La guerra sin cuartel emprendida por el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, en contra de los malos funcionarios de la pasada administración, encabezada por Roberto Borge, que sumieron en la quiebra a la administración estatal y en la miseria a gran parte de la población, tuvo su primera reacción, esperada tarde que temprano por parte de los malos, con la captura de Juan Melquiades Vergara Fernández, ex secretario de Finanzas y Planeación (Sefiplan).

Al parecer la gota que derramó el vaso fue la detención de Gabriel Mendicuti Loría, quien fuera ex secretario general de Gobierno de Roberto Borge, y antes ex presidente municipal de Solidaridad, entre otros cargos. Esto por una supuesta cercanía de amistad con el precandidato del PRI a la presidencia de la República, José Antonio Meade Kuribreña.

Desde el viernes por la tarde se empezó a rumorar de la posible captura de este ex funcionario que formara parte del equipo de Carlos Joaquín, en una posición estratégica, de la que renunció hace 15 días para buscar ser candidato a una diputación federal.

Ya desde mediados de noviembre pasado, Juan Vergara había sido blanco de acusaciones por parte de presunto lavado de dinero a través de una de sus empresas México Travel Channel, mediante la promoción publicitaria de algunos destinos turísticos en varios estados del país.

Esas acusaciones fueron desmentidas en diarios nacionales y en uno local, donde Juan Vergara culpó a un presunto extorsionador de nombre Luis Manuel Álvarez Adán, quien le exigía importantes cantidades de dinero “por dejarlo vivir a él y su familia”, como no cedió a la extorsión, ese hombre empezó a difundir información falsa que hoy es utilizada para privar de su libertad al ex secretario.

Casualmente, se sabe que José Antonio Meade Kuribreña es muy amigo del último detenido, Gabriel Mendicuti, a quien conoció porque ambos tienen un hijo con similar padecimiento. Esto hace pensar en la teoría de que la captura de Vergara tiene su origen en un problema político y no como se ha difundido por lavado de dinero.

Juan Vergara es un próspero empresario, de los que se puede considerar millonario, de acuerdo a su declaración “3 de 3”, cuenta entre sus propiedades con barcos, un avión Learjet y una casa valuada en 70 millones de pesos, entre otros.

Sobre la postura del gobernador Carlos Joaquín, sobre la detención de su ex secretario, ha declarado que su respeto a la Ley y asegura que para el Gobierno del estado es central la presunción de inocencia, pero que “de probarse los hechos, debe actuarse con energía y apego a la Ley”.

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