Carlos Águila Arreola

CANCÚN, 20 DE NOVIEMBRE.- Tras asegurar que antes de entregar su administración se hizo un pago por concepto de finiquitos a burócratas de más de ocho millones de pesos, Emilio Jiménez Ancona asegura que no ha cometido ningún fraude y se defiende de los señalamientos de su sucesor, Josué Nivardo Mena Villanueva.

En su defensa el ex edil dijo de entrada que el nuevo presidente municipal de Lázaro Cárdenas confunde las cosas: “Las participaciones de septiembre llegaron el 28 y se paga la segunda quincena del mes, y por primera vez se finiquita” a la burocracia “y no dejamos ningún pasivo laboral a ese señor”.

Sin embargo, destacó que lo que sí había era un adeudo a la gasolinería de Kantunilkín de poco más de millón y medio de pesos, que se venía arrastrando desde la administración anterior (la de Luciano Simá Cab, que curiosamente tuvo como tesorero al hoy presidiario Ismael Moguel Canto (a) El Mayito, compadre del ex gobernador Roberto Borge Angulo.

Añadió que Simá Cab y El Mayito dejaron deudas por más de 16 millones de pesos (en su momento lo denunció, pero como eran personal del ex mandatario, nunca hubo investigación); en cambio, “nosotros no dejamos ningún adeudo, pasivo laboral o empréstito; todos los proveedores fueron finiquitados”.

En cuanto al comentario de Nivardo Mena en el sentido de que se saqueó el palacio municipal y las dependencias, incluso que “hasta el papel de baño se llevaron”, Jiménez Ancona sostuvo que “eso es mentira; incluso el DIF lo recibimos sin una cuchara, un vaso o un plato, y esta vez les dejamos refrigeradoras, estufas, muebles y aires acondicionados”.

Sobre una transferencia (electrónica) por dos millones de pesos que se hizo el primero de octubre, entre las seis y siete de la mañana, el ex edil dijo desconocer el tema, y aclaró que la entrega de los token (aparato electrónico, en general usado para servicios bancarios) ocurrió el día de la entrega-recepción: “(…) otra mentira más”, adujo.

“Durante mi gestión de poco más de dos años habremos dado, pero no de uso comercial como unos 80 a 100 para usos domésticos, particulares para construir casas o departamentos. Cuando entramos en 2016 ya había más de 80 permisos para posadas y hoteles, que dio (otra vez) la administración anterior, la de Luciano Simá.”

En relación con los señalamientos de que durante su administración se dieron permisos a diestra y siniestra, refirió que el municipio otorga los de construcción y los de cambios de uso de suelo, acompañados con la manifestación de impacto ambiental que da la Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales).