Cancún (Francisco Javier Robles / 5to Poder).-Romana Rivera Ramírez es una de tantas madres que este 10 de mayo no tiene nada qué celebrar, pues su única hija tiene 2 años y 2 meses de haber sido raptada en una discoteca de Cancún, el 22 de febrero de 2020.

Junto con un joven de nombre Armando Rodríguez, Diana García Rivera, de 20 años, fue sacada por la fuerza de un bar ubicado en plaza Infínity, “fueron sustraídos de manera ilegal dentro del antro, y no tenemos datos que nos lleven a ellos”.

En respuesta a este hecho violento, la representante del colectivo “Verdad, Memoria y Justicia de Personas Desaparecidas en el Estado de Quintana Roo” ha encabezado dos intensas búsquedas de mujeres desaparecidas, en los municipios Benito Juárez y Puerto Morelos.

Rivera Ramírez informó que la primera se realizó el 4 de abril, en áreas verdes de inmediaciones de Puerto Morelos, y la segunda se hizo el 24 de abril, en la Región 107, de Cancún, también en coordinación con elementos de la Guardia Nacional.

“Son lugares donde hemos tenido información de hallazgos, es búsqueda de personas sin vida, y es enfocado en el interés de algún familiar, con algún dato de precisión que tiene. Vamos con un objetivo, con la última geolocalización”

Detalló que ya perdieron la cuenta de mujeres y hombres desaparecidos en Quintana Roo, pero que en este momento el objetivo es localizar a 24 desaparecidos en los últimos 6 años, entre ellos, a su hija y a un amigo

“En la mayoría de los casos son niños, adolescentes, mujeres, pero la desaparición de caballeros va a la par; los más denunciados son de mujeres, pero también desaparecen hombres por igual en el estado”.

Sostiene que las mujeres se sienten totalmente expuestas y vulnerables en la calle, porque “están en peligro latente cuando están fuera de sus hogares, nos preocupa esta situación”.

La activista lamentó que no tienen mesas de diálogos ni de trabajo con la Fiscalía General del Estado, situación por la que operan por su cuenta y de manera independiente.

Ante la falta de compromiso de las autoridades, madres, padres, hermanos, hijos y amigos, -dijo- continuarán buscando incansablemente a sus seres queridos con información recaba por ellos mismos.

“Queremos saber qué pasó con esos desaparecidos, todos tienen nombre y hay familias esperándolos. Va pasando el tiempo y a la sociedad se le va olvidando. Es muy duro que lleguen fechas como el 10 de mayo y nos hagan falta en la mesa. Diana es mi única hija y no dejaré de buscarla, porque a mí me sigue haciendo falta”, lamentó.