CANCÚN, 9 DE OCTUBRE.- El comercio de Cancún atraviesa una severa crisis: en lo que va del año han cerrado cerca de 500 establecimientos, dio a conocer Rafael Ortega Ramírez, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en el municipio de Benito Juárez, quien añadió que las causas son multifactoriales: desde el derecho de piso hasta el todo incluido.

Dijo que urge reactivar la zona centro, pero lamentó y acusó que cada nueva administración del ayuntamiento llega con sus intereses y echa por tierra los esfuerzos que diversos grupos de empresarios realizan y evocó épocas del siglo XX, cuando Cancún era próspero y prácticamente cualquiera que llegaba y abría un negocio era un éxito.

“Sería una reactivación del centro en donde se permitiera, otra vez como era antes tener mesas; recuerden la (avenida) Tulum cómo era: había mesas en la calle, había mucha gente circulando, para que por lo menos la gente local pueda generar. El dato que tenemos son, de los socios de la cámara, en este año tenemos 495 negocios que han cerrado.”

Recordó que durante el año pasado bajaron cortinas 484, y que en cada micro o pequeño negocio, que en su mayoría son familiares, hay cinco personas en promedio; es decir, el año pasado se quedaron sin trabajo dos mil 420 personas, aunque sea en forma momentánea porque la mayoría se suma a la informalidad en los tianguis de la ciudad.

“La principal razón es que no hay suficientes clientes ni suficiente utilidad para mantener el negocio; tiene mucho que ver también la invasión que ha habido de supermercados y tiendas de conveniencia, porque la mayor parte de los negocios que existen, 50 por ciento más o menos son tiendas de abarrotes, y si le ponen una tienda de conveniencia o un súper a una, dos, tres cuadras, pues ya la quebraron”, detalló el líder comerciante.

En entrevista, Ortega Ramírez añadió que en general, los negocios que más cierran son las tiendas de abarrotes, pero hay de todo: restaurantes, papelerías, estéticas, madererías, florerías, y comentó que la mitad de los establecimientos que cierran pasan a ser informales, y puso como ejemplo una estética que paga impuestos, permisos, etcétera; cierra, se da de baja y sigue trabajando en la clandestinidad cuando se trata de una casa.

Citó que en la actualidad el promedio de vida de un negocio es de dos años, tiempo durante el que el dueño depende de él, y acusó que hay sobresaturación de negocios muy grandes, que abarcan gran parte del mercado y provocan la mayoría de quiebras, lo que atribuyó a una falta de regulación por parte de las autoridades municipales.

El presidente de la Canaco reconoció que hay interés por parte de la administración de María Elena Hermelinda Lezama Espinosa, alias “Mara Lezama” en reactivar el centro de la ciudad, pero lamentó que sólo a espaldas del palacio municipal, en la avenida Carlos Nader, y en la parte frontal, en el popular parque de Las Palapas.

“Obviamente hay apertura de negocios siempre, lo que pasa es que este tipo de negocios que se están instalando, ya son negocios para gente de más alto poder adquisitivo ya que están en zonas económicas de clase media, de clase media alta, pero los establecimientos de los que hablamos, que son los que cierran más, son los micronegocios.”

De los 495 negocios que han cerrado en los nueve meses del año, hasta septiembre pasado, sólo tenemos poco menos de 40 altas en el mismo periodo de tiempo; o sea, menos del 10 por ciento que, reiteró, es por causas multifactoriales, desde el pago de derecho de piso hasta la proliferación de tiendas de conveniencia y todo tipo de actividades comerciales.