CANCÚN, 15 DE DICIEMBRE. – La Iglesia La Luz del Mundo establecida desde Tulum hasta Isla Mujeres, es decir, en la zona norte del Estado de Quintana Roo, se reunieron en la explanada del parque de las Palapas de esta ciudad de Cancún, para dar a conocer los valores culturales que identifican a los miembros de esta Asociación Religiosa. 

En el desarrollo del evento cultural, los más de mil participantes agradecieron públicamente el crecimiento que la Iglesia La Luz del Mundo ha experimentado en los últimos cinco años, en los cuales la totalidad de sus miembros se han involucrado en las diversas áreas de actividad de esta comunidad, procurando el bienestar de propios y extraños. 

Los valores culturales de esta comunidad, que tiene su sede internacional en la ciudad de Guadalajara, están conformados entre otras cosas por el respeto a los símbolos nacionales y a los héroes nacionales, así como el cuidado al medio ambiente, el respeto a la diversidad cultural, a las leyes, a las autoridades, a las instituciones y a los derechos humanos.

El ambiente fue de sana alegría de principio a fin en el acto cultural, durante su desarrollo tuvieron diversas intervenciones el orfeón de la zona norte de Quintana Roo bajo la dirección del maestro ENRIQUE POOT, así como artistas de ambos géneros que se han forjado al interior de la comunidad en artes como el canto, la música, la poesía, oratoria y el teatro. Fueron ellos los que participaron en el programa del evento, interpretando una variedad de temas musicales que hablan de la incursión y desarrollo cultural de los integrantes de esta iglesia, aunado al mensaje dirigido a la juventud, dirigido por el Joven miembro de esta asociación religiosa, Neftalí Herrera, quien exclamó -¡SOY JOVEN Y SOY CRISTIANO!- invitando a los asistentes a seguir el sendero que los lleva  a encontrar un nuevo humanismo, donde existen nuevas formas de solidaridad con compromiso, visión ciudadana, responsable y planetaria.

Por su parte el Pastor en la ciudad de Cancún, Ing. Juan Peláez, resaltó que uno de los valores proclamados en la multitudinaria reunión fue la gratitud, sentimiento que obliga a estimar los beneficios recibidos, y a corresponder a la misma de alguna manera.

Al término del evento los participantes reafirmaron su compromiso de seguir practicando los valores y principios que han aprendido mediante la doctrina apostólica, lo que les permite contribuir a mejorar la situación económica, cultural y social de todos los seres humanos.