Carlos Águila Arreola

CANCÚN, 5 DE NOVIEMBRE.- Siendo una de las ceremonias más conocidas que se realiza anualmente, pues en todas las culturas prehispánicas se celebra el día de los fieles difuntos de diferentes maneras y en diferentes fechas, con gran éxito se llevó la octava edición del Hanal Pixán (Día de Muertos), que organiza Alltournative –la principal operadora de turismo sustentable en el país– en el poblado de Tres Reyes, municipio de Lázaro Cárdenas (105 kilómetros al suroeste), la cual batió el récord de asistencia con 350 visitantes, entre locales, nacionales y extranjeros.

En la actualidad se celebra del 31 de octubre a 2 de noviembre, coincidiendo con las fechas cristianas del Día de Todos Santos, donde la ceremonia abre las puertas de las tres dimensiones que considera la cultura maya, y se deja pasar a las ánimas al plano terrenal para convivir con sus familiares.

De acuerdo con Carlos Marín Morales, director de la turoperadora, las localidades para conmemorar a los fieles difuntos de acuerdo con la tradición maya se agotaron con casi una semana de anticipación.

“Eso demuestra el interés de la gente por descubrir y mantener las tradiciones, y gracias a un esfuerzo conjunto con los habitantes de Tres Reyes, cad año es posible conmemorar a los fieles difuntos, cuyas almas cada 2 de noviembre regresan al mundo terrenal a festejar en compañía de sus seres queridos.”

En esta edición, se contó con el talento de Kenia Brown y de la soprano Laura Chuc Aburto, quienes, en adición a la ya mística ceremonia maya en el cenote de La Vida, crearon una atmósfera mágica, cargada de recuerdos y júbilo.

Alltournative, empresa comprometida con la preservación de la cultura maya, reafirmó su responsabilidad social que le caracteriza mediante la realización del Hanal Pixán, con el que reforzamos el orgullo por las costumbres de la región y que forman parte de la identidad que como mexicanos poseemos.

Como cada año, el Hanal Pixan ofreció a los visitantes una celebración pletórica de aromas, sabores y colores. Los asistentes visitaron los hogares de familias mayas, quienes explicaron el simbolismo de sus altares temáticos, seguido de un recorrido al cementerio comunitario.

Disfrutaron de una vista panorámica al cruzar un espectacular puente colgante, antes de descender al interior del cenote de La Vida para ser parte de la gran ceremonia dirigida por los sacerdotes (chamanes) de la comunidad.

Finalmente, los visitantes se deleitaron con los exquisitos platillos tradicionales preparados especialmente para el festejo: el delicioso pib, pollo en escabeche y lechón horneado, acompañados de tortillas hechas a mano, así como agua de limón con chaya, y dulce de coco.