, explicó que este centro está enfocado en la población menor de 15 años en Quintana Roo, la cual representa alrededor de una cuarta parte de los habitantes y en su mayoría es de clase media.

La clínica contará con diversas áreas de atención pediátrica y 10 consultorios para que diferentes especialistas puedan atender a las familias y diagnosticar casos que no se pueden resolver en el estado debido a la falta de infraestructura hospitalaria adecuada.

“La clínica está ubicada en la avenida del Sol, número 40, en la supermanzana 47. Ya terminamos la obra negra y ahora estamos finalizando las subdivisiones”, mencionó Ibarra.

Además, señaló que el centro incluirá un área de diagnóstico con rayos X, ultrasonido y laboratorio. De manera permanente, se ofrecerán servicios de pediatría, ginecología, odontología, psicología, tratamiento para apnea del sueño y terapia de ozono, aparte de los 10 consultorios.

“No tendremos hospitalización en esta etapa, funcionaremos como un centro de consultoría y diagnóstico. Nuestro enfoque es canalizar a los pacientes. Será una clínica integral para niños y sus madres”, aclaró.

La clínica se encargará de diagnosticar hasta donde sea posible, pero los pacientes que necesiten hospitalización, tratamientos complejos u otros especialistas serán referidos a centros donde puedan recibir la atención adecuada, incluso si esto implica enviarlos a hospitales especializados en Mérida.

Ibarra Ramírez también mencionó que los servicios de la clínica serán en parte sostenidos por una fundación en proceso de creación, llamada Amate y Sé Feliz, la cual realizará campañas sociales para recaudar fondos que permitan ofrecer descuentos a personas con menores recursos económicos.

Se espera que la clínica comience a operar en aproximadamente cuatro meses.

“La idea es que todos puedan recibir tratamiento, porque aunque no tengan recursos, tienen derecho a la salud”, afirmó.

Además, la fundación tiene como objetivo empoderar a las madres para que sean económicamente independientes, mediante talleres, charlas y asesorías psicológicas, ayudándolas a utilizar sus habilidades para generar ingresos, mantener a sus hijos y cubrir parte del tratamiento.

Se prevé que la clínica esté completamente terminada en un plazo de dos a seis meses.