La mayoría de nosotros no prestamos mucha atención a la hierba. La podamos lo necesario y dejamos crecer la parte silvestre más allá del patio. No hay mucho en qué pensar. Sin embargo, incluso la hierba es intencionalmente hecha y sostenida por nuestro Creador. Y si Él se preocupa completamente por algo tan simple como la hierba, podemos estar seguros de que Él cuidará de nosotros que somos hechos a “su imagen”.

Señor, gracias por las muchas maneras en que revelas tu esplendor; tu Creación testifica de tu poder y amor. En cada brote de hierba, en cada color de las flores, veo tu mano y tu mente trabajando. También gracias por preocuparte tan intencionalmente por mí. Confío en que me sostendrás cada día y me moldearás para ser aquel en quien me creaste. En el nombre de Jesús y María Santísima, Amén.

Buen día en las Benditas Manos providentes de nuestro Dios Trino y Uno y la amorosa Oración e Intercesión de María Santísima nuestra Madre Inmaculada.

Un Gran Abrazo.

Estimados Amigos: Hoy Domingo X del Tiempo Ordinario y el evangelio nos narra el llamado de Mateo. Su vocación comienza cuando escucha la voz del Señor y, dejando su oficio, lo sigue, porque el Señor se fija en el corazón y no en las apariencias.
Seguir a Jesús significa, antes que nada, caminar, moverse, dar pasos, vivir en conversión constante. Tal vez los cristianos de hoy hemos de recordar de nuevo que no es posible seguir a Cristo y, al mismo tiempo, no querer moverse de donde está cada uno. Los primeros que se adhirieron a Jesús fueron hombres que dejándolo todo, lo siguieron, como Mateo que abandona su oficio, se levanta y sigue a Jesús de manera incondicional. La vida cristiana es crecimiento, escucha de llamadas siempre nuevas, disponibilidad para la conversión permanente.
Recuerda que ofreceré la eucaristía por ti, tu familia y tus intenciones personales.
Hoy te pido que oremos por los sacerdotes recién ordenados para que Dios cuide de cada uno de ellos, en especial pidamos por el eterno descanso del P. Carlos Anaya de la diócesis de Cancún-Chetumal a quien me tocó acompañar recién llegue al seminario de Cancún, sufrió un accidente y murió. Que Dios consuele a su Mamá y hermanos (as).
Nunca olvides que Dios te ama. Feliz Domingo, ánimo!

Padre