Contrario a los usos y costumbres en materia política, el gobernador del Estado de Quintana Roo, Carlos Manuel Joaquín González está aparentemente ajeno a la designación de candidatos y candidatas a las cuatro diputaciones federales, dos senadurías y 11 presidencias municipales; es más, está concentrado en la reorganización administrativa y financiera de la entidad para salir avante del desastre que le dejaron gobiernos anteriores.

Hasta el momento, ninguno de los aspirantes puede decir que “ya habló con el número uno y que le dio línea para buscarla”, esos tiempos quedaron atrás; Carlos Joaquín no metió las manos en los procesos de selección de candidatos en ningún partido o alianza, pues esa es la ventaja de no tener compromisos políticos con ninguno de los institutos representados en la entidad, y de haber pagado las cuotas al Partido Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y del Revolucionario Institucional (PRI) que contribuyeron para ganar la elección que le permite gobernar a Quintana Roo.

Destacable es la libertar política que existe en el estado, que se vive un fenómeno de “políticos en fuga”, unos se van del PRI a Morena, otros del PRD al PT, algunos del PAN llegan al PT, y por increíble que parezca, también hay arribo de figuras importantes al PES, entre otras adhesiones que el elector no comprende del por qué la decisión.

Ante este panorama, al gobernador del estado le tocará trabajar, después del 30 de septiembre próximo, con presidentes municipales emanados de diversos institutos políticos, como el PRI, Morena, el PAN, el PRD, el PES, el PT, Panal y PVEM, esto debido a las tres alianzas que el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) aprobó para este proceso electoral del próximo 1 de julio.

Ahora sí, ya no se trata de un partido o alianza de partidos que apliquen “la aplanadora”, sino que los electores tendrán la oportunidad de votar por la persona, de escuchar las propuestas, de exigir que se levante el nivel de debate. Por ello es que no debe equivocarse o dejarse sobornar por una despensa o por unos cuantos pesos. Gracias a que en Quintana Roo se rompió la hegemonía partidista, cualquier político (hombre o mujer) puede buscar una posición en el próximo proceso electoral, el ejemplo es la nutrida inscripción de aspirantes en Morena en la alianza PAN-PRD-MC.

SASCAB

Quiero hacer notar el trabajo que realiza Esquivel Cruz González dentro del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien todo el tiempo de militancia ha tenido su residencia en Cancún. Los perredistas de Benito Juárez lo conocen muy bien, pues encabezó una cruzada contra Aguakan y junto con el entonces dirigente del partido Emiliano Ramos Hernández, promovieron amparos contra el cobro del agua.

Pues bien, ahora Esquivel Cruz González está a punto de perder esa congruencia con la que se conduce dentro del PRD y quiere aferrarse a la candidatura a Síndico municipal, pero en el municipio de Solidaridad, donde no cuenta con la residencia mínima de dos años para lograrlo. Desde mi punto de vista, en lugar de ayudar a la planilla que encabezará Cristina Torres Gómez (PAN), pues la perjudicará, porque no tiene estructura en el municipio, no tiene seguidores, como los tiene en Cancún; ya que es muy amigo de Emiliano Ramos, debería ser incluido dentro de la planilla de éste para la presidencia municipal de Benito Juárez.